AFORISMOS

 

Salvador Navarro Zamorano

 

  

PRÓLOGO

Aquí presento una relación de 360 Aforismos que llevan una carga espiritual consistente y aspiran a brillar con su propia luz en las mentes de los lectores ávidos de encontrar en la síntesis de sus sentencias, las direcciones necesarias para renovar sus pensamientos.

He procurado acumular en pocas palabras toda una experiencia de vida, en la que he puesto mi voluntad para encontrarme a mí mismo y encontrar la cara de un Dios inexplicable e inaprensible, pero no por ello de belleza singular; esa es la meta de toda mi existencia.

Ha sido un camino en soledad, pero siempre sintiendo la compañía de “algo” o de “alguien” que parecía dictarme palabra por palabra todo aquello que quería expresar y no atinaba a explicar.

Dejo a la opinión de los lectores cualquier consideración que tengan sobre el autor y sí ruego que profundicen en la lectura de cada Aforismo y traten de llegar lo más lejos posible en el análisis del contenido. Cada palabra tiene su propia lectura y me atrevo a decir que más de una: la literaria, la criptográfica y la mística. Cualquiera de ellas puede ampliar el horizonte para el peregrino que camina sin descanso en las ondas del río de la vida.

Ahora queda en vuestras manos la oportunidad de transformar estas semillas en frutos maduros que alimente vuestros espíritus.

Que así sea.

Salvador Navarro Zamorano

 

 

 

1º.- Hay en todo dos lados opuestos; el espíritu de oposición existe en todas las cosas.

          Todo existe en oposición. Día - noche, alto - bajo, Yin - Yang, positivo - negativo, masculino - femenino. A través de la oposición, conocemos el fenómeno llamado creación. Todo lo que aprendemos por los sentidos, se nos revela por el encuentro de los opuestos.

          Conocemos el bien cuando sentimos los efectos del mal. Deseamos la verdad, cuando la mentira nos desengaña. Buscamos lo Divino cuando la oscuridad nos rodea y no vemos una luz en nuestro camino. Anhelamos el cielo por temor al infierno.

          En la profundidad de esta sentencia descubrimos como, por la fuerza de la oposición, sabemos más de nuestra realidad, el conocimiento de sí mismo por nosotros mismos.

 

2º.- El Dios que el hombre comprende es creación suya, pero lo que está por encima de su inteligencia es la Realidad.

          Definir quién o qué es Dios, es la gran frustración humana. Nuestra comprensión, como mucho, se extravía en la filosofía, pero sin llegar a la montaña de la sabiduría, punto más cercano al poder y la voluntad de Dios.

          La inteligencia humana es incapaz de concebir la realidad, en general, en un mundo de apariencias. Solamente vemos la sombra de las cosas produciendo algo que confundimos con luz y que nos aleja de la realidad.

          Hacemos y adoramos dioses demasiado humanos, que participan de nuestras alegrías, triunfos, llantos y fracasos, y a los que pedimos poder, dinero, salud y todo género de bienestar material. No damos descanso a nuestras peticiones y cuando sentimos su indiferencia ante nuestros problemas, los rechazamos y olvidamos, ignorando que son construcciones egoístas del hombre.

          La realidad sigue siendo una asignatura pendiente para la humanidad.

 

3º.- El místico no espera por la otra vida, sino que hace lo posible para evolucionar en ésta.

         El que no conoce a Dios en esta vida, tampoco Lo conocerá en cualquier otra.

         El sabio sólo tiene esta vida para evolucionar y lo hace plenamente en esta dimensión, llenando su existencia de alma y espíritu.

         Cuando vivimos en un plano poniendo nuestros ojos en el plano inmediato superior, quedamos en suspensión, sin tocar tierra, con los pies perdiendo cualquier contacto con nuestro destino, dividiéndonos en dos partes opuestas, intentando dar un salto en el vacío con riesgo de estrellarnos.

         Evolución, es el mandato que recibimos cuando adquirimos consciencia y no esperamos para ejecutarlo.

         Ignorante es quien vive dando la espalda al mundo, a la Madre Naturaleza, en la creencia de que su bien mayor es proyectar amor, inteligencia y voluntad hacia las estrellas, olvidando el débito que ha contraído con sus semejantes.

 

 

4º.- La otra vida es la continuación de ésta, pero en otro plano.

         No hay nada que exista en separación; todo está interpenetrado. La vida sigue a la muerte y ésta a la vida. Todo funciona como una espiral que trabaja hacia adelante y hacia arriba.

         La luz, la vibración, el ritmo, son los medios de los que se vale la evolución para proyectar ese plan divino llamado humanidad, hacia dimensiones superiores.

         Y ese plan se vale de la violencia, los egos de la Personalidad y todo tipo de estiércol que el hombre produce, para cultivar la semilla del espíritu, que va creciendo lentamente, cumpliendo los plazos marcados dentro de un programa, en un tiempo y espacio inmensurable.

 

5º.- El corazón humano es un templo.

       Cuando  la puerta de ese templo está cerrada para el hombre, está también cerrada para Dios.

      Es difícil para un profano definir el corazón como un templo y, aún más, si lo declaramos como templo de luz.

        En realidad, es en la zona cardiaca donde situamos sentimientos como el amor, la intimidad, incluso el odio y, especialmente, la intuición y la luz del conocimiento superior.

        Cerramos el oído interno (localizado en el auricular cardíaco), al prójimo y negamos el diálogo y la tolerancia a quienes nos contacta. Vivimos aislados, incomunicados, egoístas, interesados en nuestras conveniencias, ignorando que somos sacerdotes de nuestro templo interno, y desconociendo el ritual de iniciación, vivimos un dogma exterior y superficial.

        Nos arrastramos por la existencia, pobres, miserables, mendigando, llevando dentro de sí un tesoro sin límites de origen divino. Ciego es aquél que no quiere ver.

 

 

6º.- Es inútil decir que conoces  la verdad.

       Si la conocieses guardarías silencio.

        Aquél que habla no sabe. Aquél que sabe no habla. Decir que se es poseedor de la Verdad es necedad. El silencio es interpretado como falta de sabiduría.

        El hombre es vanidoso por naturaleza. Su cuerpo instintivo le materializa tanto que no puede impedir que su parte animal se manifieste durante su vida, haciéndolo presuntuoso e ir mostrando su plumaje de vistosos colores para impresionar a una crédula audiencia.

        El silencio es la virtud del sabio que sabe que sabe,  porque es humilde y no ignora que la Verdad no necesita defensores ni demostración. Ella es tan poderosa como el diamante que resplandece en medio de la oscuridad.

 

7º.- Cada alma tiene su camino trazado en la vida.

       Si quieres seguir el camino de cualquiera, es necesario le pidas sus ojos prestados para verlo.

        El hombre es seguidor por atavismo. Todos estamos buscando a alguien a quien seguir. Esperamos un Mesías, un líder, un héroe, un redentor, la Divina Providencia.

        Hemos de conscienciarnos de que cada persona tiene un único camino. ¡No más limitaciones! ¡No más conocimiento prestado! Se ha de ir por la vida para conseguir que lo Real se haga cotidiano, parte de nuestra experiencia.

        Decía Buda que no hay caminos, sino que cada cual lo hace en su peregrinar por el mundo. El hombre común tiende a transferir su problemática mental y psicológica hacia otras personas, que funcionan como chivos expiatorios de la sociedad, renunciando a tomar la dirección de su destino, el encuentro con su Ser Interno, convirtiendo en fracaso lo que hay de glorioso dentro de sí.

 

8º.- Quien adora a Dios y desprecia a los hombres adora en vano.

        El fanático y el rico de espíritu cargan en sí el error de rechazar a sus semejantes. Dicen que conocen al único Dios y practican el único culto, adorando al único Profeta o al único Hijo, cerrando con este sistema bajo siete llaves la posibilidad de que otros accedan al Conocimiento.

         "Sepulcros blanqueados...", les llamó el Maestro Jesús, dirigiéndose a esta clase de hombres, poseedores de claves para la Iniciación e Iluminación, guardadas celosamente, sin utilidad para nadie.

        Adorar a Dios en los hombres es ver en el corazón de cada hombre a Dios.

        Aquí está el fundamento de toda la Religión.

 

 

9º.- El amor, al principio, vive de la reciprocidad.

       Cuando alcanza su plenitud, se sustenta solo.

        El amor necesita ser recibido por alguien. Eso forma parte de la primera fase de una relación física. La emoción se satisface en esta etapa primaria.

          Luego, el amor se eleva a una cota superior y el  romance toma cuenta de los personajes. El corazón interviene, formando un nuevo lazo más sutil. Superada la primera fase, el amor sigue su camino ascendente y, situado en la cabeza, tiene la altura suficiente para vivir de sí mismo.

         Amar sin fin, es amar sin oposición. Este amor no necesita a otro para ser. Él es. Parece como una flor en un desierto, dando su perfume al viento, para que lo lleve al valle, a la montaña, a la nube, al mar, sin importar quién lo aspire, porque dar lo mejor de sí es su propia naturaleza.

 

10º.- Si te fallas a ti mismo, todos harán lo mismo contigo.

        Hay una ley no escrita que dice: "a toda acción sucede una reacción". Si un hombre se traiciona a sí mismo, no puede esperar fidelidad de los otros.

          Recogemos lo que sembramos. Cuando tenemos fe en nuestros valores, las circunstancias trabajan a nuestro favor. Pero, si desconfiamos de aquello que somos y ponemos en duda nuestro origen divino, las consecuencias son recogidas en forma de fracasos y desilusiones.

         El fallo más estrepitoso alcanzado por el hombre, es el olvido de su identidad real. Nos hemos empequeñecido con las falsas grandezas, ocultados bajo máscaras a las que hemos dotado de inteligencia ajena y de pedante erudición.

         Hemos perdido la cabeza real y nos sentimos desnudos y avergonzados ante la Realidad.

 

 

11º.- Cuando el hombre ha de escoger entre el provecho material y el espiritual es cuando demuestra dónde está su tesoro, si en la tierra o en el cielo.

          Vivimos en una encrucijada constante, siempre decidiendo qué camino hemos de tomar. La elección es dificultosa porque nuestros intereses, el egoísmo y el afán de poseer, choca contra el desinterés, el amor y la generosidad.

          Esto crea una neurosis en la mente humana, indecisa, temiendo saber, y preocupada por desconocer. Este hombre dividido crea la angustia y la crispación.

          Encontramos la paz y el descanso cuando tomamos una decisión con firmeza y no nos apartamos de ella, hallando en ello una fortaleza que nos defiende de posibles errores.

          Tomar el camino del equilibrio, poniendo fe en valores eternos, como: amor, alegría, espontaneidad, armonía, etc., es como situar todas las velas en dirección a los vientos que soplan favorables, para que nos lleve a puerto seguro.

 

 

12º.- El camino de la libertad nos lleva al cautiverio.

         Es el camino de la disciplina que nos conduce a la libertad.

         La libertad no se tiene sino que se conquista. En nombre de la libertad se cae en actitudes permisivas que atentan contra el derecho de nuestros semejantes.

         Es difícil para el hombre aceptar el orden y la disciplina para acceder al derecho natural de la libertad. Su péndulo interno oscila entre la tiranía y el desorden.

         Encontrar el camino donde todas las cosas se ordenan, es misión del prudente que tiene en sus manos la dirección de su vida y maneja el timón con seguridad.

         Aceptemos la disciplina como regla necesaria, pues así nos condicionamos para una libertad respetuosa con todo y para todos.

         Disciplina significa plenitud, unión, conjunto y, por tanto, energía y poder. Aprendamos con disciplina rechazando el caos, y los frutos de nuestra decisión llegarán en forma de paz, serenidad y alegría interiores.

 

 

13º.- Una vida entera no es suficiente para aprender a vivir en este mundo.

         El hombre nace ignorante y muere sabiendo alguna cosa. Es empresa inútil intentar abarcar todo el conocimiento en una vida.

           Si esto es comprendido, hemos ganado algo que será importante para nuestro camino: que no basta una vida para acceder a la sabiduría, sino que se hace necesario acumular muchas vidas con distintas experiencias para completar un ciclo determinado.

          Esta idea no ha sido totalmente aceptada por algunas creencias religiosas, pero basta invitar a los indecisos a que estudien las transformaciones que realiza la Madre Naturaleza, reciclando todo lo que se agota y muere, llevándolo nuevamente a la vida en formas nuevas y adaptadas al medio ambiente.

         Aprendamos del ejemplo que nos da la vida natural en el planeta, abandonando la soberbia de creernos limpios, puros y perfectos en un espacio de unas pocas decenas de años, donde el tiempo que dedicamos a nuestra perfección es insignificante.

 

 

14º.- Cuando el hombre alcanza la verdad definitiva se convence de que, en realidad, todo está en sí mismo.

          Viajamos a Egipto, la India, los montes Himalaya, para encontrar la Verdad, y regresamos llenos de alegría e ilusiones que poco tiempo después se desvanecen.

          La Verdad tiene una hermosa casa - donde habita desde el principio del tiempo -  situada en el corazón del hombre. Cuando alcanzamos el silencio que la vida guarda en nuestro interior, tocamos el centro de la existencia, que también es el centro de la Humanidad.

          Ahí nos aguarda el Divino Maestro, el Yo Superior, disponible siempre para darnos la Luz que necesitamos para tocar la Verdad con nuestro espíritu; entonces toda clase de bienaventuranzas descenderá sobre nosotros.

          Y los viajes exteriores se cambiarán por un profundo y único viaje interno, personal y no transferible.

 

 

15º.- La razón es la ilusión de la realidad.

         Lógica y razón, son herramientas que usamos periódicamente y nos permiten desenvolvernos en el mundo material.

           Pero, en otro orden de cosas, estos instrumentos demuestran su insuficiencia cuando desarrollamos un sistema de pensamientos de orden abstracto. Vemos que la realidad conocida se desvanece ante otra realidad sin dimensiones, donde el orden se invierte, no para mutarse en un Caos, sino para imponer otro orden de valores.

          Prácticamente, la razón es ahora como un acto ilusorio, donde las reglas del juego son dictadas en escalas distintas de cosas. Y no funcionan otras leyes que sean comprensibles, a menos que iniciemos una aproximación por medio de la analogía o la paradoja.

         "El que tenga ojos para ver que vea; y el que tenga oídos para escuchar que escuche."

16º.- El poder exige sumisión; si no puedes obtenerlo por la conquista, adquiérelo por la renuncia.

        Decía Mabel Collins: "Desea el poder que te hace nada." Todo poder temporal exige acatamiento. El poder y el deseo son inherentes a la naturaleza humana.

          Hay dos maneras de llegar al poder: una, materialista, a través de la conquista, del dominio; y el otro, es religioso, por medio de la renuncia.

          La historia está llena de conquistadores poderosos, sentados en sus tronos, con los pies bañados en sangre de cadáveres sacrificados en muchas batallas. También la historia está salpicada de otros conquistadores de almas que dieron su vida para abrir caminos a los que buscan la libertad del espíritu.

          Elige cada día tu libertad, al tomar cualquier decisión donde esté implicada la voluntad de poder, y decide entre dominar o renunciar.

 

 

17º.- El fatalismo es una parte de la Verdad, no toda.

           Fatalidad. . . Destino. . .  Palabras para rotular lo que ignoramos. Somos especialistas en poner nombre a lo que no entendemos.

           Cada hombre hace su camino por la vida, imponiendo su voluntad en lo que construye, con independencia del destino, que en cierta manera parece escrito para los hombres.

           Lo que recogemos de cosechas anteriores y lo que sembramos durante nuestra corta vida, componen esa extraña palabra que llamamos Fatalismo, y que no es más que una parte de la Verdad.

           La sabia dosificación de Destino sumado a la voluntad de ser, resulta en una palabra mágica que llamamos “plenitud de vida”, donde el amor y la sabiduría caminan cogidos de la mano en unidad fraternal.

 

 

18º.- Cuando el alma está en armonía con Dios, cualquiera de sus actos se transforma en música.

            La magia de la música es conocida pero no profundizada en toda su magnitud. Es una ciencia muy alta, muy cerca de las esferas cósmicas. No es extraño que las religiones hablen de ángeles que cantan.

            Una parte esencial de la composición musical es la armonía. Consiste en la disciplina de diferentes voces para unificarse en una sola voz, en una sinfonía singular.

            Si la Personalidad humana armoniza todas sus voces contradictorias con la Voluntad Superior, entra en un ritmo cósmico, universal, y el cuerpo físico actúa bajo la influencia del macrocosmo, donde ritmo y vibración van creando la música que viene procedente de mundos superiores de Armonía y Belleza.

 

 

19º.- La muerte es un impuesto que el alma ha de pagar por haber recibido un Nombre y una forma.

           El espíritu busca una forma para evolucionar. Una vez encarnado, recibe un cuerpo y un nombre, dando inicio a un proceso vital durante el cual este espíritu acomete el proceso de construir un alma inmortal, buscar su Nombre original y acumular experiencias, marchando camino de la Sabiduría.

           Un día llega la muerte y se cobra el cuerpo y sus posesiones materiales, liberando el alma y su espíritu con la sabiduría alcanzada en el período de existencia del cuerpo físico.

            Encontrar el camino del Nombre es paralelo al encuentro con el Cristo Interno, el Padre que habita en nosotros, el Yo Superior. Pero antes, el hombre ha de haber reverenciado a su Madre, la Virgen Madre y a sus hermanos arcangélicos, para que se cumpla el designio del Plan Divino para el hombre.

 

20º.- Ningún lazo te podrá atar, si tu corazón fuera libre.

           Libertad es una divina palabra que pronunciamos con esperanza de alcanzarla. Pero hay otra virtud que se interpone entre ella y nosotros, y esta es la Verdad.

           La Verdad es el alimento del corazón y funciona como una dinamo cuya potencia desencadena la Libertad en el corazón, prisionera de la ignorancia y el fanatismo.

           Intentan apresarnos las ilusiones del mundo, los espejismos y los mal llamados placeres de los sentidos, bajo cuyos velos se esconden los vicios, los abusos y las aberraciones de la mente y del mundo pasional.

           Necesitamos inyectarnos grandes dosis de Verdad, como vacuna contra tanta sombra proyectada sobre el ser humano, necesitado de Realidad, Verdad y Libertad, bienes imperecederos y valores inapreciables, joyas con las que se adorna el hombre libre.

 

 

21º.- Los grandes hombres son pocos en el mundo.

          Y en menor número, aquellos que los conocen.

          Los grandes hombres suelen ser los grandes desconocidos.

          Conocemos la grandeza por labios de otros hombres, los libros y los medios de comunicación. Esa grandeza es fabricada y exaltada deliberadamente, con algún propósito definido por otros hombres, aliados a intereses sectarios. La encontramos en las artes, en la política y en Fuerzas Armadas y, algunas veces, en las religiones.

          El  conocimiento de la grandeza es muy sutil, pues se esconde detrás de la honestidad, el honor, la disciplina, la integridad y otras virtudes que miramos con curiosidad y sin admiración, porque suponen un coste cuyo valor no estamos dispuestos a pagar, ya que son valores no negociables y, por tanto, sin cotización. Somos tasados a la baja y nos valoramos por mucho menos.

 

 

22º- La Iniciación consiste en dar un paso hacia adelante en una dirección hasta entonces ignorada.

          Iniciación es dar un primer paso hacia adelante. ¿Hacia dónde? ¿En qué dirección puede ir una cabeza si no es hacia el corazón?

          ¿Por qué decimos que es ignorada? Nos pasamos la vida ignorando la voz del corazón, de la sabiduría, del amor.

          Iniciarse es aprender un nuevo lenguaje, donde el corazón tiene mucho que decir y la cabeza mucho que callar. Y cuando se produce ese silencio, escuchamos la Voz del Maestro y comenzamos el camino rumbo a la Eternidad.

          Existe ahora una razón para que en nosotros se produzca un nuevo nacimiento. Aunque para que la criatura vea la Luz, nos acondicionamos internamente con materiales de paz, alegría y amor. Ponemos la fe en nosotros mismos, abandonamos los apoyos y damos los primeros pasos como hombres libres.

 

 

23º.- No es una determinada religión la que produce la espiritualidad en el hombre.

         La espiritualidad depende exclusivamente de la armonía del alma.

          Es ignorancia suponer que practicar determinada religión, produce una espiritualidad en el hombre que la profesa.

          Las religiones predican moralidad, ética, dogmas, ritos y, muy raramente, espiritualismo.

          Los Maestros espirituales no profesan religiones determinadas, sino que ellos dan origen a los movimientos religiosos que se encargan de administrar sus enseñanzas, guiando a los fieles, después de la desaparición del Maestro, institucionalizandolas y añadiendo ritos, mandamientos y sacramentos.

          Cada hombre en su armonía pone alma en lo que hace y va marcando hitos en su camino hacia la más alta espiritualidad. La religión, la moral y la ética, van tras el espíritu, aunque el hombre irracionalmente gaste tiempo y esfuerzo en hacer todo lo contrario.

 

 

24º.- Basta un momento  para bajar del cielo a la tierra.

         Más para elevarse de la tierra al cielo, una larga vida puede no ser suficiente.

          Caer es obedecer a una ley natural que llamamos gravedad, y el hombre en su conducta acata esta regla por pura inercia mental.

          Levantarse y subir, es guardar un difícil equilibrio, pero necesario, para recordar nuestra racionalidad.

          Todas las creencias religiosas hablan de la primera "caída" del hombre, como signo de involución y de un largo proceso de retorno a la "verticalidad".

          Cualquier acto que lleve a una rebaja de la condición humana, lo llamamos de "caída", así como titulamos de "alteza" a las cualidades que nos hacen superar los peligros de la vida material. Hasta de esta palabra se ha hecho un título real.

          No demoremos el momento de levantarnos y caminar hacia el más recto y justo de los equilibrios.

 

 

25º.- Todo lo que tiene vida es espíritu y lo que es desprovisto de ella es materia.

          ¿Cómo definir a Dios, si no es a través de la vida? El espíritu está en la vida, demostrándose en diferentes niveles de manifestación.

          Llamamos materia al fenómeno donde el espíritu apenas se manifiesta o duerme, sin que por ello signifique que está ausente. Aún el objeto más denso no carece de espíritu y sólo espera que la evolución vaya marcando diferentes estadios e irse revelando con mayor intensidad.

          La ley de vibración lo define como una escala, donde los tonos o niveles van creciendo en agudeza a medida que la evolución se va definiendo, hasta que llega a un necesario cambio o metamorfosis, para adecuar su estructura celular a la nueva situación y continuar su progreso en una etapa o dimensión superior.

          Desde la ameba hasta la más delicada de las formas, como es el sistema nervioso del hombre, hay una línea marcada  por centurias de millones de años, en un camino que sigue hacia las estrellas.

 

 

26º.- Todo lo que existe tiene un reverso, excepto Dios.

          Es la razón por la que Él no puede ser comprendido.

          Para definir, hacemos comparaciones. Colores, alturas, sistemas, medidas, todo se explica a través de su reverso. Esto la razón lo comprende.

          Hasta lo abstracto tiene su opuesto. Solamente el Creador, lo No - manifestado, no tiene punto de comparación, pues no hay nada que se le asemeje.

          Hay muchos libros intentando estructurar el concepto Divino, pero el esfuerzo es vano, porque se quiere explicar lo que no se conoce, lo que no tiene razón, lo que está más allá de la humana comprensión.

          A la idea de Dios no puede haber más que dos vías de acercamiento: la Sabiduría y el Amor, para integrarnos un día a su Voluntad.

          Y los que no entienden ríen...

 

 

 

27º.- No podría apreciar la belleza de la virtud si no hubiese conocido el pecado.

          Se conoce a través de lo opuesto. Los extremos tienen una rara afinidad, una compatibilidad, una polaridad. Conocemos la majestad del silencio después de un gran ruido, lo dulce por lo amargo, y el descanso por el trabajo. El hombre necesita la experiencia de ambos extremos para conocer y acumular sabiduría.

          Pecador o ignorante es quién no conoce la belleza. Cuando se ha conocido la virtud de las cosas, también se desarrolla en nosotros un sentido de rechazo hacia lo feo, sucio, inarmónico. El músico que tiene la sensibilidad para interpretar las partituras de los genios de la música, difícilmente haría sonar en su instrumento nada que fuese falso y sin melodía.

          Por eso, asociamos la idea de pecado con lo materialista, rudo y grosero; y virtud todo lo que vive en armonía, paz y belleza.

 

 

 

 

28º.- He aprendido más con mis defectos que con mis virtudes.

          Dejaría de ser humano si hubiese procedido siempre correctamente.

          No hay manera de aprender si no es por los errores. La perfección no existe en su totalidad y todo es susceptible de corrección y mejora.

          Convertir los vicios en virtudes es el trabajo alquímico, el Arte Real, que el hombre ha de poner en práctica con toda su voluntad, todo su entendimiento y todo su corazón, para alcanzar la maestría.

          Dicen que errar es humano, pero esto sirve más de excusa para seguir tropezando sin que la conciencia nos moleste demasiado, que como acicate para ir superándonos cada día un poco más, hasta ir clarificando en nuestro interior las negras nubes de la ignorancia y hacer sitio para que entre la luz del conocimiento.

          Aprendamos de los errores, pero no nos detengamos en ellos, porque hay un camino a recorrer que nos demanda velocidad.

 

 

 

 

29º.- Trabajo naturalmente sin preocuparme el resultado, mi satisfacción está en realizar la tarea que se presenta, del mejor modo posible, dejando los efectos y sus causas.

          Aquí y ahora. Profundicemos en estas dos palabras, porque ellas encierran un conocimiento. Trabajar sin preocuparse por el resultado, es no esperar ganancias ni recompensas, destruir cualquier posible interés que resulte del trabajo efectuado.

          Si una labor se justifica por sí misma, evidentemente lo es porque lleva en sí el elemento luz, sin opuesto alguno. Hay quien lo llama sacrificio, aunque esta palabra ha de ser tomada en su etimología, como "oficio-sagrado".

          Cuando las cosas se hacen y median razones para ello, es decir, se justifican, tienen suficientes elementos de juicio para existir. Aquello que hacemos por amor, altruismo o con sabiduría, tiene acentos de eternidad y va más allá del tiempo y del espacio.

 

 

30º.- No tengo intención de engañar a mis semejantes, sino mostrarles todo lo que veo.

          Enseñar a los otros lleva en sí el peligro de dar una erudición prestada o, como mucho, envuelta en un prisma teñido por una interpretación personal. Las enseñanzas tienden a ser personales al principio y dogmáticas después.

          Cuando damos a los demás los resultados de nuestras experiencias, impartimos la prédica más justa, porque se atiene estrictamente al conocer, lejos de la erudición y la escolástica, a las que estamos acostumbrados.

          Autenticidad es el fruto que ofrece el Maestro a los que lo escuchan, y ésta pasa por su experiencia en la vida, dándola de gracia y envuelta en su propia luz.

 

 

31º.- Soy como una ola en el mar de la vida; traigo para la tierra todo lo que encuentro a mi alcance.

          Cuando llegamos a la vida traemos consigo lo vivido en otras encarnaciones y enriquecemos el mundo que vamos a vivir. Cada ser que nace aporta al mundo un nuevo valor.

          Somos como la ola que llega desde las profundidades de la Eternidad para nacer y morir en las playas de este mundo, dando todo lo que somos y sembrando en la tierra, dejando una estela como recuerdo de nuestro paso, que se va desvaneciendo con el tiempo.

          Después volvemos al mar, a las profundidades, para reposar y un día regresar nuevos, frescos, llenos de vida, aportando ideas diferentes, luz, amor y el tesoro del eterno retorno de evolución en evolución, desde la amante Madre que nos alimenta y da el reposo, hasta el Padre amoroso que nos cubre de estrellas en la dimensión de la consciencia cósmica.

 

32º.-Si te diriges a Nosotros, iremos a tu encuentro para recibirte.

          Es ley no escrita por el hombre, y por ello Ley Universal, que todo movimiento en una dirección, produce una aproximación en ambos sentidos.

          Así, cuando el hombre da un primer paso hacia su centro intimo, en ese espacio interior todo se mueve con mayor velocidad hacia el punto de atención, focalizado en el corazón.

          Con la voluntad y la fe en armoniosa proporción, puestas con alegría en esa labor, sucede el divino encuentro con otra dimensión más etérea, donde el hombre sutiliza sus cuerpos internos y adquiere el brillo dorado de la Sabiduría.

 

 

33º.- Entréganos cuanto tienes y nosotros te daremos lo que poseemos.

          ¿Quién dará lo que posee, sin exigir antes la seguridad de una devolución con intereses?

          Necesitamos urgentemente el don de la confianza, para entregarnos sin condiciones, no esperando beneficios materiales, intelectuales o de poderes mágicos. Cuando esto sea realizado en su totalidad, sólo entonces y no antes, recibiremos cien por uno. Esta es la promesa que nunca ha dejado de cumplirse.

          Pero queremos poner las condiciones, los dones a recibir y, sobre todo, tenemos prisa. Lo deseamos todo ¡ya!

          Y esperamos en vano, porque no estamos a la altura requerida para administrar debidamente tanta riqueza.

 

 

34º.- Proyectamos nuestra imagen en el hombre.

       La perfeccionamos en la mujer.

          La creación divina comenzó con la luz y terminó en el hombre que, finalmente, fue dividido en macho y hembra.

          Me atrevo a decir que, en la Creación, la perfección se va haciendo más compleja en cada período, hasta que concluye en el lado femenino humano.

          Aplicamos al varón virtudes consideradas masculinas, como: fe, coraje, valor, poder, voluntad; la mujer es cualificada por su abnegación, amor, dulzura, entrega y confianza, entre otras.

          Sabio es quien se adorna con las virtudes de ambos y en ellas encuentra su plenitud. Esa es la virtud, la unión de los polos, el justo equilibrio en la balanza de la existencia.

 

 

35º.- Haz de Dios una realidad y Él hará de ti una Verdad.

          Dios ES. Pensar y sentir con la mente de Dios,  el camino a seguir. Se llega por muchas vías. Los Maestros han dicho que hay una senda perfecta: el silencio interior.

          Cuando dentro de nosotros reina el Silencio, todo se transforma en un espejo reflejando la Realidad, sin tomar partido por nada ni nadie. Somos como montañas mirando al valle mientras las águilas se mecen encima de las cumbres o como lagos límpidos reflejando nubes y pájaros, que no detienen su paso ni dejan memoria en las aguas azules.

          Y así tocamos la Verdad con nuestra consciencia, sintiendo la Vida latiendo dentro y fuera de nosotros, el pulso de Dios. Y la canción brotará espontáneamente del corazón, con el gozo de lo Infinito cantando su melodía eterna en el sagrado Templo del Hombre.

 

 

36º.- Dios hizo al hombre.

        El hombre hizo el bien y el mal.

          Las leyes humanas son una pequeña copia imperfecta de las Leyes Divinas. Posiblemente, la que más se acerque a la original sea la del perdón incondicional.

          El bien y el mal fueron creados por el hombre obedeciendo a sus conveniencias, fijándose límites de conducta, concediendo  a sus dioses el don de premiar o castigar en una vida más allá de la muerte. Con algunas variantes, los legisladores redactaron sus códigos morales en nombre de  Dios.

          Cuando llegaron los Maestros para poner orden en ese caos de creencias y conductas, fueron despreciados primero e interpretados después, a conveniencia de la doctrina cívico-religiosa dominante en aquel momento.

          Cuando el individuo se desembaraza de los conceptos, las reglas, los ritos, y acepta la Verdad en su corazón, vuela tan alto que ninguna Escritura le alcanza, porque la Sabiduría libera de las cadenas ficticias forjadas por la Sociedad por y para sus servidores, esclavos fieles de las obras muertas.

 

 

37º.-Da  todo lo que poseas y acepta cuanto te den.

          Vivimos apegados a las personas y cosas que nos rodean. La propiedad es parte fundamental de nuestra propia estima. Dar y ser más pobre  parecen equivalentes.

          Entregar lo que poseemos es desprendernos del orgullo, la agresividad, la manipulación del poder y muchas cargas pesadas que soportamos, a veces dolorosamente, sin hacer el menor gesto para desembarazarnos de ellas.

          Aceptar lo que la vida nos da, es abandonar la protesta por lo que nos sucede, la indignación por lo que nos hacen los demás, decir no a las propuestas manipuladoras que se nos presentan.

          Dice el Evangelio: "Da todo cuanto tienes y sígueme". Vamos a desprendernos de nuestros egos y aceptemos en su totalidad el mensaje de alegría y optimismo que la vida nos ofrece cada día.

 

 

38º.- Sea cual sea el camino que escojas, recuerda que hay tras de ti algo poderoso que te ayuda a seguirlo.

          A veces nos preguntamos dónde estamos y qué nos ha llevado hasta este punto del espacio.

          Nos ayudaría saberlo pensar en una mano poderosa que maneja los complicados hilos del tejido de nuestras vidas y que, en su sabiduría, nos sitúa en el sitio correcto y en el momento correcto.

          Tengamos presente en nuestro pensamiento que, donde quiera estemos y cualquier cosa que hagamos, estaremos dando nuestra contribución especial a la Obra Universal, a la Fraternidad de nuestros Hermanos Mayores, que labora para llevar todos los hombres hacia el Amor, la Tolerancia y la Voluntad, para proseguir el camino de la Eternidad, oscura y perpetua ambición humana.

 

 

39º.- El pacificador, antes de predicar la paz por el mundo, comienza por conseguirla en sí mismo.

          Van por el mundo los pacificadores de la tierra, dejando gérmenes de violencia en sus actos, con enfrentamientos, oposiciones y otros movimientos de persuasión como el de la resistencia pasiva.

          Olvidamos que el verdadero pacificador comienza por desterrar la violencia de sus actos, después de abandonarla en sus sentimientos y pensamientos y se transforma en un ser inofensivo a través de su voluntad  percibiendo que las cosas de este mundo se inclinan ante él para obedecerlo.

          Este es uno de los secretos mejor guardado de la Doctrina Secreta. Cuando iniciamos el seguimiento de esta Regla de Oro, la vida entera se transforma en una plenitud de paz.

 

 

40º.- La luz nació fuera del espacio, y por esa luz, el espacio se iluminó.

          La Luz viene desde un punto que está fuera del espacio y del tiempo. Y por esa Luz las tinieblas se iluminaron.

          El Capítulo 1º del Evangelio de Juan, dice de una luz no conocida, incognoscible, que viene para iluminar nuestro mundo de apariencias.

          Esa es la luz que todos buscamos en el Amor, la Alegría, la Iniciación, la Renuncia, la Paz, la Espiritualidad y en tantas otras virtudes cuyos arquetipos están siempre Más Allá.

          No por ello pienses son inalcanzables. Cierra los ojos, imagínalo, y tendrás una pequeña centella de toda la dicha que te espera desde que el tiempo comenzó. Sé tú la persona elegida para disfrutarla, porque en tus manos está.

 

 

41º.- Deposita tu confianza en Dios para que Él te ampare y ve su mano oculta actuando a través de todo.

          La existencia es una cuestión de confianza. Nos aseguramos nuestra salud, los bienes que poseemos y muchas otras cosas pertenecientes a este mundo de ilusiones y olvidamos lo perecedera que es la vida, donde todo pasa y nada es para siempre.

          Cuando con una chispa de sabiduría ponemos nuestro destino en las manos de Dios, las cosas se mueven con un designio inescrutable pero inexorable, hacia una vía más justa, más pura y más limpia.

          Confiar es un don que puede llevarnos a las estrellas.

 

 

42º.- Sé sincero o falso, es imposible ser ambas cosas.

          Los Maestros de todos los tiempos han condenado la tibieza. En la ambigüedad no hay probabilidad de Ser. El santo tiene todas las posibilidades de un malvado y el hombre malvado encierra en sí la santidad; pero ninguno de los dos tienen el riesgo de la mediocridad.

          Y éste es el auténtico enemigo: la ausencia de color, la vulgaridad.

          Se puede estar en uno de los extremos, pero nunca simpatizar con ambos. Es del todo imposible la media verdad o la media mentira. Intentamos, vanamente,  conciliar los dos polos y el resultado es la mediocridad, el fracaso como vida, la inercia y la falsedad como negación personal.

 

 

43º.- ¡Vanidad!

          Eres en este mundo la fuente del vino, donde el rey celestial viene a beber.

          El hombre que se refugia en un mundo de drogas que le facilita la ocasión de olvidarse de sí mismo,  tiene la vanidad en lugar preferente, por ser uno de los estupefacientes más sutiles conocidos.

          No en vano las Escrituras Sagradas dice: "Vanidad de vanidades, todo es vanidad...".

          Venimos a beber de este vino durante nuestra existencia. Humildad, piedad, compasión, filantropía, se visten de vanidad en la vida del hombre, cegándole y cerrando en falso la herida causada por la ignorancia.

          Seamos conscientes, atentos, despiertos, para que la vanidad no se instale en nosotros bajo el disfraz de virtud y la mostremos con satisfacción irresponsable.

 

 

44º.- El dinero es, al mismo tiempo, bendición y maldición.

        Transforma amigos en enemigos y enemigos en amigos.

         Quita y da ansiedad a la vida.

          El color dorado de la Sabiduría es, como el oro, metal noble codiciado por los hombres, que todos deseamos poseer.

          Noble es el afán de atesorar todo conocimiento que brilla y tenga ese color. El problema está en la posesión equivocada, porque la tendencia material tiende a estancar lo que debería fluir. Entonces, la posesión es maldita en sí misma, corrompiendo al poseedor y a sus supuestos beneficiarios, que ven así frustradas sus esperanzas.

          La riqueza estancada no es poseída, sino que nos posee, actuando como un corrosivo que destruye el entendimiento y apaga la consciencia del pretendido dueño.

          La verdadera riqueza consiste en el dominio del cuerpo, sentimientos y pensamientos, dando al hombre las 7 llaves de la puerta del Reino Interno. Ante ese hombre se inclinan los reyes de los cuatro puntos cardinales y les ofrecen sus tesoros más preciados.

 

 

 

45º.- ¡Mi querido ideal!

         ¿Cuando te busqué en la tierra, no te reías de mí en el cielo?

          Los ideales humanos son como la leyenda del pájaro de la felicidad, inalcanzable, al volar desde un árbol a otro sin permitir su prisión.

          Ponemos el ideal en la hermosura física, en la salud, dinero, en cualquier clase de posesión. No es malo tener cosas, pero no es suficiente; en sí mismo es pobreza.

          Un ideal es una ilusión que parece inalcanzable, pero que seguimos con fe creyendo poder poseerlo, pero no estará nunca en nuestras manos. Si alguien dice que realizó su ideal, pensemos que si lo alcanzó no es en absoluto un ideal. Los ideales pertenecen al mundo astral y están en otra dimensión.

          Tened ideales y seguidlos, porque ayudan a darle sentido y valor a la vida, nos perfecciona y nos aportan esperanza en un mundo más justo.

 

 

46º.- El placer es dificultad, sueño; el dolor prepara el camino a la inspiración.

          La felicidad actúa como el sueño, adormece y debilita. El dolor funciona como un despertador. A veces, parece un látigo que nos obliga a seguir andando; otras, por medio de lágrimas, nos recuerda lo efímero de las cosas.

          La felicidad es positiva cuando viene de un estado interior de consciencia, cuando es un resultado, una consecuencia de una suma de virtudes que actúan en conjunto. La felicidad que llega por otros caminos, nos lleva al sueño cuyo despertar, inevitable, puede ser terrorífico.

          El dolor es positivo si añade experiencia a nuestro conocimiento. Caso contrario, embrutece y acumula odio y rencor por todo lo que parece se nos niega.

 

 

47º.- El hombre razona de acuerdo con sus propias conveniencias.

          Verdad y mentira, justicia e injusticia, todo es circunstancial y depende de los hombres que legislan, de los usos y costumbres sociales y otros condicionantes que varían geográficamente.

          Monogamia y poligamia, monoteísmo y politeísmo, xenofobia, limpieza étnica y tantos misterios de la conducta humana, escapan de la razón para formar parte del alma de los pueblos.

          ¿Entendemos la Ley de Lynch? ¿Comprenderemos la cremación de las viudas? ¿Bastan dos testigos para acusar de un delito? ¿Es lícito el aborto?

          El hombre actúa desde su particular razón y conveniencia, bien sea en su nombre o en el de la comunidad, cuya representación dice ostentar.

 

 

 

48º.- Aquellos que intentan ver virtudes en sus faltas son los que tantean cada vez más en las tinieblas.

          Dicen que las costumbres hacen leyes.

          No hay duda de que la legislación de los pueblos obedece al poder que de él emana. Y de acuerdo con su evolución y medios de subsistencia se confeccionan las leyes que los rigen.

          Así se constituyó la moral, que procede del sustrato popular y marca la idiosincrasia de los hombres que integran la sociedad.

          Pero, quienes hacen de todo una virtud, cerrando las puertas a cualquier cambio, inmovilizando pretenciosamente la ley divina del movimiento eterno, pecan de ignorancia y sus nombres son borrados de la memoria de los pueblos.

 

 

 

49º.- Desear la venganza es desear el veneno.

          Desde la antigüedad la venganza, como veneno de la mente y la sangre, fue conocida por los iniciados.

          Efectivamente, las personas vengativas viven como bajo los efectos de un tóxico que corroe la sangre y predispone la mente a algún tipo de demencia que nos hace actuar sin medir las consecuencias.

          No hay mejor venganza que el perdón incondicional, pues nos da acceso a la paz y la serenidad necesarias para vivir una vida armoniosa, liberándonos y liberando a nuestro prójimo.

 

 

 

 

50º.- La verdadera fe es independiente de la razón.

          Razón y fe son vías paralelas, destinadas a no encontrarse jamás. ¿Por qué? Porque la fe que está en una dimensión diferente de la razón, camina en soledad y no tiene argumentos, ni filosofías ni eruditos que la justifique.

          La razón necesita pilares donde sostenerse, como son los argumentos y las tesis.

          La fe avanza en soledad, sin caminos, bajo sus propias leyes.

          Bueno es tener razón y, si tras ella actúa la fe, mil veces mejor para el hombre que guarda en sí estos dos tesoros.

 

 

51º.- La sabiduría es como el horizonte, cuanto más a él te aproximas, tanto más él retrocede.

          Esta es una verdad que necesita ampliarse. Si quien busca sabiduría se aproxima a ella y nota que se aleja, ha de darse cuenta de que está ante un espejismo. Cierto es que el horizonte se amplía, dando nuevos límites, que una vez alcanzados se transforma en otros nuevos, pero estamos ganando en profundidad.

          El hombre camina y profundiza, empequeñeciéndose, para renacer en un nivel más alto y más grande.

          Este es el secreto sagrado que aguarda para revelarse, si tenemos la osadía y el coraje de dar los primeros pasos hacia el oriente,  donde nace la Luz.

 

 

 

52º.- El ideal es el medio, pero liberarse de él es la finalidad.

          Los ideales son instrumentos inapreciables para quien busca la Verdad donde quiera ella esté. Pero quien depende de ellos para su camino, es semejante al hombre que llevaba una guía para conocer la ciudad, y el día que la extravió, se perdió sin que fuera hallado.

          Cuando se puede prescindir de los ideales, surge la madurez espiritual, capaz de seguir su camino en la más absoluta oscuridad, sin guía ni luz alguna.

          "Padre, ¿por qué me has abandonado?”

   Y a continuación:

          "En tus manos encomiendo mi espíritu".

          Y la confianza vuelve al Maestro, que marcha solitario hacia su propia gloria.

 

 

 

53º.- El valor del sacrificio está en la espontaneidad.

          Nos fascina la niñez porque ella es toda espontaneidad. Con la llegada de la inteligencia y el raciocinio, la mente se hace calculadora y el encanto de la inocencia desaparece.

          Volver de nuevo a la espontaneidad es lo que hacemos después de sacrificar nuestros egos más apreciados y valiosos. Cuando son transformados en paz y armonía, llega la espontaneidad, la inocencia, que no conoce el bien ni el mal, porque alcanza el estado de pureza.

 

 

 

54º.- Cuando el avaro practica cualquier generosidad, la propaga a los cuatro vientos. 

          El espíritu de ganancia está en todas partes con poder dominador. Hasta lo que conocemos como generosidad, se pregona en la plaza pública en honor de los filántropos.

          Damos una limosna, hacemos una acción benéfica, y pretendemos extraer beneficios por estas acciones.

          El fariseísmo es un mal endémico en nuestra sociedad. El altruismo se anuncia en todas partes para reconocimiento popular y, por tanto, nos preparamos para recoger los intereses publicitarios que produce.

          Dice el Maestro que hagamos la limosna en secreto. Prudente y sabio es quien sigue el precepto fielmente.

 

 

 

55º.- Oculta tu bondad, para que ella no alcance los límites de tu vanidad.

          La bondad exteriorizada termina en vanidad interior.

          La simplicidad consiste en una bondad natural, no manipulada. Es un estado de gracia no provocado por nada.

          Las virtudes lo son por ser ocultas, formando parte intrínseca del carácter y se manifiestan espontáneamente. Si cualquiera de estas cualidades se expresara, eclipsando a las otras, la vanidad no tardaría en hacer su aparición anulando su valor.

          Callar es condición que oculta un gran poder para aquél que sabe.

 

 

 

 

56º.- Las almas grandes se transforman en corrientes de amor.

          Fluir es condición básica para que las almas puedan ser pescadas en las redes que lanzan los Maestros desde la orilla de la Eternidad.

          Como el agua que no puede dejar de correr para no contaminarse, el hombre ha de fluir en un eterno movimiento ascendente que llamamos aprendizaje, para no caer en la muerte del inmovilismo.

          "A nadie llames Maestro", dice Jesús a un oyente que le da este título. En verdad, la maestría en la tierra no es más que un grado superior del aprendiz.

          Seamos canales limpios y las mil vías del amor fluirán sin contaminarse y podamos darlo en su estado más puro.

 

 

 

57º.- Cuando el alma está en armonía con Dios, cualquier acto se transforma en música.

          No se explica el ritmo sin música, ni ésta sin armonía. El alma divina en estado de meditación o de inspiración, escribe la música del silencio sobre el tejido nervioso, produciendo vibraciones acompasadas, a las que llamamos melodía interior.

          La mano que bendice, la voz que consuela, la sonrisa que anima, la mirada que afirma, tienen su propia música y el hombre la hace sonar desde la caja sonora de su corazón.

 

 

58º.- El éxito se reserva al creyente porque lo avala la  fe.

          La llave del éxito se fabrica con materiales llamados fe, convicción, amor.

          El primer paso ha de ser dado depositando crédito en la propia persona. El segundo, por la convicción en nuestra propia valía y el tercero, viene con la sabiduría de que hemos corrido el velo y visto las potencialidades que poseíamos sin saberlo.

          Yo cambiaría la palabra creyente por sapiente, pues a la creencia  la puede sustituir con ventaja, el saber consciente.

 

 

59º.- Antes de buscar conocer la justicia de Dios, debemos ser justos con nosotros mismos.

          Lo transferimos todo al futuro. Hablamos de la justicia de Dios y la colocamos en el mañana. Nos juzgamos con indulgencia y complacencia y todo cuanto hacemos tiene justificación.

          Dice la Doctrina Secreta que si nos miramos imparcialmente, impersonalmente, sin juzgar, sin opinar, como simples testigos, la venda caería de nuestros ojos ciegos y veríamos, sin pensamiento de culpabilidad, lo que hay de imperfecto en nuestra superficie.

          Y, al mirarnos con ojos limpios, encontraremos la Justicia Divina.

 

 

60º.- Cuando la llamada del alumno alcanza un determinado diapasón llega el Maestro para responder.

          Tenemos la insólita creencia de que si un día estuviésemos suficientemente preparados, vendrá un Maestro a completar nuestra formación espiritual.

          El auténtico Maestro se conoce cuando nos habla desde el corazón con voz suave, a través de la intuición, de la meditación, de la contemplación, de la consciencia.

          Esa voz responde siempre y guía nuestros pasos para poder extraer lecciones desde cualquier punto de la existencia.

 

 

 

61º.- Todas las circunstancias en la vida es destinar a hacer sobresalir,  lo que es verdadero de lo que es falso.

          Pasamos por la vida con los ojos cerrados, como en un sueño, alterado a veces por golpes que quieren despertarnos, pero que apenas lo consiguen, volvemos a la inconsciencia.

          Todas las ocasiones que depara cada día de nuestra vida, son para que aprendamos y analicemos la lección que contiene.

          Para ello, hemos de estudiar y aprender la enseñanza que nos da la flor, el árbol, la nube, el río, el mar, la montaña, el viento, un rayo de sol y todo ser viviente, desde el más insignificante al más complejo. Y entenderemos que la sabiduría nos rodea por todas partes y el Maestro nos habla en todo momento.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

62º.- La vida es una oportunidad y causa gran pena que el hombre lo sepa demasiado tarde.

          ¿Nos preguntamos el por qué y el para qué de la vida? Vivimos simplemente sin saber de este misterio.

          Nos limitamos a disfrutar o sufrir la situación que la existencia nos depara, sin que dudas, temores o curiosidad, nos aproximen a estas preguntas.

          Hay una ley universal llamada "ley de los intereses", que nos obliga a caminar hacia adelante y hacia arriba, y a la que obedecemos ignorantes de su imperativo.

          Entretanto, evolucionamos siguiendo un camino del que no conocemos su origen ni final. Nos cubren los ojos las satisfacciones físicas, el poder, la gloria efímera, la erudición, el intelecto y otros egos que nos llevan tanteando por la senda, junto con la masa humana que aún desconoce la gloria que lleva consigo.

          Pidamos se haga la luz para todos.

 

 

63º.- La propia vida es, por sí sola, una sagrada escritura para el alma iluminada.

          Decir que la vida es sagrada, equivale a plantear una pregunta:

          ¿Es sagrada por el derecho a vivir o se sacraliza porque es una oportunidad, única en sí misma, para encontrar el camino que nos lleva a lo Divino?

          Si el hombre brilla con luz propia, entra en posesión del secreto de la vida y lee en ella los grandes y augustos misterios de la Naturaleza; se transforma en un ser que, desde un plano más alto, hace lectura de su vida y le da contenido, rumbo, objetivo y valor. Ideales de dicha llenan sus días, y con el poder de la Voluntad crea armonía y belleza en todo lo que toca.

 

 

64º.- Aquél que no puede creer en sí mismo es ateo.

          La fe es la gran desconocida de la mayoría de los creyentes. Confundimos el creer con la fe y perdemos la base de una espiritualidad auténtica.

          Decimos que es ateo quien confiesa no creer en Dios. ¿Acaso si creemos en Él, esto le da existencia?

          Creencia no es más que duda expresada de manera oscura. A veces creemos desde un raciocinio o una lógica básica.

          La ciencia oficial y el materialismo nivelan a Dios a través de una evolución puramente circunstancial o en el plano del materialismo grosero a partir de la fisiología.

          La fe que el hombre deposita en sí mismo le proyecta sobre todas las consideraciones del pensamiento materialista y lo transforma en un ser más real, valioso, armonioso y divino.

 

 

65º.- Lo que se da por amor tiene un valor sin límites.

          Actualmente, la acción de dar parece ser una moneda de cambio.

          Esperamos recibir una compensación por lo que entregamos y, finalmente, no hacemos más que negociar nuestras dádivas.

          Evidenciamos una falta de amor y devaluamos el acto más hermoso que hace el hombre, como es la filantropía, la generosidad, para hacer de ello un mercadillo, traficando con estos nobles sentimientos.

          Si la fuente de la que mana la vida, fluye con un amor impersonal hacia nuestro prójimo, el hombre queda crea la virtud y hace posible la inmortalidad.

 

 

 

66º.- El optimismo viene de Dios y el pesimismo nació en la mente humana.

          Si el alma canta y el corazón desborda de alegría, decimos que hay optimismo.

          Pero, si nos llenamos de pesares y el corazón sufre, nos lamentamos y el pesimismo ha llegado a nosotros.

          Coleccionamos tristezas y horrores con el mismo afán que el avaro atesora sus monedas de oro. Nos mentalizamos para el mal, la enfermedad, como si no tuviéramos más deseo que el de sentirnos en su compañía.

          El estado natural del hombre es la armonía, la risa, la canción, el amor, la salud; lo contrario es como desear vivir sin luz en la eterna oscuridad, con el llanto como único consuelo.

          Seamos inteligentes y sea nuestra elección el bien, porque lo contrario es locura irracional.

 

 

67º.- El místico comienza por admirar la vida, que es para él, a cada momento, un fenómeno.

          El objetivo de la vida es materia de estudio para el místico, que la aprecia como una gracia de Dios.

          Usa la vida para descubrir y desarrollar cuanto ella tiene de esencia y potencia. Invierte en lo cotidiano toda su experiencia para saborear y sentir placer hasta en las cosas más simples.

          Afina los sentidos para percibir el mundo en su profunda realidad y es sabio por el descubrimiento de la Verdad.

          Hace del cuerpo y la Naturaleza sus auténticos maestros y se convierte en un aplicado aprendiz de la Fraternidad Blanca.

 

 

 

68º.- Quien no puede sacar provecho de su primer error, está, sin duda, en el camino errado.

          El hombre común tropieza día tras día en sus errores sin aprender de ellos.

          El hombre prudente se corrige en el instante que yerra y sus experiencias enriquecen cada día que vive.

          El tiempo acumula un saber hacer, siempre que el individuo tenga sincero deseo de perfección.

          Desgraciado es, quien a pesar de sus desengaños y desilusiones, sigue empeñado en repetir una y otra vez sus mismas estupideces, sin ninguna intención de rectificarlas.

 

 

 

 

69º.- Un cuerpo puro refleja la pureza del alma y es el secreto de la salud.

          “Mente sana en cuerpo sano.”

          Es un hecho puramente científico que una mente sana, que produce pensamientos nobles y amorosos, construye un cuerpo saludable, pues las células y órganos internos se benefician de los impulsos de ondas electro-magnéticas que, con sus energías, edifican un cuerpo fuerte a nivel muscular y resistente a nivel nervioso.

          La limpieza del cuerpo y la mente, y la pureza del corazón y el alma, dota de inmunidad a nivel físico y fortalece el cuerpo anímico de la persona dueña de tan inestimables virtudes.

 

 

70º.- No hay otra fuente de felicidad sino en el corazón humano.

          Es el corazón del hombre fuente de dichas e infortunios. Depende de que cada persona cultive en sí las cualidades necesarias para producir cualquiera de los dos estados emocionales.

          Buscar la felicidad en el corazón no es lo que pensamos de un modo general. Es construir un templo sagrado en él, tan limpio y puro, que pueda ser habitado por la Divinidad.

          En ese instante, la felicidad se instala en nosotros definitivamente, ella es reflejada en el semblante y se transmite por palabras, sentimientos y pensamientos.

          “Por su hechos los conoceréis”, dice el Maestro Jesús. Él sabía que de la abundancia del corazón fluyen el amor y la paz con plenitud.

 

 

 

71º.- Sólo después que la sobriedad sustituye la embriaguez de la vida, comienza el hombre a reflexionar.

          La niñez y la juventud, con su exuberancia y riqueza de vida, embriaga a los hombres, sin dejar mucho espacio para la sensatez.

          Cuando llegamos al meridiano de la vida, nos hacemos más reflexivos y pensamos en el futuro, mirando el pasado con arrepentimiento o como experiencia.

          Se habla del fuego de la juventud como una excusa para ocultar que, en realidad, es una intoxicación orgánica causada por las glándulas internas y la libido realizando sus procesos naturales.

          Cuando las secreciones hormonales disminuyen, el ser humano recupera su capacidad de reflexión y decimos que adquiere madurez, aseveración que no es totalmente exacta, ya que la cuestión no es de capacidad de raciocinio sino que se trata de un hecho fisiológico natural.

 

 

 

72º.- La resistencia valora las cosas y enaltece a los hombres.

          Inercia es sinónimo de pereza, ya que ambas actúan desde un punto que tiene como objetivo la paralización de cualquier movimiento.

          La resistencia está en el polo opuesto y se origina en la voluntad, manteniendo el movimiento para evitar su declive.

          Cuando valoramos algo es porque resiste al tiempo, a su propia naturaleza, y eso eleva su apreciación.

          El hombre tiene en alta estima el valor de la resistencia y la adscribe a personas que, por su amor y dedicación a tareas nobles, han destacado sobre el pueblo y la Historia.

 

 

 

73º.- La realización de toda la actividad está en el equilibrio.

          La armonía que existe en el movimiento de los cuerpos celestes y entre los elementos que componen la naturaleza en todas sus manifestaciones, desde la mineral a la humana, no es más que una realización del equilibrio.

          Con relación al hombre, el equilibrio se acentúa en sus actividades físicas, emocionales y mentales. Buscamos el justo medio para evolucionar y realizarnos, tanto individual como socialmente.

          El hombre se equilibra materialmente en el amor por sí mismo, en la formación de una familia, en la creatividad de sus acciones, en la colaboración para una sociedad justa, a la que aporta dinamismo y capacidad de transformación para su desarrollo.

 

 

 

74º.- Donde va el cuerpo va la sombra. Así, la verdad es seguida por la mentira.

          ¿Cómo separar la verdad de la mentira? Mientras que la verdad confirma un hecho, la mentira lo simula. Pero ¿hasta cuando será mentira? Hasta que el simulo y la falsedad dejen de serlo.

          Todo es relativo. Hay sombras hasta que llega la luz. Nada parece ser inmutable. La ignorancia deja de serlo cuando llega el conocimiento.

          No debemos negar nada. Todo lo que existe es real. Dejemos que la mentira se disipe por sí misma o dejemos espacio y tiempo para que sea verdad, si tiene posibilidad de serlo.

 

 

 

75º.- Todo lo que despierta algún deseo al corazón, lo priva de libertad.

          La materia puede esclavizar al cuerpo de deseos del hombre, si éste se ata a sus exigencias.

          Es evidente que el deseo no viene solo, sino que es seguido por otros de su misma índole, que intentan por todos los medios, en especial por la mente inconsciente, quedar instalados en el cuerpo.

          Cuando aceptamos el vicio, una costumbre o un hábito, hay pérdida de una porción de libertad y nos privamos de hacer lo que debemos, porque nos lo impide lo que deseamos.

          Si nuestra voluntad es la de ser libres, pongamos en obra romper viejas dependencias castradoras y recuperemos espacio, tiempo, independencia, disciplina y libertad de elección.

 

 

 

76º.- Poco importa el fracaso en la vida. La mayor infelicidad es la inercia.

          Aquí se repite la afirmación de que la inercia es una infelicidad.

          Efectivamente, hacer bien o hacer mal, corresponde a las acciones cotidianas del ser humano pero, el no hacer, es rechazado con todo lo que comporta: pereza, abulia, dejadez, rendición, etc.

          Si el hombre tiene éxito en la vida, es admirado: si fracasa en su empresa, es compadecido; pero, si es perezoso, si se abandona a sí mismo y renuncia a actuar sobre el entorno, es despreciado y olvidado.

 

 

 

77º.- La indiferencia es la llave de todo el secreto de la vida.

          Esto parece ser misterioso, pues la indiferencia tiene entre nosotros aspectos negativos y su equivalente es el desprecio.

          Pero la Doctrina Secreta dice que ser indiferente es tener la llave del secreto de la vida, porque ella equivale a ser impersonal y, por tanto, el sentido de la palabra se modifica notablemente.

          Ser indiferente es sostener un equilibrio interior, no inclinarse hacia los opuestos, mantener una actitud imparcial ante la vida, ser testigo veraz de los acontecimientos.

          Es no identificarse con la mente ni con el cuerpo, para profundizar en el ser real que todos llevamos y que conocemos bajo el nombre de “espíritu de justicia.”

 

 

 

78º.- Si el hombre supiese lo que está oculto en su libre albedrío, nunca lo llamaría “mi voluntad.”

          No tenemos voluntad, sino que la utilizamos tomándola de la última capa de nuestra aura energética, allí donde comienza el espacio divino. Es por eso el dicho “ganar voluntad”.

          Llamamos libre albedrío al ejercicio de la voluntad, cuando no es más que la capacidad de decisión, de elegir entre dos opciones con toda libertad.

          Al trabajar con voluntad desconocemos que utilizamos la Voluntad Divina y que ella nos capacita para otras empresas de mayor nivel.

          Y, cuando lo hacemos, somos ayudados y sostenidos por fuerzas invisibles que nos rodean y a las que llamamos “inteligencias superiores.”

 

 

79º.- Únicamente la felicidad es natural y la alcanzamos viviendo naturalmente.

          Vivir naturalmente parecerá extraño a la gente común que ha olvidado el sentido de lo auténtico y real.

          Vivir naturalmente es aceptar la vida tal y como ella es, sin cambiar nada ni desvirtuar el mensaje que la Naturaleza transmite con mil voces.

          El árbol, la planta, la tierra, la fuente y el arroyo, la cascada y el lago, el río y el mar, el aire y la tormenta, envían mensajes de vida; las aves, los animales y los peces, nos transmiten la energía que fluye del vivir natural.

          ¡Y nosotros, ciegos y sordos, creamos un mundo de artificios, buscando la felicidad en la frivolidad, la oscuridad y aturdiéndonos con sensaciones entorpecedoras!

 

 

 

80º.- Es fácil llegar a ser maestro, pero es difícil conseguir ser un discípulo.

          Escuchar en silencio, ser paciente esperando la claridad, trabajar silenciosamente para que se diluya el espíritu de crítica, abandonar el egoísmo, rechazar la vanidad y otras disciplinas, son deberes del discípulo.

          El trabajo real es propio del alumno que cava sobre el carbón de su ignorancia para descubrir y tallar el diamante que guarda dentro de sí.

          Tiempo y paciencia, voluntad y disciplina, amor y generosidad, son las herramientas de las que dispone para acceder al conocimiento de sí mismo y alcanzar la sabiduría.

          Y la maestría va llegando gradualmente, como premio al vencedor, que celebra el triunfo de la vida sobre la muerte, y coloca sobre su cabeza la corona de la Paz.

 

 

81º.- La primera lección para quien busca la Verdad es aprender a ser sincero consigo mismo.

          Responsabilidad es la palabra clave para rasgar el velo de mentiras, excusas y disculpas que tratan vanamente de ocultar la verdad.

          Necesitamos grandes dosis de sinceridad para no mentirnos ni excusarnos y vernos tal como somos: imperfectos, cobardes, vanidosos, soberbios, mostrando una falsa dignidad y una personalidad presuntuosa, que oculta lacras, llagas y miserias que señalan nuestra carencia de veracidad, para que se haga la luz en nuestras zonas oscuras.

          No permitamos que pensamientos, sentimientos, palabras y conductas, nos aparten de la Realidad y seamos responsables ante ese Juez incorruptible que nos mira compasivamente desde nuestro corazón.

 

 

82º.- Quien vive de sentimientos elevados, vive en el cielo. Cuando intenta transformarlos en palabras, baja a la tierra.

          Sabemos el peligro que supone trabajar en lugares muy altos, donde el riesgo de caer está presente en cada movimiento que realizamos.

          Cada vez que deseamos llevar nuestras experiencias íntimas, así como los pensamientos e ideas, al terreno de las palabras, éstas se modifican, pierden brillo y autenticidad, para ir oscureciéndose a medida que descienden al plano material.

          Es por eso que el poeta y el místico se acercan al hombre para ofrecerle la creatividad de sus pensamientos como perlas extraídas por el genio desde las profundidades de la Eternidad.

 

 

 

83º.- La vida es toda un proceso químico y el conocimiento de ese proceso auxilia al hombre a tornar la vida feliz.

          Comprender un proceso químico es analizar la cadena de reacciones que se producen a partir del origen de una explosión de elementos o la conjunción de distintos sistemas unidos de modo matemático.

          El sabio une su cerebro con sus procesos de cálculo y el corazón con sus sentimientos compulsivos, para con esa mezcla originar nuevas vías de comunicaciones para el espíritu.

          La felicidad material es una combinación de pequeños accesos de alegrías con momentos de satisfacción orgánica, produciendo un estado de euforia más o menos controlada, pero circunstancial.

          Aprovechemos la lección y hagamos nuestras mejores combinaciones y mezclas, utilizando materiales tales como: ideales, generosidad, confianza, fe y otros de igual calidad, y alcancemos la felicidad en nuestra vida.

 

 

 

84º.- Después que alguien se vuelve honesto descubre ante sí el camino recto.

          Honestidad es el nombre de una de las luces que nos acompaña en el largo camino hacia las estrellas.

          El honor es el brillo que ilumina la capa material de la cotidianeidad; la rectitud lo sigue como su fiel compañera.

          El hombre recto y honesto abre nuevos horizontes en los que divisa valores eternos que han servido de faro y guía a las humanidades de todos los tiempos.

 

 

 

85º.- El secreto de la divinidad está en la belleza.

          Lo feo, lo malo, lo desagradable para nosotros, representa el mal, mientras que lo bello, lo bueno y lo agradable, es lo positivo y divino.

          En las expresiones, así como en las emociones, vemos cómo el alma se asoma a los semblantes humanos para revelar lo que está oculto en el interior de sus corazones.

          Lo Divino está en lo bello, sin que esta afirmación intente dar carácter de belleza a nuestros modelos plásticos. Lo bello está intrínseco en todas las formas que buscan la armonía de la figura, como un anhelo del alma que, inmersa en la materia, busca lo perfecto y sublime.

 

 

 

86º.- No hay mejor compañía que la soledad.

          Es en la soledad donde el hombre se encuentra a sí mismo.

          Cuando se alcanza la cima de la montaña donde reina la soledad, se disipan las cadenas que nos atan al mundo material y una nueva libertad es alcanzada en ese encuentro secreto con una dimensión superior.

          Esta nueva altura o dimensión, nos pone más cerca de la Inteligencia Solar y con libre acceso a la sabiduría del alma.

 

 

 

87º.- El que ama la Naturaleza es verdadero adorador de la Divinidad.

          La fuerza vital o el fuego de la vida, está inscrito en el proceso natural de las cosas que tienen existencia propia.

          La fuerza vital está en la Naturaleza y no es extraño que el hombre primitivo adorase los fenómenos naturales en todas sus manifestaciones.

          Las erupciones volcánicas, la lluvia, los truenos, rayos, etc., fueron adorados y temidos por los hombres hasta no hace mucho tiempo, porque intuían que alguna inteligencia oculta estaba tras el fenómeno.

          Pero el sabio conoce que los ritmos, los ciclos y la energía, se expresan por medio de la Naturaleza, y él la estudia, observa y reverencia, como expresión y lectura de la Voluntad Cósmica.

 

 

 

88º.- La vida es lo que es, no la podemos cambiar. Pero nosotros nos podemos modificar.

          El conocimiento de sí mismo, incluye la transmutación de la energía y la metamorfosis desde el mundo de la materia densa al de otra dimensión más sutil.

          Pero, la vida, el mundo, no lo podemos cambiar, porque el macrocosmos tiene sus propias leyes y no obedece a leyes humanas, pues si así fuera, todo el sistema planetario estaría en peligro potencial de incalculables consecuencias.

          El hombre que alcanza a conocer la existencia, consigue una armonía perfecta en su entorno y conoce el lenguaje de los mundos animal, vegetal y mineral, con los que actúa en fraternal colaboración.

 

 

 

89º.- Aquél que siempre encuentra reciprocidad en el amor no puede conocer su verdadero significado.

          El amor sigue siendo el gran desconocido en la mayoría de los hombres. Lo conocemos como un sentimiento espontáneo que busca la reciprocidad en otra persona.

          El verdadero significado del amor viene dado por su generosidad: dar sin medida, no esperando a cambio una respuesta idéntica.

          El amor no tiene carencias, se basta a sí mismo. Es feliz, alegre, confía, no expresa miedo ni temor, ni espera nada. No negocia su sentimiento con nadie, ni lo contrata, como compensación con otro sentimiento igual.

          Ama por el simple placer de amar. Ama, porque el amor es la vida expresándose en el calor de un sentimiento. Ama porque, cuando eres amor, eres Dios.

 

 

 

90º.- Es imposible ser objeto de elogios sin jamás incurrir en censura. Elogio y censura andan con manos unidas.

          El hombre es polar por naturaleza. Gusta de alabanzas y detesta la crítica a su persona o a su labor.

          El discípulo de la Escuela de Misterios sabe que, por la propia naturaleza de las cosas, todo ofrece dos aspectos principales: positivo y negativo. Entonces, sabe que las alabanzas llevan dentro de sí el germen de la crítica, como el mal lleva el bien, como la luz la sombra, como el ruido el silencio.

          Si el hombre llegara al conocimiento de los opuestos, a la Ley de Polaridad, alcanzaría el margen de evolución necesaria para saber y comprender su endeble naturaleza egoísta.

 

 

 

91º.- Si quieres seguir el camino de los Maestros, aprende antes a perdonar.

          Por el perdón podemos alcanzar el amor. El que sabe de perdón sabe de amor. Practicando el perdón, llegamos al fondo del alma de nuestros semejantes. Conociendo el perdón alcanzamos el nivel de consciencia de la realidad espiritual.

          El Maestro perdona porque aún queda en su Individualidad retazos del alma material. Cuando la pureza se unifica en un todo, el perdón deja de ser necesario, pues toda la pureza inofensiva del cielo hace nido en su alma y solamente siente  compasión por la material condición humana.

 

 

 

92º.- Aquél que no encuentra su Individualidad busca refugio en la gente.

          Los egos de la Personalidad tratan de hacer efectiva su separación de la Individualidad porque, caso contrario, supondría su entrega y disolución, aunque las palabras exactas serían, ser transformados e integrados.

          El encuentro con la Individualidad se produce cuando construimos el Templo del corazón y en él efectuamos el ritual de la Vida, la Luz y el Poder. Entonces, la Personalidad es atraída desde el corazón y ambas funden cálculo y amor, el pensamiento helado y el sentimiento ardiente, la idea práctica con el generoso amor.

          Si nos refugiamos en la sociedad, en los placeres materiales, en la rutina y las evasiones mentales, olvidamos el corazón y potenciamos el divorcio de estas dos inteligencias  - Personalidad e Individualidad  -  que deberían dar nacimiento al Ser inmortal, al Niño Divino que llevamos dentro.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

93º. El Camino nació antes que los cielos y la tierra. Es profundo, oscuro, silencioso, indefinido, con imágenes abstractas.

          El Infinito no tiene día y noche; representado no llena el hueco de la mano. Absorbe lo negativo y emite lo positivo. Se funde con la vida y la muerte.

          Lo incognoscible es el Origen, lo que llegó desde donde el tiempo no tiene límites; lo llamamos Infinito, como si fuese una frontera que señala el principio de la Eternidad.

          La Cábala lo define como Ain Soph Aur “más allá de la luz” y aún precisa más al señalar Ain Soph, “más allá” y acentúa Ain  “nada.”

          “En el principio era el Verbo . . .” dice Juan el Evangelista. Quien tiene la voluntad de andar por esta Senda, adopta el credo de buscar la perfección en la justicia, es decir: en el justo medio de las cosas.

          Gautama Buda lo comprendió, cuando afirma: “No hay otro camino, más que el camino del centro.”

          Ver unidad en la pluraridad, cesar de multiplicar para ser indiviso, ir más allá de las polaridades, pide comprensión al discípulo que inicia el Camino.

 

 

 

94º. El Camino natural da nacimiento a los seres, pero no los posee; engendra la evolución, pero no la gobierna. Todos mueren por su causa, pero ninguno queda resentido por ello. No se enriquece por la acumulación, ni se empobrece por el disfrute.

          La vida da con liberalidad y no exige de nosotros más que aceptación y conocimiento.

          Venimos al mundo para vivir y morir y de ello se vale la existencia para proyectar la perfección por medio de formas cambiantes y cada vez más bellas.

          A pesar de los esfuerzos del hombre para desviar el curso de la Naturaleza, ella continúa haciendo caso omiso de sus habitantes y elabora sus planes para la conclusión final de su programa cósmico, aunque en apariencia nos parezca que somos ajenos a este proceso natural.

 

 

 

95º El vacío significa que no hay peso dentro. Cuando no se tiene preferencias ni aversiones, es la ecuanimidad. Cuando se está unificado e inalterable, es la calma. Cuando no estamos implicados en las cosas, es la pureza.

          El espiritualista trabaja para que el vacío exterior y el interior se unifiquen; por ello se libera de hábitos, compromisos y otros egos que le atan a la existencia.

          “Venid a mi los que estáis cargados. . . .” dice el Maestro Jesús. Él explica cómo las cargas y el cansancio presionan al hombre materializándolo, no dejándole espacio suficiente para pensar en liberarse de la servidumbre de su condición humana.

          Ser de este mundo más no pertenecer a él, concreta la realidad del ser que hace su alma inmortal, transformando sus vicios en virtudes imperecederas.

 

 

 

96º La sabiduría es ordenarse a sí mismo. La nobleza no es poder ni rango, sino auto-realización, cuando el mundo está dentro de uno mismo.

          Confundir erudición con sabiduría es propio del intelectual común, que piensa en el conocimiento prestado como pura ciencia.

          El hombre que se gobierna a sí mismo, adquiere sabiduría, pues todo lo que ve, escucha y palpa, es saboreado con el placer del sabio y aprende de la propia naturaleza de las cosas.

          El mundo se hace dentro y fuera de nosotros mismos y la auto-realización ocurre espontáneamente, por un estado de gracia.

 

 

 

97º El Camino moldea, pero no tiene forma. Nada es suficientemente grande para estar fuera de él, ni bastante pequeño para estar dentro. No tiene morada, pero origina lo que existe y lo que no existe.

          La Vida no tiene existencia corpórea, pero da millones de formas para expresarse. No la podemos ubicar en un espacio definido, pero ella da la razón de existir o perecer, de la vida y la muerte.

          Todo se manifiesta en el movimiento de las cosas, en la escala vibratoria de los cuerpos y en los ritmos, causando su desarrollo hasta la extinción.

          Hace madurar el cuerpo y la mente, la planta y el grano, la nube y la lluvia, y el objeto de su método es prolongarse indefinidamente en el tiempo, aún sabiendo que hay un fin en sí misma.

 

 

 

98º Quien sirve a la vida se adapta a los cambios. Los cambios surgen de los tiempos; quien conoce los tiempos no se comporta de manera fija. Los caminos pueden ser guías, pero no senderos marcados; los nombres pueden señalarse, pero no son etiquetas fijadas.

          Quien se niega a los cambios rechaza la vida; ella es eternamente mutable y aunque sujeta a ciclos y ritmos, no los repite nunca.

          El sabio no adopta ninguna actitud predeterminada; él es mutante y obedece a las circunstancias tal como se presentan, siempre respondiendo al momento.

 

 

99º Quienes admiran las palabras son muchos, quienes las aplican son pocos; los que estiman las cosas son numerosos, quienes las ponen en práctica son escasos. La razón es que muchos se aferran a las cosas y están atados a lo mundano.

          “Del dicho al hecho. . . .”  Los hombres aprecian aquello que llaman “sus pertenencias”, por escasas y poco valiosas que sean. Estamos tan atados a las cosas de este mundo, que pocas veces notamos su peso y las cargamos toda la vida.

          La existencia material funciona como un sueño inacabable y cuando algo nos sobresalta tan bruscamente que provoca la consciencia, lo incorporamos al sueño, y seguimos durmiendo hasta la próxima vida.

          Comida, poder y sexo nos intoxican naturalmente, facilitando el sueño de la mente; es lo que llamamos inconsciencia.

          Y seguimos soñando en cambiar, en transformarnos, en ser cada día mejores, pensando que el sueño hace algo positivo por nosotros, hasta que algo o alguien nos despiertan y, mirando hacia atrás, lloramos el tiempo perdido.

 

 

100º Unidad significa ausencia de mente fundiéndose con el mundo.

          Nacemos unificados; después, crecemos y nos multiplicamos en tantos egos que atormentan la vida, robándonos el tiempo y el espacio necesarios para ver con claridad la realidad que somos.

          Cuando el pensamiento deja hueco al silencio y la mente se vacía de conceptos, el mundo se amplía de tal manera que el espacio interior se funde con el espacio exterior y conocemos intuitivamente el sabor que tiene lo Eterno.

 

 

101º Los deseos habituales son fardos de la vida. Si las personas pueden liberarse de estas cosas, se funden con la luz espiritual, con el logro de lo interno.

          Buscamos la perfección, no la espiritualidad. Los deseos actúan como anclas que nos detienen atados al puerto de la materia. Por esta razón decimos que las cosas de este mundo nos pesan como un fardo.

          Al liberarnos del cuerpo de deseos, sucede todo un proceso de liberación, que termina su primera fase cuando se encuentra luz en la mente, y damos como hecho concluido la conquista del cuerpo y sus sensaciones.

 

 

 

102º El Camino es muy grande. Cambia costumbres sin haber dado ninguna orden. Sólo es acción mental: todas las cosas tienen resultados, pero él va sólo a las raíces.

          El hombre ignorante es insensible a la sutilidad de su espíritu. El campo de acción es tan amplio que no hay nada que no abarque, y sus hilos trabajan tan finamente, que cambiamos modas, costumbres y actitudes sin apenas advertir las mudanzas. Actúa desde la mente, marcando diferencias entre razas, países, ciudades y hombres, creando en todo profundas raíces.

          Y así, cada uno se identifica con su familia, su pueblo, la nación y la raza, con todo lo que implica de creencias, cultura y civilización.

          A este espíritu le llamamos efecto electro-magnético, circulando alrededor del mundo como ondas de energías, en dirección oriente – occidente, marcando su sello en el gran libro del tiempo que llamamos Historia.

 

 

 

103º Utiliza lo pequeño para contener a lo grande; permanece en el centro para controlar lo externo. Sé flexible pero firme y no habrá poder que no puedas vencer.

          Sólo lo pequeño puede contener en sí todo lo que es grande. El niño contiene al hombre, la semilla al árbol, la gota de lluvia al río.

          El centro controla la periferia, el eje a la rueda, la capital a la nación, la cabeza al cuerpo.

          El poder se ejerce desde la autoridad aplicada con flexibilidad, en cada situación que sea conveniente.

          Por ley de analogía, el hombre experimenta estos preceptos en su vida, siendo los beneficios ilimitados cuando la justicia resplandece en sus acciones.

 

 

 

104º Cuando se promulga gran abundancia de leyes y de obligaciones, proliferan ladrones y bandidos.

          Las grandes legislaciones, Constituciones, Cartas Magnas y Mandamientos, fueron escritas con las palabras necesarias, sin permitir en ellas ningún exceso.

          Pero la vida se ha hecho tan diversa y heterogénea, que las leyes que hoy se promulgan pecan de tal fárrago de palabras, que se necesita mucho tiempo para definir un delito, su causa y la aplicación de la pena, amén de la interpretación jurídica.

          La conclusión es que, ante tal mixtura de leyes y distintas interpretaciones, se ha dado lugar a un especial caldo de cultivo donde germinan y crecen pícaros, granujas, etc., en una cadena que fatalmente acaba en el fraude y el encanallamiento de los sectores sociales que funcionan con toda una gama de actuaciones lucrativas incalificables, fuera del campo de aplicación del legislador, el cual se ve impotente y maniatado por sus propias leyes.

 

 

 

105º La amplitud y la riqueza son famosas; lo que es famoso es considerado noble y completo.

          Ser noble y completo en sí mismo, ser vasto como el mundo y rico con los dones naturales que da la existencia, es el destino que anhela cada hombre de una u otra manera.

          El conocimiento y conquista de sí mismo conduce a la nobleza del alma, y la mente libre de prejuicios y conceptos preconcebidos, deja paso a un espacio que le acerca al Infinito, haciéndole rico por la paradoja de no sentir necesidad de nada que el mundo material pueda dar.

 

 

 

106º El Camino almacena vitalidad en su interior y aloja el espíritu en la mente.

          Si hay causa para que la vida sea, ésta podría llamarse energía vital o fuego de la vida.

          Todo lo que late y vive, guarda dentro de sí energía vital, para que se cumpla el proceso de la vida: nacer, crecer, madurar, envejecer y morir.

          El Camino que lleva a la perfección está pleno de vitalidad, pues la Divinidad no es más que vida en todo su esplendor.

          El hombre vive en el cuerpo como un animal natural, pero la vida, tal como ella es, mora en su corazón donde la Luz hace su casa y habita en ella para siempre.

 

 

 

107º El cielo y la humanidad tienen interconexiones. . .  Aceptando la mente del cielo y la energía de la tierra, se afianzan a la energía y absorben la paz.

          Las raíces pertenecen a la tierra y las alas están hechas para ganar alturas. Ambas tienen su razón de ser, porque están interconectadas para mayor gloria del hombre.

          Si somos conscientes de las inteligencias aéreas que nos rodean, podríamos conectar con ellas y actuar conjuntamente para alcanzar una mayor cuota de felicidad.

          Y se concretaría en la receptividad y aceptación de una nueva energía y, al mismo tiempo, seríamos poseedores de una paz infinita.

 

 

 

 

108º Los sabios minimizan sus asuntos.  . .  Intentan tener poco y así tienen suficiente . . .  Ganan sin buscarlo, triunfan sin luchar. Sobre lo que trabajan es sobre la raíz.

          La pasiva actividad y el arte del no-hacer son secretos que guarda el sabio y que revela en su conducta.

          Nada es tan importante como para apartarlo de la Senda; hace de lo necesario su necesidad y no carece de nada cuando tiene lo que precisa. Aquello que le es necesario llega a él sin pedirlo y sus causas con los hombres las soluciona con la ayuda del tiempo.

          El sabio vive y trabaja con las causas que comprende y acepta y sus efectos le parecen normales por su naturaleza original.

 

 

 

109º Todos los seres acuden a la luz del Sol en invierno y a la sombra del Sol en verano, sin que nadie les coaccione a hacerlo.

          Volviendo a la mencionada ley de la necesidad, el hombre actúa inconscientemente de acuerdo con los ciclos naturales.

          Busca la luz, el conocimiento, la sabiduría, por un impulso atávico de separarse de la sombra, el frío, la ignorancia y el anonimato.

          Busca el amor, el afecto, la adhesión, la fidelidad, sin que haya sido orientado para ello, sino que por instinto desea encontrar lo mejor y lo hace a pesar de no ser consciente del por qué de sus inclinaciones.

          Aún el iletrado compra libros para adornar su estantería, como el viajero que llega del Norte y busca el calor para sus helados miembros.

 

 

 

110º Cuando el pueblo es influenciado por los gobernantes, no siguen sus palabras sino sus acciones.

          La cabeza ordena y los pies obedecen. Los pueblos son dominados e influenciados por su clase dirigente, que le da leyes y normas para su mejor gobierno.

          Pero, si los rectores de los destinos de los pueblos tienen conductas desordenadas e inmorales, el pueblo las adopta como suyas y prevalece la desobediencia, la pobreza, la astucia, el robo, como norma y el engaño como signo de inteligencia. Las leyes son burladas y la honradez, así como la modestia, son señaladas como estados de estupidez.

 

 

 

111º Los Maestros actúan mediante el conocimiento, no mediante el talento.

          El talento es coyuntural; tiene fases de evolución y otras de ineficacia. Hay obras de talento y otras anodinas, siendo ambas de la misma autoría.

          El conocimiento se labra día a día. No es espontáneo como el talento, sino que es fruto de un trabajo de investigación laboriosa y eficaz.

          El verdadero Maestro aplica el conocimiento en sus acciones y no deja nada a la improvisación, más propia del hombre de talento, capaz de una acción magistral, pero sin continuidad-

 

 

 

112º Cuando estás en calma, te fundes con la cualidad de la oscuridad; cuando estás activo, estás en la misma onda que la luz.

          Hay dentro del esoterismo profundo una relación entre luz y oscuridad, no siempre entendida.

          La actividad es un proceso que origina calor y, por tanto, luz. La quietud da nacimiento al frío y, como consecuencia, oscuridad. ¿Dónde está lo que nos conviene?

          Ambos lados son naturales y, por ello, lícitos para el alumno que alterna uno u otro período, viviendo en un equilibrio justo y perfecto.

 

 

 

113º El rango, el poder y la riqueza son cosas que la gente codicia, pero cuando se comparan con el cuerpo son insignificantes.

          ¿Qué y cuánto vale la vida? La entregamos o hipotecamos a cambio de algunos bienes materiales, como vivienda, relaciones frustrantes o morbosas, fanatismo o cualquier otra cosa que creemos necesaria o que pensamos puede hacernos feliz.

          Vendemos la vida a cambio de dinero o por alguna nota honorífica en nuestro pecho o apellido. Vendemos la vida por la satisfacción de un vicio. Vendemos la vida por un plato de comida o a cambio de una posición social.

          El valor de la vida es inestimable. ¡Cuánto ignoramos sobre nosotros! La primera enseñanza en el seno familiar, en la escuela o en la sociedad, es conocer cuánto vale una vida y sentir gratitud por estar en posesión de un tesoro de valor incalculable.

 

 

 

114º El espíritu se halla donde se reúne el conocimiento. . . El conocimiento es la sede del corazón.

          Conocer (con – el – ser), es la palabra mágica, pues al profundizar en su contenido entramos en el secreto que da sabiduría al hombre.

          El conocimiento pertenece a la cabeza, pero el corazón escucha y conoce, formando un lazo de unión imperecedero. “Lo que el hombre ata en el cielo, nadie lo desate en la tierra.”

          El ser crea un alma inmortal que sirve de ropaje de luz al espíritu y éste, acompañado por el conocimiento, levanta al hombre hasta el Templo de la Sabiduría.

 

 

 

115º La abstracción tranquila y la luminosidad del corazón son maneras de alimentar la vida.

          El cuerpo se nutre de diferentes alimentos que le proporciona aquello que necesita. El corazón se alimenta de sensaciones y sentimientos. El cerebro se nutre de ideas.

          La vida, que todo lo abarca, se alimenta por la meditación y la luz, que desde el corazón irradia por la forma corporal y exteriorizándose aclara el entorno donde actúa.

          El árbol de cuya raíz nace la vida real, se divide en estas ramas que completan el cuadro de necesidades humanas.

 

 

 

116º En el Camino, lo grande se hace gracias a lo pequeño, lo mucho está basado en lo poco.

          Cuando se da el primer paso, se inicia un camino. La primera Palabra, el Verbo, hizo los mundos. Una chispa es todo lo que se necesita para un incendio.

          La primera voluntad hacia la perfección, nos acerca a la Voluntad que todo lo completa. La primera oración, lleva a la paz universal.

          No desprecies nunca lo que nace; el principio es débil, desvalido, inocente, pero si le damos tiempo y lo cultivamos, se volverá poderoso e inmortal.

 

 

 

117º. . .  a todo el mundo le gusta el honor y le disgusta la humildad. La gente ordinaria lucha por esta razón y, por ello, no puede tener éxito; porque se agarran a algo no pueden dominarlo.

          La vanidad y la ambición son aliadas naturales y combaten la prudencia y la modestia, que son virtudes naturales en el sabio.

          Luchamos por el éxito y éste se burla de nosotros porque él no tiene dueño ni permite que lo domine ningún mortal que lo desee. Su principio de existencia es femenino y no se entrega a nadie.

          Al iluso que pretende atar la fortuna a su destino, le espera el desengaño, pues ella no sólo es esquiva sino que con sus hermanos, el éxito y la fama, actúan sin reglas y no obedecen sino a su propio arbitrio, de una manera incomprensible para la mente lógica.

Solamente se sienten atraídas hacia el sabio, pero éste no está interesado por ellas.

 

 

 

118º. . .  quienes comprenden la lógica de las funciones mentales consideran los deseos, las ansias, las preferencias y las aversiones como cosas externas. Todo es misteriosamente lo mismo; nada es erróneo, nada es correcto.

          La última ciencia conocida es la psicología, que profundiza en los secretos de la mente y el comportamiento de los seres vivos.

          Lao-Tsé es profundo al considerar como lógico el proceso mental que nos hace elegir, rechazar, desear, anhelar y otros estados carenciales del cuerpo, como externo a nuestra realidad.

          Afirma que los extremos son lo mismo y que no hay ni error ni acierto en las cosas.

          El sabio chino coincide con todos los maestros, ya que ellos viven en el mismo mundo del espíritu. Cuanto existe, o es real o no existe, depende de nuestra interpretación y las circunstancias en el tiempo que tienen lugar.

 

 

 

119º Por ello, quienes encarnan el Camino no se enfadan ni se alegran en exceso. Cuando se sientan, no están rumiando pensamientos; cuando duermen, no sueñan. Nombran a las cosas cuando las ven y responden a los acontecimientos a medida que se producen.

          Vivir el presente; actuar en el instante que la acción sucede; caminar por el filo de la navaja, del equilibrio. Estas son las reglas del sabio.

          Rechazar el pasado y vivir el presente. Esto implica responder al instante que nace la pregunta.

          Dice el sabio que la suma del conocimiento está en el presente: “cuando trabajo, trabajo; cuando tengo hambre, como; cuando tengo sed, bebo; cuando tengo sueño, duermo.”

          Vivir el momento es convertir cada segundo de tiempo en una intemporalidad. Es hacer eternos los latidos de la existencia.

 

 

 

120º.  . .  si quieres lo que es beneficioso, elimina primero lo que es dañino.

          La vida es una cuestión de espacios. Lo negativo, lo feo, la ignorancia, ha de dejar lugar a lo positivo, lo bello, lo inteligente.

          “El saber no ocupa lugar” es una sentencia poco conocida en profundidad, porque el conocimiento, la iluminación, no requiere de espacio material, sino que vive en el terno presente, donde el tiempo ni el espacio tienen cabida.

 

 

 

121º El logro es una cuestión de tiempo, no de competición; el orden se halla en el Camino, no en el gobernante.

          . . . los sabios no se agarran a nada y no pierden nada, no planifican nada y así no fallan en nada.

          La vida es competitiva. Y no es que en sí lo sea, sino que hemos invertido el orden natural de las cosas y lo que antes era dedicación, placer, paz, ilusión, lo hemos cambiado inconscientemente por prisas, excitación, ruidos, ansiedad, resultando en un hombre neurótico y activamente pasivo, es decir, con movimiento pero sin ningún objetivo.

          Hemos de ser aliados del tiempo y él nos entregará la esperanza, una de las llaves que abre las puertas de los mundos superiores

NOTA.- Los textos de estos Aforismos, han sido extraídos del libro “Wen-Tzu” , escrito hace más de 2.000 años y atribuido a Lao-Tsé y que abarca toda la gama del pensamiento taoísta. Los comentarios de estos textos son del autor.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

121º.- Si quieres seguir el camino  de los santos, aprende antes a perdonar.

          Aprender a perdonar es significativo, porque supone que la mente ha de ser tan inofensiva que el supuesto "ataque" no tiene respuesta en el sistema nervioso.

            La santidad no es más que el silencio total del cuerpo mental y emocional, donde el ruido de la vida material no llega y las ofensas o agravios se transmutan en la gracia de las bendiciones.

 

 

 

122º.- Así como la flor anuncia el fruto, así también la infancia del hombre es la promesa de su vida.

         Los siete primeros años de la vida infantil traza en la mente humana rasgos inalterables que la marcan para siempre.

         Después de ese tiempo, las líneas señaladas no hacen más que definir y profundizar en los orígenes, pero lo básico ya está impreso.

         No es extraño que sistemas sociales y religiosos acaparen la educación del niño durante sus primeros años de vida a causa de la receptividad y capacidad  plástica de estas mentes con las páginas completamente en blanco.

 

 

 

123º.- La indiferencia y la independencia son dos alas que permiten al alma volar para alcanzar sus objetivos.

 

 

 

        Indiferencia e independencia. La primera supone ir más allá del cambio y está por encima de la desigualdad. La segunda no depende nada más que de nosotros mismos.

          Ambos conceptos deben ser internos para poder convertirse en alas de libertad. El alma que por su trabajo y saber alcanza la virtud de ser indiferente a la negatividad y rompa las cadenas que la hacen depender del placer efímero, de su condición animal, donde los instintos tienen un lugar de privilegio, logra su objetivo: la independencia, y ambas son alas para volar hacia su destino divino, el Infinito,  y más allá la Eternidad.

 

 

 

124º.- La divinidad es la perfección human y la humanidad, la limitación divina.

         "Sed perfectos como vuestro Padre lo es". Esta frase evangélica alumbra el error humano de un hombre pecador que se cree sin redención posible. La perfección es legítima cuando se orienta hacia lo Divino, y factible la santidad para la persona que venció su Personalidad, uniéndola a la Individualidad para la consecución del Ser inmortal.

         Es evidente que vivir en un cuerpo es una limitación para el espíritu, pero la experiencia adquirida se transforma en sabiduría y, por consiguiente, en una liberación aún mayor en los campos de la Luz Divina.

 

 

 

125º.- No aceptes aquello que no puedas retribuir,  porque el equilibrio de la vida, consiste en la reciprocidad.

        Esta es una ley muy sutil, que corresponde a las enseñanzas de los Augustos Misterios de la Naturaleza.

        El hombre se considera merecedor de todo tipo de honores y gratificaciones, sean materiales o espirituales, pero no está a la altura del bien que recibe.

        Cuando aceptamos una cosa que ignoramos cómo devolver o por cualquier circunstancia no sabemos colocarnos en la debida posición para responsabilizarnos de la devolución de lo prestado, nos encadenamos y somos deudores y servidores, a veces durante toda la vida.

        Aprendamos a tomar aquella cantidad de beneficio que podamos devolver y recuperemos la paz perdida por la ambición, la codicia o la ignorancia.

 

 

 

126º.- Seguir el camino de la desarmonía equivale a entrar en las fauces del lobo.

        La desarmonía obedece a una precaria educación infantil, que luego nos lleva a la violencia y al odio.

          En los hogares donde los progenitores son fuente de discordias, desavenencias, mentiras e indiferencias mutuas, donde no hay amor expresado directamente y cariño con ternura y afecto, se produce el caldo de cultivo que nutre y marca al niño con el desamor y la agresividad del frustrado.

         Sirva de advertencia, para rectificar a tiempo la conducta de padres sin vocación de serlo, manipuladores de sus hijos, sádicos o indiferentes a las vidas que crean.

 

 

 

127º.- Un único espíritu y una sola vida nos acompañan a todos; ¿cómo podemos, entonces, ser felices si nuestro prójimo está triste?

           Ningún hombre es una isla.

           Podemos vivir en soledad interior, pero nunca sordos al llanto de un hermano. La vida es Una en millones de formas. El espíritu es uno en millones de chispas, pero nadie vive aislado.

           Desde la soledad, si vives en lo alto, tiende la mano al que viene sufriendo y al que busca perdido sin ver ninguna salida, pues no sabe que hay puertas o sendas por dónde escapar de la alienación.

           Nadie será completamente feliz hasta no ver a esa familia que llamamos humanidad, a salvo de la noche, del miedo a las sombras de la oscuridad.

 

 

 

128º.- El corazón humano es la morada del alma y de esa morada dependen su bienestar y el poder.

        Hasta que no descubramos el corazón, no habrá poder que nos libere de los grilletes de esta prisión terrenal.

           En el corazón está el Templo donde el alma inmortal hace su morada y habita en ella; en ese Santuario descubre y se alía con el poder de los elementos naturales que dominan la Tierra.

           Hagamos el corazón limpio para que el Templo brille con luz propia y sea refugio donde el dolor, la sangre, el llanto y la desilusión encuentren la paz que necesitan.

           Descubre el corazón y el alma celebrará en él sus bodas con el Espíritu, fundiéndose en un amor eterno que los llevará a disolverse en Dios.

 

 

 

129º.- La resignación no tiene valor, sino cuando se hace una cosa que no se puede deshacer.

         Tomamos las palabras por su valor literal y olvidamos que ellas fueron hechas para, en su contenido, expresar ideas.

            No hay resignación más que ante hechos consumados, incambiables. El hombre es luchador por naturaleza propia y la resignación no es un vocabulario propio de guerreros.

            Vivimos en una lucha permanente buscando la paz. La nación, la sociedad, el pueblo, la familia, la persona, desean la paz para descansar de la lucha.

             Resignación no es valor, ni combate, es pasividad, conformidad, y eso sólo es posible cuando lo que está hecho no sabemos modificarlo porque desconocemos las posibilidades de nuestro saber.

 

 

 

130.- La mayor tragedia del mundo es la falta de evolución general.

           ¿Por qué el hombre ofrece resistencia a la evolución?

            Psicológicamente ha de haber en la mente un mecanismo que nos preserva contra alguna forma de cambio brusco, temiendo al pensamiento de convertirnos en inadaptados sociales.

            A veces pienso en el niño que llora porque lo bañan, o el que no le agrada le limpien la cara de mocos, o en el hombre que ama su ropa vieja y raída, o el que tiene cariño por la maloliente pipa que lleva todo el día entre los dientes.

            Tenemos que liberarnos del miedo al cambio. Hay que estar en permanente rebelión. Estar dispuestos a dejarlo todo para seguir buscando una estrella.

 

 

 

131º.- El perdón pertenece a Dios.

          Se convierte en privilegio para el hombre únicamente cuando es pedido por su prójimo.

            Dios no es la idea de un Juez que castiga o premia, según el comportamiento que muestra el hombre, de acuerdo con unas reglas filosóficas o morales.

            El perdón Le pertenece, pero no por ello Lo da como un ejercicio de poder, sino que se Lo asignamos como atributo. Él no castiga ni perdona, pues está más allá del bien y del mal, de la moral y la razón.

            El hombre, en su esfuerzo para llegar a la perfección, no deja lugar para el odio ni tiene necesidad de perdonar, a menos que esa sabiduría venga desde el exterior, en cuyo caso ejerce la generosidad sin humillar al que ha tenido el coraje de pedir disculpas por los errores que haya podido cometer.

 

 

 

132º.- Nuestra percepción del tiempo que pasa no es propiamente el tiempo.

         Porque el tiempo es Dios y Dios es eterno.

           Hemos asimilado el tiempo real a nuestras pequeñas medidas en siglos, años, meses, semanas, días, horas, minutos y segundos.

           Y ese no es el verdadero tiempo, porque el tiempo no tiene medidas ni espacios, sino que fluye interminablemente, como un río que no tuviera principio ni final.

           Aprehendemos este Tiempo Real por medio de la meditación y la contemplación, gustamos el néctar de la eternidad por breves instantes y quedamos con la esperanza de una Vida Eterna a través del río del Tiempo rumbo a las playas del Infinito.

 

 

 

133º.- El hombre aprende la primera lección de amor,  amando a una criatura humana pero, en realidad, ese amor pertenece solamente a Dios.

          El amor es una virtud que pocos elegidos abarcan en toda su magnitud.

            Mientras tanto nos limitamos al amor personal con todo lo que tiene de posesivo y egoísta.

             Hay un amor original y material, que es el amor por sí mismo. Cuando lo profundizamos, podemos abarcar con él a nuestro prójimo, pero sin perder en ningún momento la certeza de que todo amor viene de una Fuente única, de un plano superior que designamos con el nombre de Dios.

 

 

 

134º.- La espiritualidad es la armonía del corazón.

          No la podemos obtener por el estudio ni por la devoción.

             Corazón  ( - cor - a - son - ), sonido del color; sinfonía cósmica de un inmenso arco iris que se escucha en la cámara secreta del corazón humano.

              Si todas las notas posibles se fundieran en el corazón del hombre, percibiríamos una armonía especial que se uniría a todas las músicas de la Naturaleza, produciendo un silencio entre un millón de notas, y la meditación llegaría con espontaneidad, con frescura.

              Ni la mente intelectual ni la devoción del creyente, alcanza el nivel espiritual al que llega nuestro corazón cuando es consagrado en cuerpo y alma en su Templo de Luz.

 

 

 

135º.- La confianza es sí mismo debe culminar en la fe en Dios, pues la fe es confianza viva.

          La fe original es el crédito que nos damos confiando, sin duda, en no ser defraudados.

             No vivimos nuestras virtudes sino que nos limitamos a tenerlas y conservarlas, sin potenciarlas, ni darles vida propia.

             Y así, estas cualidades se anquilosan y transforman en moral social, con un alto contenido de hipocresía.

 

 

 

136º.- Toda experiencia, buena o mala, es un paso dado en la evolución de la humanidad.

             Negarnos la experiencia es como negarnos el progreso, la evolución.

             La vida es dinámica, activa, entrelazada con fases pasivas, que colaboran como descanso para la consecución de formas y manifestaciones espirituales y materiales.

             No podemos calificar a ninguna experiencia de "buena" o "mala", porque todas son piedras de construcción que nos impulsan hacia la Sabiduría.

 

 

 

137º.- El amor se eleva en la emoción pero decae en la pasión.

            El tema del amor se mueve en diferentes niveles: romance, veneración, adoración, sentimiento, ternura, pasión, lujuria y un número amplio de calificativos para designar los grados de la escala de esta virtud que mueve al mundo.

            Pero, como si fuera un termómetro y el calor con su vibración marcara los grados, el hombre se eleva y cae en el amor, teniendo en él su gloria o su infierno.

            Sea el amor dar, entregar, fluir y no estanquemos este sentimiento, ni lo limitemos, recibiéndolo como si fuera un premio a nuestra personalidad.

             El amor es la Sabiduría de Dios.

 

 

 

138º.- La respuesta está en la propia pregunta.

          No hay pregunta sin respuesta.

            ¿Por qué muchas preguntas no obtienen respuestas satisfactorias?

             Saber preguntar es signo de inteligencia, si la pregunta busca una respuesta comprensible, de acuerdo con las posibilidades de ambos interlocutores.

              Hay respuestas directas, concretas y analógicas. Se responde con parábolas, con metáforas, con analogía, con una historia, a veces basta una sugerencia, un mito. La luz se hace si la mente del interrogador se aclara lo suficiente para aceptar la sugestión del interrogado.

              Preguntar y responder es un juego de dos inteligencias que desean encontrar la Realidad.

139º.- Se aprende a raciocinar por la inestabilidad de la vida.

         Pero la sabiduría proviene de la esencia de la propia vida.

          La razón busca el equilibrio en los opuestos y este contraste aparente justifica el raciocinio.

             Saber que se sabe es una muestra de racionalidad humana, igual que pensar en el futuro o en nuestras posibilidades de sobrevivencia dentro del espacio-tiempo.

             El sabio estudia profundamente, más allá de la razón, más allá de las demostraciones tangibles e indaga en la pura esencia de las cosas, lo que está dentro y fuera de las raíces, lo que justifica la vida, lo que da forma a las múltiples existencias.

             Y sabe que las formas desaparecen cuando no hay razón para existir y son sustituidas por otras más capaces y perfectas.

             La vida es el camino de la perfección y la belleza.

140º.- El místico es su propio rey.

          Él se gobierna a sí mismo.

          El primer paso de un discípulo es el conocimiento de sí mismo y ello comprende el gobierno del cuerpo físico y la educación del cuerpo emocional y  el mental. Esto es, esencialmente, una mística en su primer grado básico: el dominio de sus tres cuerpos: físico, emocional y mental.

            Sin este primer paso, pocas cosas son posibles, porque la duda, el miedo, la depresión y la inercia, aparecerán cada vez con mayor frecuencia, haciendo presa en el discípulo presuntuoso que ha llegado a creer que le bastaba un vocabulario exótico, algunas meditaciones inconexas, mal llevadas e intermitentes, y mucha lectura de esoterismo-ficción, para creer que había subido a alguna altura espiritual, desconociendo el ridículo de la postura adoptada con aires de suficiencia.

141º.- El secreto de la divinidad está en la belleza.

            El arte, en cualquiera de sus expresiones, no es más que ver la belleza en las formas, en los sonidos, en el color.

            Detrás de la belleza está la vida activa creando, destruyendo y volviendo a crear millones de formas, colores y sonidos, llevando la perfección dentro de sí.

            Hay una esencia delicada, elemental, que labora incansablemente para que este pensamiento de belleza se materialice. Ella es pensante, sensible y constante.

            Pero la idea, el impulso vital, las energías que alimentan el proceso, es ajena a la Tierra. Es el secreto que llamamos Dios.

142º.- La sabiduría sólo se adquiere en la soledad.

             La soledad es el punto más alto donde se puede posicionar el hombre para encontrar el reflejo de la Divinidad.

             En ella circulan energías siderales que cuando tocan al hombre permeable a ellas, se transforman en Sabiduría. El individuo alcanza la maestría y es iniciado en la magia divina; es un hombre de luz propia.

           No encontraremos sabiduría en ningún otro lugar, a menos que sea el conocimiento prestado por otros y que confundimos con el saber original.

143.- El estado actual de la humanidad tiene el mercantilismo como corona y el materialismo como trono.

          No hay más pecado que el de la ignorancia. Pero ella tiene algunas hermanas, como: la vanidad, el orgullo, el espíritu de ganancias y otros que cristalizan a los hombres, convirtiéndolos en groseras formas dominadas por vicios sin justificación.

          El materialismo tiene un ejército de psicólogos que tratan con su inteligencia explicar la animalidad humana, estableciendo pautas para justificarla, clasificándolas con brillantez bajo rótulos, tales como: emprendedor, instintos básicos, egolatría, carisma y otras palabras que tratan infructuosamente de disimular la miseria espiritual del hombre.

          Nos ocultamos tras nuestras pasiones y vivimos alimentados por ellas, sirviéndonos de su manipulación para ejercer más poder sobre nuestro prójimo.

 

 

 

144º.- Cuanto más el hombre se procura conocer, tanto mayor poder descubre en sí mismo.

           El ejercicio del poder real es el conocimiento propio. Si ahondamos más allá de la personalidad encontramos el misterio de la vida y el principio de la perfección.

              Mientras profundizamos en el corazón y la mente, vamos adoptando el saber consciente acumulado por millones de años y del que nuestras células son depositarias.

              Y este saber que sabe aflora al influjo de los ritmos naturales del cuerpo, del planeta y del Universo, en forma de belleza y perfección, y señala la huella de nuestro paso.

 

 

 

145º.- Es más fácil hablar que vivir con sabiduría.

         El orador expresivo, comunica con palabras los argumentos y pensamientos que expresan el sentir o el deseo del tema que le ocupa.

           La vivencia es vital en el sentido de que se vuelve hacia sí misma y en su íntimo revela la alegría, el amor, la fe y la felicidad.

         La distancia entre el que dice vivir y el que vive, es abismal, como el que cree que vive y el que sabe que vive cada momento de su existencia.

 

 

 

146.- Todo lo que no es fácil es un enigma.

       La sabiduría es un enigma para la mente vulgar.

        Caer, quejarse, llorar y extender la mano para que nos levanten y consuelen, son actitudes infantiles que cargamos durante muchos años de nuestra vida.

          La vida es un enigma cuando no nos explicamos comportamientos que aceptamos como naturales y formando parte de nuestro carácter. Nos negamos a analizarnos por miedo, pereza o indiferencia.

          Nos vulgarizamos, no porque seamos vulgares, sino porque hacemos dejación de nuestro deber a acceder a una educación, a una disciplina, a un perfeccionamiento que tenemos como derecho, si lo reclamáramos como herencia humana.

          Todo es noche, oscuridad, cuando no hay luz ni lámpara que ilumine la Senda.

 

 

 

147º.- El guía espiritual representa el papel de Cupido, aproximando a Dios a aquellos que lo buscan.

          El amor es la llamada que la Divinidad hace al hombre para llevarlo a la unión con su Creador.

             El guía espiritual es como el mensajero que trae la misiva divina, para que sea leída y contestada por nosotros.

             Hay quien responde inmediatamente y otros tardan algún tiempo en contestar. La mayoría se extasía con el mensajero, olvidando leer la carta y pierden el contenido de la misiva amorosa al que tienen derecho.

 

 

 

148º.- El Creador está oculto en su propia creación.

         Buscar a Dios es difícil para quien complica cualquier acto humano, creyendo que una empresa de tal magnitud pide gente especial y condiciones excepcionales.

           Pero el Creador no es difícil de encontrar; de hecho, está ante nuestros ojos. En la lluvia, en la fuente, en la flor, en el Sol y en millones de formas que  sonríen y hablan de la grandeza de la Creación.

 

 

 

149º.- La religión natural es la religión de la belleza.

            La religión es un medio no natural para convencer al hombre de la necesidad de despertar, de luz y de salvación.

            La religión natural es la que sigue la senda de la Naturaleza que trabaja en la perfección de sus formas con la ayuda del tiempo.

            El hombre siempre ha buscado la belleza, porque en el fondo de su corazón late el impulso divino de encontrar la perfección en toda la manifestación.

 

 

 

130º.- Dios habla al profeta en lenguaje divino,  y el profeta lo transmuta en lenguaje humano.

          Hablamos cosas sin sentido aparente: "hago las cosas como Dios manda", "así lo ha querido Dios"  y otras de parecido significado.

          Dios no habla, no hay una Voz para poderla escuchar. Pero, hay un lenguaje especial y un hombre preparado para comprender y traducirlo en algo comprensible para sus semejantes.

            Y los creyentes llegan a los pies del Maestro y ven al hombre capaz de recibir la Palabra y darla como lluvia a la tierra sedienta y dejarla preñada de vida.

 

 

 

 

151º.- La vida es la principal cosa a considerar y la verdadera vida es la vida interior, que es la comprensión de Dios.

         No hay más vida que la que se vive. Esta afirmación es real cuando sabemos que la calidad de la vida es la base de todo desarrollo en la comunidad humana.

           Pero, es la vida interior la que califica el equilibrio exterior; es lo oscuro lo que hace germinar lo luminoso; es el vientre fértil el que da a luz la nueva vida; lo esotérico que justifica lo exotérico; la muerte sirviendo de fermento a la vida.

           Comprendamos la polaridad de los opuestos y veremos a Dios en el centro de todas las cosas, en la columna central del Árbol de la Vida.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

152º.- Cuando un defecto  se torna común, es considerado, en la mayor parte de los casos, como estado normal.

          Estamos llenos de vicios adoptados como virtudes. Ahora, la práctica del sexo es,"hacer el amor"; al enriquecimiento ilegal, lo calificamos como "negocios lucrativos"; del hombre ansioso de poder, decimos  que es "alguien con futuro".

          Ejercer la violencia, hurtar, acosar, mentir, prevaricar, son modos normales de conducta que a nadie sorprende y, en muchos, despierta admiración.

          Necesitamos urgentemente un examen de conciencia para reprogramar una escala de los valores que hemos perdido y volver al equilibrio que necesitamos.

          Vamos, como ciegos guiados por otros ciegos, constantemente caminando por el borde del abismo, habiendo perdido la cordura y aparentemente impotentes para rectificar.

 

 

 

153ºº.- La misma luz que es fuego en la tierra, es sol en el firmamento, y Dios en el cielo.

Hay luz creada y hay luz increada.

Hubo primero un "hágase la luz"  y un después, "y creó el cielo y las estrellas".

Sea la luz del Sol, el brillo de la inteligencia o el esplendor de la sabiduría, todo no es más que diferentes gradaciones de una sola Luz.

Dios es Luz, la razón es Luz, la felicidad y la alegría es Luz. Cultivar la Luz es cultivar la vida. Y aunque todo germina en la oscuridad, es cierto que solamente se crece y desarrollamos en la Luz.

 

 

 

154º.- La Creación no es sólo la naturaleza de Dios, sino aún más, el arte que de ella dimana.

          No se entiende el arte sin creatividad ni comprendemos la creatividad sin arte.

          El cuerpo humano, el de los mamíferos, aves y toda la escala zoológica, así como la botánica y la Naturaleza en suma, es una obra de arte donde la creatividad se expresa ampliamente con una riqueza de formas infinita que hace al hombre admirar constantemente tanta belleza.

          Nada se repite y cada cuerpo, cada flor, cada paisaje es único en sí mismo, irrepetible.

          Y el místico contempla la obra de la augusta Naturaleza, reflejando en su mente toda la gama de líneas y colores que la Creación despliega ante sus ojos con generosidad.

 

 

 

155º.- La vanidad es la suma total de cada actividad en el mundo.

 Las obras del hombre sobre la tierra tienen el acento de la vanidad.

 Desde los mausoleos hasta los obeliscos; desde los Arcos de Triunfos hasta las obras de corte faraónico, todo proclama la soberbia humana intentando perpetuarse en sus obras, para dejar señales de su paso sobre el planeta.

 Los estímulos que recibimos provocan nuestra vanidad, en forma de medallas, cruces, títulos, uniformes y  una variada exposición de feria de vanidades que halagan, pero que ofenden nuestra inteligencia.

 

 

 

 

156º.- Toda belleza es oculta por la naturaleza y mientras mayor fuera, tanto más cubierta estará.

          Pocos hombres son capaces de ver la belleza en la Naturaleza. La persona con la pasión del arte en su alma, descubre la belleza en todo lo que ve y que es desapercibida para los demás.

          Pocos admiran el amanecer o el ocaso. El Sol, la Luna, el cielo estrellado, pasan cada día con todo su esplendor ante los ojos indiferentes del hombre, que vive de espaldas a la armonía, el ritmo y la simetría de la Naturaleza, realzada con una escala de colores y formas que parecen inagotables.

          Vivimos con la cabeza inclinada hacia el barro, olvidando la luz que nos alumbra. Curvamos la cintura y la cabeza en un gesto inconsciente de vencidos sin batallas ni rebeldías.

          ¡Mira hacia arriba y descubre las maravillas de un mundo generoso en bellezas y en luz, y serás recompensado al verlas reflejadas en tu corazón!

 

 

 

157º.- Los infelices procuran siempre disculpas para su infelicidad.

          La infelicidad ha sido aceptada como un estado natural en el ser humano.

          Lo triste de la condición humana es que, habituada a ese estado de ser, lo vivimos con resignación, sin hacer nada positivo para desprendernos de tan pesada carga.

          No se nos ocurre pensar que la felicidad es nuestro derecho natural ni hacemos nada por conseguirla, siguiendo una vida aburrida, sin luces, alternando el llanto con la risa, la depresión con la euforia, hundiéndonos poco a poco en la miseria de una vida sin relieves ni horizontes, sin color ni armonía.

 

 

 

158º.- Nunca se debe agradar a un ignorante.

        Si le damos una flor él nos devuelve una piedra.

          La verdadera sabiduría se esconde al ignorante, al presuntuoso y al falso discípulo.

          Cuando se habla de una clase espiritual privilegiada, esto no representa una arbitrariedad, sino la necesidad y el interés de una selección, para que la Verdad pueda seguir transmitiéndose, conservándose y enriqueciéndose.

          Cuando el necio se queja de que se le es negada la sabiduría, ha de mirar hacia sí mismo y preguntarse: ¿soy merecedor de ella? ¿Seré capaz de comprenderla y llevarla a la práctica, sólo por amor a ella?

          Las respuestas son difíciles, si es que hay sinceridad y sentido de justicia. No estamos en el centro del Universo, pero sí que podemos ocupar ese lugar,  mas para ello hay que merecerlo.

 

 

 

159 º.-  Ningún lazo te podrá atar si tu corazón fuera libre.

          Muy pocas personas tienen el corazón libre. Ni lo desean.

          Nos enseñan a llenarlo con amores, amistades, deseos de bienestar y múltiples ilusiones que encantan la vida. También el lado opuesto tiene su lugar en el corazón, por medio del odio, la envidia, los celos y otras pasiones envilecidas.

          La libertad comienza cuando el corazón está vacío de cristalizaciones y cosas tangibles. Experimentamos el vacío y la paz con amplitud nunca antes soñada.

          El amor, la ternura, la bondad, el altruismo, pueden fluir libremente, sin muros de contención que personalizaban a personas, animales y objetos, con sus preferencias y rechazos. No hay lugar para discriminar, separar y juzgar. Comienza la Unidad.

 

 

 

160º.- El éxito real se prueba  por su durabilidad.

          El tiempo es el único factor o elemento capaz de dar a cada acción su justo valor. Nada puede ocultarse ni tiene poder, cuando el tiempo pasa.

          Lo que subsiste, a pesar del transcurso de los siglos, es la Realidad, lo auténtico, porque ella es eterna, intemporal en sí misma.

          El tiempo cura, olvida, calma, da sabiduría, crecimiento y muerte. El hombre que se asocia con el tiempo, se vuelve prudente y sabio.

          "Todo es cuestión de tiempo", dice el dicho popular. "El tiempo todo lo cura", dice la sentencia de los ancianos. El éxito real vive en el tiempo, porque su esencia tiene sabor a Eternidad.

 

 

 

161º.- La razón es la maestra del ateo y la esclava del creyente.

          Hay lógica y hay razón. Parecen lo mismo, pero no lo es. La primera es utilizada por el Padre de la Mentira para seducir al mundo. Con la lógica te salvan o te condenan. Los argumentos lógicos son hábiles artificios, utilizados para seducir, mentir o convencer a los espíritus débiles. Otras veces, la lógica tiene consecuencias favorables, pero siempre inestables.

          La razón es sólida y tiene su propio camino; no se pierde por los vericuetos sinuosos de la lógica.

          El hombre de fe se vale de la razón como una herramienta para evolucionar, porque la vida no es más que la concretización de la Razón pura.

          El que vacila, el hombre de poca fe, lleva el peso de la corrección al que le somete la razón, rectificando una y otra vez sus errores emocionales, compulsivos y animales, que obedecen a la lógica superficial del materialismo efímero y circunstancial.

 

 

 

162º.- Solamente la verdad puede tener éxito; mentir es desperdiciar tiempo y energía.

          Verdad y mentira se manifiestan como expresión del pensamiento humano. Ambas califican a la persona que las pronuncian.

          En profundidad, ambas parten de una núcleo de energía en forma de deseo o expresión de voluntad, hasta el punto que un testigo imparcial puede decir que nos desgastamos mintiendo o que nos beneficiamos siendo veraces.

          La verdad es inamovible, mientras que la mentira hace constantes cambios para sostenerse en el tiempo. Es como la roca y la arena. Mientras la primera es sólida, la segunda se mueve y no resiste cualquier peso.

          Éxito y verdad, si van juntos, son intemporales. Lo falso no resiste el tiempo y se deshace como polvo, carente de solidez, siguiendo su propia naturaleza.

 

 

 

163º.- El éxito da cierta apariencia de realidad, incluso a las cosas falsas.

          Comparamos el éxito súbito al relumbrón fugaz del cohete, como la ilusión que imaginamos brillar en el espacio durante un corto período de tiempo.

          Pero lo que es falso, negativo, lo que promete riquezas de un día para otro, lo que apasiona hasta que pierde objetividad, no tiene realidad, por ser hijo bastardo del tiempo, mortal y perecedero, con sus días contados.

 

 

 

164º.- Como la sombra que se ve y no existe, así es el mal.

          Uno de los problemas del hombre es parecerle ver el mal o su posibilidad, en todas partes.

          Los sabios han dicho en todos los tiempos que el mal es oscuro. Si reflexionamos unos instantes, pensaríamos que la oscuridad se disipa con la luz.

          Entonces, ¿por qué vemos la oscuridad, el mal? Porque miramos sin luz y de esta manera extendemos en el tiempo las sombras, la penumbra.

          Veamos primero la luz en nosotros; vamos a descubrir el velo de la ignorancia y, al hacerlo, la luz, la primera chispa, comenzará a crecer hasta ser luz propia y se proyectará hacia todo lo que vemos.

          El mal es una sombra y la luz la disipa, por grande que ella sea.

 

 

 

165º.-  No hay una religión que produzca espiritualidad en el hombre.

          La espiritualidad depende de la armonía del alma.

          Para que una religión sea llamada como tal ha de poseer dogma y ritual. Estas dos premisas producen en los creyentes devoción, credulidad y hasta fanatismo, pero el fin principal y para lo que está constituida, como es la espiritualidad, es casi imposible que pueda enseñarla, porque la auténtica religión es individual, personal e intransferible.

          Recibir la iniciación de mano de un maestro es algo que perdimos y con ello la posibilidad de ascender hacia las más altas esferas de la luz del espíritu.

          Y andamos vacilantes, mascullando rezos, siguiendo rituales torpemente, sin  entender y pensando en un Dios humanizado, vengativo, celoso y juez de todos nuestros actos, sentimientos y pensamientos.

 

 

 

166º.- Para alcanzar nuestro ideal primero hacemos locuras; después, nos esforzamos para mejorar, convencidos de que nos podemos corregir.

          La juventud, que todo idealiza, es capaz de locuras con tal de llegar cuanto antes posible a obtener lo que desea.

          Cuando alcanzamos la madurez, perdemos un tiempo precioso en reparar los daños causados y después en arrepentirnos de lo acaecido.

          Desde nuestro desarrollo personal dejemos que todo vaya fluyendo hacia su destino por el impulso natural de las cosas, sin hacer nada para detener o modificar el destino.

 

 

 

167º.- Así como el agua lava y purifica los elementos del mundo físico, así también el amor cumple el mismo fin, en planos más elevados.

          El agua es bendición en los rituales sagrados, constituyéndose en símbolo de purificación de aquello que toca.

          En la Naturaleza cumple el mismo papel que hace la sangre con el cuerpo: vivifica y multiplica dando vida a todo aquello que recibe su toque mágico.

          En un plano superior, el amor cumple idéntica función. Lava y purifica, dejando su luz por donde pasa. Transforma temores en confianza; celos en seguridad; lo falso en verdad.

          Dice la Doctrina Secreta que somos "hijos del sudor", y no es por casualidad que el cuerpo esté compuesto en casi su totalidad de agua, pero nada sería posible si no interviene el plano superior del Amor, para que esa agua sea tocada por el Espíritu que flota sobre ella.

 

 

 

168º.- Quien es bueno y orgulloso de su bondad transforma perlas en piedras comunes.

         Quien es malo y tiene pesar del mal que practicó puede transformar piedras vulgares en  piedras preciosas

          El hombre es como el rey Midas que al pedir transformar en oro cuanto  tocara, murió de hambre.

          Somos poseídos por la Personalidad y actuamos manejados por la soberbia, la vanidad y la creencia de tener la Verdad de nuestra parte, y nuestra pretendida bondad y rectitud se diluye y pierde en el vacío.

          Estar atentos y ser conscientes,  es el modo positivo de no dejarse arrastrar por la corriente donde transcurren los milagros, los poderes, las curaciones prodigiosas, las conversiones de masas; todo es luz para un día, sin señal de intemporalidad, inconsistente como la materia.

          Es más positivo rectificar un error que afirmar la bondad de nuestra actitud.

 

 

 

169º.- No es bastante la cruda verdad. Es necesaria que ella sea transmitida con sabiduría.

        ¿Y qué es sabiduría?

        Sabiduría es el ropaje de la verdad.

 Se necesita mucha comprensión para situar dentro de un orden de cosas estas afirmaciones.

 La verdad es como una persona y la sabiduría las ropas con las que se viste. Tantas veces como utiliza la Sabiduría, la Verdad va cambiando de aspecto; pero, en su interior,  en su desnudez,  es la misma.

          La Sabiduría es el instrumento a través del cual se transmite la Verdad. La palabra, el ejemplo, la escritura, el amor, son medios de los que se vale el Sabio para llegar a sus discípulos, como distintos lenguajes para entenderse en esta Torre de Babel.

 

 

 

170º.- Alegría y tristeza se completan.

         Si no hubiese alegría, la tristeza no existiría.

         Del mismo modo, si no hubiese tristeza no sentiríamos alegría.

          Así como lo alto y lo bajo, la tristeza y la alegría son complementarias. Ambas son opuestas, pero son polares. No se concibe la una sin la otra.

          Al amanecer lo completa el ocaso; ambos son diferentes, pero idénticos en esencia.

          Si esto es asumido y comprendido, no será difícil entender el por qué de la risa y el dolor, el nacimiento y la muerte, el ser y el no-ser, y así hasta el infinito. . .

 

 

 

 

171º.- El hombre se preocupa con el pasado y el futuro.

         ¡Qué bueno sería si sólo tuviese la preocupación del presente!

          Prestar atención a la periferia y olvidar el centro ha sido y es el problema vital del hombre.

          La memoria del pasado la recogemos como una pesada herencia que cargamos y el futuro lo divisamos en razón del pasado que conocemos.

          Partir desde el centro y actuar hacia la periferia es la actitud razonable que nunca coincide con lo que hacemos, pues somos influidos por motivos exteriores que nos motivan con misteriosos hilos, sin que entendamos la razón y el por qué.

          Partir del centro, del presente, es ser tú mismo, actuar con tus poderes y confirmarte en cada cosa que haces.

 

 

 

172º.- El espíritu de disciplina alarga la visión.

         Adquirirlo es la cosa más necesaria en la travesía del camino espiritual.

          No hay caminos, obras ni objetivos, que se puedan alcanzar, si no hay una disciplina.

          Las pruebas iniciáticas, desde los tiempos más primitivos, consisten en probar la disciplina y el valor de los futuros iniciados.

          Todo demuestra que el uso continuo de la disciplina da bases consistentes para ampliar el campo de visión espiritual, condición imprescindible para una jornada mística donde la meditación, la contemplación  y el correcto vivir en la materia estén unificados.

 

 

 

173º.- En ti mismo debes encontrar tu ideal.

         Ningún otro en la vida será perdurable y verdadero como aquél que creas tu mismo.

          Los ideales prestados son como bellas muletas que sirven para hacer un determinado trecho del camino.

          El auténtico ideal, es el que nace y  desarrolla en nuestro interior, con su particular motivación y qué, finalmente, nos lleva al conocimiento, la sabiduría y el amor.

          ¡Busca tu ideal de dicha! ¡Créalo! Y deja que se procese en ti para que te lleve mucho más allá del corazón; a la dimensión donde todo se disuelve en Luz y Amor.

 

 

 

174º.- El poder, la mayoría de las veces, cuesta más de lo que vale.

         Quien lo alcanza, sin conocer su valor, lo pierde finalmente.

        Porque todo lo que es alcanzado a la fuerza se rebela contra su poseedor algún día.

          Luchar para obtener poder, da motivos a situaciones irónicas.

          Los luchadores que han vivido, combatiendo y hasta matando para obtener el poder, han sido obligados a aceptar que los carroñeros, que medraban a su lado, se llevaran los beneficios que habían conquistado. Para ellos la gloria y, para las rapaces que esperaban la victoria, las ganancias que da la victoria sobre las personas y los pueblos.

          Y este espectáculo o farsa de la vida, se mantiene indefinidamente, pues si el héroe se rebelara o hiciera algún movimiento inesperado, los mantenedores del poder saldrían corriendo abandonándolo, porque ese es el precio del poder: la soledad.

 

 

 

175º.- La carencia de generosidad indica que las puertas del corazón están cerradas.

         Nadie entra ni sale de ahí.

          La generosidad y el altruismo, son las puertas abiertas del corazón.

          Un pecho cerrado evidencia codicia y egoísmo.

          Es como la corriente y el río, el hombre y el Camino. No puede haber compartimentos estancos; el riesgo de podredumbre está presente.

          Lo que detiene, paraliza, cierra o corta, es negativo, pues la vida no es algo fijo, sino que fluye continuamente desde el Infinito, trazando círculos cósmicos.

 

 

 

176º.- La expresión del sentimiento hace que la energía del corazón se disperse.

          Si fuera conservada, sería la propia fuerza.

          Si no sintiéramos la urgente necesidad de expresar la alegría o cualquier otra cualidad sentimental, sabríamos  cuánta es su fuerza.

          Si estos sentimientos no son expresados exteriormente, sino que se transmutan en energías, la suma de ellos es una fuerza pura que podemos utilizar para impulsar nuestro poder hacia la meta común de esta humanidad: la liberación de la ignorancia.

 

 

 

177º.- La verdad purifica.

         Es digna de ser apreciada, proporciona pureza y paz.

         Pero, ¿qué es la Verdad?

         Verdad es aquello que no puede expresarse con palabras.

          Aquí nos encontramos con el Tao de Lao-Tse. La Verdad que puede ser conocida no es la Verdad. Es lo que no puede expresarse con palabras.

          Pero, ¿por qué?

          Cuando el Iniciado llega ante la Verdad sin velos, queda mudo para siempre. Ella es tan grande que no basta el lenguaje para describirla. No hay puente de comunicación. Solamente alguien con la misma capacidad de conocimiento podría entenderlo, y esta comunicación no sería verbal.

          Hablamos, escuchamos y entendemos, pero no es suficiente. También el amor tiene un lenguaje menos articulado y sonoro, pero hay siempre un más allá, otra puerta. Esa es la dirección más correcta.

 

 

 

178º.- La lección de paciencia es la que me doy a mí mismo,  desde que comencé a vivir.

          Desde entonces, procuro practicarla, sin jamás haber aprendido bastante.

          Nada se hace ni consigue, si no es a través del tiempo. Y él lleva implícito los ritmos de espera, los cuales no pueden ser separados sin desnaturalizar la propia esencia de las cosas.

          Aprendemos paciencia porque ella es la llave maestra que abre las puertas de los secretos de la Madre Naturaleza, secretos iniciáticos que son entregados a los aprendices que osan traspasar el muro del tiempo que nos cierra el Camino.

          La ciencia de la paz, no es más que la paz-ciencia en su más simple manifestación.

 

 

 

179º.- No censuro a nadie por haber practicado el mal.

         Pero nunca le aconsejo proseguir por ese camino.

          Aquí se resalta el no juzgar, pues evidenciamos la falta de justicia cuando lo hacemos, ya que al pesar las culpas ajenas en nuestra balanza, quedamos implicados en el juicio.

          Pero, si bien no juzgo, del mismo modo no participo de la misma manera en aconsejar la delincuencia en ninguna de las formas que el hombre conoce.

 

 

 

 

180º.- Nada parece demasiado bueno o malo.

         No conozco distinción alguna entre el justo y el pecador, porque la vida es única y en todo se manifiesta.

          La vida se manifiesta en millones de facetas, en la multiplicidad. Todo es vida.

          El bien y el mal, como todos los opuestos, conviven en una armonía interior. La vida es oposición: luces y sombras.

          El infortunio humano consiste en ver la vida de manera unilateral, despreciando la parte opuesta, la que completa y unifica la visión de conjunto.

          Aceptemos los opuestos y entraremos en la Unidad paradojal de la Vida.

 

 

 

 

181º.- Estoy dispuesto a aprender con aquellos que me quieran enseñar

         y deseo enseñar a aquellos que quieren aprender.

          Si olvidamos la capacidad de aprender, perdemos la más querida de las cualidades que la vida nos da: el ejercicio de la creatividad.

          Por ello, deseo aprender eternamente, hasta ser un recipiente insondable del Conocimiento y, entonces verterme, como el Cuerno de la Abundancia (espíritu de la Navidad), y dar sin tasa ni medida a los que quieren aprender y transmutarse de receptores en dadores del Agua de la Vida.

 

 

 

 

182º.- Cuando el hombre calla, Dios habla.

          ¿Cómo el hombre puede interrogar a Dios? Este dilema se hace bíblico en Job, poema cósmico no estudiado en toda su complejidad.

          El hombre calla ante Dios y la mente, fundida con la Divinidad, recibe el Mensaje de Gloria que ha de bajar desde muchos planos, cada uno de ellos más denso que el anterior, para transformarse en lenguaje humano.

          Callemos ante la Gloria, ante el Misterio, ante la Luz increada, y con reverencia dejemos que Su Mano escriba el Mensaje en nuestra frente.

          Sea para nosotros el Siglo XXI, el tiempo en que las Escrituras y la Palabra lleguen a ser la Revelación más auténtica posible.

          ¡Vamos a hacerla un objetivo, un ideal; escribirla en el corazón y cumplirla en nuestra mente!  Guardemos esta promesa silenciosamente en el corazón y pidamos a la Voluntad que se cumpla en nuestro Destino. En un lugar sin tiempo ni espacio y alguien nos bendecirá por este primer paso desde la mente al corazón.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

183º.- Quien lucha contra la propia naturaleza  por un  ideal es santo. Quien sacrifica ese ideal por realizar la verdad es Maestro.

          La conquista de sí mismo es para los hombres el ideal que señala su capacidad de evolución, y lo llamamos santidad.

          Pero, la búsqueda de la verdad, sacrificando lo que llamamos valores de este mundo, demuestra la maestría del Iniciado.

          Lo primero, es cómo obtener una ganancia lícita o un premio por la victoria alcanzada.

          Lo segundo, es la renuncia a cualquier recompensa, dejando que la verdad brille por sí misma sin la sombra del que ha llegado a ella.

 

 

 

184º.- Para el alma el amor significa gloria.  Para el alma humana, afecto. Para el materialista, pasión.

          Los grados del amor son como las mil caras de Dios, expresadas en este sentimiento.

          La pasión es como la génesis de la luz y después el fuego devorador.

          El afecto es el corazón con su dulzura tibia y suave.

          La gloria es el cuerpo, el corazón y la consciencia, vibrando al compás de una melodía desconocida.

 

 

 

185º.- Haz tu corazón moldeable como la cera para que pueda simpatizar con otro. Pero duro como el acero para registrar los golpes.

          La amistad necesita de la flexibilidad, la comprensión  y el afecto, para albergar en nuestro corazón a la criatura humana y construir un lazo de hermandad en el amor.

          Pero hemos de ser fuertes, resistentes y corajosos para resistir los golpes que nos llegan desde la discordia, la envidia y el recelo, hijos del rencor y la ignorancia.

 

 

 

186º.- Del amor material viene la reciprocidad. Del amor espiritual, la benevolencia.  Pero de la esencia del amor nace la renuncia.

          Los hombres aman y exigen amor.

          Algunos aman sin pedir más que aquello que de buen grado les dan.

          Pocos aman sin esperar recibir nada a cambio.

          Muchos comparten el amor.

          Pocos esperan.

El amor esencial nunca ha sido moneda de cambio.

 

 

 

 

187º.- Quien desconoce la verdad es un inconsciente. Quien la busca es consciente. Pero quien la encontró es un alma experimentada.

          El inconsciente es autómata y  no encuentra la superación de la realidad.

          El consciente es sabio y amigo de la Verdad.

          Cuando la inteligencia experimenta el sabor de lo Real, como la abeja liba la miel en la flor, la Sabiduría se entrega al hombre.

 

 

 

188º.- Quien gastó, aprovechó.  Quien coleccionó, perdió.  Pero quien dio acumuló su tesoro para siempre.

          El espíritu de ganancia utiliza la vida como un negocio de beneficio calculado.

          Otros dejan de especular y atesoran en sus almacenes lo conseguido, lejos de la polilla y la herrumbre.

          Quien que siembra y recoge su cosecha, cumple con la Ley.

 

 

 

189º.- La pasión es el humo y la emoción el combustible de la llama del amor. El desprendimiento es la chispa divina que ilumina el camino.

          Conocemos el amor que es llama y su combustible lo agotamos con el paso del tiempo. Pasión y emoción se devoran mutuamente.

          La renuncia y la generosidad, son faros alumbrando el camino de las naves que flotan en el mar de los sentimientos, buscando una ruta segura.

 

 

 

190º.- Ser sutil e inteligente es natural. Pero ser sabio y simple es un misterio.

          La inteligencia es natural en el hombre, así como la sutilidad forma parte de la sabiduría de vivir plenamente la experiencia de la existencia.

          La simplicidad, lo natural, es señal de sabiduría y no se tiene con el nacimiento, sino que se necesita nacer dos veces para su tenencia y disfrute.

          Ella es un misterio, porque pertenecemos a la clase de hombres del primer grupo y difícilmente alcanzamos realizar la segunda definición que, sin embargo, es la que nos pertenece por derecho divino.

 

 

 

191º.- Luchar contra otro es hacer la guerra.  Luchar consigo mismo es traer la paz a la propia alma.

          Pedimos en el exterior lo que  negamos realizar en nuestro ser. Esa es nuestra lucha y nuestro fracaso.

          Cuando volvemos derrotados, cansados de que nuestra mano derecha luche inútilmente contra la izquierda, encontramos que toda conquista es hacia el interior.

          Y el Ser se encuentra frente al No-Ser, en un abrazo amoroso para fundirse en la Luz  y en una re-conciliación al fin encontrada.

 

 

 

192º.- El hombre es la causa de su propia muerte. Su alma fue creada para vivir eternamente.

          La materia está destinada a morir y el ser humano es causante de que su muerte se precipite en el tiempo, debido a la enfermedad y la ignorancia de sus  fuentes energéticas.

          La mente y sus otros vehículos más sutiles fueron creados para vivir un espacio más dilatado de tiempo, incluso más allá de la muerte física.

          Cuando obtenemos el conocimiento de nuestras diversas existencias, somos maestros de la vida y tenemos la primera visión del significado de la Eternidad.

193º.- El insensato come más de lo que puede digerir, junta mayor peso de lo que puede cargar, corta la rama del árbol en que está sentado y esparce espinas en su propio camino.

          La ignorancia es el origen del pecado. La llamamos egoísmo, codicia, insensatez y otros calificativos más, pero básicamente es ignorancia.

          Nos llamamos desgraciados cuando no conocemos, porque la vida no nos da lo que de ella exigimos. Fracasamos y culpamos de ello a los otros, que no reconocen nuestros pretendidos méritos. Sembramos la confusión o el desamor y esperamos respeto o gratitud.

          A las circunstancias accidentales respondemos que no las merecemos y actuamos sin consciencia ni sentido alguno del equilibrio.

 

 

194º.- Si quieres te obedezcan, aprende a obedecer. Si quieres crean en ti, es necesario aprender a creer en ti mismo. Si quieres te respeten, aprende a respetarte. Si quieres confíen en ti, debes aprender a confiar  en ti mismo.

          Nadie puede esperar aquello que no merece, y menos aún si no ha hecho méritos suficientes para ello.

          Tenemos que ser autores y actores de nuestra propia vida sin esperar que nuestras actuaciones provoquen forzosamente reacciones favorables a nuestros intereses cuando actuamos con malicia y  cálculo egoísta. 

 

 

195º.- El amor del cielo es comprensión.  El de la tierra devoción.

          Si Dios fuese un ente tangible y sujeto a razón, sería la mínima comprensión ante la estupidez humana. No es así, porque está más allá de cualquier juicio u opinión humana. No obstante, desde cualquier dimensión situada por encima de la humana, la comprensión es lógica y razonable.

          Como contrapartida y con un efecto que va desde abajo hacia arriba, la devoción humana actúa como reacción natural, por la necesidad de una gratitud hacia ese favor que recibimos.

 

 

 

196º.- La conquista de la espiritualidad es volverse consciente del ser perfecto que habita en nuestro corazón. 

          Volver a la realidad,  ser consciente, realizar el nacimiento del Ser en nuestro corazón, es lo que llamamos Iniciación.

          Despertar a este conocimiento es tener la certeza de que, tomando el gobierno de nuestro Destino, vamos sin vacilar a nuestra morada estelar.

 

 

 

197º.- La bendición es para todas las almas. Porque cualquier alma, sea cual sea su fe o creencia, pertenece a Dios.

          El fanatismo divide a los hombres haciendo distinciones entre dogmas y dioses, como si fuesen poseedores de la única Verdad y sus dioses compitieran entre sí.

          Dios es el Señor de todas las cosas y no hace diferencias entre colores, culturas, ritos, creencias y otras inexplicables confesiones que "fabricamos" para ser diferentes.

          Todos, sin excepción, desde el santo al criminal, estamos sujetos a la Ley de la Evolución y sean cuales sean las circunstancias, hemos de progresar de buen grado o por obligación forzosa.

 

 

 

198º.- Cada uno de nosotros crea su propio Dios,  imaginando la forma, y no la esencia, creando así muchos dioses en vez de un único Ser.

          Cada cultura, dependiendo de la evolución propia y sus Maestros espirituales, crea un dios, hecho a imagen y semejanza de sus necesidades materiales y espirituales.

          Los panteones están llenos de dioses menores y santos para atender nuestras variadas miserias y carencias. Pero, vana es la llamada suplicante del devoto si lo que pide son bienes materiales, con olvido de la esencia divina que guarda en su interior que ignora o tiene en poca consideración.

 

 

 

199º.- El amor no me enaltece ni el odio me deprime, pues todo me parece natural.  La vida es un sueño que cambia eternamente.

          Amor y odio son pasiones que, de alguna manera, tratamos de controlar o minimizar, para no perder el control o gobierno de nuestras mediocres pasiones.

          Decimos que la vida es sueño, pero opino que es una ensoñación inconscientemente medida y pesada, con sus pensamientos y emociones particulares, y que llega hasta el límite del despertar, pero cuidando de no hacerlo, para que las ilusiones y espejismos sigan sosteniendo y soportando nuestras apariencias de vida.

 

 

 

200º.- Perder en la vida es igual que deshacerse de ropas viejas y ser sustituidas por otras nuevas. Lo nuevo es mejor que lo muy gastado.

          Si vemos la vida desde un plano superior, las cosas cambian su polaridad y lo que ganamos lo vemos como perdido, mientras que lo que perdemos es contemplado como la oportunidad de mudar hacia una situación más cómoda.

          El cambio desde la positividad, es la constante renovación de nuestro estado de inercia, hacia una actividad rítimica que tiene como finalidad la ampliación de un estado de consciencia que nos haga  menos vulgar y mediocre.

 

 

 

201º.- Al dejar el mundo no será el número de los que me acompañen  lo que me llenará de orgullo,  sino la idea de haber dado el conocimiento de la  Divinidad a algunas almas y la seguridad de haberlos ayudado a través de la vida.

          Servir, es la clave mágica que hemos de poseer si queremos dar luz a quienes la buscan y ayudar desinteresadamente a los que saben luchar por su elevación espiritual.

          El conocimiento de Dios es el diamante que, cuando encontrado, podemos ofrecer a los auténticos héroes que tienen la Sabiduría como objetivo de su batalla interior, y por ello trabajan hasta más allá de sus fuerzas para someterse a su Justicia y Perfección.

 

 

 

202º.- La lente refleja el interior del Sol. El corazón contemplativo refleja  las cualidades divinas.

          Somos espejos que reflejan la luz que llevamos dentro.

          Si somos luminosos o brillantes, es porque nuestro espíritu está en ese estado y lo proyecta desde los pensamientos y sentimientos personales.

          Si estamos tristes o deprimidos, es porque nuestro espíritu está oculto y las nubes negras del corazón y la mente, órganos de expresión vital, no dejan pasar la luz que llevan dentro.

          Evolucionar es comenzar a limpiar la polución mental y la negatividad que corroe nuestras vidas; abrir puertas y ventanas para que la luz y el aire entren sin medida que los disminuya ni debilite.

          Escoger lo mejor de la vida, es dar preferencia a la calidad sobre lo vulgar, lo gris y lo que no tiene valor en el tiempo.

 

 

 

203º.- La verdad evidencia a Dios.  Dios hace evidente la verdad.

          Verdad es aquello que el tiempo no altera ni cambia. Es la evidencia de su naturaleza inmortal o su Realidad.

          La verdad es real e incambiable y lo contrario es ilusorio y movible, por lo que buscamos en todo la verdad que nos da fe y seguridad interna, pues ello comporta el nivel de creencias, tanto en nosotros mismos como en nuestro entorno.

          El tiempo trabaja a favor de la Verdad y ella se revela para hacer real lo Divino.

 

 

204º.- El desarrollo espiritual de cada uno depende del ritmo de su vida.

          Si conocemos la Ley del Ritmo, hemos de convenir que dependemos de su puesta en práctica para que se mueva al compás de los ideales que desarrollan los primeros brotes de la primavera espiritual y nos lleven al pleno sol de la Iniciación espiritual.

          Si nuestros ritmos personales son lentos o de baja calidad, el desarrollo queda estancado o bajo mínimos, sin evidenciar ningún nivel que comporte altura y objetividad.

 

 

 

205º.- Todo lo que buscas en Dios como luz, vida, fuerza, alegría y paz, se puede encontrar en la Verdad.

          Procurar a Dios sin la debida sabiduría, es como conducir un automóvil sin ruedas.

          Hemos de limpiar primero nuestras vestiduras, tal como: pensamientos, sentimientos y actitudes y con este primer paso se inicia el encuentro hacia la Verdad, que encontraremos cuando estemos poseídos por la pureza de intenciones.

          Y si la verdad es hallada, entramos en posesión de la Luz, de la Vida y disfrutaremos de sus dones, que son: energía, armonía y equilibrio.

 

 

 

206º.- Verdad y mentira parecen como el hombre y su sombra. La diferencia es la vida y la muerte.

          Verdad es vida. Mentira es muerte. Ambas son extremos entre los que la existencia se desarrolla y evoluciona.

          Para el hombre materialista, verdad es todo aquello que le conviene y protege sus intereses en la Tierra. Mentira es cuanto se enfrenta a sus ambiciones y motivaciones para el goce y disfrute de su paso por la vida.

          Como vemos, ambos conceptos son manipulados por la mente humana que hace opaca toda luz que toca, pues no se siente bien con la claridad y armoniza con las sombras y las penumbras, porque ellas le dan sentido de existencia, aunque esta sea grosera. La luz motivaría la desaparición y muerte súbita de sus egos.

 

 

 

207º.- Si te elevas sobre la materia, el mundo estará a tus pies. Si te apegas a las cosas el mundo te dominará.

          Escoger dónde estar es responsabilidad de cada uno. Riqueza y miseria son escogidas por nosotros, porque la capacidad de optar por lo positivo o negativo es siempre elección personal.

          Cuando nos ofrecen el poder, es siempre a costa de nuestra conciencia y el resultado es encontrar nuestra voluntad encadenada a la miseria de los vicios, antiguos unos y adquiridos otros.

          Vivir apegados a las personas o los objetos o ambos a la vez, es condenarse al dolor y el llanto, porque el cuerpo de deseos obligarán a la mente para que acepte el papel de menesterosa, implorando eternamente migajas de efímero placer.

 

 

 

208º.-Puedo envidiar al que ama sin esperar ser retribuido.

          Cada vez que sentimos algo tan digno del calificativo de maravilloso, como es el amor, quedamos esperando algún tipo de reconocimiento por parte de la otra persona.

          La ceguera y el egoísmo es tal, que nos comportamos como personajes inmaduros, pretendiendo que todo marche en órbitas que giren a nuestro alrededor.

          La evolución da la madurez necesaria para no esperar ni carecer de amor.

 

 

 

209º.- La vida es lucha, y triunfa el que se vence a sí mismo.

          La lucha por la vida se concibe hacia el exterior: el hombre contra la naturaleza y la sociedad.

          Y es ilusorio pensar así, pues el mundo de los efectos nos llevaría constantemente al fracaso, porque naturaleza y sociedad son más fuertes y poderosas que el individuo.

          Autenticidad es un nombre para la batalla que entabla el hombre para vencerse a sí mismo. Forjarse un carácter, crear un deseo para uncirlo a la voluntad, unir mente y corazón, compartir personalidad e individualidad y coordinarlo todo hacia un alto ideal de armonía y belleza.

Entonces y sólo entonces, nos descubrimos en nuestra realidad y por el descubrimiento de sí mismo, la vida se revela y entrega con todos sus misterios y secretos.

 

 

 

210º.- El lenguaje espiritual habla la verdad y no el lenguaje de la carne.

          Llamamos lenguaje de la carne al modo de expresión del ego que lo hace a través de la lógica y la retórica.

          Decimos lenguaje del espíritu al que se revela con síntesis y simple naturalidad.

          Cada día y momento, hemos de elegir entre ambos lenguajes, cuando en nuestra cotidianeidad nos relacionamos con el prójimo.

          Y cada opción retrata nuestra evolución, momento a momento.

 

 

 

211º.- ¡Bendito mi exilio desde el Jardín del Edén a la Tierra!  Si no hubiese pecado no tendría la oportunidad de conocer los abismos de la vida.

          La experiencia es la riqueza que lleva el alma cuando se desprende del cuerpo que la contenía y cubriendo al espíritu va de regreso a su patria original, a la Casa del Padre; ella, en su luminosidad, es como un faro que guía al viajero en medio de la oscura noche de los tiempos.

          El conocimiento de la dualidad material del mundo es análogo al Árbol de la Vida y de la Ciencia, donde el Iluminado avanza desde la Puerta de los Hombres hacia más allá del Sol, hacia la Puerta de los Dioses, donde es recibida en su auténtico estado de Pureza, Justicia y Perfección, pues ha sido previamente purificada en la Tierra.

 

 

 

212º.- Una vida improductiva es una vida inútil.

          La vida comienza por un "venir a ser" para concluir en un "servir". Si no se da cualquiera de los dos supuestos, decimos que la vida a nivel material ha sido inútil o que,  a un nivel superior, no ha progresado en su misión de prueba.

          La existencia es demasiado valiosa para que nos sea indiferente o la malgastemos en frivolidades. Cada uno es responsable de la vida que ha recibido y esa obligación hemos de realizarla con el mayor respeto, hasta que nuestros días en la tierra se hayan cumplido.

 

 

 

 

                                                             

                                                                      

 

 

213º.- En esencia, todo ser humano es Cristo.

 

         Hemos de tener consciencia que nuestra verdadera naturaleza, nuestra esencia, es ser tanto Hijo del Hombre como Hijo de Dios, perfecto, armonioso, rico y libre. Por la práctica diaria de la meditación, tendremos una más exacta medida de nuestra Esencia Divina y comprenderemos la perfección magnífica e incomparable de todos los seres del cielo y de la tierra.

 

 

 

214º.- Cuando tenemos consciencia de nuestra perfección interior, admiraremos la perfección interior de toda persona.

 

         Si sentimos admiración por algo, en verdad estamos queriendo tomar consciencia de su perfección interior. Cuando la Luz del Amor de Dios nos ilumina, somos generosos y amamos sinceramente a todo y a todos; sólo tenemos palabras de admiración y surge el Paraíso ante nosotros. Observando el mundo con mente optimista, recibimos la Luz de Dios.

 

 

 

 

215º.- Si tienes una buena idea, da el primer paso para concretizarla.

 

         Si tu mente está sintonizada con la mente de Dios y tienes la idea de realizar una buena acción, es porque llegó la hora de ponerla en práctica, pues ha habido un proceso de maduración interior inconsciente. No dudes. La oportunidad es como una persona calva que tiene cabellos solamente en la frente. Es necesario agarrarlos cuando se aproxima, pues sería imposible hacerlo después de haber pasado.

 

 

 

 

 

 

 

216º.- El ser humano es la más bella de las flores porque en él se manifiesta la gran vida del Universo.

 

         El hombre, como hijo de Dios, recibe los cuidados amorosos de sus padres en el plano terrenal y se desarrolla teniendo el ambiente como tierra y las múltiples experiencias como fertilizante; crece su tronco, se llena de hojas, absorbe la luz de todas las circunstancias positivas; su alma se llena de profundidades y se amplía; las ramas crecen y brotan los botones que anuncian las próximas flores; viene el exuberante florecer y, finalmente, produce frutos bellos y perfectos, que a su vez guardan dentro de sí las semillas para la próxima siembra.

 

 

 

 

217º.- Recibimos al final aquello que damos desde el principio.

 

         Se recibe lo que se da: esta es la ley universal. Es la ley de causa y efecto. Trabajar para los demás es trabajar para sí mismo. Esto es porque el otro y tú forman la unidad humana; tu vida es, en el fondo, la misma vida del otro. Quien da en abundancia recoge en abundancia, pues la cosecha viene del cielo.

 

 

 

 

218º.- Siembra en la mente de tus hijos el sueño de una vida bella, benéfica y noble.

 

         No destruyas el sueño de tus hijos. Estimúlalos para que tengan un grande y noble ideal. Fija como objetivo algo bien alto, tanto como el Sol, y que lancen el dardo del idealismo; y, aunque no alcancen la altura deseada, la flecha volará muy alto. Ayúdales a idealizar metas cada vez más elevadas.

 

 

 

219º.- Quien acepta los buenos consejos con docilidad, progresará siempre.

 

         Admitamos con prontitud nuestros errores. Nada enseña más que la propia experiencia y la consciencia de habernos equivocados. No consideremos desfasados los consejos de los padres o de los buenos amigos y consejeros. Existen positivas experiencias que se mantienen inalterables a través del tiempo. Quien escucha humildemente a las personas de más experiencia, progresa siempre.

 

 

 

 

220º.- El trabajo hecho con alma es siempre una obra prima.

 

         En la sociedad pasada, predominaban los hombres de espíritu elevado, que no trabajaban exclusivamente por intereses económicos. Debemos imitarlos dedicando lo mejor de nosotros a todo lo que hacemos. Así nacen las más nobles virtudes, las artes y las ciencias de la Humanidad. Dedicar la vida a algo noble es lo mismo que entregarnos a la edificación de un alma inmortal, amar impersonalmente a todo cuanto late con vida en el cosmos.

 

 

 

 

221º.- Dedicándonos totalmente a la felicidad de los otros, es como seremos felices.

 

         El esfuerzo para hacer felices a otros, también nos trae la felicidad. Obtendremos la verdadera dicha cuando la alegría de nuestro prójimo resplandezca en nuestro corazón. Abandonar el egoísmo y proporcionar a los demás todo lo que poseemos de noble y verdadero, y eso trae felicidad real.

 

 

 

222º.- Quien es sabio, reverencia todos los seres del cielo y de la tierra.

 

         Si estamos llenos de la sabiduría espiritual, conoceremos las leyes de la mente. Reverenciaremos en cada persona la verdadera naturaleza, perfecta y divina que manifiesta, y dejamos de ver sus defectos. Así nacen a nuestro alrededor la paz y la armonía.

 

 

 

 

223º.- Abramos los ojos de la mente y el corazón y veamos que la gracia de Dios brilla en todas partes.

 

         Veamos la luz que se encuentra en el interior de todas las cosas. La Vida resplandece en la atmósfera; respirar el aire es respirar la Vida. El amor brilla en el agua que corre; beber el agua es beber el Amor. La gracia de Dios está en todos los alimentos; comer es absorber la gracia de Dios.

 

 

 

 

 

224º.- A quien se encuentra enfermo, perdón, amor y paz son indispensables para su curación.

 

         El enfermo que desea curarse debe visualizar las personas por las que siente odio, rencor o esté simplemente en desarmonía con ellas y, con las manos juntas, orar en los siguientes términos: "Yo perdono a estas personas (citar nombres) y las acojo en mi corazón con el amor de Dios. Igualmente, Dios me perdona y me envuelve con Su infinito amor". Es una de las mejores medicinas que se conocen porque elimina todas las toxinas de la mente y del corazón.

 

 

 

 

225º.- Vivir el  "ahora" es dedicarse al trabajo    del cuerpo y del alma.

 

         Si deseamos vivificar el  "ahora", demos totalmente la vida al objetivo fijado, cualquiera sea. Concentremos toda la atención y sea una entrega total a nuestro qué hacer.

 

 

 

226º.- Si abandonamos el ego y lo anulamos  por nuestra entrega a los demás, fluirá para nosotros la Sabiduría Divina.

 

         Concentra tus esfuerzos en aquello que beneficia al mayor número de personas y ejecuta lo que fuera necesario para ello. En el momento que abandonas totalmente el ego, una nueva fuerza te orientará con sabiduría superior. Después,  cuando abandonas el Yo y te entregas a Dios, se abre el canal que te une con la Armonía Divina.

 

 

 

 

227º.- Cuando te encuentres ante una dificultad, sabe que  Dios te está probando.

 

         Actuando según la sabiduría humana, es imposible percibir la necesidad de cambiar el rumbo de nuestra vida. En muchas ocasiones, Dios nos alerta a través de inesperados obstáculos, obligándonos a desviarnos del camino equivocado. Por eso, es importante orar siempre y contar con la Sabiduría de Dios, creyendo que no existen problemas, por más complejos que sean, que no puedan ser solucionados con Su ayuda.

 

 

 

 

 

228º.- Cuando tú te esfuerzas hasta más allá del  límite de tus capacidades,  se realiza lo que deseas.

 

         Jamás perdamos la esperanza desistiendo de un ideal, porque en el mundo mental él está camino de la materialización. Además del amor, esfuerzo y oración, es necesaria la alegría para concretizarlo. Vamos a esforzarnos con mente alegre para alcanzar el objetivo que nos proponemos en la vida.

 

 

 

 

229º.- El hombre fue creado para ser feliz. De nosotros depende volver al estado original.

 

         El niño, gateando y agarrándose a alguna cosa, se esfuerza por conseguir andar. El esfuerzo en busca de la felicidad es un comportamiento propio de quien nació para ser feliz. A través de múltiples tentativas, el ser humano es capaz de alcanzar su objetivo.

 

 

 

 

230º.- Muchos hombres sanarían si aceptaran con gratitud  lo que la vida les da.

 

         Cuando se alcanza un estado espiritual capaz de aceptarlo todo con gratitud, desaparece el miedo. El temor permanece en cuanto la persona esté buscando el camino de evadirse de todas las cosas. Digamos: "No escaparé más. Venga lo que venga, estoy preparado para aceptarlo",  y cuando se toma esta decisión, el miedo se disipa y se cura la enfermedad. Agradecerlo todo es reconciliarse con todo.

 

 

 

231º.- Quien aprende y progresa diariamente no envejece. Cuando dejamos de aprender y progresar, comienza la vejez.

 

         Quien siempre avanza y mejora, teniendo consciencia de que está creciendo interiormente de alguna manera, no envejece. La predisposición para renovarse, proporciona rejuvenecimiento físico. Esto no significa correr tras las modas, sino absorber diariamente nutrientes para el alma y elevarse cada día. Escuchemos siempre la Verdad que canta su melodía eterna en el alma.

 

 

 

 

 

232º.- Las palabras alegres iluminan el alma de quien las dice y las escucha.  Actúa con alegría y todo será alcanzado.

 

         Las palabras alegres y positivas vivifican, tanto a nosotros como a los demás. Pronunciar palabras optimistas y esperanzadoras es una caridad mucho mayor que una limosna. Quien proporciona alegría a su semejante recibe cien por uno. Esta es la llave para ser felices y hacer lo a los demás.

 

 

 

 

233º.- El secreto de la belleza del cuerpo es mantener un ideal en la mente y avanzar hacia adelante y hacia arriba.

 

         Si tienes un ideal y esperanza de alcanzarlo, posees una expresión fisonómica viva, luminosa y bella, independientemente de tus facciones físicas. El rostro de una persona se vuelve agresivo o bondadoso, malicioso o puro, dependiendo de la naturaleza del sentimiento que cultiva diariamente en su interior. Es importante, pues, irrigar la mente y el corazón con amor y mantenerlas limpia de impurezas y malicias.

 

 

 

 

234º.- Ser honesto hasta el fin es una virtud. Sin la honestidad, ningún acto es virtuoso.

 

         Para mantener la honestidad ante las presiones del mundo material, es necesario tener coraje. Obviamente, necesitamos la virtud de la paciencia y la armonía con todos, pero sin tener connivencia con equívocos ni falsedades. Ante la firme decisión de mantener la honestidad hasta el fin, los obstáculos ceden y dan paso al hombre recto.

 

 

 

 

235º.- Lo que hace opaca nuestra infinita capacidad, es la mente presuntuosa que dice: "Ya progresé lo suficiente".

 

         "Aún estoy en el comienzo". Quien piensa así, con modestia y humildad, no sufre decepciones. Siendo el hombre hijo de Dios, por más alto que llegue, aún posee una infinita capacidad que ha de ser manifestada. Creerse un ser divino, es pensar: "Aún estoy en el comienzo".

 

 

 

236º.- Lo que se mentaliza o pronuncia  con hondo sentimiento constituye una eficaz oración.

 

         Lo que piensas o pronuncias, todo es oración. Orar no es solamente aplicar unos minutos al día ante un altar, un oratorio o en el silencio de un espacio determinado. Quien piensa permanentemente en algo, está orando para su realización. Por eso, es importante pensar o hablar constantemente, en sentido positivo y bueno, de cualquier cosa que sea tema de evolución o de proyecto.

 

 

 

 

237º.- El hogar es la escuela de la vida. La verdadera escuela del alma tiene su comienzo en la vida familiar.

 

         El hogar es la primera escuela donde el alma comienza su aprendizaje. La familia está constituida por almas que poseen vibraciones semejantes. El estado de nuestras mentes aparece proyectado en el temperamento de los niños, en el estado de salud de los familiares, en la actitud de los padres. Si corregimos nuestras mentes y actitudes, los otros cambiarán espontáneamente de comportamiento.

 

 

 

 

238º.- Si piensas sinceramente todo el tiempo en la felicidad de tu prójimo olvidando tus propios problemas, estos desaparecerán.

 

         Pensando con devoción por la felicidad ajena, mentalizando nuestra perfección y armonía interiores, nuestra alma se purifica y eleva. Y, poniendo en práctica las enseñanzas del amor, el alma se llena de contento, la Vida vibra de alegría. Y cuando la Vida vibra, se recupera naturalmente la salud del cuerpo y la del alma.

 

 

 

 

239º.- La represión provoca resentimiento. Las palabras amables son dócilmente cumplidas.

 

         Las represiones exaltadas no mejoran a las personas; por el contrario, provocan rebeldía y traumas internos. Las palabras suaves armonizan los sentimientos, hace cesar la discordia, traen paz y transforman el ambiente en un paraíso. La agitación desaparece ante las palabras amables.

 

 

 

 

240º.- Todo ha sido creado con alegría. La alegría es una fuerza creadora.

 

         Dios creó el universo y al hombre con la alegría de la Vida. Todo lo que existe es manifestación de la alegría divina. Y, siendo el ser humano una manifestación de Dios, cuando él se alegra, Dios se alegra. Sin alegría el hombre no consigue llegar a la creatividad, aquello que le identifica con su Creador.

 

 

 

 

241º.- Dios jamás creó la enfermedad; por tanto, ella no existe. La enfermedad es manifestación ilusoria. La ilusión es el juego de la mente.

 

         Dios no creó la enfermedad, por más real que ella parezca no pasa de ser una imagen ilusoria. Es lo mismo que estar enfermo durante una pesadilla; no es una existencia verdadera. ¡Despierta de ese sueño! ¡Abandona los sentimientos hostiles y las tristezas! ¡Abandona los sentimientos que están proyectando la dolencia! Veremos que así ella desaparecerá.

 

 

 

 

242º.- Se tiene la verdadera libertad cuando la mente se libera de los apegos.

 

         No confundamos el amor con los apegos. El verdadero amor consiste en alegrase con la felicidad del otro y concederle libertad, sin apegarse a él. El ser humano aprende las primeras lecciones de amor a través del apego, pero, cuando libera a la persona amada, ese amor madura. Se obtiene libertad total cuando el apego cesa.

 

 

 

 

243º.- Lo que aparenta ser adversidad es un aviso para que corrijas tu camino.

 

         Las contrariedades son una invitación para desarrollar la capacidad infinita de soluciones que se aloja en nuestro interior. No aparecen para contrariarnos, y sí para que tengamos oportunidad de exteriorizar el amor, la sabiduría y la capacidad de nuestro ser interno. La Vida jamás crea obstáculos que impidan el progreso del ser humano.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

244º.- Si tu prójimo no te paga sus deudas, soporta eso con paciencia. Día vendrá en que céntimo por céntimo te será pagado con intereses.

          Cada uno de nosotros vive bajo la Ley de la Compensación y del Equilibrio.

El Iniciado no se siente perjudicado cuando algo material le es arrebatado o si sus haberes no le son abonados. Sabe que hay un poder que actúa compensando los desniveles humanos.

          La existencia actúa con un programa elaborado por inteligencias superiores y lo comprobamos al recibir de ella todo cuanto hemos sembrado positivamente y sin interés egoísta.

 

 

 

245º.- ¡Vanidad!

          Tanto el justo como el pecador beben de su taza.

          ¿Cuántas cosas se han hecho con la vanidad que se esconde tras la voluntad ejecutora humana?

          Sería complicado estar separando de cada acto humano la impura voluntad de la vanidad; pero el individuo debería tener consciencia de su voluntad y deseo para depurar la simple intención de la estúpida vanidad.

 

 

 

246º.- Cielo e infierno no son más que manifestación de pensamientos         agradables o desagradables.

          Los estados psíquicos han sido comparados a los cielos e infiernos bíblicos.

          Pienso que en un estado de total carencia, donde el deseo es sentido en extremo sin poder ser satisfecho en lo más mínimo, el infierno estará presente desde el primer momento.

          Los pensamientos armónicos y positivos tienen en sí la potencia necesaria para que estemos a placer en cualquier situación de nuestra vida, incluso en posturas que nos hubieran sido difíciles solucionar en otro tiempo pasado.

 

 

 

247º.-La verdad es una herencia divina que se halla en el fondo del corazón humano.

          Llegar al fondo de la verdad, es como tocar el corazón humano en profundidad.

          Supone gran esfuerzo llegar a esa dimensión, desconocida para millones de hombres, porque el corazón humano se distrae demasiado en el juego de la superficialidad.

          Evitamos el encuentro con nuestra divinidad interna, por miedo a la propia responsabilidad, sin querer asumirla y temiendo contemplar nuestra cara original que preferimos ignorar.

           Y renunciamos a nuestra legítima herencia para seguir con los viejos miedos sin que renunciemos a la falsedad de nuestra vida.

 

 

 

248º.- Antes un pecador sensible que un justo sin indulgencia para con su prójimo.

          Los conceptos de pecado y justicia han de ser flexibles para llegar al entendimiento global de la sentencia.

          Quiero decir que el hombre ha de ser más sensible y real para llegar al recto entendimiento, caso contrario, estarían nuestras vidas bajo una suerte de represiones.

          El justo sin caridad no suena, no cumple con su responsabilidad, decía Pablo el apóstol. El sensitivo, aún siendo culpable, obtiene más posibilidades de alcanzar el Conocimiento de lo Divino.

 

 

 

249º.- El hombre raciocina de acuerdo con las propias conveniencias.

          Si reflexionamos con imparcialidad llegaríamos a esta conclusión: pensamos y racionalizamos, teniendo como objetivo final el bien ganancial o una manera egoísta de aumentar el bienestar futuro.

          No se nos ocurre pensar en el afán de lucro en que incurrimos, sino que lo contemplamos como de uso natural, ya que nuestra naturaleza material tiende a ello.

          Incluso el hombre religioso cae frecuentemente en el error de confundir los bienes materiales con el goce espiritual,  mezclar la paz y el amor en la tierra, con la promesa de bienaventuranza en la otra orilla de la vida.

 

 

 

250º.- Cuando el hombre se eleva por encima del sentimiento del deber eso se torna en su propio placer.

          El deber es la ética del hombre que acepta plenamente su cuota de responsabilidad en la existencia.

          Elevarse a un nivel más alto, es superar la ética para transformarla en segunda naturaleza y ello conlleva el placer de mostrarnos tal como somos, haciendo con naturalidad lo que para otro es forzar la voluntad.

 

 

 

251.- Sufrir con paciencia es señal de progreso.

          La frase "sufrir con paciencia", no debe producir  pensamientos de dolor, sino que ha de expresar un sentimiento de paz y comprensión (paz-ciencia). La misma palabra "sufrir", sugiere la tolerancia con paciencia.

          El progreso está en la total aceptación del sentido de la palabra y saber que de ella se deriva: tolerar, tener paciencia ante el dolor y saber que todo ha de pasar con el ritmo inevitable del tiempo, que hace justicia a todo acto humano.

          A la luz de la paciencia, vamos todo hacia el futuro, que no es más que la Luz que ha de llegar a cada hombre que se levanta y anda.

 

 

 

252º.- Cuando la envidia se transforma en celos, la aspereza del corazón se reviste de amargura.

          El corazón, sede de los sentimientos, tiene una delicada labor: separar lo auténtico de lo falso, la verdad de la mentira.

          Sentir envidia o celos es como devorar la sal creyendo que tiene un dulce sabor. Mentiras como: "la venganza es dulce", se propala entre la gente que ha llegado a creer en su realidad.

          Hay que dejar de vivir bajo el signo de la mentira. Ver con claridad y equilibrio cómo el gusano de la envidia o el demonio verde de los celos envilece y perturba nuestra paz. No demos crédito a estos malos consejeros y hagamos como dijera un filósofo, dirigiéndose al célebre conquistador Alejandro: "Si no te conquistas a ti mismo, vano será haber conquistado la tierra conocida".

 

 

 

253º.- El ideal es el medio, pero liberarse de él es la finalidad.

             Los ideales son metas trazadas con el propósito de trabajar para cumplirlos, llegando así a la superación de nuestra vida material.

                Una vez alcanzadas, las metas han de ser eliminadas, pues caso contrario llegaríamos al vacío existencial. Metas cada vez más altas y  apuestas cada vez más fuertes, porque ese es el propósito de la vida.

 

 

 

254º.- El valor del sacrificio está en la espontaneidad.

             El sacrificio como obligatoriedad o por deber y hasta para hacer el bien, carece de espontaneidad. Hay un punto de cálculo en estas tres posibilidades, pero en la espontaneidad está la verdad sin cálculo; es como un no-hacer, donde todo se produce de manera natural.

             Cuando sacrificamos algo propio y querido a cambio de un bien general o beneficiando a otro, la virtud está en el propio acto sin esperar ningún otro tipo de compensación, pues en tal caso quedaríamos atados a la espera de una recompensa en esta vida o en la otra.

 

 

 

255º.- El optimismo es el resultado del amor.

             Todo amor es luz y a su intensidad debemos la claridad que recibimos por medio de él.

             El calor es energía y su consecuencia es luz, que en el hombre se revela por su visión positiva de las cosas.

             El optimista renace en la luz y con ella vive y triunfa, haciendo su felicidad y la de quien es tocado por él, transformando su vida en una lámpara que alumbra desde lo alto el sendero de los caminantes del desierto.

 

 

 

256º.- Todo lo que retiene al hombre en su jornada para el fin deseado, es tentación.

            La renuncia es la llave que abre la puerta de lo desconocido. Las tentaciones y seducciones nos sujetan a la materia pesada e impiden el libre acceso a una dimensión superior.

              Hay una larga lista de tentaciones que nos manipulan secretamente, desde el orgullo a la ambición natural y se enmascara de razonamientos lógicos para conseguir sus propósitos, que es el de embaucarnos para seguir mintiéndonos eternamente, haciendo más duradero el sufrimiento en la tierra.

 

 

 

257º.- Cuando alguien niega las deudas que tiene contigo, esas deudas son pasadas a las cuentas de Dios.

               Hemos de aprender a no dejarnos sorprender por gentes que niegan favores, gratitudes y cualquier otra cosa, de las que no se sienten deudores.

               Al contrario, veamos compasivamente como estos débitos son tomados por la Existencia y cargados en la cuenta particular de cada uno, para ser facturados y pasados al cobro el día que nadie conoce.

                Y clamarán en vano, pidiendo a gritos justicia, al verse desposeídos de bienes y honores, sin saber el por qué de lo que creen un castigo de la Fatalidad.

 

 

 

258º.- Desear ardientemente venganza  es desear veneno.

             No desear es la norma cotidiana del Iniciado. Porque, cuando no deseamos venganza, nos liberamos de la muerte, pues el cuerpo, los sentimientos y la razón, toman el deseo como un veneno letal, capaz de destruirlos en poco tiempo.

              La venganza da al rostro apariencia innoble y el individuo poseído por ella, pierde sus valores personales y en nombre de una justicia que no representa, comete acciones reprobables y, finalmente, es reo del Tribunal de la Conciencia, por el desconocimiento que tiene sobre la tiranía de sus pasiones.

 

 

259º.- Las almas grandes se transforman en  corrientes de amor.

              La grandeza se mide por la capacidad de dar.

              Altruismo, generosidad, amor. . . son hechos palpables de la grandeza del alma que ejerce estas virtudes con simplicidad y humildad.

              Las corrientes de amor son como esas corrientes de aire caliente que sostienen a las aves para que vuelen sin esfuerzos ni fatigas siendo utilizadas inteligentemente por ellas.

               Seamos conscientes de estas corrientes de amor que nos traen los Maestros y vamos a usarlas con perseverancia, pues vienen de la Gracia.

 

 

 

260º.- Nadie pasará en la vida por aquello que no le fue destinado.

             Decimos no es justo lo que nos sucede en la vida, inconscientes de la verdad que proclama que todos tenemos aquellos problemas que podemos soportar.

             La suma de aciertos o errores cometidos en el transcurso de la existencia, nos sigue como una sombra o zona oscura de nuestra vida, y se presenta en momentos coyunturales para ofrecernos los resultados de nuestra labor.

             Así, el Destino que generalmente nos parece ciego, se muestra justo y severo o generoso y benevolente, de acuerdo con nuestros comportamientos pasados. Y lo que para el ignorante es Fatalidad, es Providencia para el sabio.

 

 

 

261º.- Cuando la llamada del discípulo alcanza cierto tono, llega el maestro para responderle.

               Vibración y ritmo son leyes que, utilizadas sabiamente, nos llevan a la realización de nuestro Maestro Interno.

                 Las vibraciones correctas dentro del ritmo adecuado, consiguen que los cuerpos inferiores alcancen el nivel suficiente para que escuchemos la voz del Íntimo que nos  instruirá día y noche.

                  Entender esto es ya entender mucho.

 

 

 

262º.- El mejor modo de vivir es llevar una vida natural.

             ¿Qué es la vida natural? Situarse exactamente en el justo medio de las cosas. La utilización prudente de los elementos sin llegar a la avaricia o el abuso.

              A esto le llamamos equilibrio.

              Cuando comemos, bebemos, trabajamos y dormimos, nos implicamos en el acto sin distraer la mente en otra cosa; y no hay nada de más natural que esto.

              La mente estará en lo que hace el cuerpo, sin proyectarse hacia el pasado o el futuro. En esto reside la naturalidad.

 

 

 

 

263º.- No tomes el ejemplo de otro como disculpa para tus faltas.

             ¿Dónde encontrar un hombre que se juzgue culpable de sus faltas?

             Somos proclives a ver en los usos y costumbres de la mayoría, la excusa posible que corra un velo sobre nuestras faltas.

             "Como Dios manda"; "como todos lo hacen. . ."; "es la costumbre"; "lo que siempre se ha hecho"; "la costumbre es ley";  estos son algunos ejemplos de la estupidez que hemos de soportar de tantos estúpidos y enemigos de la inteligencia que pululan en nuestro planeta.

             Seamos sinceros y afrontemos con valor nuestros despropósitos haciendo una auto-crítica veraz de nuestra conducta en la más clara consciencia.

 

 

 

264º.- La indiferencia y la independencia son dos alas que permiten al alma volar para alcanzar su objetivo.

           Implicarse en el mundo de las cosas, supone estar atado a las circunstancias y al Destino.

             El hombre que confía en la Providencia es indiferente a los cambios y mudanzas, porque vive su presente con plenitud y aceptación, como Job en el mito bíblico obteniendo la liberación de los deseos y pasiones materiales, que salen a su encuentro en cualquier tiempo de su vida: sexo, dinero, honores, fama, posesiones, que ahora pasarán como un desfile de encantadores mágicos que no merecen ni su más mínima aprobación ni aplauso.

 

 

 

265º.- Ofender a una persona es lo que mismo que tirar una piedra en el barro y recibir las salpicaduras.

            El concepto de unidad es la base de la solidaridad humana.

            No hay ofensa ni agravio de cualquier clase que hagamos a una persona, que no alcance de alguna manera a todo el género humano.

            Es como llevar un traje limpio y pensar que una mancha en el pantalón no afecta al conjunto de la ropa.

            Al mirar y proyectar nuestra consciencia sobre nuestro prójimo, no olvidemos que lo que vemos no es más que un reflejo de nuestro interior. No juzguemos, pues si lo hacemos nos acusaríamos sin piedad del mismo defecto que pensamos vemos en nuestro semejante.

 

 

 

266º.- La divinidad es la perfección humana y la humanidad, la limitación divina.

            La meta y el punto de partida parecen antagónicos, pero se encuentran juntos ante la mirada del sabio.

              Ir hacia arriba y buscar la no-forma o ir hacia abajo para tomar forma, tiene un punto de encuentro: la Meditación.

             Cuando lo entendemos, la multiplicidad se agota en la Unidad del Cosmos. Y la Realidad vive en nosotros, tomando el cuerpo físico como su Templo.

 

 

 

267º.- Muchos admiten la verdad para ellos mismos, pocos la ven en los demás.

            El ego se hace más sutil y astuto a medida que evolucionamos hacia la perfección.

           Encontramos verdades que nos impulsan hacia dimensiones más luminosas, pero no concedemos valor a los espacios que antes habíamos ocupado, donde otros seres se debaten en la oscuridad. Esto es ya una falta de consciencia.

             Y lo que agrava aún más nuestra situación, es que no vemos la verdad en aquellos que nos acompañan en el camino, suponiendo que sus verdades son espejismos y que la soberbia les impide verlo, siendo nosotros los que realmente hemos caído en el error.

 

 

 

268º.- Seguir el camino de la desarmonía equivale a caer en la boca del dragón.

             En algunos mitos los dragones que guardaban tesoros y doncellas fueron asimilados a los poderes del mal.

            Cuando descuidamos la disciplina, la meditación, la contemplación y el trabajo, se inicia un proceso inestable que nos arrastra a la inercia, la pereza, la gula y otros desórdenes de conducta. A eso le llamamos "caer en la boca del dragón".

             Hay que vigilar día y noche, haciendo caso omiso de tentaciones y deseos que intentan seducirnos para materializar nuestras vidas y convertirlas en rutina, comodidad y sueño.

 

 

 

269º.- Un único espíritu y una única vida nos acompaña a todos;

             ¿cómo podemos, entonces, ser felices si  nuestro prójimo está triste?

               Si entendemos esto, acabaremos con los nacionalismos, las políticas, las sectas, las guerras, la xenofobia, el hambre y otras epidemias que son como sarna en la piel de la Tierra.

               Todo es vida y Una sola vida. Muerte natural es más vida natural. El llanto de cualquier ser humano lo provoca la ignorancia de su prójimo.

               Si este concepto fuera una asignatura obligada en todas las escuelas del mundo, las nuevas generaciones harían del planeta una casa común, para que toda la familia humana viva bajo un mismo suelo y un solo cielo.

 

 

 

 

270º.- Cada momento de vida vale más que cualquier otra cosa en el mundo.

               Cada segundo de vida es una plenitud cuando hay entrega absoluta.

               Vivir momento a momento es religioso y da un sello de autenticidad a la vida. Para obtener este regalo de la existencia, seamos simples, profundos y reales para todo lo que nos habita y rodea, respirándolo, estudiándolo y escuchando la sabiduría que nos transmite cada átomo que palpita en nuestro cuerpo.

 

 

 

 

271º.- La autocompasión es la causa de toda lágrima en la vida.

             Arrepentimiento y culpabilidad van de la mano, causando infelicidad y miserias.

               Si sustituimos estos complejos del ego por la firme determinación de no repetir los errores que provocan nuestra ceguera, las lágrimas serían transmutadas en alegría y paz.

                Vano es mirar hacia atrás para recrearnos en la memoria de nuestras faltas. Positivo sería mirar hacia adelante, habiendo aprendido a dar los pasos firmes en dirección a nuestra libertad.

 

 

 

272º.- El hombre aprende la primera lección de amor, amando a una criatura humana pero, en realidad, ese amor pertenece a Dios.

            Todo amor es divino. Cualquiera sea el grado de sentimiento por otro ser humano, este impulso viene de una dimensión cósmica de alta frecuencia a la que llamamos amor.

             Desde el sentimiento de deseo más grosero al más alto poema de amor, todo está una escala vibratoria con la que Dios se manifiesta en sus creaciones.

            Un día entenderemos que no hay inferior ni superior, ni bueno ni malo, positivo o negativo, sino una infinita gradación de la manifestación del Creador, a la que llamamos Sabiduría, Amor, Voluntad y Poder.

 

 

 

273º.- Una vida sana y una consciencia limpia son como el pan y el vino para el alma.

              El pan representa a la Madre-Tierra y el vino, el fuego del Espíritu del Padre. La vida sana es la dádiva de la Madre, cuando cumplimos sus preceptos naturales, y la consciencia es la plenitud de vida que da el Padre.

               El secreto de la Eucaristía, del pan y el vino, la salud y la consciencia, son los tesoros de la Iniciación. Si lo comprendemos y llevamos a la acción, sabríamos qué significan las misteriosas palabras del Maestro: "... el Reino de los cielos está dentro de vosotros".

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

274.- El que está en el error intenta imponerlo a los demás.

          La obstinación es uno de los perfiles de la ignorancia.

          Cuando ella es maliciosa repite el error mil veces hasta convertirlo en verdad.

          Por consiguiente, muchas creencias se sostienen sobre mentiras impuestas, que el tiempo ha cubierto bajo el manto de la tradición.

          Cuando sentimos la tentación de instruir con nuestros errores al prójimo y somos rechazados, perseveramos repitiéndolos, ajenos al daño que hacemos.

 

 

 

275.- Los hombres puros llegan hasta Dios, sin clérigos y sin sabios.

          Si la fe viene del conocimiento intelectual, no hay pureza en el corazón, sino cálculo nacido del estudio enciclopédico.

          Si la fe viene del ser y del conocer, hay luz en el alma y la naturaleza nos da la sabiduría.

          El conocimiento intelectual es siempre un préstamo de los demás y no el camino natural hacia la evolución espiritual.

          Conocer (con-el-ser) es la experiencia sin fin que nos lleva a la Unidad Suprema.

 

 

 

276º.- El hombre superior evita a los demás el mal que él ha vencido.

          Si un alma superior descubre un misterio y lo revela al mundo, lo hace conocido y cualquier persona accede a ese conocimiento en breve tiempo.

          Y evita con su trabajo y generosidad, esfuerzos y años de estudio a sus semejantes, que pasan a disfrutar de su altruismo.

          Vencer el mal, la ignorancia y otros demonios que aún permanecen en las sombras, es la tarea de los seres de luz encarnados en cuerpos mortales.

 

 

 

277º.- Solamente el que tiene el poder de hacer revivir, tiene el derecho de matar.

          Palabras extrañas para los que sólo conocen el lenguaje de la materia.

          El hombre que ha nacido del espíritu sabe que todo iniciado tiene el derecho de matar cualquier sombra, error, duda, equivocación y otros males que nos persiguen y secuestran cada día.

          Y, cuando la oscuridad deja paso a la comprensión y la confianza, da vida a las semillas del bien en el jardín que ha sido preparado y abonado en el corazón de cada hombre.

 

 

 

278º.-  No hay salvación colectiva, es una creencia de mediocres y de perezosos.

          Los humanos hemos sido creados individualmente. Es natural que la salvación llegue a cada uno y no a un grupo o colectividad.

          Es positivo saber que somos una comunidad, una raza, una humanidad; pero la naturaleza nos ha creado a todos con diferencias tan singulares, que no hay dos seres exactamente iguales.

          Por la misma razón, no hay dos espíritus idénticos, ni una consciencia gemela, sino que cada individuo es una arquitectura definida original.

          Hagamos cada cual nuestro camino. Y digo más: es imposible que dos seres tengan el mismo camino, pues si así fuera, uno sería falso.

 

 

 

279º.- Lo más fácil de enseñar es lo más difícil de comprender.

          El corazón enseña y la mente comprende. Al divorcio entre los dos centros es llamado traición.

Jesús es el corazón y Judas Iscariote es la cabeza.

          El día que el cordero (Aries), pueda pastar con el león (Leo), se darán las condiciones para que la personalidad (la mente) y la individualidad (el corazón), puedan unirse en santo matrimonio y procrear al Ser inmortal que ha de reinar para siempre.

 

 

 

280º.- Los muertos se reúnen para orar. Los vivientes se aíslan para conversar con Dios.

          Rezar es una petición que hacemos al Padre, solicitando algún servicio o ayuda. Ella implica un estado de separación no amoroso, circunstancial. Es indicativo de un futuro despertar.

          Hablar con Dios expresa un sentido de unidad eterna y, por tanto, de vida infinita.

          Hablar y escuchar son dos maneras de conversar. Oración es hablar y después esperar ser escuchado.

          La sutilidad es que las dos expresiones marcan la diferencia entre la muerte con esperanzas de resurrección y la vida como estado de ser.

 

 

 

281º.- Muchos han llegado y no han partido jamás.

          La vida es circular. Los últimos son los primeros. Las dos orillas son opuestas e iguales. Lo que está arriba es semejante a lo que está abajo. Es la serpiente mordiendo con su cabeza (la sabiduría), la cola (la ignorancia).

          Llegar es semejante a volver. Todo regresa a su fuente original. El hombre como creación divina, procedente de un espacio que llamamos Paraíso o Casa del Padre, después de un largo viaje por el círculo zodiacal, ha de regresar hasta su casa, su morada.

          Es como un navegante que después de una dilatada travesía por el espacio, vuelve purificado al hogar de donde partió un día, enriquecido de experiencias.

 

 

 

282º.- El día que sigamos a una persona, dejará de existir la verdad.

          La verdad es intemporal y el hombre está sujeto al tiempo. El ejemplo de mirar el dedo que señala y olvidar el objetivo que apunta, es totalmente acertado.

          Las personas reflejan y proyectan verdades en el tiempo. Una vez el individuo pasa, la verdad se va con él, quedando aquí las semillas que han de ser plantadas nuevamente, para que otro hombre represente la nueva verdad.

          Pero las personas no son la verdad, aunque la manifiesten. Seguir al hombre es olvidar que es humano e imperfecto. La verdad fue hecha para el hombre y él no hace la verdad sino que la interpreta.

 

 

 

283.- La condición esencial de toda curación, es la voluntad de sanar.

          La voluntad crea un clima de luz donde entidades solares actúan para provocar un estado de santidad.

          Cuando la voluntad no es activada, queda sustituida por fuerzas oscuras de inercia, que impulsan el proceso morboso del sufrimiento.

          Si la primera condición no se hace presente, el enfermo queda abandonado a sus propias fuerzas, cayendo en manos del Destino, para que se cumpla la ley de causa y efecto.

 

 

 

284º.- Regar piedras para obtener frutos, es más  fácil que hablar de Dios a los bromistas para instruirlos.

          El trabajo del sembrador es ingrato bajo el punto de vista humano, pues las semillas no caen todas en el surco; unas son comidas por las aves y otras caen sobre piedras o tierra estéril.

          Los hombres son objeto de siembra por parte de la Divinidad, pero los sordos, los dormidos, los burlones, los soberbios y los ciegos, rechazan la simiente y se pierden en las sombras.

          Dios es Luz y los ojos no la soportan. Dios es un clamor y los oídos están sordos. Dios es sabiduría y las bocas no Lo saborean. Dios es perfume y nadie percibe Su aroma. Dios está llamando sin descanso en nuestra puerta, pero la hemos cerrado con dureza.

 

 

 

285.- El instruido no desprecia ninguna religión ni ninguna enseñanza.

          La religión crea un cáncer llamado fanatismo. La ignorancia se revela en el rechazo del conocimiento que renueva las viejas normas.

          La libertad y la verdad se encuentran en el hombre abierto a todas las ideas, dispuesto a transformarse en savia joven para dar hojas verdes y frutos maduros a sus hermanos, que avanzan imperceptiblemente y contra su voluntad, hacia la evolución del espíritu.

 

 

 

286º.- Se llega más fácilmente a Dios por el hombre,     que por el Universo entero.

          Cristo nos hizo saber que el Reino de los Cielos está dentro de nosotros y Pablo, en sus Epístolas, afirma que somos templo del Dios vivo.

          Si el Creador hace sus obras a su imagen y semejanza, admitamos que el hombre es un ser sobrenatural, ignorante de sus fuerzas, viviendo un exilio que no sabe evitar.

          Una vez llegado a este conocimiento, comprenderemos en toda su grandeza el marco donde se mueve esa Obra Suprema que llamamos Hombre, que desdeñamos, ignoramos, odiamos, destruimos o nos es indiferente.

          Vivamos conscientemente como la Obra Prima del Universo, y amemos al Creador de este milagro.

 

 

 

287º.- Instruir a hombres vulgares de los secretos de Dios, es suscitar el deseo y el orgullo delirantes.

          Colocar vino nuevo en odres viejos es locura, señala Jesús con sus palabras.

          Un hombre vulgar es el que no camina en dirección a la luz, acomodado en su bienestar material. Si damos a éste los secretos de la sabiduría, sólo servirá para aumentar la potencia de sus pasiones.

          Esa ciencia de la que algunos se vanagloria no se la deben a ellos mismos, sino al callado esfuerzo de los humildes sabios que profundizaron en el corazón de la naturaleza.

 

 

 

288º.- Hay tanto mérito en callar cuando hemos encontrado, como en buscar cuando no se conoce nada.

          El Camino no puede ser llamado por su nombre. El silencio pertenece a la grandeza, como el vacío pertenece a la eternidad. Todo lo que es guardado en el corazón sale a la luz como creatividad.

          Al principio hay que andar por el desierto tras la voz que anuncia la llegada de la Luz; el final, es guardar silencio ante la grandeza del Sol de todos los soles.

          En el silencio y la soledad es donde reside el sacrificio y la resurrección, pero en otras dimensiones del Ser.

 

 

 

 

289º.- Cuando ofrecemos el agua pura, responden: "Devolvednos el veneno al cual estamos acostumbrados".

          Vivimos profundamente inmersos en la adulteración de todas las cosas. Desde el pensamiento hasta nuestros actos, el agua cenagosa va subiendo y aumentando su fetidez.

          Si damos al hombre el conocimiento de la verdad en toda su pureza, argumentará queriendo volver al sabor de antaño, aún presintiendo que es ilusorio y estéril.

          Por ello, no hemos de ofrecer el Agua de la Vida que viene del Hijo, sino darla por la gracia al que la merece por su peregrinaje por los eriales del mundo.

 

 

 

290º.- No hay verdadera fuerza ni verdadera flaqueza, más que la del corazón.

          El coraje del león es su fuerza. La cobardía de la hiena es su característica principal. Ambas cualidades son frutos del corazón.

          El ánimo como el ánima, llega como una corriente fluida que va desde el corazón a las terminales nerviosas del cuerpo, convirtiéndonos en animosos o medrosos ante las situaciones que vivimos.

          Si la paz ha sido ganada en una batalla interior, los canales se limpian y la serenidad participa con la confianza de sí mismo y nos proclamamos vencedores de la materialidad densa que nos asfixia.

 

 

 

291º.- La imaginación es el utensilio que descubre a Dios.

          Cuando el hombre imagina, comienza el acto creador.

          El sabio entender de los secretos de la imaginación, nos hace poderosos y divinos.

          Técnicas como la del desarrollo de la glándula pineal o "tercer ojo", la clarividencia, las causalidades y otros poderes, son consecuencia de la utilización de la imaginación con profundo conocimiento de causa.

 

 

 

292º.- Cuando Iglesias y Estados se apoyan en la  fuerza del mundo, se someten a la muerte.

          Basar en la razón de la fuerza la justificación del poder, es poner límites al tiempo de vida de cualquier entidad social, religiosa o personal.

          Si bien las ideas son intemporales, su aplicación se desarrolla en el tiempo y, por tanto, sujetas al cambio de la evolución que avanza sin que nada pueda detenerla.

          El ciclo de nacimientos, vidas y muertes, es constante dentro del espacio-tiempo o mundo de la manifestación, y nada ni nadie que se justifique materialmente, escapa a su destino.

 

 

293º.- Dios se burla de las ciencias, de las leyes, y de la moral de los hombres.

          Cuando la sabiduría humana juzga estar por encima de cualquier error, la Vida le muestra su burla o indiferencia.

          La historia real es la crónica de los fracasos humanos, que abarca desde las ciencias exactas, a las leyes variables o la moral circunstancial.

          ¿Dónde están los teóricos que afirmaban ciegamente que éramos el centro del Universo? ¿Dónde las leyes que han intentado vanamente mejorar al hombre con castigos? ¿Dónde la moral hipócrita que los siglos ha ido derribando y creando modelos nuevos de conducta.

          A estas preguntas sólo responde las miradas silenciosas de las estrellas que nos ven pasar, indiferentes y frías, contemplando nuestros desvaríos y desatinos.

 

 

 

294º.- Todos los acontecimientos buenos o malos son útiles a aquél que los emplea para instruirse

          Decir "bueno" o "malo", es calificar lo que no sabemos, por ignorancia o ceguera de la inteligencia que contempla las cosas en  tiempo y espacio.

          Sabio es quien hace cualquier circunstancia favorable a sus intereses y aprende continuamente de ellas las lecciones que la Madre Naturaleza le da.

          Lograr que cualquiera sea la dirección del viento, este sople favorable a nuestras velas, es lo que hace al hombre digno hijo de su Padre.

 

 

 

295º.- No hay una nueva Verdad. Hay solamente formas y expresiones nuevas de la vida eterna muy escondida y evidente.

          Vivir en mundos diferentes o vivir en un mismo mundo: esa es la cuestión básica del hombre ante la Verdad.

          El ser humano está en todo tiempo, confeccionando distintas interpretaciones de la Realidad. Estas interpretaciones se ajustan al tiempo en que viven los actores.

          Error es pensar que en espiritualidad todo puede ser diferente y su aplicación cambiante. El hombre que vive en el mundo de la Verdad sabe que ella es una sola, porque es Eterna; su Luz pasa ante nosotros y solamente llegamos a distinguirla por las sombras que provocamos al proyectarla en nuestras mentes.

 

 

 

296º.- Es necesario ser muy instruido y poderoso para volverse sencillo y humilde como un niño.

          La sencillez, la prudencia, así como la inocencia, son estados de bienaventuranzas que el hombre alcanza por la Gracia.

          Pero antes de llegar a ese estado de Ser, ha de pasar por la experiencia de las lecciones que la vida ofrece cotidianamente. Tomar el poder que nos lleva a ser nada y aceptarlo desde un estado de pureza mental.

 

 

 

297º.- Dios permite la tentación a fin de que seamos juzgados equitativamente por nosotros mismos.

          Nada material tiene garantías si no ha sido sometido a un tiempo de prueba para constatar su calidad.

          Las tentaciones son el banco de pruebas donde demostramos nuestra altura espiritual, sin los falsos espejismos de la moral o la religión seca y árida, con sus caminos trazados previamente, de acuerdo con rituales formularios.

          Para llegar a ser nuestros propios jueces, necesitamos una mente clara, sin prejuicios, imparcial, para leer con claridad en los pliegues más ocultos del ropaje del alma.

 

 

 

298º.- El que trabaja más de lo que exigen las necesidades naturales, se casa con el infierno y la muerte.

          La ambición es el infierno de los eternamente insatisfechos; es la muerte de aquellos que nacieron para vivir como inmortales.

          El que trabaja sin descanso buscando bienes materiales, arde en la hoguera de las frustraciones. No llega nunca al descanso porque cada meta alcanzada se transforma en un tránsito hacia otra más distante.

 

 

 

299º.- El Maestro puede liberar a los presos arrepentidos, pero no a los esclavos voluntarios de la muerte.

          La libertad no se da, sino que se merece. Un Maestro ayuda a los que quieren iniciar el camino de regreso, pero le es imposible auxiliar a los que no quieren ver ni escuchar.

          Estos esclavos voluntarios de la muerte del alma, se han encadenado al más grosero materialismo, negándose a cualquier tipo de luz que no sea la de sus intereses materiales.

          Los que desean ardientemente la liberación de sus grilletes, se impulsan hacia el Sol Central, como la flor se abre al sentir el calor de los primeros rayos de nuestra estrella.

 

 

 

300º.- Dios ha creado el mundo que se perpetúa a sí mismo. Aquí se encuentra la única enseñanza.

          El hombre materialista, con su instinto natural, anhela perpetuarse a través del sexo.

          El espiritualista, con su luz interior, labora para que nunca se apague la esperanza en la raza humana.

          Las ideas, las virtudes, las bienaventuranzas, trabajan noche y día para mantener encendida la doctrina que se transforma sin cesar en vida, ciclo tras ciclo, hasta que el tiempo acabe.

 

 

301º.- El que ha obtenido la amistad de Dios, no está ni alegre ni triste. Permanece en la Paz del Perfecto y ayuda a los hombres reconciliados con la Madre.

          La templanza, la serenidad, el perfecto equilibrio, es el estado del hombre que sabe de Dios. La alegría y el dolor son para él las partes complementarias de un cuadro llamado Vida.

          Cuando un hombre se reconcilia con la Madre Naturaleza y participa de sus misterios, se hace acreedor de la ayuda de un Maestro, que le asesora para que un día, en la Gracia del Hijo, pueda ver la Faz del Padre.

 

 

 

302º.- Conocer los tres fundamentos hereditarios del hombre, es poseer la ciencia.

          Las bases humanas se sostienen en el alimento, el poder y el sexo.

          Cuando nos son conocidas, dominamos la primera, renunciamos a la segunda y controlamos la tercera y última, porque es ella la que suministra la energía necesaria para alcanzar el plano de la virtud y la belleza.

          Toda la ciencia humana comienza con este conocimiento. Fuera de él, las posibilidades de crecimiento son anuladas antes de cristalizarse.

 

 

 

303º.- No hay mayor maldición que estar encerrado en el orgullo del espíritu y en la grosería de los sentimientos.

          Pobreza de espíritu es la gloria del hombre perfecto.

          Desdichado de aquél que anhela poderes y conocimientos para enriquecerse, olvidando el bienestar de sus semejantes.

          Este hombre será esclavo de sus pasiones, pues cuando el saber y el poder que lleva anejo, no va acompañado de suficiente luz, se transforma en una tela de araña donde es atrapado por las fuerzas del frío y la soledad, lógico final de los egos que viven en la torre de la vanidad.

 

 

 

304º.- La simplicidad y pereza de las multitudes hacen del Dios viviente un ídolo, y de la religión el miedo.

          Por simplicidad entiendo aquí un estado de ser donde las creencias usurpan el lugar de la fe. Ser creyente religioso es el paso previo para tener probabilidades de llegar al miedo o al fanatismo. Los dioses pasan a ser otorgadores de bienes variados a cambio del cultivo de ceremonias en su honor.

          El hombre se ha perdido en el ritual externo, en posiciones dogmáticas y ha olvidado la frescura de la vida, por inercia rutinaria y se ha extraviado en el desierto de las obras muertas.

 

 

 

 

 

 

305ª.- El que quiera hacer las paces con Dios, debe      primeramente hacer las paces con los hombres y    consigo mismo.

          El Maestro Jesús decía que antes de llegar al juez deberíamos pactar con nuestro adversario.

          El profundo significado de esta advertencia, es hallar primero la paz en nosotros mismos, proyectarla en nuestros hermanos y con la mente en estado de inofensividad, acercarnos a la Divinidad y ofrecerle los frutos de esta victoria.

          La violencia mental, las pasiones y los actos de crueldad, son la perversión de la ignorancia humana, manoteando ciegamente en el lodazal del egoísmo irracional.

 

 

 

306ª.- El único trabajo que cuenta, es el que hacemos sobre nosotros mismos. El resto son soluciones provisionales a las necesidades de nuestras vidas.

          La conquista de sí mismo es el mérito singular del luchador espiritual, del guerrero de Dios.

          Salir victorioso de las pruebas de corrupción y decadencia que la vida nos presenta cotidianamente, es lo que cuenta en nuestro haber individual.

          Lo que nos queda después de esto, no son más que comentarios anecdóticos sin trascendencia, y que sirven solamente de elementos para sobrevivir físicamente.

 

 

 

307ª.- Cuando las pasiones se elevan, el mundo se pone en movimiento; pero si se apaciguan, no se ve más que la vulgaridad de la duda.

                    Las pasiones son el caldo de cultivo donde nacen las virtudes. El amor, la fe, el entusiasmo, son flores que nacen del lodo de las pasiones, y son preciosas cuando se cultivan con la debida atención.

          Una persona que reduce su fuego interior a cenizas, viviendo de rescoldos, por su tibieza es precipitado en el fondo de la mediocridad y el olvido.

          Pablo de Tarso, Francisco de Asís, Teresa de Ávila, entre los místicos; Miguel Hernández, Gustavo A. Bécquer, Rubén Darío, entre los poetas y muchos otros que han dado luz a la humanidad, son ejemplos de pasiones, cuando pasadas por el crisol de la consciencia se transmutan en virtuosismo.

 

 

 

308ª.- El Maligno parece meloso, adulador y seductor. El mundo lo busca y cae en sus redes; su salario es el engaño, el tormento y la muerte.

          Si el pecado fuese amoroso, sano, positivo, no sería este mundo una prueba de dolor y sufrimiento.

          Somos engañados y seducidos por lo dulce o salado de las cosas materiales; continuamente caemos en los abismos de nuestra ambición, codicia y soberbia, en nombre de la lucha por la vida, la familia o la patria.

          Si nuestra conciencia tuviera voz la estrangularíamos con nuestras manos, antes que la vergüenza y el deshonor nos ahogasen.

 

 

 

309ª.- El santo parece duro y grosero, severo y ofensivo, todos le huyen, su regalo es la verdad, el consuelo, la paz y la vida.

          La disciplina nos parece dura e injusta porque ella tiene su propio camino, que rara vez coincide con el de nuestros deseos.

          La santidad llega por el rigor y la batalla diaria contra los apetitos desordenados del cuerpo y la precipitación insensata de la mente contra la voracidad del corazón. Así encuentra la paz y la vida perdurable.

          El pueblo se inclina por las fiestas y el regalo del cuerpo, cubriendo sus conciencias con creencias, supersticiones, fanatismos y obras muertas.

 

 

 

310ª.- El artista es un perpetuo recién nacido que se asombra de la creación aparente.

          El mundo del arte es el universo del asombro interminable.

          El alma donde el arte anida, es un semillero de ideas, colores y formas, y van naciendo a la luz después de los dolores de las contracciones del útero del genio.

          La naturaleza siempre es neutra, pero el artista le da sentido, proyección y lenguaje comprensible, para que los hombres entiendan lo que está oculto y comprendan lo visible.

 

 

 

311ª.- Todos estamos dotados para los goces materiales,     porque halagan a la bestia interior y no piden ningún esfuerzo.

          El cuerpo y sus sentidos buscan todos los días de su vida el goce y la complacencia de los deseos, porque la dimensión es física.

Nuestro problema consiste en que los sentimientos y los pensamientos son atraídos por el cuerpo que los contiene y participan de sus apetitos.

          La sabiduría aconseja que cada cuerpo viva y evolucione en su dimensión natural y quede libre de los lazos que se han ido creando al identificarse con el cuerpo.

          Y así crece la consciencia y nos eleva hasta el mundo de los dioses, donde somos recibidos para recoger nuestra herencia.

 

 

 

312ª.- La luz nos habita y nos circunda, pero permanecemos en las tinieblas de la duda o de la creencia.

          El hombre es luz y vive en medio de un fenómeno luminoso que llamamos Sol.

          Si nos cerramos para vivir con la ira, la cólera o la venganza, ellas se posicionarán de nuestra mente por tiempo indefinido, y seríamos poseídos por esa sustancia mental llegando a causarnos todo tipo de perturbaciones.

          La ley del perdón y el olvido, es el medio de anular este daño que nos causamos y que nos ata irresponsablemente a la ley de acción y reacción, por la que somos bendecidos o castigados de conformidad con nuestra conducta.

 

 

 

313º.- Son los nombres los que forjan las cosas.

          Si ponemos nombres para conocer las cosas, las fijamos y damos existencia material.

          Estos nombres ayudan a que nos sintamos físicamente seguros y atados de alguna manera al universo manifestado.

          Los nombres son las referencias de identidad, los rótulos que nos hacen sentir que existimos, que somos alguien.

          Tener un nombre, alcanzarlo, son anhelos del ego humano cuyas consecuencias han sido tantas luchas y derramamientos de sangre.

 

 

 

314ª.- Imitemos los procedimientos de la naturaleza, pero no copiemos sus apariencias engañosas.

          La Madre-Naturaleza, a través de sus ritmos y ciclos, da lecciones de crecimiento y madurez. El eterno retorno enseña la rueda a la que vivimos sujetos para alcanzar la perfección final.

          Este proceder del cuerpo vivo de Gaya, ha de ser profundizado para saber de la Obra Cósmica, pero sepamos ver entre las formas, pues el continente no es lo que queremos visualizar realmente, sino el contenido, que es la esencia de la vida.

 

 

 

315ª.- ¿Por qué mendigar a los hombres, quienes no dan      más que gruñendo, y no pedir jamás nada a Dios, quien da más generosamente?

          Si un ser humano pudiera pedir sin límites de cantidad y calidad, el recuerdo de Dios sería colocado al final de sus peticiones.

          Nos sentimos mal cuando tenemos que pedir a los demás; somos miserables, porque la necesidad toca diariamente en nuestra puerta y tenemos que humillarnos para satisfacerla y cubrirla.

          No le pedimos al Padre que está en los Cielos porque no lo conocemos, ni sabemos pedir o no se nos ocurre la idea. Decimos: "¡Son cosas de beatos o supersticiones!"

          No hay fe en nuestras fuerzas y lloriqueamos, ignorando que vivimos junto a la despensa más generosa del Universo y que sólo tenemos que extender las manos para tomar lo que precisamos aquí y ahora.

 

 

 

316ª.- ¿Quién puede extinguir el movimiento de la vida? La muerte lo disfraza, pero no lo suprime.

          La vida es eterna como el Ser que la creó. Ella tiene sus ciclos de aparición y desaparición, pero no muere sino que se oculta.

          Después del invierno llega inexorablemente la primavera; después de la noche viene el día; cuando expiramos, vuelve la respiración. Todo tiene un ritmo y con él la vida retorna.

          No existe la inmovilidad, porque la muerte no es más que una palabra para designar el descanso antes de la acción que lo sigue para iniciar un nuevo ciclo.

 

 

 

317ª.- Examinándose naturalmente hasta el corazón y reposando en el mundo, se llega pronto a Dios.

          Consciencia y paz son dos palancas donde nos apoyamos para llegar pronto hasta Dios.

          Necesitamos la paz del mundo para tener los pies sólidamente enraizados en nuestra naturaleza y disponer de la luz necesaria en la consciencia para degustar la sabiduría divina.

          Sin estas dos virtudes, difícilmente podríamos caminar con rectitud y una multitud de sendas similares nos llevarían al engaño y a la pérdida de la orientación real.

 

 

 

318ª.- Muchos han creído hacer bien deseando ser mártires, pero nadie lo ha seguido en la resurrección.

          Cuando llegamos cerca de Dios el martirio es innecesario, porque carece de sentido y razón. Un mártir, por su propio sacrificio, evidencia su no-conocimiento de Dios.

          La vida que anhelamos no llega por la vía del sacrificio, sino por la misericordia, el amor y la sabiduría del Hijo, después de traspasar la esfera de la Madre, que nos dota con la entrada en el Camino de los Hombres bajo el peso de la ley y la comprensión de su naturaleza material, natural y divina.

 

 

 

319ª.- Todo ha sido dicho y todo será repetido, hasta que los elegidos entren en el secreto luminoso de la Palabra de Vida.

          La Verdad es una y muchas las interpretaciones que cada Maestro da en el tiempo y el espacio; él va repitiendo e insistiendo, para que toquemos con nuestras manos la luz que desprenden sus palabras.

          Si las mil caras del diamante de la Verdad las llegáramos a conocer, el secreto nos sería revelado y el Padre reflejará su cara en nuestro espíritu.

 

 

 

320ª.- Quien está desatado del mundo, lo puede ver y escuchar todo sin perjuicio; quien no está desnudo puede morir, incluso de la verdad.

          Cuando el vacío es parte integrante de lo que vivimos, se produce la no-identificación con el cuerpo y sus circunstancias; la objetividad está a nuestro alcance, y los prejuicios se diluyen; quien vive de conceptos y tradiciones, puede perder su vida, aun en medio de la luz creadora.

"No todos los que dicen: - "Señor, señor! expulsamos demonios en tu nombre" - son dignos del Reino. Yo les diré: - "No os conozco".

 

 

321ª.- Defendamos la joya, pero no la mugre que la cubre, teniendo buen cuidado de no arrojar la joya al mismo tiempo.

          La verdad es tan común que pasa desapercibida entre millones de conceptos, teorías y palabras. Podemos encontrarla cada día, tomarla en las manos y no distinguirla entre otras parecidas o falsificadas.

          “Dicen que alguien buscaba la verdad y un sabio le indicó que estaba en una piedra muy caliente depositada en la orilla de un río y daba a su poseedor la virtud del conocimiento multidimensional.

          El buscador llegó a la orilla del río y encontró que las dos riberas  estaban llenas de piedras de todos los tamaños. Desesperado, resolvió ir tirando las piedras al río para deshacerse de ellas, comprobando antes que no se trataba de la piedra de fuego que deseaba.

          Durante muchos años tiró piedras al río y eso se convirtió en una rutina. Un día, al tirar una piedra, una más entre miles que había arrojado, se dio cuenta de que era la piedra ardiente que buscaba, pero la piedra estaba en el lecho del río, confundida con las otras sin valor.”

 

 

 

322ª.- Cada imaginación parece absurda hasta que está realizada en el mundo.

          La mente es el hogar donde nacen las fantasías y los sueños de la razón.

          De su irracionalidad o de su objetividad, depende la calificación de subconsciente desbocado o de consciencia creadora.

          Los sueños que se hicieron realidad señalan a los hombres que escribieron la historia del mundo. Los sueños que se evaporaron como nubes, han sido enterrados en las fosas del olvido.

 

 

 

323ª.- Sobriedad, sencillez y caridad, son los médicos del     cuerpo, alma y espíritu, pero el amor es el único remedio a nuestro destierro.

          Dice Pablo de Tarso que si no hubiera amor nada habría que lo sustituyese y nada valdría si no subyaciera implícito en todo.

          Virtudes como la de ser sobrio, simple y compasivo, son necesarias para que la vida se disfrute con plenitud, pero siempre faltaría la cualidad del amor para que fuera perfecta.

          El amor es como la sal que nos hace distinguir el sabor de un alimento de otro y, sin amor, no habría fórmula capaz de romper la monotonía de una vida forzosamente insípida.

 

 

324ª.- Es mejor tratar con mil incrédulos que con un solo sectario ciego e ignorante.

          Se ha dicho hasta la saciedad que el fanatismo es el cáncer de la religión.

          Los sectarios son ofensivos y sordos a cualquier conversión, así como a los razonamientos de sus oponentes, por lo que es inútil el trato con ellos por la pérdida de tiempo que acarrea.

          El incrédulo está más abierto y escucha sin rechazar previamente cualquier argumento, por lo que es accesible a una enseñanza o a cualquier conocimiento.

 

 

 

325ª.- Muchos pretenden el monopolio de Dios, y así, cada uno excomulga al vecino en nombre de la Gracia y del Amor que no posee.

          De cualquier explotación que el hombre haya hecho a su semejante, ninguna ha sido tan manipuladora como el uso del nombre de Dios.

          El nombre de Dios ha sido y es utilizado para castigar, condenar o institucionalizar nuestros errores, ambiciones e ignorancias, un gesto inútil de justificar las demandas de nuestros innumerables egoísmos.

          Las Cruzadas, Guerras Santas, costumbres, moralidades y educación, se justifican poniendo el nombre de Dios como bandera que encubra nuestras inconfesables intenciones, maquinando la explotación de nuestros semejantes, utilizando la fe y la esperanza que ponemos al invocar este Nombre, para sus depravados fines.

 

 

 

326ª.- El hombre puro no dobla la cintura ante el dinero, y es un signo raro y precioso entre todos.

          "Todo tiene un precio y todo se puede comprar", dice el hombre materialista. Pero toda regla tiene su excepción y en este caso ella es: la renuncia.

          Quien ha sabido renunciar no se inclina ante nada que no sea la Realidad, la Verdad. Sabe que nada es eterno en este mundo, que los espejismos forman parte de nuestra vida y que no existe aquí, en la Tierra, un "para siempre".

          Cuando este concepto se asume y estamos convencido de ello, encontramos nuestro punto de equilibrio y el Tentador sufre el rechazo que viene  de nuestro vacío interior.

 

 

 

327ª.- La cantidad de creyentes importa poco ante Dios, es su calidad que cuenta solamente.

          La multiplicación es una manifestación de la mente humana, que se complace en el deterioro del alma de todas las cosas, de eso que llamamos calidad, por su contenido de calor y profundidad.

          Las religiones, las ideas políticas, la sociedad en suma, busca el crecimiento masivo, sin preocuparse por la elección de sus componentes, porque la masa tiene la idea del número como protección y afirmación de su ideario, olvidando que "muchos son los llamados y pocos los elegidos".

 

 

 

328ª.- La verdadera filosofía descansa sobre el conocimiento del contenido del núcleo de toda cosa, y no sobre principios morales ni rituales minuciosos.

          El hombre está perdido entre reglas,  ritos, ceremonias y toda una tramoya de vanas ideas sobre el destino, la vida y la sabiduría, provocando dentro de sí un desierto existencial que desea solucionar acudiendo a la Filosofía, la Lógica o la Psicología.

          La Verdad es conocer la profundidad que existe dentro de cada cosa que nos rodea. Nos enseña y educa el viento, el fuego, el mar y la lluvia, la tierra y todo lo que tiene manifestación sobre ella, y luego el cielo con sus estrellas, planetas y lo que contiene de esperanza sustancial, para quien sabe leer y comprender los mensajes que recibimos a cada instante.

 

 

 

329ª.- Ser indiferentes a los bienes materiales y como ausentes a los dones espirituales, es la beatitud de la unión divina.

          Quien se acerca a la espiritualidad deseando tener poderes, encuentra las baratijas de los curanderos, hechiceros, pitonisas, videntes y otros elementos que han sido presos por el bajo astral y se debaten entre los hilos de esa tela de araña del país encantado de los Elfos.

          Los buscadores de milagros son los frustrados y decepcionados del futuro, porque lo que encuentran es el poder material y una fama e influencia sobre sus semejantes que no es válida para darles luz.

          Creemos en la salud del cuerpo físico y en el equilibrio emocional y mental; tenemos fe en que hay una paz del corazón y un vacío mental, pero nada de eso es suficiente: son vías por donde los ciegos y sordos van a morir con las manos vacías.

 

 

 

330ª.- La peor tentación es querer reformar y salvar el mundo, en lugar de la propia felicidad y salvación.

          El planeta Tierra ha dado a luz muchos visionarios e iluminados que han pretendido guiar y educar a los pueblos con ideas de libertad.

          No hemos entendido que puede haber un hombre sin dios ni religión, pero nunca un pueblo sin estos elementos que constituyen la suma de sus creencias.

          No comprendemos que pueda haber un hombre libre, pero nunca habrá un pueblo con ideas y disfrute de una libertad.

          La Historia es el relato de sus fracasos.

 

 

 

331ª.- La creación es como la imaginación de Dios coagulada por el Verbo.

          Aprehender lo inaprensible, es como tomar un puñado de aire cerrando la mano.

          Lewis Carrol dió una idea sobre ello cuando dijo que somos parte del sueño de Dios hasta que Él despierte, pues vivimos en el  séptimo día, que corresponde a su descanso y que nosotros simbolizamos con un día para descansar cada siete, haciendo buena la idea de que lo que está arriba es semejante a lo que está abajo.

          El Verbo, el sonido o el Big-Ban, dio principio al sueño de la vida que llegó a la Tierra desde las estrellas en forma de semillas, que un Ser de Luz (Lucifer), transportó en uno o varios cuerpos celestes, vivificando los calientes planetas y así dio nacimiento a un segundo sueño: el sueño del hombre.

 

 

 

332ª.- Un libro sagrado es necesario para conocer al Padre, pero una azada y una regadera no son inútiles para acercarse a la santa Madre.

          Un libro contiene ideas y pensamientos que pueden hacernos despegar de la tierra para conocer otras dimensiones del universo del espíritu.

          Las herramientas que utilizamos para que la tierra fructifique en plantas, flores y frutos, nos ayudan a estar más próximos al seno de la Madre que nos alimenta y cobija.

          Las ofrendas florales del mes de Mayo, costumbre de muchos pueblos, es el símbolo de la gratitud debida a la más hermosa fuente de vida que nos sostiene. Tierra-Sol, Padre-Madre, son sugerencias para ampliar nuestra visión interna.

 

 

 

333ª.- La verdadera suerte, es ser lo bastante reposado y     vacío para oír la voz interior de Dios.

          El problema de los llamados es no escuchar o ser sordos a la voz que reclama su atención.

          Cuando la mente se vacía de contenido y el cuerpo experimenta la paz, sin tensión nerviosa y muscular, hay posibilidad de que nuestra voluntad se dirija al interior y podamos escuchar la voz del Maestro interno.

 

 

 

334ª.- El sabio es un niño que sigue la naturaleza y se hace obedecer por los elementos, sin que se extrañe lo más mínimo.

          La confianza es la fe cotidiana y lleva a la realización de hechos sorprendentes que consideramos naturales por su repetición en el tiempo.

          La imaginación, la voluntad, la creatividad con las que todas las cosas que hacemos están impregnadas, no causa gran admiración entre las gentes de una sociedad con una cultura de masas.

          Pero el sabio tiene otra calidad de cerebro y se dirige a los cuatro elementos principales en los que se basa la Creación y los mueve según su voluntad y consciencia.

 

 

 

335ª.- La plegaria no es un fin, sino el aprendizaje del silencio en Dios.

          Oración es el silencio ante Dios. En esta plegaria no hay mente, ni emociones ni sensaciones.

          El cuerpo, con los elementos que lo completa, se hace permeable a la Luz que lo traspasa sin perder ninguno de sus atributos.

          En la plegaria hemos de ser como un cristal limpio y el estado de no-ser brota espontáneamente, siendo llevado por la Divinidad. Ya no hay pensamientos que interfieran, ni sentimientos que califiquen la cualidad de lo que recibimos, ni cuerpo que altere sus constantes vitales; ya no hay sombras que nos separen de la Luz.

 

 

 

 

336º.- La capacidad de moverte fuera de los esquemas que tenemos, es lo que necesitas para despertar. Pensar y no ser pensado.

          El inmovilismo es un pecado lunar, como la pereza. Despertar es indicativo de movimiento.

          La ausencia de patrones fijos en nuestra mente nos da la libertad que necesitamos para expresarnos como individuos.

          ¡Que nadie dirija tus derechos de libre albedrío, para que tengas la oportunidad de decidir lo que harás con tu vida!

337º.- Buscamos alivio y no curación. El mal es fabricado por el hombre que no lo reconoce después.

          Sanar y no ser sanado. Crear y no ser creado. Vivir y no ser  condicionado.

          No saber construir para la intemporalidad o aquello que se le asemeja, parece ser la enfermedad de los últimos trescientos años.

          La vida es hoy el reinado de lo efímero. Las ideas, la creatividad, las cosas, aparecen y desaparecen como fuegos artificiales, no dejando apenas huellas en la existencia, desapareciendo sin historia.

          Buscamos refugio en la superficialidad y nos negamos a ser curados en profundidad. El trigo va muriendo y la cizaña es cada vez más abundante.

 

 

 

338º.- La raíz del sufrimiento son los apegos. La esencia de múltiples amores son los deseos.

          Los deseos engendran la multiplicidad, nunca nos contentamos con su efímera satisfacción, sino que van formando una cadena cuyos eslabones se prolongan toda la vida.

          Deseamos riquezas, amor, respeto, fama y muchas otras cosas, pero todo lo buscamos en el exterior, permaneciendo intocable el interior del hombre.

          El deseo es hermano gemelo del sufrimiento. Ambos nacen al mismo tiempo. Sufrimos de amor; lloramos nuestras frustraciones; nos enloquecen nuestras depresiones.

          La paz no es una palabra, sino un estado de ser. El amor no es una ilusión, sino un estado de vivir. La vida no es una suma de tiempo, sino una experiencia cíclica y rítmica de segundos, minutos, horas, días, semanas, meses y años, momento a momento.

 

 

 

339º.- Depender de otra persona para ser feliz, es contrario a la vida y a la realidad.

          La necesidad es el espejismo que nuestro ego reclama desde que llegamos al estado de vida material.

          Cuando accedemos a la inteligencia y no somos capaces de desprendernos de la influencia de la necesidad, dependemos de los demás para satisfacerla y nos sentimos momentáneamente felices.

          La vida, la realidad, es un conjunto de intereses que hemos de comprender para salir de este juego, donde derrochamos el tiempo y la vida.

          Cuando ya no precisamos más que unas pocas cosas para nuestro camino, conseguimos, además, la libertad y la independencia personal.

 

 

 

340º.- Despertar es la única experiencia que nos da la vida. La felicidad viene del deshacernos de ilusiones y fantasías, llamando las cosas por su nombre.

          Hay pocas cosas que tengan realidad para nosotros. Los nombres son tan repetidos que pierden el sentido original.

          Si despertamos a estas consideraciones tendríamos una conciencia distinta del mundo que vivimos y desharíamos tantas fantasías creadas por el tiempo de desidia que hemos permitido se formara en nuestra mente, mientras dormíamos inmersos en otros juegos recreativos.

          En realidad somos reyes, como en la consciencia somos sabios. Hacemos un alma (al = altura; ma = materia) inmortal, mezclando prudentemente lo que viene de lo alto con la materia densa.

 

 

 

341º.- Un robot es un producto cultural. Todo se pega a nosotros como sellos que tomamos como realidades.

          Somos pensados e informados y respondemos a unos estímulos condicionados por los resortes que maneja las fuerzas de este mundo, y esos nos convierten en cosa, número, mecanismo, en robots.

          Para que no escapemos de esta programación, nos hacen creer que estas condiciones no han sido confeccionadas artificialmente, sino que son parte de la vida natural.

          Con esta creencia organizamos la vida basada en el lucro, la soberbia, la guerra lícita, la corrupción y el sexo como sentido lúdico necesario, convirtiéndolos en buenos, imprescindibles, en virtudes que cultivamos sin el menor asomo de moral ni responsabilidad.

 

 

342º.- Culpabilidad y crítica están en la mente cultural. Vivamos ahora y no nos importe el futuro.

          La transferencia de la culpa es la dejación de la responsabilidad. Y ella puede ser un arma de doble filo, culpabilizando y criticando en los otros lo que nos negamos a hacer nosotros mismos.

          La vida que nos importa es la que vivimos en nuestro cuerpo, en nuestro espíritu y esa la hacemos a cada instante del tiempo. Pasado o futuro propio o de los demás no ha de ser el objeto de nuestra atención, porque condicionaría el presente que, por su fugacidad, es permeable a estas tensiones temporales, dando inestabilidad a lo que vivimos.

 

 

 

343º.- Preferimos el nido a volar porque conocemos el miedo y desconocemos la felicidad.

          Estamos seguros si nos sentimos bien atados. Las cadenas dan seguridad al preso y al carcelero, porque el primero deja de pensar en la huída y el segundo no se preocupa de la fuga.

          Somos el prisionero y el guardián y vendemos nuestro derecho a la libertad, nuestra primogenitura por un plato de lentejas. Buscamos ser felices y tenemos miedo de serlo, haciendo de la felicidad un objetivo imposible.

 

 

 

344º.- No luchemos, intentemos comprender, observar, estar atentos.

          La lucha es la válvula de escape de la impotencia. Batallamos porque no comprendemos el proceso de las cosas de este mundo. Y no comprendemos porque no damos atención. Perdimos la cualidad de observar el mundo que nos rodea sin aprender sus lecciones y por no crecer en sabiduría rompemos de rabia el material didáctico que se nos ha dado para estudiar.

          Primero se creó el fuego, después el aire, el agua y la tierra, y con la combinación de todos estos elementos llegó la comida que necesitábamos, luego apareció la vida animal y aprendimos a servirnos de cada cosa. Pero, no saber el "para qué", hizo que lo utilizáramos todo como armas agresoras y estamos terminando de inutilizar el hogar que nos fue prestado para que evolucionáramos.

 

 

 

345º.- Lo mejor del hombre es el amor. Lo peor son las comparaciones que nos miden.

          La palabra amor, hasta ahora, permanece sin significado real para la mayoría de los hombres.    Sigue siendo lo mejor que nos puede ocurrir, pero su uso pervertido ha ido desplazando el significado, hasta parecer una parodia.

          Vivimos comparándolo todo y nos servimos de esta medida. Preferimos el plástico al material noble y soñamos con la vida mientras fabricamos la muerte propia y la de los demás, porque hemos olvidado la justa medida de las cosas: el amor que no conocemos y rechazamos, porque no encaja en los modelos sociales, patriarcales o personales que nuestra civilización ha elaborado.

 

 

 

346º.- Somos felices cuando no nos exigimos, cuando no deseamos, cuando no tenemos miedo.

          El origen de la infelicidad son los deseos, y con ellos llega la necesidad, la competencia, el miedo a no ser alguien en este mundo y el esfuerzo por ir más allá de nuestros límites naturales.

Apaguemos los deseos y llegará la paz; dejemos de exigirnos y nos acercaremos a la serenidad; aceptemos la situación para evaluar nuestras posibilidades y el temor se desvanecerá.

          Mientras antes lo pongamos en práctica, más pronto alcanzaremos la felicidad de vivir en plenitud.

 

 

 

347º.- El mar ES, no cambia, las olas sí. El cielo ES, no cambia, las nubes sí. Busquemos lo que no somos y surgirá nuestro ser.

          Las múltiples caras de la personalidad son los engañosos espejos donde nos contemplamos e identificamos con las máscaras que reflejan.

          Aquello que no cambia es nuestra auténtica cara y ella se oculta en las profundidades de nuestro ser, desde donde espera nuestra atención para emerger a la luz.

          Ser como el mar o ser como el cielo, es encontrar la razón de la existencia en nuestro corazón, dejando que la superficie refleje toda la inmensidad que nos alimenta y sostiene.

 

 

348º.- La justificación es lo que engaña.  El mal no merece castigo sino  cura. Somos locos, enfermos o dormidos.

          Vivir bajo la ley es sufrir la dictadura de la letra impresa marcando los pasos de nuestra vida. Por la ley justificamos la falta de misericordia y nos defendemos con el código de la legalidad.

          Cuando estas leyes quedan obsoletas por el paso del tiempo, procedemos sin cordura cuando las cumplimos; enfermos, si creemos en su eficacia y dormidos si no las suprimimos.

          La ley impone silencio a las consciencias y es infantil justificar nuestra conducta por medio de un manual o un libro de ordenanzas. Recordemos las palabras del Maestro Jesús: "Misericordia os pido y no sacrificio".

 

 

 

349º.- El sabio no es violento, porque no siente el miedo.

          Violencia y miedo son inseparables. Ataca quien siente temor de ser atacado. La violencia genera más represión.

          La sabiduría, por ser pacífica, anula todo acto de agresividad y absorbiendo la ira que contiene, la transforma en bondad, en amor.

          Alquimista es quien dentro del crisol de su cuerpo transmuta los líquidos de la pasión en el vapor del espíritu que libera y dignifica.

          No hay redención sin paz interior, sin sabiduría de espíritu.

 

 

 

350º.- Nos mueven los prejuicios, los tópicos, los recuerdos, el pasado. Sólo hay vida en el presente.

          Vivimos en fugaces momentos y las gotas de felicidad se destilan a cada instante vivido conscientemente.

          El pasado con sus recuerdos y el futuro con sus ilusiones, hace presa en el hombre maniatándolo de pies y manos, impidiéndole poder alcanzar su propia gloria.

          Vivir de la memoria de lo que fue y caminar dando la espalda a la vida; imaginar castillos en el aire, soñar fantasías sin sentido, es sacrificar el tesoro del presente vertical por un tiempo horizontal e incierto.

          Y ese absurdo es lo que nos mueve y por lo que vivimos nuestra locura de cada día.

 

 

 

351º.- El amor no es suave, ni dulce, ni tolerante. El amor es verdad y libertad, nunca debilidad.

          He dicho tanto del amor que temo repetirme. Pero he de insistir en que no es nada de lo que pensamos habitualmente.

          Los romances, las historias almibaradas, las canciones tristes donde añoramos al ser ausente o perdido, todo ese conjunto de sueños no es amor.

          La verdad y la libertad son el alma y el espíritu del amor. Donde no se encuentran, el amor no tiene existencia propia. Donde no hay libertad no hay vida, y sin vida no hay posibilidad para el amor.

 

 

 

352º.- Renuncia a exigir a los demás  y a ti mismo. No estamos aquí para arreglar el mundo, sino para amarlo y comprenderlo.

          La humanidad ha precisado de gente providencial para encausar sus problemas y su futuro, perturbada por enfermedades sociales y psicológicas.

          No necesitamos salvadores de la Patria, sino amarnos y comprendernos a nosotros mismos, para que la Tierra sea liberada de sus problemas colectivos.

          Por eso se ha de renunciar a exigirnos y exigir a los demás, aunque muy pocos cumplan con este precepto, pues no está en la voluntad del inconsciente colectivo rectificar estas conductas intolerantes.

 

 

 

353º.- Tu libertad es tu capacidad para decir sí o no, en cualquier circunstancia.

          Afirmar o negar no han de ser criterios impuestos desde fuera ni tampoco obedecer a la educación social del medio o de la familia.

          Libertad es decidir en cualquiera de las dos posibilidades, sin que intervenga nada extraño a la conciencia o a la libertad de una elección independiente.

          Si poseemos esa capacidad, nuestro sí o el no, serán nacidos del alma de forma limpia, sin la impureza de intereses creados o de egoísmos conscientes o instintivos.

 

 

 

354º.- Disfruta de todo, pero si te agarras a una sola cosa, de ninguna gozarás.

          La muleta es atractiva cuando tenemos problemas para andar. Es un obstáculo cuando es usada de manera morbosa y constituye un impedimento para nuestro normal desarrollo.

          Disfrutar de todo lo que la vida contiene es un mandamiento no escrito ni sabido por el hombre, pero que implica en sí una profunda sabiduría.

          Gozar del aire que respiramos, del sol que nos calienta, del frío que estimula, del agua que da la vida, de la tierra que nos alimenta; gozar de la compañía de la gente, de la amistad de un ser amoroso, de la voz que canta y acaricia con su sonido, de la risa de un niño que juega, de una melodía que nos llega al corazón en el silencio de la noche, esa es la vida del hombre simple y natural.

 

 

 

355º.- En la violencia del sabio no hay nada personal. El sólo tiene amor y no emociones.

          La vida impersonal parece una utopía para el que vive en el mundo de las emociones, de las sensaciones y los egoísmos.

          Si el hombre espiritual expresa enfado o irritación, ello es exterior, superficial, siendo el fondo profundo y estable y nunca se dirige a alguien en concreto sino que se manifiesta directamente contra la perturbación y no contra el sujeto que la expresa.

          En esa profundidad y estabilidad no hay más que amor, pero de calidad impersonal, un amor que no hace distinción de razas ni credos.

 

 

 

356º.- Limpiemos nuestro espejo para vernos mejor. Centrémonos en lo que nos ofende, no en el que nos ha ofendido.

          Nos expresamos como espejos con imágenes deformadas, porque nunca fueron limpios y el paso del tiempo acumuló polvo sobre ellos, haciendo que, al mirarnos, nuestras caras alteradas nos parecieran las reales.

          Vivimos con nuestras falsas imágenes, centrados en defendernos de toda clase de ataques a nuestra integridad.

          Ese es el mundo de ilusiones que hemos construido y dentro de este recinto permanecemos aislados hasta que la muerte nos alcanza y nos lleva.

 

 

 

357º.- Sólo los cambios auténticos no necesitan esfuerzo personal. El que tiene disciplina por miedo está domesticado.

          Hay una disciplina que funciona como un dique que detiene nuestros impulsos; esta crea tensión. Hay otra disciplina que nace de nuestra elección entre el bien y el mal y esa es la que nos transforma sin esfuerzos en consciencias liberadas.

          Un cambio para ser real no utiliza la fuerza, sino que  nace del libre albedrío, porque se ha llegado a un punto de madurez donde el esfuerzo no es necesario.

 

 

 

358º.- La gratitud es como un anzuelo que nos engancha a otro ser, y se transforma en obligación.

          Stefan Zweig decía que la piedad puede ser peligrosa cuando ella se hace un deber, una obligación o responsabilidad asumida en contra de nuestra voluntad.

          Sentir gratitud hacia otro ser es asumir cierto estado de esclavitud y ser sometido por ello a un grado muy sutil de servidumbre más o menos gravoso para la independencia personal.

          Nos vemos atados a compromisos que tomamos por agradecimiento y coartamos nuestra libertad sacrificando inútilmente parcelas de nuestra vida.

 

 

 

359º.- Si estamos controlados y dominados es porque no estamos satisfechos con nada.

          Los insatisfechos aceptan dócilmente las normas de control y son dominados por los absurdos de doctrinas y situaciones irrelevantes.

          Hay una clase de insatisfacción a la que llamo rebeldía, que no acepta las cosas tal como el mundo las ofrece, sino que trata de cambiarlas para poner en ellas un orden y una clasificación natural, modificándolas para adaptarlas al tiempo y el espacio.

          Los otros insatisfechos se contentan con que algunos los lideren y carguen sobre ellos su descontento, transfiriéndoles la carga de sus responsabilidades.

 

360º.- Cambio significa comprensión, consciencia, tolerancia, intuición y nunca violencia.

          El cambio es eterno y aquello que no está sujeto a mudanza, se enmohece y muere.

          Para que el cambio sea real necesitamos saber por qué y para qué lo hacemos, esto es: comprenderlo y conscienciarlo.

          Ello no ha de generar violencia sino tolerancia y aceptación de la situación real del momento de la existencia en el que nos encontremos.

 

 

 

361º.- La soledad nos es necesaria para comprendernos.

          Hay situaciones en la vida en las que no necesitamos a nadie junto a nosotros. Es el instante del encuentro consigo mismo, es el tiempo de la soledad.

          Sin ese espacio que nos concedemos no hay comprensión posible, ni un punto real desde donde iniciar la marcha de regreso a la Casa.

          La soledad es la fuente de la que brota el camino que va fluyendo como una marcha que unas veces es recta y otras sinuosas, pero que nos lleva inevitablemente a fundirnos con el Océano cósmico.

 

 

 

362º.- Nunca nos movemos en la realidad, sino en los conceptos mentales. La realidad es cambiante e inmensa.

          El mundo es mente y, paradójicamente, está fuera de ella. Las cosas son conceptos que nuestra imaginación transforma dándole uso y razón.

          La realidad está más allá de la mente, porque el pensamiento concreto, y frecuentemente estático, da nombres rígidos a los objetos, pero lo real es profundo y se mueve de un polo a otro creando distintas y múltiples formas irrepetibles: es una perenne creatividad.

          La realidad es la mano del Creador forjando mundos atómicos que estallan en millones de estrellas. Cuando somos reales no jugamos con las ilusiones; dejamos de soñar y entramos en el infinito de la Luz, en la Unidad Cósmica.

 

 

 

 

 

AFORISMOS LITERARIOS

 

 

 

                                                  Prólogo

 

                    

Hace mucho tiempo que di por concluidos los primeros Aforismos Espirituales, hasta 360, que fueron redactados con la intención de llevar algo de luz y comprensión a aquellos lectores que, en posesión de algunos aspectos del saber en su camino hacia la evolución espiritual, pudieran confirmar sus ideas y trabajos personales.

En el momento que escribo, me estoy apoyando en la lucidez e inteligencia de algunos pensadores para comentar sus citas literarias y aclarar, en lo posible, algunas cosas que puedan parecer oscuras, amén de ampliar lo dicho por ellos.

Sólo espero que, independientemente de la amenidad de las citas, mis comentarios cumplan con la intención que tengo de seguir dando a mis lectores algunas migajas más de ese "pan de la vida”, como así llamo a la espiritualidad, que me ha servido de apoyo y confianza reafirmando mi fe en aquellas cosas de las que siempre he estado seguro son parte de mi existencia vital.

Con esa confianza, doy estas nuevas citas y confío que algún día ellas den el fruto que espero a tantas personas ansiosas de recibir con sed aquello que se ha negado siempre o se ha escatimado: libertad de pensamiento, la verdad y el amor incondicional.

Si así fuera, he cumplido con mi misión: dar, sembrar y permitir que la cosecha sea recogida por los que vienen detrás.

                                                  Salvador Navarro Zamorano

 

 

 

 

 

 1º.- No abras los labios si no estás seguro de que lo que vas a decir es más hermoso que el silencio. Proverbio árabe.

La vida germina en el silencio, así como las ideas de libertad, belleza y luz. El sabio, el místico de la montaña y el Iniciado, han guardado silencio por etapas prolongadas, antes de dar sus más bellas creaciones al mundo.

Dice las Sagradas Escrituras: “. . . y el séptimo día descansó”. La Creación entró en el Silencio glorioso del corazón de los hombres y que el impulso creador inició su marcha para construir un hombre creativo, a imagen y semejanza del Principio que lo imaginó.

 

 

 

 2º.- Decídete y serás libre. Henry W. Longfellow.

Al hombre se le califica y conoce por las decisiones que toma en su vida.

Tales decisiones, si revelan un alma disciplinada, un orden interno, dan un espacio dimensional de actuación tan grande, que la sensación de libertad crece y crece tanto, que hace lejana la sensación de pérdida y muerte.

 

 

 

 3º.-  El camino del exceso conduce al palacio de la sabiduría. William Blake.

He aquí la paradoja de la existencia humana.

W.Blake es un maestro planteando enigmas. El camino del exceso, del vicio, es del hombre que lo ha saboreado todo hasta la hartura y ahora nada necesita porque dentro de sí, el brillo de las falsas ilusiones y los oropeles de la vida está apagado.

Con la boca y el estómago ahíto de la “comida que compartía con los cerdos”, ahora camina de regreso al palacio donde su sabio Padre espera al hijo pródigo.

 

 

 

 4º.- La felicidad tiene los ojos cerrados. Paul Valery.

No existe la felicidad. Es un señuelo de cazadores para incautos que creen en quimeras.

Tenemos el estado de felicidad, de amar, de paz y otros muchos, pues todos son transitorios, inaprensibles.

Hay un proverbio ruso que habla del “pájaro de la felicidad”, que vuela de rama en rama, siempre inalcanzable aunque parece que lo podemos aprisionar en las manos.

Si quieres ser feliz, olvida ese pensamiento y, entonces, tendrás días de paz y amor que vendrán a ti cuando vean tu casa de los deseos tan vacía que podrán hacer nido en ella.

 

 

 

 5º.- Que cada cual examine los deseos que ha tenido en su vida. Si es feliz actualmente, verá que es porque sus votos no fueron atendidos. Príncipe Carlos José de Ligne.

Si se cumpliera cuanto pedimos seríamos insaciables infelices, y pedigüeños por naturaleza.

La suma de nuestros deseos es la totalidad de las frustraciones que alcanzamos.

Bueno es desear aquello que pueda estar razonablemente a nuestro alcance. Positivo es trabajar y obtener lo que necesitamos y queremos. Loable es disfrutar de lo que nos ha dado la vida, sin que hagamos preguntas sobre nuestros méritos para merecerlo.

 

 

 

 6º.- ¡Años de niñez en que el tiempo no existe! Un día, unas horas son entonces cifra de la eternidad. Luis Cernuda.

Días, horas, minutos, formas de medir el tiempo.

La niñez no conoce el tiempo. Para ella es una palabra que alarga la espera. Infancia es, aquí y ahora. Cualquier cosa que no esté en el momento se transforma en lejanía, lo que no nunca va a llegar.

La eternidad debe ser algo así como volver a ser como niños.

 

 

 

 7º.-  Un idealista es aquel que, al notar que una rosa huele mejor que una col, concluye que hará una sopa mejor. Henry Loáis Mencken.

Idealismo es soñar imposibles. Pero. . . . ¿acaso no es ahí donde radica su belleza?

Coles y rosas. Lo prosaico con su olor azufrado y lo hermoso con fragancias de amor y sensualidad.

Transformar la comida y bebida en amor, música, canciones y sentimientos, es la razón de la vida.

Si el vivir lo hacemos prosaico, llenándolo de fealdad, no habrá más que vacío, depresión y una sensación de inutilidad por todo lo que hagamos.

Vivir puede ser hermoso y digno cuando, como un pintor, llenamos el cuadro de colores y figuras colocadas geométricamente, para darle realidad.

 

 

 

8º.-  Ningún tonto se queja de serlo; no les debe ir tan mal. Noel Clarasó.

Cuando un cretino se queja de su estado, es porque está dejando de serlo.

Si estamos convencidos de que nuestra situación en el mundo no puede cambiar, entramos en el marasmo vital y da comienzo la agonía que acaba con la muerte.

La sensación de estar vivo nace del cambio perpetuo. Es como la ropa, que si no la cambiamos termina sucia y oliendo mal.

 

 

 

 9º.-  El miedo es el más ignorante, el más injusto y el más cruel de los consejeros. Edmund Burke.

Miedo e ignorancia pertenecen a la misma familia. Aconseja mal y precipitadamente, volviéndonos crueles con el prójimo.

Matamos por miedo; odiamos por miedo; somos celosos por miedo y hasta fabricamos ídolos, confeccionamos dogmas, ritos y otras liturgias por miedo disfrazado de piedad, para aplacar la ira de los dioses vengativos.

 

 

 

10º.-  Coge el día de hoy; no seas demasiado crédulo en el de mañana. Horacio.

Decir mañana, es excusa para aplazar, no hacer, falta de voluntad para no actuar.

Los plazos acusan al actor de insolvencia; lo aplazamos todo por pereza o debilidad.

El mañana no es nuestro, porque pertenece al futuro. Lo único que tenemos como campo de actuación es el presente.

Somos hijos del momento presente y no podemos recusarlo ni negarlo. Lo que no hacemos “ahora” es porque negamos al ser que hay en nosotros a mostrar lo que realmente “es” para disfrazarlo al momento siguiente con otro ropaje, que no es el suyo propio.

 

 

 

11º.-  El lugar ideal para mí es aquél en que es más natural vivir como extranjero. Italo Calvino.

Ser extranjero en la tierra que nos ha visto nacer, es vivir en soledad, escuchar sin tener que responder, pensar sin que la emoción haga perder la objetividad.

Al extranjero no le pedimos más que la convivencia natural, sin otras obligaciones que las que se derivan de las normas sociales en el lugar que habita.

 

 

 

12º.-  La puerta mejor cerrada es aquella que puede dejarse abierta. Proverbio chino.

¿Cerrada, abierta? ¿Amar, odiar? ¿Amigo, enemigo? Así se vive en los extremos.

Si nuestra puerta está abierta y no tenemos voluntad de cerrarla, proyectamos la idea de que lo aceptamos todo dentro de nuestro orden interno.

El equilibrio es la resultante de dos fuerzas que, aunque diametralmente opuestas, se complementan, que armonizan, una melodía que nace del encuentro de una mano flexible y una cuerda tensa.

Entonces, la puerta abierta se transforma en la puerta cerrada a la ignorancia que la sabiduría no conoce, tal como la luz no sabe de oscuridad.

 

 

 

13º.-  El leer hace completo al hombre, el hablar lo hace expeditivo, el escribir lo hace exacto. Francis Bacon.

Leer es comulgar en silencio con el espíritu del escritor; hablar es transmitir con sonidos lo que hemos aprendido con la voluntad de hacerlo saber; escribir es crear, con tiempo para modelar, volver a pensar y recrear, lo que deseamos transmitir con amor a nuestros lectores.

 

 

 

14º.- A menos que se sepa todo a los veinte años no se tiene ninguna probabilidad de saber algo a los treinta y cinco. Ernest Hemingway.

Lo que sabemos a los veinte años son los frutos que aún no han madurado, pero que están anunciando sus brotes. Lo que somos a los veinte años es la señal de lo que seremos en el futuro inmediato.

El artista, el escritor, el deportista, son existencias que en la juventud han hecho su revelación. Sólo queda el tiempo de madurez, de sazón.

Pero, en estado latente, todo existe en el hombre para revelarse en tiempo y espacio propicio.

Si damos ocasión para que esta oportunidad sea una realidad, el hombre da a luz su objetivo y razón de su paso por la vida.

 

 

 

15º.- El dinero no puede hacer que seamos felices; pero es lo único que nos compensa de no serlo. Jacinto Benavente.

La ironía del comediógrafo sale a escena, poniendo al dinero como colaborador necesario de la felicidad.

Cierto es que el dinero contribuye a un estado de tranquilidad y seguridad pero no es menos cierto que la salud, el amor, la evolución personal y la nobleza, así como la honradez, tienen en él un enemigo astuto, capaz de comprar, vender y derribar cualquier obstáculo que se oponga en su camino.

Es posible que Benavente recordara al doctor Fausto.

 

 

 

16º.-  Cuanto más engorda uno, más prudente se vuelve. Prudencia y barriga son dos cosas que crecen simultáneamente. Charles Dickens.

Los estómagos bien alimentados suelen ser agradecidos. La abundancia genera deseos de paz y comodidad.

Los mercaderes son proclives a vivir en sociedades de bienestar, donde sus negocios se extienden hacia otras zonas más necesitadas, habitadas por gente con carencia de lo más imprescindible para vivir, y actúan como aves depredadoras comprando riquezas naturales a cambio de sobrantes de fábrica, comprando conciencias puestas en almoneda, para el servicio del mejor postor.

Las orondas panzas del capital codicioso, crecen tanto como disminuye su conciencia, oculta en la niebla que le impide ver el futuro.

 

 

 

17º.-  Todo cuanto pudieras hacer, hazlo sin perder tiempo, puesto que ni obra, ni pensamiento, ni sabiduría, ni ciencia, será posible en el sepulcro, hacia el que te encaminas corriendo. Biblia. Eclesiastés.

Aunque la Biblia utiliza un verbo de admonición, en verdad el hombre emplea más de veinte años de su vida en aprender, desde hablar y caminar, hasta estudiar una carrera o desempeñar un trabajo, que le capacita para vivir en sociedad o en un grupo humano. Ganar una posición social hace que transcurran veinte años más, donde la familia que forma ocupa un puesto importante en ese tiempo.

Cuando el hombre alcanza la madurez y pone por obra recoger la cosecha de lo sembrado, comienzan los problemas ocasionados por aquello que se ha sembrado mal o los procedentes de las malas semillas empleadas.

Este pensamiento urge al hombre a que su labor de sembrador comience en el amanecer de su vida y sea una continuidad en el ocaso, hasta el final de sus días.

 

 

 

18º.-  El hombre más poderoso es el que es dueño de sí mismo. Séneca.

Ser dueño de sí mismo es tarea imposible si no hay un previo conocimiento de sí.

Con – o – ser (con el ser) es poder real, si ello conlleva la sabiduría de llegar hasta lo más profundo de la consciencia y, desde allí, emerger con pleno poder para hacer de la vida un camino de perfección en perfección.

 

 

 

19º.-  El que a sí mismo se alaba, nunca mofador le falta. Refrán español.

La ignorancia es la matriz de donde salen todas las estupideces que el hombre perpetra durante los días que vive en la tierra.

La propia alabanza es ceguera y mueve a la risa por lo que tiene de ridículo y a la compasión por lo absurdo de tal conducta.

 

 

 

20º.-  No llego a comprender por qué, siendo los niños tan inteligentes, los adultos son tan tontos. Debe ser fruto de la educación. Alejandro Dumas, hijo.

¿Quién niega inteligencia, espontaneidad y originalidad a los niños? Toda verdad y simplicidad está depositada en ellos. El adulto común repite tópicos, no renueva su educación e instrucción y se mueve en círculos.

La experiencia no tiene valor si no está adornada de ingenio.

Muchos llaman experiencia a la repetición, hasta la saciedad, de los mismos hechos y palabras que imitaron de sus antecesores.

 

 

 

21º.-  Hay que trabajar, si no por gusto, al menos por desesperación porque, hechas las necesarias averiguaciones, trabajar es menos aburrido que divertirse. Charles Baudelaire.

El trabajo es hacer del tiempo una utilidad. Extraer un beneficio material a las horas de la vida.

Con su producto sobrevivimos en una sociedad hecha para la ganancia, como es el dinero, comida, poder y sexo, elementos que nutren el cuerpo social.

La diversión lleva al hastío y el trabajo al cansancio. La cura del segundo tiene fácil solución. La del primero, generalmente, lleva al trabajo. ¡Paradoja de la vida!

 

 

 

22º.-  ¡Si sólo Dios me hiciera una simple señal, como hacer un ingreso a mi nombre en el Banco!. Woody Allen.

¡Si un ingreso en la cuenta corriente de un Banco fuese una experiencia divina!

El ingenio barato lleva a la risa fácil y al pensamiento distraído.

La riqueza y el poder son seguidores del amor. ¡Si tuviera tanto amor como quisiera! Mi riqueza está en proporción directa al amor que sea capaz de sentir.

 

 

 

23º.-  Cuando la Fortuna nos descubre su bello rostro, es precisamente cuando la tormenta comienza a cernerse sobre nuestra cabeza. Píndaro.

¿Por qué? La paz y la guerra, el amor y el odio, la fortuna y la desgracia, nunca están separadas, es sólo una apariencia. Se hermanan como Caín y Abel, Esaú y Jacob. ¿De nuevo una paradoja? No. Es ley de vida.

Cuando llegue la Fortuna no dejes que ella te agobie, reparte sus dones, adminístralos, distribuye equitativamente lo que de gracia te ha sido dado y la tormenta será suave y refrescante lluvia sobre tu cabeza.

 

 

 

24º.-  Al lado de la dificultad está la facilidad. Mahoma.

Junto a la venenosa hierba, está la que sirve de antídoto. Junto al mal convive el bien. Es un hecho contrastado que un Jesús ha de tener un Judas, como la luz y la sombra.

Si atravesamos cualquier dificultad, por insoluble que nos parezca, el problema, la solución, está oculta al otro lado de nuestra incomprensión, esperando el momento propicio para descubrirse.

 

 

 

25º.-  ¡Cuántos en las Cortes tienen oficios preeminentes, a los cuales en su aldea no les hicieron alcaldes!  Fray Antonio de Guevara.

Los valores sociales no tienen la misma escala que los individuales. Mientras más alto viajamos, menos aire puro se respira.

Yo he visto a un personaje público que, en menos de seis años que detentó Cartera de Gobierno, pasó por ser Ministro de Industria, de Asuntos Exteriores y otro que no recuerdo. O una Ministra de Sanidad, sin tener la menor idea de Medicina o Farmacia. ¿Sus méritos? No saber nada en absoluto de lo que iba a representar. Eso les granjeó la confianza y amistad de sus superiores, que no se sonrojaron al nombrarlos para el cargo.

 

 

26º. -  Todos somos aficionados: en nuestra corta vida no tenemos tiempo para otra cosa. Charles Chaplin.

Vivir 70 u 80 años no quiere decir que ese tiempo haya sido totalmente útil. Infancia, adolescencia, juventud, madurez y ancianidad, tienen muchos “tiempos muertos”. El poco tiempo realmente vivido apenas da para adquirir algo de saber y aparentar una experiencia de pocos quilates.

Ser un aprendiz de lo eterno y vivir para morir, es lo único que parece podemos hacer, si tenemos voluntad para ello y deseamos que la vida nos bendiga.

 

 

 

27º.-  En las historias de amor la felicidad es siempre igual, en cambio, cada desgracia tiene su fisonomía propia. León Tolstoy.

Si la felicidad presenta siempre la misma cara es porque hemos aprendido sólo una manera de disfrutarla. Damos el nombre de felicidad a muy pocas escenas de la vida, que resumimos en: salud, dinero y amor. Las tres con interpretaciones personales.

Lo que no nos parece bien lo calificamos como malo, desdeñándolo o aborreciéndolo, ignorando que son la fuente donde descansa nuestro inestable bienestar.

 

 

 

28º.-  Mantente a flote por todos los medios; pero si te es imposible, ten el valor de hundirte sin ruido. Rabindranath Tagore.

El hombre es un grito, un clamor, una protesta contra lo que le parece un olvido de la fortuna.

Tener la dignidad del silencio, es condición indispensable para soportar con paciencia los reveses de la vida y transmutar la miseria en utilidad y el estiércol en abono.

 

 

 

29º.-  ¿Alguien es capaz de abandonar un edificio en cuya construcción gastó toda su vida, aunque ese edificio sea su propia prisión?  Khalil Gibran.

Estamos en la prisión de nuestras obras. Amamos las cadenas y grilletes que forman parte de nuestra renuncia a la libertad.

Pájaros que aman la jaula donde está encerrado; presos queriendo las cadenas que les impiden cualquier movimiento; gente que no renuncia a sus viejas costumbres. “¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?” escribía Pablo de Tarso, luchando consigo mismo para transmutarse en el hombre nuevo.

Renunciemos a nuestros tesoros plagados de polillas, corroídos por la herrumbre y pongamos los pies en la senda de la resurrección del cuerpo de luz, esencia de nuestra condición humana.

 

 

 

30º.-  Todos vivimos del pasado y nos vamos a pique con él. Johann W. Goethe.

Si durante toda una vida acumulamos recuerdos en un almacén, la prudencia nos obligaría a mantener cerrada la puerta. Si estamos tan locos como para acumular tanta miseria, nos vendría encima la podredumbre de lo que guardamos con tanto celo.

En verdad, vivimos de miserias y ellas son la causa de que nuestro camino sea lento y pesado. Cuando somos conscientes de la carga que llevamos y que amenaza con hacernos naufragar a cada paso que damos, la primera providencia es desprendernos de ella, cortando las raíces que nos atan a nuestro origen.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

31º.-  Hoy ya no existen enemistades irreconciliables, porque ya no hay sentimientos desinteresados; he aquí un bien que tiene su origen en un mal. Josepth Joubert.

El interés y la política hacen extraños compañeros de viaje.

Se crean lazos de conveniencia para que los enemigos de siempre estrechen sus manos en pactos gananciales.

Hasta lo que llamamos amor, se mide por edad, físico, posición social y otros elementos que lo hacen vacío de contenido, porque se ajusta más a un valor con oferta y demanda que a un sentimiento nacido de la espontaneidad y juventud del corazón.

 

 

 

32º.-  Es muy difícil pensar con nobleza cuando no se piensa más que para ganarse la vida. Jean-Jacques Rousseau.

La vida es prosaica en sí misma. La nutrición es una necesidad primaria. Sólo cuando satisfacemos nuestro estómago, comenzamos a pensar en compartir con nuestro prójimo.

Los sentimientos de solidaridad nacen en los pueblos que han solucionado sus problemas básicos. Los países paupérrimos piensan únicamente en sobrevivir.

En el plano individual un estómago lleno deja de interesarse por la comida para que el cerebro ponga su atención en las posibilidades que le ofrece la convivencia con su prójimo. El egoísmo puede expresar desinterés, el deseo sexual en amor y la violencia sería una tregua para la paz.

¿No encontramos una relación directa entre estómago y cerebro? Si no tienes hambre es el momento de que lo pienses.

 

 

 

33º.-  Si comienza uno con certezas, terminará con dudas; más si se comienza con dudas, llegará a terminar con certezas. Francis Bacon.

Dudar, comprobar una y otra vez, es el sistema científico para demostrar la veracidad de aquello que se quiere analizar para darle carácter de autenticidad.

Cuando afirmamos compulsivamente por tener la impresión, el sentimiento o la “corazonada” de que tiene que ser así, generalmente rectificamos, porque el tiempo demuestra, la mayoría de las veces, que nos hemos precipitado.

Si sabemos que llegar a conocerse uno mismo es labor dificultosa, ¿cómo juzgar a personas y actos que están fuera de nuestro alcance?

 

 

 

34º.-  Los ancianos se complacen en dar buenos consejos, porque así se consuelan de no encontrarse ya en situación de dar malos ejemplos. La Rochefoucauld.

“De los viejos el consejo” dice un refrán. El comentario del escritor es mordaz, pues el tiempo en que lo escribió, difiere en mucho de la ancianidad actual.

No obstante, todo tiempo extremo, juventud y vejez, tiene un espacio límite.

La vejez actual vive una situación placentera: residencias, locales de esparcimiento, seguros médicos, pensiones, viajes, etc., algo impensable hace doscientos años.

El tiempo deshace lo que fue un día verdad y crea nuevas oportunidades para que el futuro siga triturándolas en el molino del tiempo.

 

 

 

35º.-  Cuando un hombre se echa atrás, retrocede de verdad. Una mujer sólo retrocede para coger más carrerilla. Zsa Zsa Gabor.

Las peculiaridades de los sexos. La actriz juega con las distintas formas de proceder del hombre y la mujer, no siempre ciertas.

El aspecto femenino para retroceder y tomar impulso, es un comportamiento instintivo.

Retroceder y fijar una nueva situación, es la postura racional masculina.

Ambas son humanas y no corresponden a una de las partes exclusivamente.

 

 

 

36º.-  Discreto y sabio es el que sufre al que no lo es. Refrán español.

Sufrimos a los demás, aunque no de la misma manera que ellos nos sufren a nosotros.

De discretos es ser pacientes ante el charlatán que con su gárrula e insulsa parla nos aburre hasta la saciedad o la del soberbio que nos quiere impresionar con títulos que ocultan su falta de personalidad.

De sabios es escuchar las confidencias secretas del prójimo, comprendiendo y orientando sus problemas hacia la mejor solución.

 

 

 

37º.-  No hay que querer estar por encima de las cosas, hay que estar dentro. No hay que querer saber por qué se vive. Sólo hay que querer vivir. Charles-Ferdinand Ramuz.

Difiero de la primera parte de la cita y estoy con la segunda. Estar dentro de un problema puede impedirnos ver la salida o solución que lo resuelva. Pienso hay que estar fuera y por encima de las cosas para verlas en perspectiva y con otra claridad.

Vivir tiene otra dimensión. La vida es siempre un tiempo presente. Se vivió y se vivirá, pero estos dos espacios no tienen sentido si no es viviendo el presente.

 

 

 

38º.-  Sólo lo que se pierde es adquirido para siempre. Henrik J. Ibsen.

No vemos ni apreciamos lo que forma parte de nuestra propiedad, lo que tenemos cerca y nos rodea.

Cuando esta propiedad se pierde o desaparece el entorno, comenzamos a tomar consciencia del bien que ya no tenemos y pasa a formar parte de nuestra memoria, del recuerdo y la experiencia. Ahora es cuando nos parece más nuestro que nunca.

 

 

39º.-  Los que sueñan de día son conscientes de muchas cosas que escapan a los que sueñan sólo de noche. Edgar Allan Poe.

Soñar de día o soñar de noche  . . .  Hay quien sueña en medio de la luz de su consciencia y hay quien sueña en medio de la noche de su ignorancia.

El primero hace del sueño una realidad tangible, el segundo siente como los sueños se desvanecen igual que la niebla que la luz disipa después del amanecer.

Las vidas están hechas de sueños nocturnos, pesadillas; al despertar, inquietos, hacemos promesa para que no se cumplan estas apariencias premonitorias.

 

 

 

40º.-  Crecer es una cosa terriblemente difícil de hacer. Es mucho mejor omitirlo e ir de una infancia a otra. Francis Scott Fitzgerald.

Crecer es la secuencia natural después del nacimiento. No tiene sentido dar vida a un cuerpo para que descanse en la inmovilidad.

Nuestras infancias es el infeliz resultado de los sumandos: ignorancia, egoísmo, ambición y un ego incapaz de superarse.

¡Triste condición la del hombre-niño que va dando traspiés por la vida, dotado de una falsa cabeza a la que supone dotada de inteligencia!

Hay otras infancias cuando se han superado los obstáculos que la materia pone a la evolución interna. El sabio-niño supone otra pureza que deviene de la alquimia por la transmutación del carbón material en el diamante de puro cristal.

 

 

 

41º.-  No hay nada repartido más equitativamente en el mundo que la razón; todo el mundo está convencido de tener suficiente. René Descartes.

La razón que aquí expone el ilustre matemático no es la Razón en su más pura expresión. Se refiere a la justificación. Tenemos una justificación para cada una de nuestras palabras o actos, y hacerlas parecer razonables, lógicas y consecuencia de una moral intachable.

Aplicamos la palabra razón porque nos parece apropiada. Pero, en verdad, sólo nos justificamos y disculpamos. Otra infantilidad que viene de la inmadurez humana.

 

 

 

42º.-  Habla con suavidad, pero lleva un gran palo y llevarás lejos. Theodore Roosevelt.

Mano de hierro en guante de terciopelo. El dulce ofrecido con autoritarismo.

Rara vez se da este comportamiento, hijo bastardo de un falso equilibrio de la justa medida de las cosas.

Quien tiene el palo, siempre busca un pretexto para emplear la fuerza, es impaciente e inmoderado; ira y soberbia con una dosis de poder, bastan para que nos emborrachemos de corrupción. La razón de la fuerza está en el brazo armado que no duda en emplear el látigo.

La suavidad de las palabras es tomada como debilidad. La gente, acostumbrada a obedecer, no distingue entre dulzura y seguimiento ciego. Prefieren el castigo a la reprensión con la intención de corregir.

 

 

 

43º.-  Vemos la luz del atardecer anaranjada y violeta porque llega demasiado cansada de luchar contra el espacio y el tiempo. Albert Einstein.

Naranja es color de infancia. Es débil, vulnerable, ha perdido la intensidad del rojo y su brillo.

Violeta es color de cambio y transmutación, el último color antes de desaparecer en lo invisible.

En nuestro peregrinar por el tiempo, ocupando un espacio, nos movemos en esa ancha banda que va desde el naranja de nuestro amanecer en la existencia al violeta de la desaparición en la muerte, la nada.

Y el espacio ocupado entre los dos colores, suena una vez como vagido y otra como estertor agónico.

 

 

 

44º.-  El hombre tiene mil planes para sí mismo. El azar, sólo uno para cada uno. Aristóteles.

El azar teje su tela con millones de hilos, formando el dibujo de la evolución personal de cada ser vivo.

Una vida es como un hilo que contribuye a la trama del tejido, pero el hombre, como individuo, forja su propio proyecto, inconsciente de las fuerzas telúricas y cósmicas que lo manipula y lleva hacia un denominador común: nacer, vivir y morir.

 

 

 

45º.-  El problema de la juventud de hoy es que ya no forma uno parte de ella. Salvador Dalí.

La lucha generacional es resultado de la escisión entre jóvenes y viejos.

Esta división crea un problema de ignorancia y soberbia inexperiencia por una parte y un problema de soledad por la otra.

La experiencia que la juventud desprecia lleva a la soledad, pues ella es enemiga de la prudencia y la reflexión.

El resultado es como una escena donde los dos actores actúan de espalda al público, ignorándose y agotando sus energías en esfuerzos baldíos.

 

 

 

46º.-  Hay algo que da esplendor a cuanto existe, y es la ilusión de encontrar algo a la vuelta de la esquina. J.K.Chesterton.

El juego de la ilusión. La sorpresa que nunca llega, siempre confiando en que llegará mañana.

Este sentido lúdico de la vida es lo que ilumina fugazmente la tristeza de lo cotidiano, de la lucha por sobrevivir, el gris de la vida social.

El encuentro con uno mismo está en último lugar, como realización del despertar en la senda de lo ilusorio.

 

 

 

47º.-  Los ignorantes son los muchos, los necios son los infinitos; y así el que los tuviere a ellos de su parte, ése será señor de un mundo entero. Baltasar Gracián.

Reinar en un mundo de necios, ha sido ambición de los personajes que han pasado por la Historia, como dictadores, reyes y emperadores, así como caudillos providenciales.

Rodeados de una corte de aduladores ambiciosos y una guardia de hierro como protectora de sus vidas, pasean sus neurosis de poder por un mundo aborregado y temeroso. Gobiernan utilizando la compra de voluntades, reparto de regalías y favores, entre la corrupción y el miedo.

Con el tiempo entran en decadencia y son sustituidos por otros ignorantes que, en nombre de la virtud, la honradez, el honor y la libertad, siguen el camino de la prevaricación y la mentira que sus antecesores mancharon con sus bajezas.

 

 

 

48º.- Si amas, perdona; si no amas, olvida. Vicki Baum.

El amor no perdona, sino que comprende.

Cuando no hay amor, el olvido es casi imposible, pues el vacío de la falta de ternura no puede ser reemplazado por otro vacío.

Cabe la posibilidad de que el hombre que perdona y olvida haya vaciado su interior de la idea de venganza, pero ha de permitir que entre las consciencias de sus actos.

 

 

 

49º.-  Quien no ha visto en la carretera el alba, entre dos hileras de árboles, fresca y viva, no sabe qué es la esperanza. Georges Bernanos.

La esperanza está al final del túnel que recorremos tropezando en las pequeñas piedras del camino de la vida.

Ella forma parte de la ilusión cuando carece del fundamento de la fe, la seguridad de lo que se espera.

La esperanza sin fe es frustración. La fe concibe la esperanza como proyecto a realizar y no como sueño volátil e impreciso.

 

 

 

50º.-  El silencio representa el más perfecto heraldo de la alegría; yo sería poco feliz si pudiera decir cuánto. William Shakespeare.

La excelencia de las cosas que se guardan en el corazón, está motivada por el secreto del silencio.

Felicidad expresada, es esencia olorosa, cuya fragancia el aire esparce hasta que se pierde.

El alma feliz calla y potencia su alegría en el aliento contenido que el tiempo se encarga de hacer florecer en una continua secuencia.

 

 

 

51º.-  La promesa tiene piernas; sólo el don tiene manos. Proverbio alemán.

Las promesas tienen de vida el tiempo que tardamos en hacerlas.

Ellas son hijas de las circunstancias y sirven para lograr algo a cambio.

El don de hacer o cumplir con hechos, hacen realidad las palabras.

 

 

 

52º.-  Los espejos deberían pensárselo dos veces antes de disolver una imagen. Jean Cocteau.

Un espejo es el reflejo de la imagen tal como ella es. Depende de su pureza para fijar la imagen con más o menos realidad.

No hay un problema de espejo, sino la aceptación de quién se mira.

Somos espejos de nuestros semejantes y ellos de nosotros. Aceptarnos y aceptarlos es asunto del conocimiento y sabiduría de cada uno.

 

 

 

53º.-  Si cada español hablara solamente de lo que entiende, habría un gran silencio que podríamos aprovechar para el estudio. Manuel Azaña.

El problema del pueblo español fue siempre la falta de información veraz. No ha habido cultura de base y el estudio, así como el trabajo, han sido considerados tedioso y cadena forzosa, que deben evitarse a toda costa.

Ello ha creado la figura del pícaro, que utiliza el ingenio para sobrevivir o del estudiante entregado a la holganza y al devaneo amoroso, empeñando los libros para no perder noche de diversión.

Aunque los signos externos señalan cambios, las estructuras deformadas no han variado mucho. El colegio se sigue considerando obligatorio para después abandonarlo sin terminar carrera alguna y el trabajo como obligación que todos sueñan en abandonar un día si la suerte tocara a su puerta.

 

 

 

54º.-  Sólo avanzada ya mi vida me di cuenta de cuán fácil es decir: “no lo sé”. W.Somerset Maugham.

La vanidad hace decir “si” a lo que no comprendemos, con tal de que nuestra ignorancia pase desapercibida.

El orgullo es incapaz de reconocer la incapacidad del intelecto y comete los mayores errores.

La humildad llega a la vejez, así como la derrota y aceptamos nuestra pequeñez ante la infinitud de lo que no sabemos.

 

 

 

55º.-  Cuando bordeamos un abismo y la noche es tenebrosa, el jinete sabio suelta las riendas y se entrega al instinto del caballo. A.Palacio Valdés.

Muchas cosas de la vida serían de otra manera sin dejáramos el control al tiempo o a la Divina Providencia.

El afán humano de querer controlar todos los aspectos de la vida, nos ha llenado de artificios, desnaturalizando lo que antes era simplicidad.

Hemos cambiado amor por débito conyugal; cariño por deber; salud por comodidad; juego por competición; trabajo por esclavitud y así en adelante una infinita relación de despropósitos.

Sabio es el jinete que en la oscuridad de su existencia, deja rienda suelta a sus inclinaciones espirituales que lo llevan con seguridad al refugio eterno.

 

 

 

 

56º.-  ¿Quieres ser Papa? Mete esa idea en tu cabeza. Proverbio.

Las ideas fijas suelen ser determinantes en los hechos que marcan nuestras vidas.

Cuando un propósito es sostenido con intensidad y duración, no demora en cristalizarse, formando una realidad.

La historia de muchos hombres está relacionada con ideas a las que entregaron su vida y la llevaron a término con éxito.

Pensar, gestar, esperar y madurar hasta la llegada del resultado, son las fases que completan este pensamiento.

 

 

 

57º.-  El arte de la guerra consiste en ordenar las fuerzas de tal modo que no puedan huir. Anatole France.

Vence quien más resiste. En la guerra como en la paz, las fuerzas son las mismas, aunque no los medio que emplea.

Quien huye del enemigo es como el que no quiere afrontar la realidad de su vida. Quien pelea para vencer es como quien trabaja con entusiasmo para obtener la justa recompensa a su esfuerzo.

Tan cobarde es quien huye del frente de batalla, como quien humilla y martiriza a un prisionero.

Y no deja de cometer una vileza quien tortura a la familia que tiene a su cargo, lo mismo que el que roba o asesina para adueñarse de una propiedad que no supo ganar por medios lícitos.

En todos los casos expuestos, la huida se considera imposible.

 

 

 

58º.-  Es más tranquilizador tener doce hijos que doce millones de dólares; con doce hijos uno se conforma; con doce millones se quiere más. Aristóteles Onasis.

Con tantos hijos nunca se ahorrarán doce millones de dólares; al menos trabajando.

Doce es el número de los hijos de Jacob, que dieron lugar a las doce tribus de Israel y doce es el número babilonio para la plenitud.

El dinero, símbolo de la ambición, nunca está satisfecho, sino que ansía más, hasta el vértigo si fuera posible. Los hijos, un patrimonio distinto, conforman al espíritu, porque cada uno de ellos es un valor en sí, que nos enriquece de otra manera.

 

 

 

59º.-  Si hubiera un hombre que no pudiera morir, si fuera real la leyenda del judío errante, ¿cómo habríamos de titubear en declararlo el más infeliz? Sören Kierkegard.

La vida eterna, sin descanso, ha de ser como un trabajo de 24 horas sin interrupción.

Hasta el alma y el espíritu son alcanzados por la fatiga de un desvelar infinito.

Yahvé descansó el 7º día de la Creación. En el budismo se entra en el Nirvana para desaparecer en la Nada; Odín, dios de las leyendas nórdicas, realiza largos períodos de descanso en un sueño divino.

Si no pudiera morir y descansar en paz, sería el ser más desgraciado de la existencia.

 

 

 

60º.-  Poned atención: /un corazón solitario/ no es corazón. Antonio Machado.

Hay corazón cuando hay unidad con la cabeza. Una es la consciencia y el otro la puerta del amor.

Cuando el corazón llega al pico más alto de la soledad y no siente la consciencia de libertad, al poco tiempo queda preso en el mundo emocional, que lo va deshojando poco a poco hasta secarlo.

La consciencia es la luz que alumbra el corazón solitario, transfigurándolo y dándole forma divina: la del Amor.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

61º.-  Las grandes asambleas se reducen a banderías, y las banderías, a un hombre. Napoleón Bonaparte.

Muchas grandezas esconden pequeños movimientos nucleares que se encargan de mover y dirigir la periferia; mientras que tales núcleos, reciben el impulso de una mente directora.

Así se construyen Cosmos, Gobiernos, Fundaciones y hasta Jerarquías planetarias, pero siempre es un núcleo individual quien motiva toda la acción.

 

 

 

62º.-  El carácter de cada hombre es el árbitro de su fortuna. Publilio Siro.

Tener buen o mal carácter se identifica con la actitud ante los demás.

Aquí el autor va más allá y pone como ejemplo de carácter la voluntad decisoria que anida dentro de cada uno de nosotros y que nos selecciona de acuerdo con nuestra entereza.

 

 

 

63º.-  La decadencia es la pérdida total de la inconsciencia; porque la inconsciencia es el fundamento de la vida. Fernando Pessoa.

¿Inconsciencia o inconsciente?

¿Un juego de palabras?

Actuamos con automatismo inconsciente casi toda nuestra vida. Somos conscientes de muy pocas cosas.

Decadencia sería la degeneración de ese inconsciente, que nos conduciría a conductas primarias, casi prehistóricas, reviviendo al cavernícola que vivía gracias a sus instintos de animal acorralado ante la vida salvaje que le circundaba. Miedo, violencia, crueldad, alimento, poder, sexo, eran sus horizontes habituales.

 

 

 

64º.-  Un hombre sin pasiones está tan cerca de la estupidez que sólo le falta abrir la boca para caer en ella. Séneca.

Las pasiones hacen al hombre. No tener pasiones equivale al más helado de los conceptos, al satanismo, que es la carencia total de sentimientos.

Las virtudes más puras no son más que grandes pasiones que han pasado por el crisol alquímico del dolor.

 

 

 

65º.-  La casualidad es siempre actual: ten siempre a punto el anzuelo. En la tranquilidad de las aguas, donde menos lo espera, estará tu pez. Ovidio.

No hay casualidad. Todo obedece a leyes exactas, casi desconocidas para el hombre, algunas de las cuales intuimos.

Quien conoce la causalidad del devenir de cada día, está preparado para vivirlo con la expectativa de aquello que unas veces se espera y otras sorprende.

Para él la vida transcurre en la paz de las cosas que van cayendo maduras del árbol de la causalidad.

 

 

 

66º.-  Independiente siempre; aislado nunca. Emilio Visconti-Venosta.

Visconti no ha dicho un despropósito. Hay una tendencia general en confundir los términos, aislamiento con independencia.

Unos quieren vivir aislado, mientras que otros desean ser independientes. La diferencia está entre el que busca la soledad y el que opta por tomar sus propias decisiones sin que nadie interfiera.

 

 

 

67º.-  Quien se siente en el fondo de un pozo para contemplar el cielo lo encontrará pequeño. Han Yu.

El mundo es cuestión de óptica de visión. Depende de “cómo” lo veas y desde “dónde”.

Si la abertura de la visión es pequeña, veremos una porción del Todo, equivalente al tamaño del agujero.

Pero, si apartamos los obstáculos, la visión del mundo en su totalidad puede producirnos vértigo.

 

 

 

68º.-  Ser lo que somos y convertirnos en lo que somos capaces de ser es la única finalidad de la vida. Robert Louis Stevenson.

El Ser como tal es en esencia una totalidad. Ni crece ni disminuye.

El hombre, en su labor de perfección, trabaja para descubrir qué hay detrás del velo de las apariencias para saber quién es él.

Ese esfuerzo es la capacidad que alcanzamos para llegar a la Realidad individualmente.

 

 

 

69º.-  Cuando oigas a un hombre hablar de su amor por la patria, es signo de que espera que le paguen por eso. Henry Louís Mencken.

El amor nace en el silencio, como las grandes obras que el genio elabora se construyen en soledad.

Las palabras apenas esbozan los sentimientos que las impulsan y son muy pobres para alcanzar y descubrir matices y sutilezas.

Si escuchas una y otra vez afirmaciones y protestas de amor y adhesión, piensa qué intereses están en la sombra para prosperar al amparo de la cortina de verborrea y retórica.

Viene a mi mente la portada de una revista satírica, donde un orondo capitalista decía: “Quiero tanto a mi patria que le voy a poner un piso”.

 

 

 

70º.-  Los libros tienen su orgullo. Cuando se prestan, no vuelven nunca. Theodor Fontane.

Esto puedo afirmarlo, aunque la cita literaria esté hecha con ironía.

El libro prestado rara vez retorna. Si al menos circularan de unas manos a otras, nos parecería que, de cierta manera, cumplen la misión para la que fueron impresos.

Hay lectores que cuando compran un libro se llevan dos ejemplares. Uno es para prestarlo.

 

 

 

71º.-  De los deseos, unos son naturales y necesarios. Otros, ni naturales ni necesarios, sino nacidos de la vana opinión. Epicuro.

¡El mundo de los deseos! La necesidad los crea y el interés les da sentido.

Vivimos en una sociedad donde las técnicas de ventas crean todo tipo de deseos, suscitando envidia, egoísmo y afán de posesión.

Los deseos banales prostituyen a las personas cuando canjean ideas y valores éticos por dinero o poder.

 

 

 

72º.-  Las palabras son soledad. Henry Miller.

¿En qué estaría pensando H.Miller cuando escribió esta frase lapidaria?

¿En la incomunicación humana? Las palabras suelen ocultar la intención escondida de quien las pronuncia y con ellas se justifican injusticias, errores, traiciones e ignorancias propias y ajenas.

Cuántas veces no hemos escuchado: “No es lo que crees. Te lo puedo explicar”.

Naturalmente, podemos explicarlo, pero nunca desde la soledad de la verdad del alma, a quien no podemos mentir.

 

 

73º.-  Para quedarte donde estás tienes que correr lo más rápido que puedas . . . y si quieres ir a otro sitio, deberás correr, por lo menos, dos veces más rápido. Lewis Carrol.

¡Matemáticas! Nadie se mueve por mucho que corra. Tenemos la sensación de que nos movemos, pero no es más que ilusión. Estamos en el mismo sitio.

Moverse significa cambiar de dimensiones; de una dimensión plana, superficial, a otra más profunda, sin dimensiones.

Para eso sobran  las piernas y se precisa un corazón, como en el cuento del “Mago de Oz” y una cabeza que coordine la sabiduría de cada movimiento. Contemplación y meditación. Desde el cuadrado al círculo. ¿Es que un cuadrado no contiene dos triángulos y cada uno de ellos mide 180º grados, equivalente a una circunferencia?

Quien tenga oídos para escuchar . . .

 

 

 

 

74º.-  El instante no es más que el triste punto entre el deseo y el recuerdo. Robert Musil.

No estoy de acuerdo en que el instante presente sea triste, si lo vivimos en plenitud, conscientemente.

Deseo por lo que va a llegar y recuerdo para lo que fue, son los ladrones que hurtan lo que vivimos en el tiempo presente.

¿Cómo protegerse de estas dos dimensiones que nos apartan del placer de vivir? Siendo constantes en la experiencia del tiempo que vivimos, fugaz por naturaleza, pero que cuando lo prendemos nos da sentido de eternidad.

 

75º.-  Mis amigos me dicen que soy agresivo, pero me lo dicen a gritos. Jaume Perich.

La paja en el ojo ajeno . . .

Está lo que se llama “psicología de transferencia” por la que vemos reflejados nuestros defectos y problemas en los demás, como chivos expiatorios de nuestros pecados.

La irresponsabilidad es el “modus vivendi” de estos personajes que, parasitan descargando las consecuencias de sus actos sobre su prójimo.

 

 

76º.-  No os toméis la vida demasiado en serio; de todas maneras, no saldréis vivos de ésta. Bernard de Fontenelle.

La vida tomada con seriedad genera personajes estirados, envarados, amargados y moralistas hasta la exageración.

Aunque aceptemos nuestra parte de responsabilidad en el diario vivir, hemos de adornarlo de pequeñas alegrías, satisfacciones, sonrisas y amor de todas las condiciones.

La excesiva seriedad provoca un entorno triste y austero, con el destierro de las risas ya que su sonido puede rasgar las vestiduras del luto por la vida.

 

 

77º.-  Cuando un loco parece completamente sensato, es ya el momento, en efecto, de ponerle la camisa de fuerza. Edgard Allan Poe.

Escribió Cervantes que, cuando Don Quijote recobró la cordura, le llegó el tiempo de morir.

Los genios de la historia han parecido excéntricos y locos a sus contemporáneos. El hombre común no es un demente ni un sensato, sino un ser ignorante que repite gestos, hábitos y lenguaje, con pocas variantes, durante toda su vida.

La genialidad y la magnificencia, son para otros niveles de individualidad.

 

 

 

 

78º.-  Nadie es como otro. Ni mejor ni peor. Es otro. Y si dos están de acuerdo es por un malentendido. Jean-Paul Sartre.

Hay diferencias que distingue al hombre nuevo del hombre-masa. Cultura, educación, ética y espiritualidad, son características del hombre comprometido en la búsqueda de sí mismo.

Y aunque no parezca “superior”, hay algo en él que lo hace pensar por haber desarrollado esas potencialidades que cada hombre lleva dentro de sí.

Lo que llamamos “estar de acuerdo” no es más que un modo o manera de hacer convivencia. Varias partes diferenciadas que se unen en función de comunidad.

 

 

 

79º.-  La prueba más clara de sabiduría es una alegría continua. Michel E. de Montaigne.

Equilibrio, estabilidad, es la mejor garantía de la posesión de sabiduría.

Esta armonía con la existencia transmite alegría y salud.

La concordia y la paz  llegan por la aceptación de las cosas, sin excepciones ni rechazos. Amor, odio, alegría, tristeza, risas, llanto, fidelidad, traición. Todos los extremos tienen cabida en el hombre sabio y alegre por naturaleza. En su interior, por un proceso de laboratorio alquímico, todo se funde y transmuta en leyes naturales y universales.

 

 

 

80º.-  Se comprende mejor la divinidad ignorándola. San Agustín.

Sabia reflexión la del doctor de la Iglesia. Pero, por ignorancia no interpretemos que sea desconocimiento, sino incorporar esta comprensión a nuestra existencia.

¿Quién recuerda sus primeros pasos? ¿O cómo aprendió a leer? ¿Y el manejo del automóvil? Todos estos aprendizajes han quedado relegados a la mente subconsciente. Ahora forma parte de nuestra vida.

Así, la comprensión de Dios, se transforma en un vivir en Dios.

 

 

 

81º.-  Hay pocos lazos de amistad tan fuertes que no puedan ser cortados por un cabello de mujer. Santiago Ramón y Cajal.

En sus relaciones con el género femenino el hombre muestra los instintos atávicos que hincan sus raíces en el mundo animal del que procedemos.

Ante la cercanía de la hembra y su posesión, mostramos los dientes y nos colocamos en actitud de ataque ante otro macho que pretenda arrebatarnos lo que ya consideramos una propiedad, calificándolos de rivales potenciales, cualquiera sea su intención.

 

82º.-  Deje palabras quien ame/que sin obras todas vuelan/porque palabras y plumas/dicen que el viento las lleva. Tirso de Molina.

“Nunca me hables de amor, demuéstramelo cada día”.

Palabras y contratos parecen hechos para incumplirlos. La seducción está envuelta en las palabras. La gente de moral se casa y firman un contrato. Ambos gestos se rompen con más frecuencia de la que podamos imaginar, porque la verdad, como la realidad, es mudable y el hombre, por más que quiera jurar y asegurar lo que dice, sea por medio de palabras o escrituras, no puede cumplirlo en su totalidad.

Lo único que se puede hacer es ser fiel a sí mismo, demostrando cada día con hechos, la realidad de lo que somos y sentimos.

 

 

83º.-  Un sentimental . . .es un hombre que atribuye a todas las cosas un valor absurdo y no conoce el precio fijo de ninguna. Oscar Wilde.

El sentimental nunca tiene la justa medida de las cosas.

Por los sentimientos las cosas se deforman, aumentan o empequeñecen. No es raro que la razón se obnubile ante un sentimiento exagerado.

A veces confundimos sensibilidad con sentimentalismo, haciendo que esta virtud descienda hasta niveles prosaicos, donde bulle el mundo emocional de nuestra existencia.

La sociedad a la que pertenecemos es un mundo emocional, de sensaciones, explotado por los mercaderes de la información. Manipulados por los medios de comunicación, cada vez más uniformes, estamos desorientados y sin norte que nos sirva de guía.

 

 

84º.-  El cerebro es un paquete de ideas arrugadas que llevamos en la cabeza. Ramón Gómez de la Serna.

Palpita la ironía en esta “greguería” del excéntrico y genial escritor. Las ideas, cuando no son digeridas, forman bloques rígidos, a veces inamovibles, que se arrugan por el paso del tiempo.

Las ideas, como todo en la vida, nacen, crecen, viven y a veces mueren. Si nos empeñamos en mantenerlas mucho tiempo sin renovarlas, se arrugan y generan toxinas letales.

 

 

 

85º.-  Los amigos se consideran sinceros; los enemigos lo son: por ello se deben aprovechar sus censuras para conocernos a nosotros mismos. Arthur Schopenhauer.

Se aprende más por oposición que por afirmación.

El cuerpo que encuentra un rechazo genera fuerzas para vencerlo y desarrollar su propio potencial.

Por ello, la sinceridad de quien odia, tiene su paradoja en la posible simulación de la persona que declara nos ama.

La figura retórica del “puñal clavado en la espalda” viene de la confianza en la mano que se dice amiga. El enemigo que se declara como tal, nos hace tomar medidas precautorias para hacernos más fuertes.

 

 

 

86º.-  ¿Quieres un buen consejo para tu éxito en la vida de relación? Ayuda a los otros a sujetarse la careta. León Daudí.

La técnica del disimulo y la hipocresía son modos diplomáticos de convivencia.

Ocultamos nuestras faltas y defectos con dificultad, mientras nuestros semejantes miran hacia otro lado, hacen que no las ven o se maquillan con otros disfraces.

La cobardía puede ser prudencia; el terrorismo una forma de violencia; el robo de “guante blanco”, ingeniería financiera y así sería interminable la relación de dobleces del lenguaje ocultando la miseria humana.

 

 

 

87º.-  Se puede confiar en las malas personas, no cambian jamás. William Faulkner.

La cuestión de confianza radica en que ante lo invariable de las actitudes de los llamados “malas personas”, tomamos una actitud fija que, al no experimentar cambios, termina resultándonos cómoda.

Los amigos y personas de reputación no dudosa, pueden mentirnos y traicionarnos, ya que confiamos en ellas sin albergar dudas sobre su futura conducta.

 

 

88º.-  No se deberían poner caras largas, por lo menos para no tener más superficie que afeitar. Fernandel.

El actor francés utiliza la frase “poner caras largas” para luego, con ingenio, construir la cita humorística.

Cierto es que, cuando ponemos la “cara larga” para mostrar nuestra contrariedad o enfado, frenamos la alegría y demoramos el tiempo de regresar al buen humor.

No dudemos que, con esa actitud, la superficie a “rasurar para lucir un buen afeitado” se vuelve más extensa.

 

 

 

89º.-  Algunas personas nunca aprenderán nada por la sencilla razón de que lo entienden todo demasiado pronto. Alexander Pope.

Hay un tiempo para sembrar, otro para crecer, un tercero para madurar y el último para recoger.

El aprendizaje veloz y no asimilado intelectualmente, hace que la semilla no fructifique en tiempo y sazón, es un saber perdido; como la parábola del sembrador y la semilla que cae en la roca.

El aprendizaje requiere un tiempo de asimilación y, desde ese espacio de espera se produce un salto para caer en la profundidad, cuna de la maestría y la inspiración.

 

 

90º.-  El arte de ser sabio consiste en saber a qué se le puede hacer la vista gorda. William James.

El psicólogo y escritor pone un poco de “sal gorda” en el comentario.

Un sabio no hace la vista gorda. Este arte al que alude W.J. debe ser el de la prudencia o el de la astucia, dotes de un buen hombre de Estado.

El Gobernante sensato hace la vista gorda en asuntos de su competencia si ello redunda en un bien público.

El sabio toma medidas correctoras para que no se produzca dolo por omisión o tolerancia de la Ley, conduciendo los asuntos públicos por vías éticas, limpias de censura o calumnias interesadas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

91º.-  Para los valientes el fusil no es sino el mango de una bayoneta. Napoleón Bonaparte.

Para disparar un fusil no se necesita valor, basta apretar el gatillo con un dedo.

El coraje está en la mano que aprieta el acero cortante para defender la propia vida, la familia o la patria atropellada por la ambición de un pueblo extranjero.

Napoleón es el personaje menos indicado para hacer esta cita. Él fue quién por la fuerza hizo de su vida un camino pavimentado de cadáveres, llevado por su ambición sin límites.

 

 

 

92º.-  Si se sabe exactamente lo que se va a hacer, ¿para qué hacerlo? Pablo Ruiz Picasso.

¿Quién sabe exactamente lo que se va a hacer? Es una presunción.

Y si se sabe, ¿por qué no hacerlo?

La cita me parece mordaz, escéptica. Es una invitación para dar ocasión a la indolencia, incluso al hastío pues, si lo sabemos todo de antemano ¿para qué imaginar o soñar? ¿Dónde estaría el asombro o la sorpresa? Un mundo que no tiene espacio para las alternativas no nos sirve para nada.

Picasso se me ha empequeñecido.

 

 

 

93º.-  La eternidad está enamorada de las obras del tiempo. William Blake.

En el tiempo y el espacio aparece y manifiesta lo que llamamos vida.

Y la Vida está en la esencia de las cosas, que le da energía y movimiento.

La manifestación es efímera, nace se desarrolla y muere. La Vida es eterna. Y el Amor nace entre la Divinidad sin tiempo y la forma, sujeta a evolución y mudanza, buscando la perfección vocacional que recibe de su Creador, a quien adivina pero que no conoce ni comprende, aunque intenta explicarlo.

 

 

 

94º.-  El fracaso es el condimento que da sabor al éxito. Truman Capote.

Fracaso es igual a experiencia. Si no fuera así, el hombre entraría en la fase crítica del peligro vivencial, la crisis de su vida.

Un gran edificio necesita de grandes cimientos, donde los escombros fortalecen las columnas que lo van a sostener.

El éxito tiene una buena dosis de posibilidad de fracasar. Eso lo hace más atractivo.

Cuando la probabilidad de vencer está determinada, no hay voluntad ni entusiasmo por el triunfo.

La oposición crea energía y desarrollo en la lucha, dando validez al esfuerzo empleado para alcanzar objetivos.

 

 

 

95º.-  Yo trato de privarme de ideas. Todos los días me quito alguna, pero siempre me quedan demasiadas. Agustín García Calvo.

No tiene el mismo valor una idea que un conjunto de ellas. No se puede vivir con muchas ideas porque resta potencial cuando se quiere llevar a la práctica alguna de ellas.

Un hombre con una idea puede ser un sabio o un idealista. Si sigue sumando ideas puede ser un legislador o un gobernante ilustrado.

Hay que renunciar a la cantidad por la calidad. A menor número de ideas, más fuerza habrá disponible para ponerlas en acción. Una sola idea tiene todas las oportunidades para alcanzar un buen fin.

 

 

 

96º.-  La sonrisa es el idioma universal de los hombres inteligentes. Victor Ruiz Iriarte.

La sonrisa que tiene su origen en la alegría del ánimo, es sincera, noble y amable. Es una expresión que transmite un mensaje de armonía.

La inteligencia no consiste en sonreír, sino en crear las condiciones necesarias para que se exprese con espontaneidad y naturalidad.

Cuando dos personas se encuentran y sonríen, crean un clima de bienestar mutuo que contagia a los demás y calma el ambiente donde se crea.

 

 

 

97º.-  No puede decirse que el español sea más soberbio o más dado a los devaneos amatorios que cualquier otro pueblo; pero una y otra cosa la son de un modo portentoso, raro e insólito. I. Kant.

El filósofo, parsimonioso y paciente en grado sumo, tenía una idea de la idiosincrasia española, no una experiencia directa sino venida de segunda mano.

Los pueblos latinos, especialmente italianos y españoles, han tenido fama de galantes y orgullosos, pero el mito no se ha sostenido hasta hoy. Somos un pueblo con muchos complejos. Uno de ellos, con relación a las artes amatorios, ha sido la separación matrimonial o divorcio, que ha estallado violentamente ante el español que ve su pareja, su “propiedad”, dejar el hogar por la manifiesta incompetencia del hombre para la convivencia y la poca capacidad para dar amor.

¡Oh tiempo, que todo lo aclara y pone al descubierto!

 

 

98º.-  En virtud de la palabra el hombre es superior al animal; por el silencio se supera a sí mismo. Paul Masson.

La articulación del lenguaje hizo primero al hombre y después a la sociedad.

Esa capacidad le llevó después al lenguaje escrito y estableció la comunicación entre hombres y pueblos.

Pero el silencio lo hizo reflexivo, prudente, meditativo y religioso. Recogido dentro de sí, construyó alas para volar hacia otras dimensiones, donde su espíritu indaga por su origen y destino en un mundo de intuiciones y magia.

 

 

 

99º.-  De los humanos solamente uno entre mil es conductor de hombres; los otros 999 persiguen a las mujeres. Groucho Marx.

La condición animal del macho es buscar comida y seguir a la hembra de la especie, luchando contra posibles competidores.  Comida, poder y sexo son necesidades básicas.

El líder o conductor de hombres tiene las mismas necesidades, pero están sujetas a su condición innata para convencer a los demás de su especial cualidad para el mando, por lo que exige obediencia y subordinación.

El conductor de masas, una vez consigue su propósito, añade a su poder comida y mujeres como botín y  prueba del poder que detenta.

 

 

 

100º Es la fiebre de la juventud la que mantiene al mundo a la temperatura normal. Cuando la juventud pierde entusiasmo, el mundo entero se estremece. G.Bernanos.

La fiebre de la juventud se vive entre los 12 y los 24 años. Yo diría que es un tiempo de locuras y pasiones que se desbordan con frecuencia.

Entusiasmo y juventud se pueden tener a cualquier edad, si el espíritu es joven para expresar estas cualidades.

El mundo nunca se ha estremecido porque la gente sea joven. Estoy pensando en muchos genios que murieron antes de los 35 años y en grandes figuras que brillaron hasta edades avanzadas.

Pero ellos estaban dotados de vida juvenil, trabajaron intensamente, nunca se vieron como demasiado jóvenes o como muy viejos, ni consideraron si tenían fuerzas para desarrollar los grandes proyectos que hicieron un mundo mejor.

 

 

 

101º.- El presente es lo principal del futuro. Antoine A. Cournot.

No hay más vida que la presente. El futuro no ha llegado y el pasado es un tiempo muerto.

El tiempo presente es la semilla del futuro; con ella sembramos un tiempo que vendrá como una posibilidad, nunca con la certeza de que recogeremos exactamente lo sembrado.

Por eso es válido acentuar que la estimación del presente es que lo vivimos y no hay otro más que éste.

 

 

102º.- La muerte no es nada para nosotros . . . No importa a vivos ni a muertos, porque para aquéllos no es, y éstos ya no son. Epicuro.

El miedo a la muerte es una manifestación del ego, que se niega a desaparecer.

Cuando la seguridad de morir es asumida por la consciencia, la muerte es vista con naturalidad y los prejuicios son barridos como inútiles y negativos, como un lastre de la vida.

Vivir y morir son dos caras de un fenómeno que llamamos Vida.

 

 

 

103º.- Dejemos que las aguas corran y las estrellas salgan. Federico García Lorca.

El fluir de las aguas y la llegada del ocaso con el brillo de los luceros, son accidentes naturales tan viejos como el mundo.

El sabio permite que estas cosas sucedan, no en el espacio físico donde nada puede hacer, sino en su consciencia.

El mundo de las aguas, por analogía, es el mundo de las emociones que han de fluir para no estancarse y perder sus cualidades positivas.

La dimensión de la luz, mundo del espíritu, es donde el hombre espera ser iluminado para iniciar su andar por el oscuro valle de la materia y la muerte.

 

 

 

104º.- El hombre no sabe a ciencia cierta que fue dichoso hasta que camina errante por las ruinas de su felicidad hundida. Paul Courty.

“La felicidad no es sabida hasta que es perdida”, dice el refrán.

Muchas veces nos detenemos para imaginar los momentos felices vividos y que nunca volverán.

Pero no se han de ver tristezas ni lágrimas, sino la gloria de lo que fue una exaltación de los sentidos y un canto del alma, degustando el recuerdo y la añoranza de nuestra propia historia.

Después, levantemos la cabeza y mirando hacia arriba, sigamos nuestro camino sin mirar hacia atrás.

 

 

 

105º.- Todas las cosas nos son ajenas; sólo el tiempo es nuestro. Séneca.

El tiempo es nuestro si es vivido. Es fugaz cuando lo derrochamos, malgastamos o somos inconscientes de su paso.

Nada es una propiedad eterna. Un día renunciaremos a toda posesión. Pero, si la atención invertida en el tiempo que ha sido vivido es correcta, será lo único que llevaremos como equipaje para ese viaje que no parece tener fin.

 

 

 

106º.- El pesimista se queja del viento; El optimista espera que cambie; el realista ajusta las velas. William George Ward.

Tres puntos de vista. El primero, es la inacción; el segundo, la esperanza; y el tercero, la efectividad, el trabajo con los medios de que dispone.

Las tres versiones engloban la visión humana de las cosas y sus circunstancias.

 

 

 

107º.- Cuanto más grande es el caos, más próxima está la solución. Mao Tse-tung.

La mayor oscuridad anuncia el amanecer. Si la vida anuncia la vejez, la nueva juventud pregona su llegada. Cuando los cauces que recorre una sociedad se agotan, otros nuevos toman el relevo.

Así opera el milagro de la vida. Los grandes problemas requieren soluciones prontas que la existencia provee con infinita sabiduría.

Si entendemos la cita literaria, los problemas no serán un misterio y la solución estará con toda certeza en nuestras manos.

 

 

 

108º.- Cuando un vizconde se encuentra con otro vizconde, ambos se cuentan historias de vizcondes. Maurice Chevalier.

Las aves del mismo plumaje tienden a encontrarse y juntarse. Las afinidades electivas son una constante en la cotidianeidad de la vida.

Nos conocemos y reunimos por elección y nuestras historias tienen puntos comunes que nos identifican. Esto da una seguridad y evita sorpresas y novedades.

 

 

 

109º.- Las cadenas del matrimonio son tan pesadas que para llevarlas son necesarias dos personas y, a veces, tres. Alejandro Dumas, hijo.

Suena a tópico todo lo que decimos sobre las relaciones matrimoniales. Es como si el amor perteneciera a otra dimensión de la vida de las parejas.

Ver la unión de un hombre y una mujer como una cadena, pertenece a ese ritual que hemos establecido buscando seguridad dentro de una sociedad. Contratos, separación de bienes y otras medidas cautelares, hicieron y hacen problemas de desconfianza y recelos mutuos, excluyendo de sus cláusulas el amor, que allí parecería extraño.

La aparición del tercer elemento, como puede ser un hijo o un amante, no es la solución perfecta, pero sirve para relajar la situación y prolongar el absurdo del no-amor de la pareja en el tiempo.

 

 

 

110º.- Una sociedad se embrutece más con el empleo habitual de los castigos que con la repetición de los delitos. Oscar Wilde.

El castigo, incluso el llamado “ejemplar” nunca ha solucionado satisfactoriamente ningún problema social. Lo prueba el hecho de que cada vez se necesitan más jueces, más leyes, más policías y más prisiones.

¿Es el hombre incorregible? Cualquier respuesta puede parecer ilógica. Es un problema educativo, de justicia social, de reparto equitativo de las riquezas, de trabajo para todos, etc.

Que el castigo aturde y embrutece, no cabe duda. Pero las carencias sociales señaladas en el párrafo anterior cumplen su odiosa tarea de reducir al hombre a un simple guarismo, lo sepulta en el anonimato y lo dibuja en los planes de desarrollo social en un elemento productivo, explotable y maleable.

 

 

 

111º.- La experiencia no se comunica verbalmente, por eso el mundo camina tan despacio. Adolfo Bioy Casares.

La experiencia no es transferible. Cada uno ha de vivirla individualmente. La paradoja es que, cuando el hombre se acerca a un nivel aceptable de conocimiento o habilidad, le llega la hora de jubilarse o morir y ser sustituido por otro más joven, inocente, cándido y con todo por aprender.

Este modo de actuar de la existencia hace que la humanidad avance con desesperante lentitud hacia una evolución que la dignifique hasta alcanzar su mayoría de edad.

 

 

 

 

112º.- No hay placer que no tenga por límite el dolor; que con ser el día la cosa más hermosa y agradable, tiene por fin la noche. Lope de Vega.

Nacer lleva implícito morir. Cada principio tiene un fin. Detrás de la posesión está la pérdida. Esto no es pesimismo.

Pero el hombre prefiere ignorar el final inevitable de su vida y se entrega a un juego de ilusiones fugaces, pretendiendo la continuidad en el tiempo.

¡Iluso! Cuando mayor es el sueño antes termina. ¡Juego de ilusiones en el carnaval de las vanidades!

 

 

 

113º.- Nuestro corazón tiene la edad de aquello que ama. Marcel Prévost.

Amamos la juventud. Buscamos unir nuestra vida con otra más joven, en un desesperado intento de ganar vitalidad y rejuvenecer los años vividos.

La cirugía ha venido a paliar la vejez del rostro y del cuerpo para darnos una apariencia más o menos momificada de lo que ayer fuimos. La cosmética acude en nuestra ayuda para simular las arrugas. Hijos y nietos contribuyen  a dar dinamismo al ambiente hogareño.

Amamos la juventud, pero la exterior. Es joven quien mantiene el corazón y la cabeza como la de un niño que cada mañana espera la sonrisa del día y las sorpresas de los regalos que la vida le ofrece tan generosamente.

 

 

 

114º.- El que exige jugar con las cartas boca arriba, tiene todos los triunfos en la mano. Graham Greene.

Los juegos claros, no dejan de ser auténticos juegos. Las trampas lo adulteran y provocan lágrimas a los confiados partícipes, destruyendo la alegría que produce.

Las cartas boca arriba son como los brazos abiertos indicando confianza del hombre ante la existencia. El pesimismo nos ensombrece y dificulta la visión de las cosas, entenebrece el presente y proyecta sombras en el futuro.

Si triunfar proporciona alegría no es menos cierto que la alegría colabora haciendo de cada hombre un triunfador.

 

 

 

115º.- En los ojos del joven arde la llama. En los del viejo brilla la luz. Victor Hugo.

Todo hombre que viene al mundo trae su propia luz. De él y sus circunstancias depende que esa luz de la niñez sea en la juventud un fuego abrasador que, más tarde, se transmute en nueva luz, no como la que trajo en su infancia, sino que ahora está impregnada de sabiduría.

El fuego y la luz se diferencian en que el primero da calor pero quema y destruye, mientras que la luz ilumina y sirve de guía en el camino de los peregrinos en la tierra.

 

 

 

116º.- Todos los órganos humanos se cansan alguna vez, salvo la lengua. Konrad Adenauer.

El músculo más fuerte del cuerpo es la lengua. Cuando el cuerpo se debilita, ella sigue conservando energías para seguir moviéndose.

Este juvenil poder de la lengua tiene la propiedad de anunciar la nobleza del corazón, seducir con la miel de las palabras o mentir con la perfidia y la traición.

Quien la domine tiene en ella un fiel servidor; si no es controlada, puede ser causa de discordias, equívocos y sufrimientos.

 

 

 

117º.- La paz se tiene cuando se puede imponerla. Rémy de Gourmont.

El hombre es amante de la paz pero no sabe conservarla. La historia de la humanidad está escrita con la sangre de millones de inocentes que dieron su vida por ella.

No ha habido tirano, rey, dictador o gobierno que no haya declarado una guerra para conseguir la paz. Tras la justificación está el afán de apoderarse de la riqueza codiciada.

Los pueblos que durante un largo período de tiempo no han tenido una guerra, engendran en su núcleo social una capa violenta, agresiva y degenerada, donde todos los vicios prostituyen a la juventud que consigue caer en sus garras cainistas.

 

 

 

118º.- Si sale, sale. Si no sale, hay que volver a empezar. Todo lo demás son fantasías. Èdouard Manet.

Parece el monólogo de alguien ensimismado en un problema metafísico. Pero no. Es la reflexión de alguien empeñado en lograr el resultado de una acción ensayada una y otra vez, hasta obtener éxito.

Lo valioso es la voluntad que se pone en juego para un propósito; lo de menos es el resultado, porque el motivo no es importante. Manet dice que es fantasía.

Damos valor a los éxitos del hombre que ha llegado a lo más alto de su carrera profesional, pero lo único que tiene mérito es la energía empleada para conseguirlo.

 

 

 

119º.- El mejor espejo es un ojo amigo. Proverbio gaélico.

Ante un buen amigo caen los secretos y aparece la sinceridad.

Dice el proverbio que el amigo es un espejo. La cualidad de un buen espejo es la de reflejar la imagen sin deformarla, con veracidad, porque es un objeto impersonal.

Recordemos el espejo de la madrastra del cuento de Blancanieves, que fue quebrado por decir la verdad.

 

 

 

120º.- Aunque seas casto como el hielo y puro como la nieve, no por ello escaparás de la calumnia. William Shakespeare.

La perfección no existe y estamos empeñados en una lucha para que nunca deje de ser así.

Si hablamos de alguien, lo primero que recordamos son sus defectos o cualquier comentario que reste valor al personaje.

Causa satisfacción poder disminuir la moralidad de una persona, porque así nos parece que elevamos la propia.

La murmuración y la calumnia son armas que están al alcance de cualquiera y se usan sin remordimientos por quienes irresponsablemente pretenden dañar la virtud ajena.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

121º.- Grabad esto en vuestro corazón: cada día es el mejor del año. Ralph. W. Emerson.

Cada momento tiene valor de vida. Sólo se vive en ese instante, fugaz, efímero, pero eterno en sí, Quien consigue aprisionar y vivir ese espacio de tiempo saborea la eternidad.

Así el filósofo y escritor pide que grabemos un día, como un tiempo en que la felicidad y el bien estuvo presente en nuestro diario vivir.

Emerson fue un autor leído en mi juventud. Tiene toda mi gratitud por los momentos felices que me hizo disfrutar la lectura de sus libros.

 

 

 

122º.- Sólo cerrando las puertas detrás de uno se abren ventanas al porvenir. Françoise Sagan.

El pasado es un lastre que se lleva con angustia y temor. Si no tenemos el coraje de desprendernos del cansancio y desaliento que su carga provoca, el futuro no se abrirá para nosotros.

Tener futuro significa que el pasado no está en nuestro presente, que ha desaparecido en las brumas del olvido. Ahora forma parte de la base sólida con la que levantamos el porvenir.

 

 

 

123º.- Si quieres conocerte, observa la conducta de los demás. Si quieres comprender a los demás, mira en tu propio corazón. Friedrich von Schiller.

Somos miméticos, reflejos de nuestra sociedad, del tiempo que vivimos.

La comprensión es interna. Nuestro corazón aquilata y cualifica a través del amor, solidaridad y tolerancia a nuestro prójimo.

El conocimiento se ha de transformar en un estado de ser, íntimo y armonioso, mientras que el corazón acompaña esta divina melodía que produce armonía interior.

 

 

 

124º.- La mitad de la belleza depende del paisaje, y la otra mitad del hombre que lo mira. Lin Yutang.

La simbiosis objeto-sujeto está claramente definida en esta cita literaria. Lo conocido y el conocedor.

Para que algo sea conocido se necesita el ser que viene a conocer y da autenticidad y fe de la existencia de aquello que se revela al conocedor.

La vida en su dualidad, no existe sin el ser que la anima y da sentido. El hombre es el elemento necesario para la solución de este sin-sentido.

 

 

 

125º.- Los niños imaginan con facilidad las cosas que desean y no tienen. Cuando en su madurez conservan esa facultad maravillosa, se dice de ellos que son poetas o locos. Anatole France.

Cada pertenencia supone una ilusión satisfecha y la imaginación extinguida por haber cumplido su sueño.

Tener sueños, ideales, supone que aún existe, inacabables, la poesía, la música, el misterio, lo infinito . . .

La niñez es el estado en que somos capaces de sorprendernos ante las maravillas que la vida, como una madre perfecta, guarda para nosotros todos los días.

 

 

 

126º.- El hombre es un dios cuando sueña, un pordiosero cuando reflexiona. Friedrich Hölderlin.

Soñar no tiene límites, es como el infinito. La reflexión es como un freno que impide el libre impulso de la fantasía humana.

Del soñador deviene el arte, la poesía, los inventos, las ideas de libertad, el amor; de la reflexión nos llega la filosofía, la prudencia, así como pausas y estancamientos en el tiempo.

Cuando elegimos  entre el dios que sueña y el hombre que reflexiona, damos la talla de nuestro espíritu que vuela o de la materia que nos ata a la tierra.

 

 

127º.- La cosecha parece siempre mejor en el campo de nuestro vecino, y la vaca de nuestro vecino da más leche. Ovidio.

La envidia actúa como un velo que cubre los ojos impidiendo que veamos la exacta dimensión de las cosas.

Es como cuando estamos haciendo fila y vemos como la otra corre mucho más que la nuestra. O como el automóvil que circula a nuestro lado siempre es más veloz que el que conducimos.

Ese espejo por el que vemos las cosas al revés de cómo son en realidad, es el que nos manifiesta pequeños y mezquinos.

 

 

 

128º.- Quien guarda su boca guarda su alma. Biblia. Libro de los Proverbios.

Hay un dicho: “El hombre es dueño de su silencio y esclavo de su palabra”. El Evangelio dice: contamina lo que sale del hombre, no lo que entra

Se deduce que somos juzgados por lo que decimos, mientras que el silencio tiene dimensión de aceptación ante la simplicidad de la Naturaleza, que habla sin ruido ni voces.

La algarabía pertenece al populacho, a la multitud, a los esclavos de sus hábitos y vicios y, muchas veces, a los irrazonables.

El silencio es el mundo de los sabios, los iluminados, de los que están buscando la perfección.  

 

 

 

129º.- Cuando no se teme a la muerte, se la hace penetrar en las filas enemigas. Napoleón Bonaparte.

En el libro de Job, leemos: “Todo aquello que me temía, me ha sucedido”. El miedo atrae destrucción y muerte. El temor actúa como un arma arrojadiza que vuelve siempre a las manos de aquél que la ha lanzado.

“Quien hace mal acumula sobre su cabeza carbones encendidos”, dice el Talmud. La ley natural de las cosas dice que, obligatoriamente, cosechamos lo que hemos sembrado.

 

 

 

130º.- He aprendido que una vida no vale nada, pero también que nada vale una vida. André Malraux.

La vida es como un relámpago entre un nacimiento y una muerte. Como el ruido que hace una semilla cuando cae en las aguas límpidas de un lago, formando pequeñas ondas concéntricas que se amplían hasta desaparecer.

Pero, aun así, el valor de la vida es supremo, porque esas pequeñas semillas de luz han provocado el incendio de la existencia, la gloria del hombre, humanidad y espiritualidad de la trascendencia.

 

 

 

131º.- El único error de Dios fue no haber dotado de dos vidas: una para ensayar y otra para actuar. Vittorio Gassman.

Habla el alma del artista que vio la vida como una comedia que se representa después de ensayarla.

El posible error parte de que creyó que basta un solo ensayo para realizar una actuación. Una vida no es suficiente para llegar a la perfección, así que no hay error en la Divinidad, sino sabiduría en esa transmigración de las almas recorriendo el camino hacia el Paraíso para integrarse en la Unidad.

 

 

132º.- Las personas reales están repletas de seres imaginarios. Graham Greene.

Las personalidades forman un mosaico de diversidad que dan carácter al hombre. Estas se van acumulando durante toda la existencia humana, dándole unas características únicas, que lo hace diferente al resto de los demás de su especie.

Dentro de cada personalidad se esconde un universo de fantasías y allí héroes y villanos, princesas y fregonas, así como una multitud de seres, sorprendentes unos y previsibles otros, pululan en un mundo mental, soñador y creador a un tiempo.

 

 

 

133º- Vieja madera para arder, viejo vino para beber, viejos amigos en quien confiar y viejos autores para leer. Francis Bacon.

Evocar el pasado y recordar aquello que nos hizo feliz, es el valor de la memoria que va al encuentro de las añoranzas, quizá para escapar de la vulgaridad y monotonía del presente.

La madera quemada no puede dar nuevas llamas que mitigue nuestro frío; el vino ha sido escanciado y, a menos que hayamos guardado una reserva, ya no está contenido en la botella; los amigos se han ido y los que están han cambiado con el tiempo, pero no necesariamente por ello dejan de ser fieles; los viejos libros, se guardan con cariño y los acariciamos con ternura cuando los tomamos de la biblioteca, pero raramente se vuelven a leer; son ojeados, releemos alguna página y amorosamente vueltos a su lugar.

¡Tristeza del tiempo ido!

El olvido es cruel y el tiempo borra piadosamente los recuerdos que se depositan en el fondo de la memoria de las cosas que no han de volver.

 

 

 

134º.- Tres condiciones se requieren para llegar a ser feliz: ser imbécil, ser egoísta y gozar de buena salud. Pero bien entendido, si os falta la primera condición todo está perdido. G. Flaubert.

La ironía del escritor es palpable. Toma el grado de felicidad por el de ignorancia o inconsciencia. Añade el egoísmo y la salud.

La cita literaria pierde consistencia y se desmorona si partimos del hecho de que la felicidad como estado de ser no existe. Sólo cabe hablar de “momentos de felicidad”. Es como la música, que tiene momentos en que lleva la sensibilidad de un melómano hasta una altura, para después descender a la melodía que sirve de complemento a la partitura.

La felicidad, como el placer, forma parte de lo efímero de la existencia.

 

 

 

 

135º.- ¿Quieres ser rico? Pues no te afanes en aumentar tus bienes, sino en disminuir tu codicia. Epicuro.

La codicia engendra la pobreza de espíritu. El afán de acumular produce rigidez mental y una conciencia que se va estrechando, como si un frío interno se apoderase del infeliz, helándole el corazón.

El abuso de la posesividad da nacimiento a la dureza del alma, a la crueldad y la frialdad de los sentimientos.

 

 

 

136º.- Una ciudad es un mundo si amamos a uno de sus habitantes. Lawrence Durrell.

El amor es como un libro escrito con un solo tema. Amar da sentido a la vida. Amar es volver a la infancia con todas las ilusiones, sorpresas y entusiasmo.

El mundo se vuelve la ciudad de las maravillas porque cada calle y esquina tiene su propia magia, si el amor alumbra el corazón de las personas que se atraen, porque alma y corazón se reconocen a través de los ojos que miran como niños como pasa el tiempo y el espacio ante sus miradas deslumbradas.

Vivir es amar. Luz es calor y amor. El amor es Dios.

 

 

137º.- Si yo te debo una libra, tengo un problema; pero si te debo un millón, el problema es tuyo. John Maynard Keynes.

Atacar un país con un solo barco puede ser calificado de piratería. Si fueran cien barcos sería una guerra, sin otro calificativo. ¿Cuál es la diferencia entre un pirata y un almirante? La cantidad, el poder.

Provocar un hecho que pueda ser denominado de milagroso, consigue la opinión de “fruto de la causalidad”. Si se comprueba la repetición del prodigio, estamos ante un santo.

 

 

 

138º.- Los años que una mujer se quita no se pierden; se añaden a los de las otras. Diana de Poitiers.

Esta cita sirve para muchos otros comentarios. Nadie se siente culpable si el delito se puede transferir a cualquier otro

La disculpa “yo no he sido” forma parte de nuestra vida. La irresponsabilidad es algo que va impreso en nuestro carácter y no vemos manera de evadirla de nuestro día a día.

Señalar la viga en el ojo ajeno y no ver la nuestra, es parte de nuestra cultura maniquea: dividir al mundo entre los buenos que somos nosotros y los malos que son los demás.

 

 

 

139º.- Un hombre es como una fracción cuyo numerador corresponde a lo que él es, en tanto que el denominador es lo que cree ser. Lev Tolstoi.

Es verdad que somos fracciones de la realidad que llevamos dentro.

La vida no es más que luchar por llegar a ser y después perpetuarlo en el tiempo. El hombre real que portamos es un desconocido que en momentos lúcidos nos desafía para que podamos conocerlo.

Ese denominador común, que llamamos Yo Superior, hace milenios que espera el encuentro entre la sombra y la luz.

 

140º.- El umbral del templo de la sabiduría es el conocimiento de nuestra propia ignorancia. Charles D. Spurgeon.

Esta es otra forma socrática de señalar la ignorancia como camino del saber. Si tenemos consciencia de la propia insignificancia y ridiculez ante el universo, de la vida efímera que no concede tiempo para seguir aprendiendo, podemos atravesar el umbral del templo y comulgar con la sabiduría.

Saber tanto hasta ser consciente de nuestra ignorancia, es un buen camino para iniciar la ruta que nos lleva, sin preguntar a dónde, por un camino de asombros y maravillas.

 

 

 

141º.- Elegancia es la ciencia de no hacer nada igual que los demás, pareciendo que se hace todo de la misma manera que ellos. Honoré de Balazo.

Honorato de Balzac subraya con esta frase una sola palabra: distinción. El arte de ser diferente sin por ello hacer menoscabo a los demás.

La elegancia no tiene por qué ser costosa. Se es elegante por sencillez, cosas que muchos no conocen. Las manos con anillos y brazos con pulseras, ropas caras y cargadas de adornos superfluos, hacen la figura humana extravagante y vulgar.

Entre las personas de nuestro ambiente social seamos una referencia de buen gusto y no menor presencia, llevando con cuidado y modestia aquellas ropas y adornos que hablen por sí misma de pulcritud y sencillez.

 

 

 

142ª.- La diferencia engendra odio. Stendhal.

También la comparación. Odiamos, envidiamos o juzgamos lo que no somos ni llegaremos a ser.

Esto es frustración, sensación de haber fracasado en la vida, viendo como otros son más afortunados por dotes naturales o por situación favorable.

“De la abundancia del corazón habla la boca”, dice el proverbio. Esto se ajusta a la intención del autor de la cita.

 

 

 

143º.- Si así fue, así pudo ser; si así fuera, así podría ser; pero como no es, no es. Eso es lógica. Lewis Carroll.

Lo lógica de L. Carroll hasta parece sencilla. Efectivamente, lo que ha pasado pudo haber sido, pues el tiempo volatiza los acontecimientos, la memoria distorsiona los recuerdos y lo que rememoramos se cubre de dudas con respecto a la realidad; en cuanto al futuro, se reduce a un cálculo de probabilidades, a un misterio por desvelar; y nos queda el presente, tiempo que escapa de las manos, como la arena de la playa, inaprensible, siempre fugitivo y, sin embargo, palpable y real, siendo y no siendo, momento y eternidad.

 

 

144º.- Hay que disimular la profundidad. ¿Dónde? En la superficie. Hugo von Hofmannsthal.

Cualquier final tiene un principio. Parece una perogrullada. ¿Hasta dónde nos lleva esta cita?

De la profundidad nace la superficie. La una supone a la otra. No hay río sin lecho o cauce. El cielo crea la tierra como la materia está compuesta de líneas energéticas invisibles a nuestros ojos.

Las formas son el disfraz de fuerzas energéticas que las mueven y dan cualidades diferentes para hacerlas aptas para la vida, de acuerdo con una evolución propia.

 

 

 

145º.- Mira a las estrellas, pero no te olvides de encender la lumbre en el hogar. Proverbio alemán.

El hombre prudente reza por su alma y trabaja para nutrir su cuerpo.

Ambos extremos se juntan en el hombre como un eje, donde la cabeza es una antena que recoge la sabiduría del viento y los pies recorren la tierra extrayendo de ella medios para su perfección.

En el hombre confluyen energías telúricas y cósmicas, que él moldea y transforma en luz que ilumine su camino hacia la eternidad.

 

 

 

146º.- Si quieres hallar en cualquier parte amistad, dulzura y poesía, llévalas contigo. Georges Duhamel.

Nadie da lo que no tiene. Pero ninguno recibe aquello con lo que no tiene afinidad. Es por esta razón que los amigos se eligen de acuerdo con la selección inconsciente que hacemos con aquellas cualidades que coinciden con las nuestras.

Dar está antes que recibir. Ese ha de ser el orden natural de las cosas. Cuando se altera llegan la frustración y el desencanto.

 

 

 

147º.- En las cosas grandes los hombres se muestran como les conviene; en las pequeñas se muestran tal como son. Chamfort.

Lucha de intereses. Somos comprados por nuestro egoísmo. Las conveniencias y la avaricia oscurecen al hombre real.

Es fácil ser generoso dando limosnas o haciendo pequeños favores; practicamos el bien si no nos molesta demasiado.

Nuestra pequeñez se mide por la generosidad que mostramos. El desprendimiento y el señorío salen a luz cuando la decisión que se toma pone en juego grandes cuestiones y se decide entre nuestra suerte y la de los demás.

 

 

 

148º.- Todo aquello que está debajo de la tierra, el tiempo lo sacará a la luz del sol. Horacio.

No hay nada que pueda estar oculto indefinidamente. Tarde o temprano llegará al conocimiento de alguien.

Ahora la paradoja. Cuando algo está oculto, en secreto o por descubrir, adquiere gran valor. Si es sabido y de conocimiento común, pierde su importancia y pasa a ser materia de estudio, con posibilidades de aplicación práctica.

Las cosas ocultas son como la vida. Mientras no nacemos, pertenecemos al misterio, a la promesa, la esperanza; al nacer, nos convertimos en un proyecto con fecha de caducidad.

 

 

 

149º.- La falsedad está tan cercana a la verdad, que el hombre prudente no debe situarse en un terreno resbaladizo. Cicerón.

Toda falsedad es resbaladiza. Nos hace caer una y otra vez, en mentiras continuas.

A veces, de tanto repetirla, nos llega a parecer verdad y pasamos a ser personajes ilusorios, caricaturas de hombres, actores de comedias malas.

Rechazar lo falso, por bueno que parezca, es vivir la verdad con el ánimo de quien se siente seguro y ajeno a la contradicción.

Nada avergüenza más que una falsa actitud ante la vida.

 

 

 

150º.- La mosca que no quiere ser cazada está más segura cuando se posa en el cazamoscas. Georg Ch. Lichtenberg.

La distancia hace que los objetos se puedan ver con más o menos nitidez. Para nuestra vista cansada es más fácil ver la lejanía que ver lo que hay a nuestros pies. Tampoco somos conscientes de lo inmediato, del presente, sino que la tendencia general es mirar lejos.

Estamos presos entre dos mundos: pasado y futuro. El presente es invisible, no estamos entrenados para verlo.

La viga en el ojo propio no es vista, porque está en el interior. Seguimos siendo extraños para nuestro corazón. Pero . . . ¡sí que juzgamos la de nuestro prójimo! ¡Estamos tan seguros de no equivocarnos. . .!

Estas reflexiones nacen de la cita sobre una mosca que no quiere ser cazada y, para ello, se refugia muy cerca de su cazador. Ahí es imposible que puedan verla. Está demasiado cerca.                                                     

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

151º.-  Para no ser los esclavos martirizados del Tiempo, embriagaos, ¡embriagaos sin cesar! Con vino, poesía o virtud, a vuestra guisa. Charles Baudelaire.

He aquí un poeta ebrio de vida y con temor del tiempo, oculto en el subconsciente del genio.

Bebemos para olvidar. La copa del olvido puede ser llena de licor, poesía o moral, cada uno con sus valores propios.

Pero el Tiempo es inexorable, esclavos suyos somos en el ámbito material de la vida; la edad, enfermedad, la pérdida de facultades como la agilidad, visión, memoria y otros achaques, nos convierte en martirizados juguetes.

¿Y después de pasado los efectos de la embriaguez, qué nos queda? La realidad, acusando nuestra evasión. Víctimas del tiempo que nos recuerda sin campanas que doblen, la última hora de vida antes de desaparecer en la Nada.

 

 

 

 

 

152º.- Desde que los hombres no creen en Dios, no es que no crean en nada, es que creen en cualquier cosa. G.K.Chesterton.

El agudo ingenio de Chesterton, ha podido confundir creencia con fe. Cuando creemos en algo superior al hombre, no es difícil hacerlo diseñando un ser con poderes y cualidades milagrosas.

Creer acerca de algo o de alguien con cualidades supremas, no toca la fe para nada. Creer y dudar se identifican en tal caso.

La fe no alberga dudas. Pero tenerla supone que quien la posee ha encontrado el tesoro escondido que cada uno lleva consigo.

 

 

153º.- Con viento mi esperanza navegaba;/perdonóla la mar, matóla el puerto. Lope de Vega.

La esperanza, como cualquier otro estado de ilusión, está viva mientras no se cumple. Una vez se alcanza, desaparece pues no tiene ahora razón para existir.

Un barco es una esperanza y su misión es navegar llevando su carga a un puerto, única razón para ser; mientras navega cumple con su destino. Una vez llegado a puerto, queda “amarrado” hasta una nueva “partida”.

Partir siempre para llevar esperanzas, ayudado por el viento que lo impulsa y el mar que le sirve de camino, al encuentro de un puerto donde descargar los tesoros que lleva en su interior.

 

 

 

154º.- Que tu pensamiento no rebase el tiempo presente; he aquí el secreto de la paz. Umar Khayyam.

He pensado que el autor de esta cita se refiere a paz interior, individual. Así lo he entendido.

No hay otra paz que la íntima en tiempo presente. La del pasado es historia, memoria y no tiene otro valor. La paz futura es previsible, pero ignoramos cómo será. En tiempo presente está la paz que disfrutamos.

 

 

 

155º.- Los fumadores de tabaco comienzan, desde aquí abajo, su noviciado para el infierno, donde se necesita estar muy acostumbrado al humo. Francisco de Quevedo.

¡Quevedo siempre tan actual! En aquel tiempo ya había quejas de fumadores pasivos, obligados a soportar el humo del tabaco en lugares públicos y cerrados.

Los envía al infierno, dimensión donde el humo no es extraño. He pensado que si el infierno no existe como tal, debe haber algún tipo de punición para consumidores de esta droga.

¿Qué tal un fumador, después de muerto, sufriendo el deseo de consumir un cigarrillo sin poder satisfacerlo, mientras aspira el humo del tabaco de los vivos? ¿Será eso lo que llaman “un alma en pena”?

Maquiavélico.

 

 

156ª.- ¿Cómo sabéis que la Tierra no es el infierno de otro planeta? Aldous Huxley.

Si el infierno es lugar de penitencia, cualquier lugar es válido.

Pero infierno y purgatorio no son más que estados carenciales de amor, salud, riquezas, fe y otras virtudes.

¿Cuánto daría un espíritu por tener un cuerpo mortal con el que sufrir y gozar?

¡Misterios de la vida cósmica!

 

 

 

157º.- Es defecto propio de las personas felices, y del que nunca se corrigen, el creer que los desgraciados lo son siempre por su culpa. E. Pierre Beauchêne.

La infelicidad depende de uno mismo aunque, a veces, las circunstancias nos hagan ver lo contrario.

El estado de felicidad puede estar en la contemplación del mar o las estrellas, sin que por ello ejerza derechos de propiedad. El palacio del noble, un escaparate de joyas o flores, una mesa llena de viandas apetitosas, no tienen que ser motivo de envidia.

No es cuestión de sentido de culpabilidad de unos ni el sentirse miserables de otros. La justa medida de las cosas está en que cada cual extraiga su cuota de felicidad de lo que tiene en sus manos.

 

 

 

158º.- Quien no comprende una mirada, tampoco comprenderá una larga explicación. Proverbio árabe.

La comprensión trae la comunión de corazones y almas.

Basta un gesto, una mirada, para poner en marcha el mecanismo cerebral o emocional, en consonancia con el código del mensaje recibido.

Cuando se ha de acudir a las explicaciones, órdenes verbales y otros procedimientos de comunicación, se entiende que la compenetración no existe y el mensaje va a llegar imperfecto.

 

 

 

159º.- Obra de modo que merezcas a tu propio juicio y a juicio de los demás la eternidad, que te haga insustituible, que no merezcas morir. Miguel de Unamuno.

Es difícil para mí sintetizar esta cita literaria.

Vivir de tal manera que se nazca cada mañana y se muera por la noche, da un margen de horas para hacer del tiempo una eternidad.

Compatibilizar el juicio que tengo sobre mi persona con la opinión de los demás, me parece imposible. Siempre he creído que la gente que me trata tiene un concepto mucho más positivo sobre mí que el que tengo yo mismo.

Gestos y palabras de vida, son frutos de una actitud personal centrada en la propia evolución y ajenos a la contaminación de las ideas y la historia.

 

 

 

160º.- No hagas hoy lo que puedas dejar de hacer también mañana. Fernando Pessoa.

¿En serio o en broma? No hacer es un arte. Pero no tiene nada que ver con el ocio ni la pereza; es una forma de actividad pasiva, sin forzar nada, para que todo se vaya haciendo según su capacidad de movimiento.

Si el hombre deja de actuar sobre sí mismo y los demás, permite que cada cual evolucione según su capacidad y estado de desarrollo.

Sería como un dios que observa como se mueven sus fieles, sin atreverse a intervenir en sus vidas.

 

 

 

161º.- El hombre a quien el dolor no educó siempre será un niño. Niccoló Tommaseo.

El dolor educa o aturde hasta embrutecer la mente. Una experiencia dolorosa aceptada con ánimo sereno, se transforma en conocimiento.

La infantilidad viene de la inmadurez; no aceptar el dolor, la poca preparación para vivir en un medio hostil, esconder la cabeza para ignorar el peligro que se aproxima, es propio de un niño que oculta la cabeza bajo la manta para “no ver” al invisible agresor en la noche de sus pesadillas.

 

 

 

162º.- ¡Qué pequeñas son mis manos, comparadas con todo lo que la vida ha querido darme! Ramón J. Sénder.

El hombre es muy pequeño ante la grandeza del mundo en que vive.

No podemos abarcar tanta riqueza y, cuando lo intentamos, nos sentimos capaces de actuar con codicia para arrebatar a otros la que tienen, sin poder apenas contener la nuestra.

Somos insaciables. No nos basta una casa, ni un empleo, ni un medio de vida, siempre deseamos más. Es una carrera sin sentido que sólo acaba con la muerte.

Personaje feliz es quien disfruta de lo que tiene y lo aumenta con mesura.

 

 

 

163º.- Estudiad como si fuerais a vivir siempre; vivid como si fuerais a morir mañana. San Isidoro de Sevilla.

La Cábala sitúa a la Sabiduría en el triángulo más alto del Árbol de la Vida. Es un mensaje indicando una dirección: “Sólo se llega a lo más alto con el saber”.  Se ha de estudiar el aviso si se quiere vivir para siempre.

La muerte física es parte de la vida material y ha de contemplarse como el fin de una jornada que ha servido para pulir conocimientos y alcanzar experiencias que sin un cuerpo no hubiesen sido posibles.

Ese intervalo de vida material es el tiempo que se nos regala, de gracia, para avanzar un poco más en el camino de perfección.

 

 

 

164º.- No disputemos a nadie sus sufrimientos; ocurre con los dolores lo mismo que con las patrias, cada uno tiene la suya. François - René de Chateaubriand.

Los dolores no solamente se sufren sino que sirven de tema de comparación.

“Nadie sufre como sufro yo”, decimos. Y miramos al otro sufridor como si sus penas carecieran de importancia ante las nuestras.

Otros, tienen a gala presumir de ellos, como si de una competición se tratase.

Mas la realidad confirma que cada cuerpo tiene aquellos dolores que se derivan de las alteraciones físicas que le afectan.

Sin comentarios.

 

 

165º.- Convencer es estéril. Walter Benjamin.

En la práctica, no es lo mismo convencer que estar convencido.

Para convencer empleamos argumentos y razones para afirmar nuestro punto de vista. Pero, aunque el interlocutor dé muestras de comprenderlos y aceptarlos, no por ellos pensemos está convencido.

Se necesita tener un objetivo común y un único camino para ambos. Si se dan los dos supuestos no necesitamos convencer.

Pensemos. Si alguien es convencido por nuestras pruebas, otro con diferentes reflexiones, opuestas a las nuestras, puede cambiarlo de opinión.

Ese fue el gran problema de los “conversos” religiosos. Porque convertir es un cambio total, sin regresión al estado anterior.

 

 

 

166º.- El auténtico drama de la gente rica es que siempre la hay aún más. Karl Lagerfeld.

La ambición siempre fue un drama en la vida de los egoístas. No puede soportar a alguien en posesión de un signo de superioridad.

Lo de la riqueza en dinero, propiedades, tierras y cualquier otra forma, es fácil de entender. La superioridad interna es más difícil: pensar, escribir, pintar o esculpir, son dones naturales que se podrán comprar pero no poseer.

Aquellas riquezas del ser que no ambicionan, les causa desdén o las ignora, porque no las comprende, aunque en momentos de lucidez mental sientan admiración por ellas.

 

 

 

167º.- Cabe tanto mal en el espíritu humano, que cabe esta contradicción: la envidia y el desprecio. Leopoldo Alas, “Clarin”.

No estoy de acuerdo con esta cita. En el espíritu humano no caben las contradicciones. Sí en su ego o en el alma.

Envidia y desprecio son facultades adquiridas después del nacimiento que, al morir, solamente han manchado nuestra trayectoria humana.

El espíritu va con la suma de experiencias adquiridas y el ropaje del alma oscurecido, pero que no ha tocado ni puede hacerlo al ser inmortal que cubre.

 

 

 

168º.- Es preciso que los hombres sean esclavos del deber; de lo contrario serán esclavos de la fuerza. Joseph Joubert.

Un día escribí que la disciplina nos lleva a la libertad. En este supuesto, ser esclavo de algo, aunque sea del deber, me parece fuera de razón, pues sentirse esclavo es como una camisa de fuerza para quien actúa en contra de su voluntad, aunque sea por deber.

El deber no debe ser servidumbre sino alegría. Si no fuera así, sería cumplido de manera forzada, falso. En tal caso, inevitablemente, la violencia ocuparía el lugar del deber necesario.

 

 

 

169º.- Mirad, en la vida no hay soluciones, sino fuerzas en marcha. Es preciso crearlas, y las soluciones vienen. Antoine de Saint – Exupéry.

He aquí un pensamiento creativo. Poner energías en acción para crear el resultado que se desea.

Las energías son: mentales, emocionales y físicas. Este es el orden. Tener la idea, pensarla con detalle y fijarla en la mente. Motivarla con el mayor entusiasmo y sostenerla con intensidad durante todo el tiempo posible y, finalmente, dar los pasos necesarios como si fuese ya un hecho consumado.

Después. . . esperar pacientemente mientras nos ocupamos de otras cosas. Lo que hemos creado llegará con la solución que corresponda y hemos de aceptarla aunque no sea lo que esperábamos. Ella tendrá su razón de ser.

 

 

 

170º.- El hombre juicioso sólo piensa en sus males cuando ello conduce a algo práctico; todos los demás momentos los dedica a otras cosas. Bertrand Russell.

Transformar en el laboratorio del cuerpo el infortunio en ganancia, es señal de poseer una mente clara y un corazón sencillo.

Quien rumia pensamientos negativos y piensa en elaborar otros que le van a llevar a un callejón sin salida, demuestra su inexperiencia en el saber vivir.

El avisado no tiene tiempo que dedicar a la memoria pasada y dedica sus horas a elaborar su bienestar presente y futuro.

 

 

 

171º.- La más larga camina comienza con un paso. Proverbio hindú.

Hay movimientos de vida y hay vidas condenadas a la inacción.

El primer paso es crucial en la vida de un niño, como lo es en cualquier proyecto que pongamos en práctica.

Una vez iniciado, no hay más que irlos repitiendo, cada vez con mejor sabiduría, hasta la perfección.

El primer paso ha de ser dado con la mayor consciencia, porque será la pauta de los otros que vendrán después.

 

 

 

172º.- Más que cien predicadores importa un murmurador. Pedro Antonio de Alarcón.

La murmuración llega hasta donde el aire casi no existe. No hay muros, puertas, barreras, fronteras ni distancia que impida su paso.

El rumor, la crítica y el chismorreo, tienen carta de identidad en nuestra sociedad, de tal manera que prensa, radio y televisión se han doblegado a su poder.

Uno o cien predicadores pierden poder de convocatoria ante la murmuración susurrada convenientemente.

Es como la carcoma de la madera que destruye el interior del mueble sin que la superficie lo note, hasta que es demasiado tarde.

 

 

 

173º.- La gente se arregla todos los días el cabello, ¿por qué no el corazón? Mahatma Gandhi.

Importa lo que ven los otros. Si las miserias se pueden ocultar, ¿para qué molestarnos?

Teniendo la aprobación de la gente nos damos por satisfechos. ¿Acaso no cuenta la aceptación de nosotros mismos?

Somos juguetes de la vanidad y verdugos de nuestra dignidad.

 

 

174º.- Este axioma a toda hora habrás de meditar: / la ciencia de vivir es el arte de amar. Rubén Darío.

Vivir . . . amar . . . amar . . . vivir . . . ¿Puedes vivir sin amar? ¡Claro que sí! Pero no sería vida. Sería como una larga noche sin alba, sin amanecer, sin luz.

Amar es sentir cómo la vida despierta de un sueño. Late el corazón más aprisa, brillan los ojos, ríes por cualquier motivo, quieres más a las personas, hay mejor disposición para el trabajo, hasta la piel parece tener luz . . . y es que el amor ha llegado y no sabes cómo . . .

Un poeta sabe de las cosas que habla, porque parecen dictadas por un corazón que vive en un océano de amor.

 

 

 

175º.- El hombre es mortal por sus temores, e inmortal por sus deseos. Pitágoras.

Una mezcla de materia y espíritu, hecho de barro y vivificado con un “soplo”.

La muerte es miedo a desaparecer en la nada. El ego no quiere morir.

El deseo de inmortalidad se sostiene en la fe de que la vida es eterna y no acaba en el último suspiro. La naturaleza nos habla de la eterna primavera y del otoño cuando las hojas caen y desaparecen para volver de nuevo, jóvenes y frescas en la primavera que se anuncia, después del frío mortal del invierno.

¡Misterios de la vida, la muerte y la resurrección! La incomparable trinidad.

 

 

 

176º.- Algunos oyen con las orejas, algunos con el estómago, algunos con el bolsillo y algunos no oyen en absoluto. Khalil Gibran.

Oír no es escuchar. Hay oyentes que escuchan primero a sus estómagos; otros, sólo tienen oídos para sus negocios y ganancias. Hay sordos de nacimiento. Esos  viven para obedecer a sus instintos.

“Quien tenga oídos para escuchar que escuche”. Esta enigmática frase tiene sentido si escuchamos y la vibración del sonido transmite al espíritu paz, alegría y amor.

Y la voz despierta todo un mundo que se levanta al sonido musical de la llamada, anunciando al Hijo de la Luz que ha llegado el momento de comenzar a avanzar por el Camino.

 

 

 

177º.- Un jefe es un hombre que necesita a otro. Paul Valéry.

Nadie es autónomo si vive en comunidad. Todos somos necesarios. El soberbio cree que puede prescindir de los demás; lo mismo que un general sin tropa, un hotel sin servicio o un barco sin tripulantes.

Bajemos a la realidad. Necesitamos todos los brazos para hacer un mundo habitable; todos los corazones para vivir en sociedad amablemente y todas las riquezas del mundo para disfrutar de la justicia social; que cada uno ocupe un lugar por sus propios méritos.

 

 

 

178º.- La cortesía es como el aire de los neumáticos; no cuesta nada y hace más confortable el viaje. Cruzalta.

Cortesía es un sinónimo de gentileza.

Cuando se practica en el día a día, notamos cómo el ambiente que nos rodea es más cálido y acogedor.

Quien está dotado de cortesía tiene una sonrisa amable para cualquier circunstancia y hace agradable la vida de quienes recibe su trato.

¡Es como el aire! No cuesta nada y lo hace todo más fluido, dulce y sencillo.

 

 

 

179º.- Las personas más felices parecen ser aquellas que no tienen motivo especial para serlo, salvo que lo son. William R. Inge.

La felicidad parece que ha de tener motivos para que suceda, pero no siempre es así.

Se puede ser feliz sin causa que lo justifique, simplemente se es feliz y nada más.

Otros, para serlo, necesitan casa, dinero, poder, prestigio y otras vanidades. Esos tienen el contentamiento pronto y el miedo a perderlo incluido en el objeto de su ambición.

 

 

 

180º.- Hay personas que comienzan a hablar un momento antes de haber pensado. Jean de la Bruyère.

Hablar primero y pensar después . . . es costumbre generalizada. Decimos que ha sido el inconsciente culpabilizándolo por la “metedura de pata”, pero suena a excusa o a broma.

Dejando a un lado la ironía, es falta de ética decir las cosas para después disculparnos por la grosería o falta de tacto.

Cuando se convierte en costumbre, estamos ante un irresponsable.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

181º.- Los límites de mi lenguaje significan los límites de mi propio mundo. Ludwig Wittgenstein.

          Creamos todo tipo de mundos. No solamente el del lenguaje, tan importante en sí mismo, sino otras dimensiones de pensamientos, como son los espirituales, sociales y otros.

          Pero el lenguaje es creativo y marca fronteras. La cortesía, amabilidad, cultura, educación, son los medios que utilizamos para revelarnos como conquistadores del espacio donde actuamos.

 

 

 

182º.- ¿Hay nada tan seguro, decidido, desdeñoso, contemplativo, grave, sereno, como el asno? Michel E. de Montaigne.

          En el lenguaje de los símbolos, el asno representa la personalidad. La cita literaria señala estos atributos que disfrazan al ego con esas máscaras.

          Detrás de estas cualidades no hay más que apariencias, que sirven para deslumbrar al cándido, que absorto contempla al cuadrúpedo.

          ¿Recuerdan un partido político que tiene al asno como símbolo? ¿Casualidad o causalidad?

          Pensemos . . .

 

 

 

183º.- El día en que las desgracias hayan aprendido el camino de tu casa, múdate. Manuel del Palacio.

          Sabio consejo. Mudar de estado, casa o país, es romper con el ambiente que actúa sobre nuestra vida.

          Hay una ley de ritmo que va desde uno al otro extremo, como el péndulo de un reloj en movimiento. Si no sabemos o no podemos cambiar de estado, la lógica señala una tercera posición: neutralidad; abstenerse de cualquier acción hasta que las desgracias hayan pasado.

          La elección es nuestra.

 

 

 

184º.- Dios no habría alcanzado nunca el gran público sin ayuda del diablo. Jean Cocteau.

          Quien sufre, busca consuelo; quien tiene hambre, comida; el que está en soledad, alguien con quien compartir sus pensamientos y así hasta el infinito los círculos de las necesidades humanas.

          Cada causa busca su opuesta, es ley natural. En el caso de la cita de Cocteau, aunque posiblemente apunta en otro sentido, es previsible que el hombre, ante la enfermedad y la muerte, busque consuelo en otro espacio inmaterial, etéreo, celestial, puesto que el destino final de todo lo creado es morir.

          Y esa dimensión es llamada espiritualidad, profundidad del Ser que siente nostalgia por volver a la eternidad de donde surgió.

 

 

 

185º.- Si tienes la lengua larga conviene que tengas el lomo duro. Proverbio.

          Lengua larga es indicativa de verborrea incontinente. De ese problema nos hemos arrepentido todos los mortales.

          Para soportar las consecuencias de esta diarrea verbal, se ha de tener la espalda bien preparada, porque los palos no demoran en llegar, como castigo por los despropósitos que decimos.

          Las personas chismosas o atolondradas deben ser discretamente apartadas de nuestra convivencia a menos que estemos dispuestos a soportar las incomodidades de su conducta.

 

 

 

186º.- Casi todos los hombres que valen mucho son de maneras sencillas, y casi siempre las maneras sencillas son tomadas por indicio de poco valor. Giacomo Leopardi.

          Amamos los gestos, las pompas, los ritos, la teatralidad. Tanto en política como en cualquier manifestación pública, las actitudes trágico-cómicas influyen en nuestras opiniones.

          Las personas de vida sencilla, que guardan valores espirituales, filosóficos, científicos, etc., son contempladas como insignificantes o extravagantes, carentes de importancia.

          Después de muertos tienen un reconocimiento, pero su memoria no nos sonroja por haberlos condenado al olvido en vida.

 

 

 

187º.- Todo lo que puede ser mal interpretado, es mal interpretado siempre. Dale Carnegie.

          ¿Por qué interpretamos mal?

          Porque hacer una correcta comprensión supone un trabajo mental que no hacemos por pereza, abulia o falta de entrenamiento cerebral.

          Pero las malas interpretaciones se perpetúan en el tiempo. Muchos son los ejemplos que vienen a mi mente. Entre ellos destaca la novela “Quo vadis , domine” de E.S., que ha sido tomada como libro rigurosamente histórico, cuando es una obra de ficción literaria.

Hay otros ejemplos que harían el comentario extenso, pero puedo decir que la insistencia que se prolonga durante mucho tiempo hace de cualquier falsedad una verdad, aunque inconsistente ante un análisis riguroso.

 

 

 

188º.- Siempre se dice aquello que uno necesita decir, y que no entenderá el otro; el hablar es cosa destinada a uno mismo. Marcel Proust.

          Es verdad que de todo cuanto decimos sólo una parte es entendida por nuestro interlocutor; el resto se pierde en el aire.

          Estamos incomunicados. El mensaje es perdido entre millones de emisiones que cruzan el espacio, buscando receptor que las descifre.

          Los diálogos de sordos suceden cada vez con más frecuencia, pues al final pensamos que es suficiente si llegamos a entender alguna cosa y como destinatarios del mensaje nos limitamos a asentir o negar, sin explicarnos si lo hemos comprendido.

 

 

 

189º.- El hombre es una breve aventura química sin sentido. Manuel Vicent.

          Sin sentido . . . no. Estamos dentro de un cuerpo dotado de sofisticados sistemas químicos. Es cierto. Pero con un sentido, una dirección, un objetivo.

          He dicho más de una vez que somos un proyecto, con capacidad para realizarse. Lo que no es seguro es que el proyecto se realice, de ahí nuestra angustia. Caso de que así fuera, la aventura comenzaría a tener sentido. Se abren todas las posibilidades.

          El autor de la cita es pesimista con respecto al hombre, pues no le da ninguna posibilidad. Diría que lo ve como un fenómeno físico-químico, sin ninguna otra connotación. Creo que el arte, la pintura, la música, la poesía, literatura, religión, filosofía, matemáticas, astronomía y muchas otras ciencias, han dado más de un sentido a la vida.

 

 

 

190º.- Cuando veas a un hombre bueno, trata de imitarlo; cuando veas a un hombre malo, examínate a ti mismo. Confucio.

          Confucio nos pone ante un espejo. Si vemos a un hombre bueno, estamos ante nuestra bondad. Sin rechazamos a un hombre malo, nos reflejamos en sus delitos.

          Contemplamos el mundo tal como somos y nos parece real, tal como es la realidad que asumimos como propia.

          Así es que lo grande integra nuestra pequeñez y lo insignificante demuestra lo difícil que es para nosotros ver las cosas en su dimensión natural, donde todo tiene el mismo valor, como un holograma.

 

 

 

191º.- La experiencia es un billete de lotería comprado después del sorteo. Gabriela Mistral.

          Cuando hay experiencia suficiente para hacer de la vida una utilidad, un camino de sabiduría, la vida avisa que el tiempo se acaba, que hemos vivido lo suficiente.

          Así, ese billete de lotería, la experiencia, no sirve para seguir jugando. La experiencia no se hereda ni es transmisible. Nos la llevamos intacta al mundo de la Nada, para hacer más rica la Eternidad.

 

 

 

192º.- Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así te ahorrarás disgustos. Confucio.

          La vida tiene una dirección, un objetivo: la propia realización.

          Cada persona tiene el mismo problema: evolucionar individualmente.

          No esperemos que nadie nos siga o escuche. No confiemos en que nos tomen como referencia ni que luchen por nosotros.

          Vivir confiando en las fuerzas propias y olvidar que puedan venir en nuestra ayuda, es principio y final de las decepciones.

          Y, cuando una mano tendida por un corazón, viene para aliviar el peso que soportamos, la gratitud es infinita.

 

 

 

193º.- El entusiasmo es el pan diario de la juventud. El escepticismo, el vino diario de la vejez. Pearl S. Buck.

          Pan de vida para la juventud. Vino caliente para el olvido de la vejez.

          El entusiasmo es el dios interno que nos da aliento y renueva energías gastadas en el ejercicio de la vida.

          El escepticismo es la desilusión, la duda, la oscuridad y la senectud del pensamiento.

          Para la juventud, los días no tienen noches, ni el trabajo cansancio, ni la risa lágrimas.

          Para la vejez, los días son cortos y las noches muy largas; los pasos tienen cansancio porque las piernas no obedecen, las manos temblorosas y la vista apagada.

          La vida es el brillo que anuncia el atardecer de la existencia y la muerte la confirmación de que todo se ha ido y no seremos más.

 

 

 

194º.- Amigos. Nadie más. El resto es selva. Jorge Guillén.

          La amistad es como un colchón donde golpea salvajemente los puños de los enemigos, opositores, competidores y otros elementos selváticos de la floresta del mundo.

          El poeta dice: “Nadie más”. Es una afirmación fría, tajante. ¿Hay alguien más? El enemigo tiene posibilidad de ser amigo; el opositor oportunidad de participar de nuestro pensamiento; el competidor ser socio en la misma empresa y de esta manera convertir la soledad en compañía.

          ¿Por qué no dejar abierta una puerta a la esperanza?

 

 

 

195º.- El hombre bueno con suerte es un bien común. Menandro.

          La bondad tiene vida propia, se cultiva o se deja agotar y morir.

          El hombre bueno es ejemplo de amigos, vecinos y pueblo. Si es apreciado puede ser como un espejo donde todos aprenden a mirarse; puede ser un bien común.

          Si lo ridiculizamos y despreciamos, posiblemente desaparezca marchando de la comunidad o su bondad se oculta y olvida.

          ¿Preguntamos qué nos toca hacer si así fuera?

          Esto hasta puede ser un dilema para algunos.

 

 

 

196º.- Es empresa vana tratar de ridiculizar a un necio rico; las carcajadas están de su parte. Jean de La Bruyêre.

          Los necios son insensibles a las carcajadas, no las entienden. Incluso pueden pensar que causan gracia.

          El ridículo queda para personas sensibles y con sentido de la ética.

          Hoy es un espectáculo ver y escuchar a muchos políticos haciendo el ridículo con la mayor desfachatez y sin el menor sentido de que lo hacen. Son pasto de humoristas.

          Lo patético son los coros que los aplauden y espera la paga mensual sentado en sus escaños que más le sirven de vergüenza que de señorío.

 

 

 

197º.- Adopta el paso de la naturaleza; su secreto es la paciencia. Ralph W. Emerson.

          Saber esperar es un secreto en poder del sabio. La fruta madura con el Sol del estío y potencia su sabor y dulzor y, como ella, todas las cosas tienen su tiempo de sazón.

          La naturaleza marca los ritmos de la vida y el hombre avisado toma nota de esos tiempos para su propio beneficio.

          Tanto el tiempo de siembra como el de cosecha, así como día y hora de talar un árbol o roturar la tierra, son voces de la naturaleza; la época de celo en el mundo animal o tiempos de eclosión en la biología humana, no son más que acentos de vida que la Divina Providencia impulsa en el planeta como Madre Eterna.

 

 

 

198º.- Mi risa es mi espada, y mi alegría, mi escudo. Martin Lutero.

Reír es manifestación de alegría. Desgracia e infortunio se estrellan una y otra vez contra esta fortaleza, sin poder romper sus defensas.

          La risa es una de las mejores armas que conozco. Imaginemos un político pronunciando un discurso defendiendo calurosamente un edicto del Gobierno o un general arengando a su tropa para una batalla, y provoque la hilaridad de sus oyentes. Sería el final de sus carreras profesionales.

          Los manipuladores de pueblos, seducen con la emoción y el sentimiento y siempre, prometiendo seguridad o mejorar las condiciones de vida, que acaba en promesas incumplidas.  Esquivan la risa por miedo al ridículo.

          La alegría es un escudo porque nos defiende del llanto y lamentos de plañideros aficionados y profesionales.

 

 

 

199º.- Ama y haz lo que quieras. San Agustín.

          Amor es libertad. Si tomamos literalmente la cita del Obispo de Hipona, parecería anárquica: “Haz lo que quieras”.

          Pero, cuando se ama, eso significa que el mismo amor sirve de norma de conducta.

          El amor no ofende ni agravia. El amor comprende y no castiga. El amor aclara y no confunde. No hay odio donde está el amor, ni celos, ni desprecio.

          Cuando te enamoras el amor es tu hacer y tu siembra en los surcos de la vida.

 

 

 

200º.- El vino lava nuestras inquietudes, enjuaga el alma hasta el fondo y asegura la curación de la tristeza. Séneca.

          El vino ha servido desde tiempos muy remotos para aliviar dolores y olvidar penas. Ha presidido mesas para celebrar victorias, firmar acuerdos, ritos religiosos, bodas, bautizos, reuniones de amigos y otros muchos actos que entrañan alegrías compartidas.

          También las religiones adoptaron el vino para sus ceremonias esotéricas, empleado por los hierofantes con fines proféticos o libaciones simbólicas.

          Ese espíritu del vino, de la uva madurada al sol, tiene la virtud de alterar la sangre y, con ella, la química del cuerpo, produciendo una euforia que transforma al hombre que lo ingiere en un ser diferente.

 

 

 

201º.- Nosotros matamos el tiempo, pero él nos entierra.- Joaquin M. de Assis.

          Ingeniosa la frase. Empleamos el dicho “matar el tiempo” cuando nos distraemos con algún juego o diversión que nos entretiene en horas de ocio.

          Somos hijos del tiempo y como Cronos devora a sus hijos, también somos comida de él, encadenados a su ley inexorable.

          El tiempo es el bien más preciado que se nos da y que, generalmente, derrochamos sin el menor sentido de su valor.

          Cuando alguien “aprovecha el tiempo” decimos de él que es persona inteligente y sabia.

          ¡Cuánta tristeza nos invade al recordar el tiempo pasado y perdido!

 

 

 

202º.- Cuando era joven, me decían: “Ya verás cuando tengas cincuenta años”. Tengo cincuenta años, y no he visto nada. Erik Satie.

          Para ver no se necesitan años, sino saber abrir los ojos.

          Después del nacimiento vemos un mundo extraño, amable, que se va llenando de rostros hasta que se hacen familiares.

          Luego, abrimos los ojos al juego, al estudio y los primeros amores, todo cubierto por un velo de sueños e ilusiones.

          Más tarde, el trabajo y la familia, cubren nuestro espacio visual, porque las visiones del hogar y la ocupación laboral son suficientes para cubrir nuestras expectativas.

          Madurez y vejez completan el cuadro, acercándose lentamente, pero lo vemos con la vista cansada. Pensamos en jubilarnos de cualquier actividad y gozar de un descanso.

          ¿Cuántas veces hemos mirado nuestro interior para “ver” el ser tan hermoso que nos integra y que, olvidado, espera pacientemente nuestra llegada?

          Dice Erik Satie “cincuenta años y no he visto nada”. Simplemente miraba hacia el lado equivocado.

 

 

 

203º.- Quien tiene la voluntad tiene la fuerza. Menandro.

          El poder de la voluntad es como el de la fe: ¡mueve montañas!

          Voluntad es energía en acción. La fuerza de la voluntad es inmensurable, no tiene medida.

          Si somos conscientes de su poder y lo cultivamos, podemos estar seguros de tener a nuestra disposición un fiel servidor dispuesto a hacer “nuestra voluntad”.

          Cada acto de nuestra vida se ejecuta con una porción de voluntad equivalente al esfuerzo empleado.

          Si dispersamos la voluntad en una multitud de actos que deseamos efectuar en un tiempo determinado, ella se polarizará y las fracciones carecerán de valor.

          Si empleamos toda la voluntad en una sola dirección, el objetivo estará muy pronto al alcance de nuestra mano.

 

 

 

204º.- Lo que defiende a las mujeres es que piensan que todos los hombres son iguales, mientras que lo que pierde a los hombres es que creen que todas las mujeres son diferentes. Ramón Gómez de la Serna.

          Es una cuestión de punto de vista. Pero así es. Aunque a veces pienso que ese concepto femenino de que “todos los hombres son iguales” es un tópico.

          Hay hombres menos iguales que otros. La diferencia es interior, de calidad; el aspecto físico cuenta menos a la hora de elegir. También el instinto hace su selección: el hombre ha de tener capacidad reproductora y medios económicos para mantener un hogar.

          Con mujeres es diferente: impera su físico, el atractivo sexual es relevante, viene después su calidad como guardiana del honor familiar, gestación y maternidad y, finalmente, la económica.

          ¡Lucha de intereses pura y dura!

          ¿Dónde estás amor que me he perdido y no te encuentro?

 

 

 

205º.- Es muy fácil vivir haciéndose el tonto. De haberlo sabido antes me habría declarado idiota desde mi juventud. Fedor Dostoievski.

          El tonto integral no es totalmente consciente de serlo y si en ocasiones lo es, sufre su insignificancia mental.

          Dostoievski fue un escritor depresivo, atormentado, que vivió una época turbulenta en la Rusia de los zares, de ahí su pensamiento de evasión de la realidad cotidiana de su tiempo.

          Posiblemente, cuando escribió esta cita pensaba en los bufones de las cortes europeas, que pasaban por tontos, pero poseedores de una lengua mordaz, con la que azotaba a los cortesanos que rodeaban los reyes en busca de favores.

 

 

 

206º.- Existe al menos un rincón del universo que con toda seguridad puedes mejorar, y eres tú mismo. Aldous Huxley.

          Conozco personas que han pasado la vida hablando de cómo arreglar el mundo a su manera. ¡Qué pérdida de tiempo!

          No hay tiempo mejor empleado que el que tomamos para nuestra mejora, en perfeccionar nuestras cualidades y potenciarlas.

          Si de todo el tiempo que tenemos a nuestra disposición, pudiéramos utilizar un pequeño porcentaje y limpiar las miserias que empañan el alma, la posibilidad de mejorar el mundo comenzaría a ser posible.

207º.- Creo que una hoja de hierba no es menos que un día de trabajo de las estrellas. Walt Withman.

          La creación es uniforme en sus valores. La gestación y nacimiento de una brizna de hierba, tiene igual valor que la formación de una estrella o un sistema planetario.

          La igualdad sucede en todos los órdenes y dimensiones de la naturaleza. Hasta en los hechos que llamamos “milagros” se da la circunstancia de que no hay uno que sea superior a otro, sino que todos tienen igual valor.

          Las diferencias y comparaciones son propias del ser humano. Con el hombre llegaron las clases sociales, los ricos y los pobres, los negros y los blancos, y así una larga lista de agravios a la vida.

 

 

208º.- Mejor es la mitad que todo. Hesíodo.

          Si tienes la mitad, la otra parte queda satisfecha con la suya.

          Mejor es repartir que tenerlo todo. Así se crea un clima de generosidad y deferencia con los partícipes.

          Cuando se tiene todo despiertas envidias y celos. Si disfrutas de una parte, el contentamiento es general porque se restablece el equilibrio.

 

 

 

209º.- El poder es el mayor enemigo de su dueño. Proverbio chino.

          Con el poder ocurre igual que con la comida. Si la cantidad que llevamos a la boca es excesiva, no podemos masticarla correctamente y hay serio peligro de arrojar fuera parte de ella por falta de capacidad bucal.

          El poder, cuando es mayor que la aptitud para controlarlo, escapa de nuestras manos y puede causar mucho daño.

          Tengamos prudencia y mesura, para que todo lo que usemos esté a la justa medida de la capacidad para manejarlo.  

 

 

 

210º.- La felicidad que cabe esperar no consiste en lograr el placer, sino en descansar del dolor. John Dryden.

          Dolor y placer, dos aspectos del mismo fenómeno: la sensibilidad. El cese del placer da inicio a un paréntesis, para dar entrada al dolor que produce la insistencia en prolongar el placer perdido.

          Lo contrario reproduce el mismo fenómeno. El final del dolor abre un espacio para que el descanso o el placer puedan estar presentes.

          Llevado a la práctica, consistiría en colocar el estado doloroso en una situación en la que no tendría causa, esperando que al perder sentido y realidad genere por sí mismo el alivio y posibilite la situación placentera de descanso.                                                                                                                              

 

 

 

 

 

211º.-  Es más fácil quedarse fuera que salir. Mark Twain.

          Nos encontramos mal si nos expulsan violentamente de cualquier lugar o situación. Si, al contrario, nos sentimos rechazados o no queridos, el sentimiento de frustración es menor y se olvida antes.

          En la vida somos invitados a salir de situaciones que creíamos eran fijas o arrojados de lugares que pensábamos eran nuestros. Esto crea rencor, deseos de venganza y otros sentimientos negativos.

          Si no hemos conseguido tener acceso a la propiedad de objetos o estados de relativo bienestar, es posible tener una paz originada por el sentimiento de la no-propiedad ni derecho sobre personas y cosas.

 

 

 

212º.- La tontería se coloca siempre en primera fila para ser vista; la inteligencia detrás para ver. Isabel de Rumania.

          La ostentación es poco amiga de la discreción. Queremos ser vistos y oídos, admirados y temidos. Esto lleva implícito el fracaso, la crítica y la burla. Los hombres públicos saben de qué estoy escribiendo.

          Estar colocados en primer lugar significa un esfuerzo para mantener la posición y una tensión por los que vienen detrás intentando desbancarnos.

          La inteligencia escoge una posición retrasada y así contempla la situación y hace un razonamiento adecuado de ella.

No caben dudas si hemos de escoger dónde estar.

 

 

 

213º.- Si la honradez no fuera un deber, debería ser un cálculo. Concepción Arenal.

          Ser honrado es el mejor de los negocios.

          En primer lugar, ser honrado consigo mismo, no mentirnos y obrar de idéntica forma con los demás,.

          En segundo lugar, hacer caso omiso de lo que dice Doña Concepción, pues una honradez calculada no deja de ser una astucia premeditada, lejos de la actitud que se supone ha de poseer. Un cálculo, aunque sea por honradez, es  premeditado, una jugada inteligente para obtener el máximo provecho de una situación hipócrita, simulada        .

          La honradez no es un deber ni un cálculo, sino una actitud, una forma de ser propia, la flor del árbol de la rectitud que cultivamos en nuestro interior.

 

 

 

214º.- Cada vez que proveo una plaza vacante, creo cien descontentos y un ingrato. Luis XIV de Francia.

          Los reyes eran y son especialistas en cosechar ingratitudes y traiciones, engaños y burlas. Siempre cortejados por camarillas de aduladores profesionales nunca pudieron confiar en nadie que no utilizara esa confianza en provecho propio.

La cita del rey Luis confirma el conocimiento que tenía de esta problemática y las razones que le asistían para recordar a los descontentos e ingratos que sus favores provocaban.

“Nunca llueve a gusto de todos” dice el refrán y recordamos cómo cada vez que regalamos o donamos alguna cosa, alguien expresa su descontento por no parecerle bien lo que hacemos.

          ¡Mundo de ingratitudes, descontento y malagradecidos!

          ¡Cuánta miseria y codicia alberga el corazón humano!

 

 

 

215º.- ¡Hay tantas cosas en la vida más importantes que el dinero! ¡Pero cuestan tanto! Groucho Marx.

          Vivimos en una sociedad de valores. Todo vale o cuesta algo y su adquisición no se consigue sin pagar el precio tasado.

          Vivimos en una época en la que el dinero parece tenerlo todo y la tristeza es la de quien no es comprado esperando venderse al mejor postor o al que presente un precio razonable.

          Los valores intangibles están en decadencia. Amor, fe, espiritualidad, virtud, piedad, caridad, han sido reemplazados por creencias, sexo, materialismo, insolencia, beneficencia y otros que no son dignos de mención por su bajeza moral.

          Basta salir a la calle y ver las publicaciones de revistas, diarios y otros llamados informativos, para pulsar la degradación social e hipócrita en que vivimos.

 

 

 

216º.- No nos quejemos demasiado de ver a la hipocresía gobernar a los hombres. El mundo sería un infierno si no existiera la hipocresía. Gistave Le Bon.

          El autor de la cita se refiere al cultivo de maneras corteses y plenas de urbanidad, como norma de conducta y convivencia social, con el objeto de conseguir una aparente paz social que permita una vida pacífica en los pueblos.

No importa que bajo el manto de las conveniencias sociales se escondan innumerables mentiras, traiciones, venganzas, cobardías, medios ilícitos de ganancias, prevaricaciones, señuelos para cazar incautos y mil añagazas y maneras de adquirir ganancias ilegales.

          Decía Napoleón que lo importante “no es el fuego sino que no se vea el humo del incendio”.

          ¡Hipocresía, cuán alto es tu precio y qué bajo tu valor!

 

 

 

217º.- Los muertos, por mal que lo hayan hecho, siempre salen a hombros. E. Jardiel Poncela.

          La ironía del genial comediógrafo hace que la imagen de una ceremonia fúnebre, se transforme en sonrisa cómplice.

          Es costumbre hablar moderadamente bien de los que acaban de morir y hacer mención de sus buenos actos y cualidades practicadas en vida, aludiéndose de un modo sesgado a algunos “pecadillos” que salpimentaron sus días.

          La memoria puede hacer volver a la mente aquellos funerales en los que, después de escuchar el panegírico del difunto, quedábamos confusos, sin saber si nos habríamos equivocado de ceremonia, pues de lo que sabíamos a lo que escuchábamos, había tanta distancia como de la realidad a la ciencia-ficción.

 

 

 

 

 

218º.- Raramente se encuentra un jurisconsulto que litigue, ni médico que tome medicinas, ni teólogo que sea buen cristiano. Baldassare Castiglione.

          Decía un farmacéutico que conocí, que en su farmacia tenía medicamentos para venderlos, pero que no pensaba nunca tomar alguno de ellos.

          Esto ocurre en muchas profesiones; carpinteros con las puertas rotas, son usuales entre profesionales del serrucho y el cepillo; el electricista con apagones por defecto de su propia instalación eléctrica, etc.

          Un abogado sabe por experiencia que los litigios se enredan una y otra vez, pero siempre devengan gastos a los litigantes; los médicos recelan de la eficacia de aquello que recetan y, si llega el caso, buscan alguna otra alternativa para su salud; en cuanto a los teólogos . . . Dice el refrán: “mientras más cerca de Roma, más lejos de Dios”. Lugares de culto, romerías, festividades patronales, etc., son motivo de negocios, ferias de ganado, consumo de alcohol, bailes y reuniones galantes y una buena lista de actividades mundanas.

 

 

 

219º.- La miseria es una enfermedad que, si no se cura a los treinta, se hace crónica. Pitigrilli.

          Es norma general en este mundo tan materialista que, entre los veinte y los cuarenta años, el hombre entregue su vida para lograr los medios económicos suficientes que le permita afrontar con seguridad los años de vejez.

          Esta “enfermedad” como la llama el autor de la cita, es un mal endémico y, por tanto, muy extendida entre los pueblos.

          Las causas de este mal podemos encontrarla entre acaparadores de riquezas, avaros, pícaros, conquistadores y otros cuervos de diferentes plumas; pero, también en la pereza, la desidia, la ignorancia y otros elementos que no sirven a la cultura del bienestar.

 

 

 

220º.- Sé justo antes de ser generoso; sé humano antes de ser justo. Fernán Caballero.

          La ausencia de humanidad no es más que ceguera voluntaria para no ver la luz en el alma de nuestro prójimo.

          Desde ese punto a la injusticia no hay más que un paso. Al ser injusto caemos en la cicatería, negando a otros el derecho al bienestar material.

          El encadenamiento psicológico desde la humanidad personal hasta la generosidad, es correcto. Si falla la primera, las otras siguientes quedan obsoletas.

 

 

 

221º.- Hay hombres que nos inspiran el deseo irresistible de molestarles; aquéllos cuyas virtudes no compartimos. Graham Greene.

          Simpatizamos por afinidades. Nos relacionamos por intereses. Formamos grupos sociales por razones de proximidad, hábitos, lengua y otros elementos que favorecen la convivencia.

Cuando no se dan estos supuestos, sentimos rechazo o aversión contra aquellos que nos parecen diferentes; a veces, los vemos como enemigos, si tales distinciones son contempladas como amenaza.

          De este modo se han formado tribus, clanes, pueblos, comarcas, regiones, comunidades, naciones y razas, unidos por el nexo de la cultura e intereses mutuos.

          Lo contrario de este pequeño comentario ocurre cuando no compartimos nada con el vecino, el extranjero, el extraño, por lo que nace en nosotros el deseo de competir, dominar y vencerlo en cualquiera de estas manifestaciones.

 

 

 

222º.- Por estas dos cosas no debe uno enfurecerse nunca; por lo que puede remediar y por lo que no puede remediarse. Thomas Fuller.

          La filosofía de la cita literaria es evidente. Si se puede remediar no hay que detenerse en lamentos; y si es remediable, hay que hacerlo pues de nada sirve tomar otra actitud.

          Las personas comunes pasan la vida protestando en vez de tomar medidas para componer el desaguisado y esta pérdida de tiempo es aprovechada por el diligente para seguir avanzando en su camino sin mirar hacia atrás.

          Ante lo que no tiene remedio carece de sentido el llanto o la queja, lo positivo es olvidarlo y tomar con manos firmes el timón de la nave de nuestra vida.

 

 

 

223º.- Cuando una batalla está perdida, sólo los que han huido pueden combatir en otra. Demóstenes.

          A veces las palabras pueden llevarnos a engaño. Dice el autor “los que han  huido” como si se tratase de cobardía o desbandada. Hoy, lo podríamos llamar “retirada estratégica”  y con ello la moral de la tropa no se vería lastimada.

          Salvar cuanto se pueda para volver a presentar batalla y resistir, es táctica normal en los ejércitos, cuyos generales no sienten rubor en ordenar una retirada si las circunstancias lo aconsejan y no por ello se habla de derrota.

 

 

 

224º.- La ausencia disminuye las pasiones medianas y aumenta las grandes, como el viento apaga las velas y enciende más el fuego. La Rochefoucauld.

          Es posible que el autor fuera sincero cuando escribió el aforismo pero vivimos en el siglo XXI y las personas han cambiado, y mucho.

          Hoy, basta la ausencia o lejanía para que el olvido cause estragos en el corazón de la gente joven. Las llamas prenden fácilmente y con voracidad, pero con la misma violencia que arde se apaga el fuego de las pasiones, para más tarde reavivarse con otros arrebatos.

          Ahora todo es plástico, perecedero, ceniza sentimental de fuegos prematuramente ahogados y apagados.

 

 

 

225º.- Lo peor que puede hacerse es cruzar un precipicio de dos saltos. David Lloyd George.

          ¿Hay una segunda lectura?  ¿O el autor quiso escribir algo gracioso?

          Si es la segunda hipótesis, no hay nada que decir y lo acepto con una sonrisa.

          En el supuesto de que sea la primera, pensaría que un precipicio tiene dos orillas y la caída es segura, pues no puedes inventarte una tercera ribera.

          Entre el nacer y el morir hay un espacio que llamamos vida, pero no sirve de apoyo ni descanso, pues carece de seguridad. Sólo sirve para demostrar nuestra capacidad para saber saltar. . . o vivir.

          Es cuestión de equilibrio y potencia.

 

 

 

226º.- Ninguna frontera tienta más al contrabando que la de la edad. Robert Musil.

          Cuándo nos preguntan la edad que tenemos ¿por qué mentimos o dudamos en contestar?

          Unos la dicen con satisfacción porque disfrutan de una apariencia más juvenil. Otros contestan esa pregunta con otra, para que respondamos con una al azar y que se ha de basar en el aspecto del sujeto.

          La mujer, o la toma como ofensa o no dice la verdad.

          Lo cierto es que la edad de alguien acaba siendo tema de cábalas o cálculos.

          ¡Como si ello tuviera importancia o pudiese servir para algo!

 

 

 

227º.- El que da con una buena posada no se ha alejado de su camino. George Herbert.

          Un buen camino es aquél que tiene comodidades, amenidad y motivo para la alegría. Si, además, proporciona experiencias positivas, no cabe duda de que hemos encontrado la senda del bien.

No hay más que pensar en una noche fría, lluviosa, caminando por una calle o carretera solitaria, buscando una lámpara encendida en una casa donde encontrar lumbre y comida para protegernos de la inclemencia del tiempo.

          ¡Hogar, dulce hogar! dice la expresión popular, siempre sabia y previsora.

 

 

228º.- Nadie está graduado en el arte de la vida mientras no haya sido tentado. George Eliot.

          Nada fortalece más que un buen ataque. El cuerpo se vigoriza después de la enfermedad y el hombre cuando pasa el infortunio.

          La primera tentación bíblica nos dotó de consciencia haciéndonos hombre. Como ejemplo mítico, tiene un valor considerable. Verse desnudo, equivale a ser realista con nuestras imperfecciones y ser expulsado del Paraíso a estar fuera de la inconsciencia.

          A partir de este punto, la inteligencia comenzó a desarrollarse, aunque queriendo sustituir a la sabiduría, sin haberlo conseguido nunca por falta de nivel.

          La tentación se atreve a forzar la inteligencia y lo consigue con relativa facilidad. Con la sabiduría es incapaz de alcanzar su propósito ni una sola vez.

 

 

229º.- La matemática es el alfabeto con el que Dios escribió el mundo. Galileo Galilei.

          Todo cuanto existe es número; todo está contado, pesado y medido. Pitágoras fue un místico que vivió muy cerca de la Verdad. Conoció la armonía del universo. Próximo a él se encuentran Bach, Escher, Godel y otros.

          Los cabalistas y numerólogos, así como los matemáticos, interpretan la Vida con misteriosas ecuaciones que representan enigmas indescifrables para el no iniciado en tal ciencia. Muchos han conocido a Dios a través de los números, como Einstein, Raynaud de la Ferrerie y otros buscadores del Infinito.

          Todavía, ante nuestros ojos, los Libros Sagrados de las religiones guardan secretos que sólo los matemáticos o los místicos iniciados podrán desentrañar.

 

 

 

230º.- Créeme; no es de sabios decir: “Viviré”. Mañana es ya demasiado tarde: vive hoy. Marcial.

          “Viviré” es una expresión de esperanza, de poder seguir viviendo, de estar en lucha y no rendirse.

          Vivir es más exacto. Sólo se vive en el tiempo presente. Lo demás es una entelequia, ilusión.

          Pero el hombre evade su presente. Hay algo dentro de él que teme lo inmediato. Vivimos en el “después”, “más tarde”, “dentro de un momento”, “mañana” y así alargando plazos hasta el infinito.

          Es un lenguaje político, viviendo de promesas del “lo haremos mañana” o en cualquier otro tiempo menos el del “ahora”, del tiempo presente. No es como el “sí” y el “no”. El primero es inmediato, pero el segundo, aunque niega, deja abierta la puerta al pacto, la negociación, a lo que podría ser.

 

 

 

231º.- El único modo de desembarazarnos de una tentación es ceder a ella. Oscar Wilde.

          Oscar Wilde es un virtuoso de la psicología. ¿Quieres temer al fuego? Quémate.

          La tentación deja de serlo  cuando se la conoce, se puede aquilatar, calificar y entonces puede dejar de interesarnos.

          Se sabe de una tentación cuando caemos en ella sin temor, con ánimo de conocerla y valorarla para considerar si realmente se gana más de lo que se pierde.

          Hecho así, la tentación se esfuma haciendo valer su condición de efímera.

 

 

 

232º.- Primero el hombre aprende en la vida a andar y hablar. Más tarde, a sentarse tranquilo y mantener la boca cerrada. Marcel Pagnol.

          Una paradoja más. Primero aprendemos para, finalmente, desaprender. De la no existencia venimos para llevar una vida experimental, y luego marchar hacia la nada.

          Pero se ha de comprender que, estar sentado y tranquilo manteniendo la boca cerrada, no se ha de entender en sentido literal, sino que tiene un significado más profundo.

          Tranquilo y sentado, ha de interpretarse como: serenidad, paz y quietud; la boca cerrada es para expresar sabiduría y prudencia, un silencio que es oro. Hay otras bocas cerradas, pero lo son por ignorancia o cobardía.

 

 

 

233º.- Lo que es un caballo resulta obvio para todo el mundo. Definición de un caballo en la primera enciclopedia polaca.

          Una rosa es una rosa decía el poeta. Las cosas son como son, dice el filósofo.

          Si lo evidente es la dinámica de la lógica ¿por qué ese afán de buscar explicaciones en las cosas por contrarias que parezcan?

          Y es que para todo hay explicaciones; para el bien y para el mal, para el crimen y el perdón, para la virtud y el pecado. El hombre es capaz de justificar la razón y la locura con argumentos ingeniosos, para eludir su parte activa en la comisión de sus actos.

 

 

 

234º.- No hables hasta que esté seguro de que tienes algo que decir y sepas lo que es. Entonces dilo y luego siéntate. Dale Carnegie.

          Si estamos seguros de lo que vamos a decir, sabiendo lo que es, el mundo quedaría más silencioso.

          Todos hablamos y a un tiempo. La comunicación es un excelente negocio. La radio, TV, Internet, teléfonos de todo tipo y otros artilugios, nos tienen comunicados de tal manera que podemos satisfacer mil veces al día nuestra verborrea.

Pero, si para ello se han de cumplir las dos condiciones del primer párrafo, las bocas callarían y la algarabía tendría un final.

          ¡La paz del silencio!

          ¿Será verdad que somos como un tubo con dos aberturas y un vacío interno?

 

 

 

235º.- Sigo el camino trazado por la Providencia con la seguridad de un sonámbulo. Adolf Hitler.

Ignoraba esta frase del dictador austriaco y hasta dudo que fuera de él.

          La seguridad de un sonámbulo es la de soñar mientras cumple un deseo inconsciente. La idea de la cita parece señalar a un ser mecánico, sin otra voluntad que la de la mente subconsciente dirigida por una fuerza superior a la que llama Providencia.

          Pienso que la frase fue mal elegida, pues más parece el Destino o la Fatalidad que la Providencia. Su vida, un camino sembrado de millones de muertos sin causa, su rostro de integrista iluminado, habla de la histriónica seguridad de una mente grabada por ideas fijas de un mesianismo demente.

 

 

 

236º.- El sueño de la razón produce monstruos. Francisco de Goya.

          Esta frase ha pasado a la historia de la vida del pintor aragonés.

          Cuando la razón se detiene y no avanza en el terreno de la lógica y la experiencia, comienza a soñar con síntomas de alucinaciones.

Estos sueños, románticos o altruistas en sus orígenes, se van solidificando, tomando formas definidas, hasta que entran en un mundo de creaciones antinaturales, inhumanas, que obedecen las órdenes más estrafalarias y disparatadas, editando leyes redactadas por el capricho o demencia del momento y con la voluntad de ejecutar ciegamente las excentricidades que afloran del inconsciente.

 

 

237º.- Nunca se debe mirar a una persona que duerme. Es como si abriéramos una carta que no ha sido dirigida a nosotros. Sacha Gutry.

          Es significativo que la cita literaria aluda a la fase del sueño como reveladora de la auténtica expresión humana.

          Se dice que “la cara es el espejo del alma”, pero hay personas que consiguen enmascararla o hacerla inexpresiva.

          Durante el sueño, la mente consciente no ejerce control alguno, por lo que se transparenta en el rostro expresiones de terror, angustia, felicidad, amor y otros sentimientos que el sueño libera inconscientemente para descargar tensiones acumuladas.

          El sueño hace con la mente el mismo trabajo que el agua con la piel: limpia y deja que pueda seguir transpirando los poros, manteniendo saludable el sistema orgánico.

 

 

238º.- Lo más profundo que hay en el hombre es la piel. Paul Valéry.

          ¿Quiso P.V. hacer un comentario sobre la ineptitud general de no profundizar en ninguna idea, para conformarnos con la superficialidad?

          ¿O se refería, como hombre, a que somos incapaces de ver el interior de la gente, sin desear entrar más allá de las apariencias?

          Las dos conjeturas revelan un hombre escéptico con el ser humano y con una experiencia que nunca cubrieron sus expectativas.

          En esta feria de vanidades, cuesta mucho tiempo e interés tener la alegría de encontrar un hombre que lleva con plenitud una vida interior.

 

 

239º. La venganza es el manjar más sabroso condimentado en el infierno. Walter Scott.

          Esta cita literaria tiene más de una variante.

          Vengarse de algo que creemos ha sido causa directa o indirecta del daño recibido, es idea general que el hombre practica desde su infancia biológica e histórica.

          Se vengan niños y adultos, colectivos y pueblos. Todos encontramos que un motivo es suficiente para pensar en venganza, para hacer a nuestro prójimo todo el daño posible.

          A veces, decimos que la venganza, para que sea más rotunda, se ha de hacer con la mente fría. Otros, dicen que es placer de dioses. ¡Como si ellos la necesitaran! Algunos, expresan que la idea de vengarse les da fuerzas para seguir viviendo hasta el momento de cumplirla.

          ¡Cuánta ruindad esconde el corazón del hombre!

 

 

240º.- La imaginación consuela a los hombres de lo que no pueden ser. El humor los consuelan de lo que son. Winston Churchill.

          La vida de cada uno de los hombres no es otra cosa que una sucesión de ilusiones puestas en un futuro más o menos lejano. Casi todos los sueños giran en torno a cosas que parecen imposible puedan cumplirse en el tiempo, pero que la imaginación procura creando caminos que los hagan posibles y reales.

          Pero, en nuestra existencia nos encontramos en situaciones que, sólo con excelente humor podemos soportar; caso contrario, pasarían al estado de frustración.

La sabiduría enseña aceptar todos los sueños con posibilidad de realización y a trabajar con las herramientas que disponemos para que se cumplan.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

241º.- No hay que tener miedo de la pobreza ni del destierro, ni de la cárcel, ni de la muerte. De lo que hay que tener miedo es del propio miedo. Epicteto.

          ¡Palabras de valor! El miedo no existe; hay la sensación de tener miedo, de inseguridad.

          Cuando el temor por las condiciones de calidad de vida se aleja, aliviamos el peso de nuestras cargas y se ve el presente y porvenir  con menos aprensión y nuevas esperanzas.

          El miedo es causa de infinitas deserciones en la lucha por la vida. El timorato, el vacilante, el indiferente, el angustiado, son personajes sobrados de miedo.

          Somos víctimas de las palabras. Creamos el terror. Inventamos fantasmas para más tarde escondernos de lo que imaginamos, espectros de fantasía que atormentan nuestros sueños.

 

242º.- La libertad no hace felices a los hombres; los hace sencillamente hombres. Manuel Azaña.

          Ser hombre es obra harto difícil. Ser niño es más sencillo, porque la espontaneidad, el candor y la ingenuidad son propios de ese estado.

          Pero, ser hombre es una labor que no tiene descanso; mientras vivimos es la principal ocupación que se ha de desempeñar porfiadamente.

          Conforme crecemos, la limpidez de nuestra mirada se va empañando con las nubes de la competitividad, rivalidad, el medio ambiente familiar, social y laboral, hasta transformar al adulto en una caricatura de lo que debe ser.

          Libertad es romper estas cadenas que oprimen y asfixian al niño interior, inocente en esencia, y volver a ser de nuevo tan puro como en el momento que vino a este mundo.

 

 

243º.- En la vida, como en el ajedrez, las piezas mayores pueden volverse sobre sus pasos, pero los peones sólo tienen un sentido de avance. Juan Benet.

          Dicen que el juego del ajedrez es el de la inteligencia que se distrae con la ilusión de ganar el derecho a la vida, a seguir existiendo.

          No en vano L.Carroll, en su famoso cuento “Alicia en el país de las maravillas” enfrenta a la niña con la reina, en una célebre partida de ajedrez, donde el castigo es ser decapitado.

          Los reyes pueden ser contradictorios, moviéndose en varias direcciones; torres y caballos tienen sus movimientos limitados, pero los peones avanzan ciegamente para ser devorados por el contrario.

          Comprender, explicar y experimentar, es faena para el sabio que, finalmente, renuncia al juego como tal, como el niño cuando crece y se transforma en adulto.

 

 

244º.-  Cuando los elefantes luchan, la hierba es la que sufre. Proverbio africano.

          La cultura africana, escasa pero sabia, no ha sido estudiada en profundidad.

          En Africa hay poesía, literatura, música y misterio religioso. Recuerdo que conocí a un poeta, Leopoldo Senghor, que llegó a ser Presidente de Senegal.

Este proverbio es la síntesis de una reflexión sobre la lucha de los grandes, donde puede haber heridos pero rara vez una muerte pero, inevitablemente, la destrucción ocurre en otro nivel, donde los contrincantes aplastan sin consideración todo cuanto está bajo sus pies.

 

 

245.- Con tal que se tenga una pocilga, se encontrarán los cerdos. Aleksandr Pushkin.

          Primero el bar, después los bebedores. Antes la comida, después  los consumidores de alimentos. Primero el ladrón, después el policía. Y así sucesivamente. Basta descubrir o construir un objeto para crear la necesidad de poseerlo.

          Una iglesia sugiere reunión de fieles. Como una casa la de unos moradores. Si lo expuesto no evoca una serie interminable de ideas al lector, no sé que otra cosa más podría decir.

          Un cielo: un dios o un panteón de ellos; un infierno; un demonio y sus tormentos.

          Y así hemos creado multitud de objetos y después su necesidad. Recordemos que cuando algo no es conocido, nadie siente interés por su posesión. Lo desconocido existe en el terreno de la fantasía o de la ficción que abonan escritores y poetas. Nada interesante para el dinero que lo compra todo.

          Quien tenga ojos para ver . . .

 

 

246º.- Cultivad asiduamente la ciencia de los números, porque nuestros crímenes no son más que errores de cálculo. Pitágoras.

          ¡El gran matemático y filósofo, descubriendo la vida en los números!

          Leí una obra titulada “El diablo de los números”  de Has Magnus, que a mi hija y a mí nos sirvió de diversión y asombro. ¡La naturaleza era matemática!

          Pero también nuestras vidas están regidas por los números. Cada 7 años hay cambios biológicos en el organismo; cada 28 días se produce el llamado “ciclo menstrual” en las hembras de la especie y así una serie de cambios matemáticos, que me han admirado

          Todo se puede calcular, hasta los errores. Lo que repetimos se aprende con una cadencia de 21 días sin interrupción; la mayoría de edad se calcula en tres ciclos de 7 años; la edad para trabajar; la edad de la jubilación, etc., todo obedece a un cálculo matemático.   

       “¿Cuántas veces he de perdonar a mi hermano, Señor?”  Y contesta el Maestro: “Hasta 77 veces 7”.

 

247º.- Desconfíen del rencor de los solitarios que dan la espalda al amor, la ambición, a la sociedad. Se vengarían un día de haber renunciado a todo eso. E.M. Cioran.

          Aquél que renuncia al mundo lo hace para ambicionar otras cosas no materiales, pero lo único que cambia es el objetivo. Para él, renunciar equivale a cambiar las pompas de este mundo por las glorias celestiales.

          Como nada se puede alcanzar sin que la ambición desaparezca, después de la renuncia va quedando el rencor.

          El regreso del que ha renunciado al mundo materialista se hace entonces con más ardor y deseo por lo que antes se abandonó.

“Entonces va y toma otros siete espíritus peores que él y, entrando, habitan allí y vienen a ser las postrimerías de aquel hombre peores que los principios”. Evangelio San Lucas 11: 26.

 

 

 

248º.-  Niega tus deseos y hallarás lo que desea tu corazón. San Juan de la Cruz.

          Este místico, a quien supongo superó con gloria la “noche negra del alma”, utiliza un lenguaje comprensible para su tiempo.

          Es probable que hoy hubiese dicho: “Permite que el deseo te sea indiferente y lo olvidarás, se diluirá dentro de ti y será una experiencia más incorporada a tu Yo Superior”.

          Cada vez que negamos una cosa, fortalecemos otra opuesta, porque la energía no puede desaparecer, sino que cambia de objetivo para potenciarlo.

 

 

249º.- Procuro ser siempre muy puntual, pues he observado que los defectos de una persona se reflejan muy vivamente en la memoria de quien la espera. Nicholas Boileau-Despréaux.

          La mente humana es muy receptiva a los defectos de sus semejantes e indulgente con los propios.

          En una actitud de prudencia, cualquier falta en el comportamiento y ética del prójimo, debe ser contemplada con indulgencia pues, en el mundo que vivimos, nadie debe responsabilizarse de juzgar aquello que no es de su agrado.

Nadie posee la verdad íntegramente y ninguno ha de ser juez de su hermano pues, por el delito que juzga será juzgado.

 

 

250º.- Muy pronto en la vida es demasiado tarde. Marguerite Duras.

          Esta escritora francesa nos pone ante un juego de palabras. “Muy pronto” deja un espacio de tiempo entre el pensamiento, la palabra y la acción.

          “Ahora” es una voz que no pide tiempo sino acción inmediata.

          Esta cita literaria da espacio para hacer un comentario más extenso, pero creo que la autora del guión de la película “Hiroshima, mon amour” ha querido sintetizar en una frase lo intemporal y la fugacidad del tiempo.

          La vida es lo inmediato, lo presente; pronto, después, son plazos, futuro. La etimología de tarde es, lento, entretenido, que se explica por sí sola.

 

 

 

 

251º.- Le meta es partir. Giuseppe Ungaretti.

          Todo principio supone un fin, como toda partida una llegada. Cuando damos el primer paso ya seguimos hasta el final del viaje. Detenerse es estancarse, cada parada significa una muerte circunstancial, hasta que reiniciamos el camino con la mirada fija en el horizonte que se aleja a medida que avanzamos.

          Y nacer es comenzar a morir.

 

 

252º.-  ¡Qué alegría vivir, sintiéndose vivido! Pedro Salinas.

          Llenar la vida con savia vital, es participar de la alegría de la naturaleza.

          Somos como los árboles, con raíces hincadas en la tierra, participando de su fertilidad, mientra las ramas se extienden hacia arriba y los lados, recogiendo la vitalidad y el calor de la luz.

          El ser humano participa de esta sinfonía de vida, mientras está conscientemente abierto a la dinámica planetaria.

          ¡La alegría de la vida es vivirla con alegría y ser vivido en los demás seres que nos rodea!

 

 

 

253º,. Soy un hombre. Por consecuencia, todos los diablos residen en mi corazón. G.K. Chesterton.

          El hombre es cósmico. Los seres que han habitado en este mundo nos han dado parte de su esencia. Somos Julio César, Genghis Khan, Napoleón, Cleopatra, Mesalina y todos los hombres y mujeres que han vivido antes que nosotros. Dice la cita de Chesterton que todos los diablos residen en su corazón, pero omite a los dioses.

          No hay sombra sin luz, ni libro sin lector, ni orador sin oyente. Cada cosa tiene su opuesto.

          Ser hombre es algo más que albergar dentro de sí todas las sombras del bajo mundo. También hay montañas, por pequeñas que sean. Y en algunos picos de estas elevaciones, brillan destellos de luz cuando amanece en el corazón humano.

 

 

254º.- Todo deseo estancado es un veneno. André Maurois.

          Es cierto. Cualquier cosa que se estanque, sea en el corazón, la mente o el mundo físico, va perdiendo energía hasta morir, para descomponerse finalmente.

Hay pensamientos y sentimientos que si no son renovados van cobrando rigidez primero y desprendiendo venenos después, intoxicando el cuerpo que los contiene.

          El antídoto es no permitir nada capaz de fijarse de modo permanente, sintiéndonos preparados para cambiar en el momento propicio para adoptar una nueva posición.

 

 

255º.- Las ideas deben recibirse como huéspedes; es decir, cordialmente, pero a condición de que no tiranicen al anfitrión. Alberto Moravia.

          Esta cita confirma el comentario anterior. Todo es bueno a condición de que no sea duradero, permanente.

          Un huésped es recibido con amabilidad y alegría, pero si su estancia se demora, comienza a ser fastidioso y, a veces, incómodo.

          Las nuevas ideas también son acogidas con entusiasmo, pero si no experimentan cambios y evolucionan, concluyen provocando esclerosis mental.

 

 

256º.- Gran parte de las dificultades por las que atraviesa el mundo se debe a que los ignorantes están completamente seguros y los inteligentes llenos de dudas. Bertrand Russel.

          No olvidemos que la duda es un método científico para investigar la realidad de un hecho o un objeto. Con ella, el hombre ha averiguado y aclarado muchos problemas en todos los campos de la actividad humana.

          La ignorancia rara vez duda y, si lo hace, es debido al miedo que le hace vacilar, pues desconoce la prudencia.

          La osadía, la aventura y el atrevimiento, tienen dosis de ignorancia en mayor o menor escala. Si en la acción consigue sus fines lo considera una hazaña; si fracasa, lo que ocurre la mayoría de las veces, se olvida o queda en el silencio doloroso.

 

 

257º.- Es preferible ser dueño de un duro que esclavo de dos. Proverbio griego.

          Lo que no puede ser poseído tiene todas las posibilidades de poseerte y dominarte.

          Ser dueño de algo, por miserable que sea la posesión, da autoridad sobre la propiedad disfrutada.

          Ser esclavo o servidor de la riqueza, engendra miseria moral y espiritual. Puede acabar en un sentimiento de considerarse miserable e indigno.

          Contemplamos políticas donde los personajes se venden al mejor postor, esperando de esa transacción unas regalías que les permitan mayores beneficios y más poder.

          Una vez se dijo: “Roma no paga traidores”. Yo digo: “La vida no tiene piedad para quienes traicionan el principio de ser dueño de sí mismo y solidario con los demás”.

 

 

 

258º.- No hay tontería mayor ni más común que la de amargarse por las tonterías del mundo. Michel E. de Montaigne.

          Solemos entristecernos por errores propios y eso es humano. Pero si damos oído a opiniones ajenas y las recordamos como ofensivas a nuestro derecho y dignidad, estaremos cometiendo una estupidez.

Nadie es perfecto. Buscar perfección es lícito, pero antes hemos de verla en nuestro interior. Una vez hallada la luz, nuestra mirada será más luminosa y dulce para con todas las “pequeñas” cosas de este mundo.

 

 

259º.- La mayoría de nuestras equivocaciones en la vida nacen de que cuando debemos pensar, sentimos, y cuando debemos sentir, pensamos. J. Churton Collins.

          La oposición entre cabeza y corazón ha cometido errores, pero no siempre es así.

          Pensar y dejar que actúe el sentimiento sobre la razón es positivo, siempre que a los intereses se oponga la fidelidad a la palabra prometida o la ética de nuestra actuación.

          Otras veces es la razón quien frente al sentimiento opone su criterio, pensando en el bien mejor a largo plazo.

          Y aquí está la diferencia. El sentimiento ve las cosas como próximas, cercanas y el pensamiento tiene sentido de lejanía, futuro, porvenir.

 

 

260º.- Los ordenadores son inútiles. Sólo pueden darte respuestas. Pablo Ruiz Picasso.

          ¿Qué le puedes preguntar a una máquina? Si lo hicieras, serían repuestas correspondientes a una programación previa que contiene la memoria puesta por el programador que elaboró el programa o el fabricante que la construyó.

          Picasso da una conclusión temporal, todavía actual.

          Es posible que un día la máquina “inteligente” llegue a formular preguntas y dar respuestas originales, fruto de las conclusiones archivadas en la memoria electrónica.

          Entonces habrá llegado un nuevo futuro, una Era mecánica, y el hombre comenzará a replantearse su existencia como inteligencia superior en la Tierra.

 

 

 

261º.- Un hombre feliz es aquel que durante el día, por su trabajo, y a la noche, por su cansancio, no tiene tiempo de pensar en sus cosas. Gary Cooper.

          ¿Qué es, no pensar en sus cosas? ¿A qué cosas se refiere el célebre actor en su cita?

          Si son problemas domésticos, preocupaciones y otros pensamientos de igual índole, la respuesta es afirmativa.

          Pero, estado de felicidad no equivale a dejar de pensar en sí mismo, hacer dejación del deber que tenemos para nuestra evolución como persona.

          Tomando literalmente la cita, puedo pensar en alguien que, de tanto trabajar, busca fuerzas en el descanso para al día siguiente reanudar la labor que le agota, terminando con la mente embrutecida y sin poder justificar su vida como ser racional.

 

 

262º.-  No hagas de tu cuerpo la tumba de tu alma. Pitágoras.

          El maestro griego aconseja que el mundo físico donde vivimos, no sea la cárcel donde el alma no pueda hacer méritos para fabricar sus alas.

          Alma y cuerpo han de formar un binomio donde la una da cabida a la otra y viceversa. El cuerpo ha de estar al servicio del alma, como instrumento capaz de sufrir experiencias que el alma utiliza para crecer y servir de ropaje esplendoroso del espíritu.

          Muchos fracasos se producen cuando damos toda atención a las necesidades físicas, olvidando que el alma espera por la amorosa y delicada ofrenda a que tiene derecho por ley natural universal.

 

 

 

263º.- Cuando no es necesario tomar una decisión, es necesario no tomar una decisión. Lord Falkland.

          Parece un despropósito, al estilo de las famosas leyes de Murphy que tan de moda están ahora.

          La cita trata de explicar que si no hay necesidad de moverse ¿para qué hacerlo? Es una filosofía que trata de explicar que lo imposible no hay modo de hacerlo posible, porque el esfuerzo se estrellaría una y otra vez contra el muro de nuestra impotencia.

          El hombre es un ser limitado en alas de sueños imposibles. Los fracasos no le hacen desistir y vuelve a la carga una y otra vez, hasta que se abren vías alternativas.

          Buscamos la inmortalidad o más tiempo para vivir y el resultado es un hombre más intoxicado por la química, abriendo la posibilidad a nuevas enfermedades, a cambio de aplazar un poco más la llegada de la muerte o perpetuándose en hijos, mausoleos, monumentos o un rótulo en cualquier calle.

 

 

 

264º.- La tontería es infinitamente más fascinante que la inteligencia. La inteligencia tiene sus límites, la tontería no. Claude Chabriol.

          La serpiente que se muerde la cola. La sabiduría mordiendo el rabo de la ignorancia. Tanto la una como la otra no tiene límites. Son los dos extremos de un mismo proceso. Donde termina lo conocido comienza el ignorado camino para alcanzar lo incognoscible.

          La sentencia “conócete a ti mismo” parte de la premisa de que nos desconocemos, para poder alcanzar esa profundidad desde la cual conoceríamos lo incognoscible. Desde ese punto las posibilidades humanas son ilimitadas.

          Inteligencia así como experiencia, razonamiento, cálculo de probabilidades y otros métodos son racionalizaciones de las que se vale la razón material para sobrevivir y obtener medios de vida. Su meta está centrada en la ganancia del ego.

 

 

 

265º.- ¿Me contradigo? Muy bien, entonces me contradigo. (Soy enorme, contengo multitudes). Walt Whitman.

          Las líneas rectas terminan convirtiendo a quien las recorre en mecanismos inconscientes.

          El hombre necesita el contraste. Lo dulce y lo salado, el sol y la sombra, el hambre y la hartura. Con estos ingredientes construye su vida.

          Rechazamos las personas que se contradicen, que son circulares. Respetamos al hombre que nunca cambia de ideas, que es cuadrado.

          La historia del pensamiento, la evolución humana, es una suma infinita de contradicciones en todos los campos del saber y con ellas se ha edificado la historia, la civilización.

          Reunir dentro de sí las grandes contradicciones de la razón humana y encausarlas en el río de la vida sin fin, es  transformarse en un ser planetario.

 

 

 

266º.- Un hombre feliz es como un barco que navega con viento favorable. Proverbio chino.

La felicidad tiene alas y no se detiene mucho tiempo en el mismo lugar. Es como el viento.

          Somos la nao que, con su vientre cargado de sueños, con los ojos fijos en el horizonte, avanza lentamente hacia un puerto que se adivina en medio de la bruma que se disipa conforme avanzamos por los rieles de luz del mar.

          Correr tras el viento con afán de alcanzarlo, es locura; pero hay que proveerse de velas y maniobrar de tal modo que, henchidas por la brisa nos permita ir tan ligeros como él. Esto es la mayor bienaventuranza que un marino puede alcanzar en su periplo por los mares de la vida.

 

 

 

267º.- Aunque tuviera cien brazos y cien lenguas, y mi voz fuese de hierro, no podría enumerar todas las formas del crimen. Virgilio.

          La locura humana tiene múltiples formas para expresarse. El crimen es una de las más repulsivas.

          Hay algo que, realmente, expresa la maldad humana: la justificación de la muerte del inocente. En nombre del honor, los principios, los intereses, la familia, la religión o la patria, se derrama la sangre de hombres, mujeres y niños, masacrados en nombre de cualquier idea que sea válida como excusa.

          Y uno de los crímenes más crueles es condenar a un pueblo al hambre, la desesperación y la ignorancia. Negar la comida, el agua, la habitación y la escuela. En suma, el derecho a la vida.

          Crueldad, sadismo, odio y otras perversiones de mentes vesánicas, han encontrado asilo en el corazón humano. ¡Desdichado el hombre que justifica sacrificar a su semejante, una familia o un pueblo, en nombre de un dios, una lengua, una patria, una raza o por futuros intereses económicos, sociales o religiosos!

 

 

 

268º.- Cuanto más vacío está un corazón, tanto más grande es su peso. Mme. Amiel-Lapeyre.

          ¿Qué hemos de pensar de esta cita literaria?

          Un corazón vacío puede señalar la tristeza y soledad. Da sensación de peso en el alma cargada de congoja.

          Vamos a verlo desde otro punto de vista. Un corazón vacío  está libre de sensiblerías y esa vacuidad le da aptitud para recibir bendiciones y la consagración de todas las maravillas que la vida derrama sobre el hombre.

          Un corazón puede recibir amor, alegría, belleza; no está ocupado porque así puede acoger nuevas emociones y sentimientos. Sería una frustración que la perfección pasara de largo por no encontrar espacio para albergarse.

 

 

 

269º.- Para la piedra lanzada al aire no es ningún mal el caer, como tampoco fue ningún bien subir. Marco Aurelio.

          ¡Las fuerzas ciegas que el hombre lanza al espacio! Pensamientos, sentimientos y acciones, se suceden vertiginosamente, proyectadas por el hombre en su medio ambiente primero y al planeta después.

          Somos víctimas de estas energías que liberamos y que, ciegamente, actúan en todos los ámbitos de la tierra, provocando fenómenos extraños a la propia naturaleza.

          Estas corrientes vagan, llevadas por el aire, por todos los rincones del mundo, influyendo en el pensamiento de los seres humanos a un nivel aún desconocido.

          Muchos hombres son receptivos a estas ondas que motivan deseos y ambiciones. Lo prueba el hecho de que, simultáneamente, se producen hechos similares en países y continentes, sin que pueda confirmarse la relación directa entre ellos.

 

 

 

270º.- El buen humor es, en la mayoría de las personas alegres, el feliz y satisfactorio resultado de una tenaz disciplina. Edwin P. Whipple.

          El autor hace una aguda distinción entre el buen humor y la alegría.

          La alegría es espontánea, brota de súbito y luego se desvanece. Es circunstancial.

          El buen humor es una suma de alegrías; es la constancia en el camino del optimismo; la perseverancia en ver el lado positivo de la vida.

 

 

 

 

 

 

 

 

271º.- No es posible que el bien y el mal sean durables, y de aquí se sigue que, habiendo durado mucho el mal, el bien está ya cerca. Miguel de Cervantes.

          El bien y el mal no son durables. Como dice Don Miguel de Cervantes. Pero hay una opinión muy extendida, de que el mal tiene un tiempo de actuación mucho mayor, cuando realmente es lo contrario.

          Por el dolor que causa el mal parece no tener fin, pero si lo comparamos con el tiempo que permanecemos disfrutando el bienestar y una relativa estabilidad, comprobaríamos que es mucho mayor el bien recibido que el mal padecido.

 

 

 

272º.- La luna y el amor, cuando no crecen, disminuyen. Proverbio portugués.

Todo cuanto existe y tiene vida, crece y aumenta en volumen o altura.

          Los sentimientos y los afectos, como la vegetación y el mundo animal, obedecen a esta ley natural e inalterable.

          El amor como la amistad, nace y crece sin cesar. Cuando hay un tiempo de estancamiento cabe la posibilidad de que comience a disminuir o deteriorarse.

          Presta atención a estas posibilidades y no permitas que esos nobles sentimientos puedan ser sustituidos por otros de inferior calidad.

 

 

273º.- Todos los días aumento la lista de las cosas de que no hablo nunca. El más filósofo es aquél cuya lista es más larga. Chamfort.

          No hablar de lo que pensamos o nos sucede, puede desarrollar un poso filosófico. Una larga lista de asuntos rumiados en el silencio, puede contribuir a acentuar este nivel intelectual como posibilidad.

          Pienso que la filosofía es una rama del intelecto que estudia la razón de las cosas y sus implicaciones en la vida.

          Aunque el silencio no es parte de la filosofía, tiene importancia como colaborador del pensamiento profundo que busca razones para explicar el comportamiento humano.

          Y estas cosas que se van implicando en el filósofo para ser explicadas después, acaban formando parte integrante de la naturaleza del pensador, haciéndolas propias de su carácter y conocimiento.

 

 

 

274º.- Sólo sé que quién se encadena está perdido. El germen de la corrupción ha entrado en su alma. Joseph Conrad.

          Estar en prisión no es del gusto de nadie. Decimos que hemos nacidos para ser libres.

          En la práctica no es así. Desde que accedemos al mundo social y laboral, trabamos relaciones que sutilmente nos va atando con diversas obligaciones que no sabemos o no podemos evitar.

          Un puesto de trabajo bien remunerado, puede acallar nuestra conciencia ante ciertas corruptelas con la justificación de que todo es lícito si es bueno para el negocio. En el ámbito familiar, la posición de cabeza de familia puede servir como ejercicio de dominio y tiranía con el resto de las personas que conviven con nosotros.

          Estas y otras son cadenas que corrompen y oxidan el alma y corazón a quién pretende vivir según pautas y patrones sociales, letra muerta donde el amor incondicional no tiene cabida.

 

 

275º.- Nunca pidas que las cosas se hagan como quieres, más procura quererlas como ellas se hacen. Por este medio todo te sucederá como lo deseas. Epícteto.

          Quien vive de acuerdo con la naturaleza de las cosas ya es feliz.

          Si cometemos la imprudencia de ir contra la corriente de las leyes naturales, necesitaríamos esforzarnos para conseguir lo que deseamos o nos estrellaríamos vanamente contra nuestra sinrazón, fracasando en el intento.

          Las cosas rara vez son como queremos. Importa aceptarlas tal como ellas son y, paradójicamente, ellas comienzan a amoldarse y moverse para acercarse en lo posible a nuestros deseos.

 

 

 

276º.- Uno ha de conocer el infierno antes de tener derecho a hablar del cielo. Bertrand Russell.

          Lo que dice el filósofo inglés sucede pocas veces, porque el hombre huye de sus propios infiernos o se rechaza vivirlos.

          La vida del hombre es una lucha para evitar el dolor, el sufrimiento; entonces, la posibilidad de ahondar en la tortura para comprender el placer del cielo, se ha hecho muy difícil. Sólo los elegidos lo comprenden.

          Nadie está más capacitado para hablar del gozo, que quien ha sufrido todos los suplicios de la tortura y, purificado por este fuego, tiene el alma templada para atravesar con ella las puertas del paraíso.

          En el mito bíblico, los guardianes de la entrada del Edén son portadores de espadas de fuego y guardianes de la puerta de los dioses.

 

 

277º.- Hay un secreto para vivir feliz con la persona amada: no pretender modificarla. Jacques Chardonne.

          Hay lógica en la cita literaria del escritor francés. Las personas formadas no pueden cambiar. Una vez definido el carácter, permanece inalterable hasta la muerte.

          Aún existe la posibilidad de ligeros cambios externos, pero el fondo apenas experimenta cambios apreciables.

          A las personas, amadas o extrañas a ese sentimiento, hay que aceptarlas tal cual son. Pretender otra cosa es provocar un conflicto que nunca ganaríamos y podría prolongarse en el tiempo deteriorando la relación.

          Sólo los niños, realizando ciertos esfuerzos, pueden ser formados y cambiados. Cuando adultos, se vuelven rígidos y la tarea es casi imposible. El árbol es el mejor referente de lo dicho; tierno cuando joven, puede ser rectificado si se inclina, pero una vez ha crecido, si lo intentáramos quebraríamos su tronco y moriría.

          Se me dirá que hay personas que han sufrido cambios radicales, pero ello se debe a que desde algún punto de su alma estaban preparados para realizar ese cambio drástico y que un hecho exterior fue el detonante para que sucediera la colisión entre su pasado formado y su presente como forma.

 

 

 

278º.- Muéstrame a alguien que nunca cotillee y te mostraré a alguien que no se interesa por la gente. Bárbara Walters.

          Cotillear ha sido siempre una práctica social para el colectivo humano. Con la llegada de la televisión y otros medios de comunicación de masas, el cotilleo hace furor en tertulias y hogares. ¡Hasta hay expertos que preparan personas para hacerlas objeto de la crítica popular!

          Cuando nos alejamos de esta inmundicia urbana, donde reina la frivolidad y el escándalo, hay un silencio que si se prolongara, haría que dejara de interesarnos el hedor que desprende quienes muestran sin recato sus miserias al populacho ávido de morbo y bazofia moral.

 

 

 

279º.- En ningún momento he dudado que las mujeres son tontas. Al fin y al cabo el Todopoderoso las creó a imagen y semejanza de los hombres. George Eliot.

          Las piedras que arrojamos al tejado del vecino acaban cayendo en el nuestro.

          El hombre, desde el patriarcado, ha realizado todo tipo de acciones físicas y psicológicas para doblegar a la mujer y volverla sumisa a sus órdenes, deseos y caprichos.

          Nuestra juventud está viviendo lo que parece ser los últimos capítulos de esta injusticia, aunque algunos son sangrantes y estremecedores. Si contemplamos los países orientales, comprobaríamos hasta qué grado de sadismo ha llegado el hombre para perpetuar esta esclavitud vergonzante.

          Aquí, en la tierra, los seres humanos tienen derecho a ser libres de cualquiera de las maneras que el libre albedrío se manifieste. Quien contraviene ese derecho es merecedor de sufrir el mismo quebranto de su libertad.

 

 

 

280º.- La caída de aquél que peca por su lengua es como una caída sobre el empedrado. Eclesiastés (Biblia).

Los libros sagrados hacen especial hincapié en el pecado de la palabra. El mismo Jesús dice: “No contamina lo que hay en el hombre sino lo que de él sale por su boca”.

          No hay lugar a duda de que, cuando hablamos, hacemos nuestro propio retrato. Es por esa razón que se recomienda guardar un discreto silencio cuando se debate un tema que no se conoce, para así no hacer pública nuestra ignorancia.

          En estos tiempos de incontinencia verbal, a nadie le sabe mal demostrar su ignorancia y se atreven a despotricar sobre cualquier materia haciendo significativa su escasa o nula cultura.

          Desde personajes públicos a periodistas, empresarios y otros elementos sociales, todos hablan sin pudor de cualquier tema, mostrando los posos de su ignorancia para vergüenza ajena.

 

 

 

281º.- Cuando hacemos alguna reverencia profunda a alguien, damos siempre la espalda a otro. Abate Galiani.

          Las reverencias son herencia de un pasado, una mezcla de temor al poder, esclavitud, vasallaje, adulación, protocolo, cortesía y, generosamente, reconocimiento de inferioridad ante un superior en orden de valores sociales o religiosos.

          Decía un maestro que me enseñó algunas cosas en tierras americanas: “Mientras más bajas la cabeza más muestras el rabo”. La condición humana de prestar acatamiento a cambio de comida y seguridad, ha convertido la espina dorsal en un baremo del servilismo. Desde la inclinación leve de cabeza al quiebro de cintura, con la pérdida de verticalidad de las rodillas, hay toda una historia de la servidumbre de los hombres.

 

 

 

282º.- Hay almas que uno tiene ganas de asomarse a ellas, como a una ventana llena de sol. Federico García Lorca.

          Las almas son como los espejos. Están las que son limpias y otra empañadas y hasta oscuras, casi negras.

          El Sol se refleja en los espejos. No cabe duda de que uno que está limpio, reflejará la luz con total nitidez; los otros espejos darán imágenes sombrías, distorsionadas, con poca luz.

          Las almas de los hombres, son como el espejo del Universo dividido en millones de fragmentos, cada uno con luz propia.

Cuando encontramos alguien con el alma limpia asomando a la ventana de sus ojos, nos parece como si el Sol hubiese entrado en nuestra casa, alumbrando hasta el último rincón, llevando luz y alegría a todos sus moradores.

 

 

 

283º.-  El método más seguro para permanecer pobre es ser una persona franca. Napoleón Bonaparte.

          Napoleón vivió en un estado permanente de luchas e intrigas, por lo que sus palabras no hacen más que reflejar el clima de su política y la política de todos los tiempos.

Desde los albores de la historia cuando se constituyeron los primeros grupos sociales hasta la moderna sociedad de hoy, han habido Maquiavelos que dieron al mundo métodos para mentir en política, en un amplio espectro que va desde la hipocresía hasta el cinismo.

          Vivimos de mentiras y para ellas. La verdad está cada vez más escondida y la disfrazamos hasta con vergüenza de poderla mostrar. Sólo nos quedan los niños y los borrachos, pues hasta los bufones se han extinguido.

 

 

 

284º.- Hacer reír es hacer olvidar, y es un bienhechor el que en el mundo puede distribuir el olvido. Victor Hugo.

          En todos los tiempos la risa ha sido un lenitivo contra las penas y el sufrimiento. Nos da alegría y hace olvidar por unos momentos los problemas que nos angustian.

          La risa tiene otra utilidad. Contribuye a mejorar el estado de salud y puede servir como arma para ridiculizar al que pretende embaucarnos con falsas promesas.

          También la risa tiene sus divisiones, desde la espontánea a la servil, pasando por la burlona y la sarcástica.

          Creo se podría escribir un tratado sobre el uso de la risa y su influencia en los hombres.

 

 

 

285º.- El secreto de aburrir a la gente consiste en decirlo todo. Voltaire.

          Ignoro si me aburriría cuando alguien me contase todo sobre su persona o cualquier otra cosa. Lo que doy por seguro es que rompería el sortilegio que tienen algunas al desvelar sus misterios.

          Todo existe con su secreto, su incógnita. Si decimos: es conocido mío”, damos a entender que nos hemos acercado a esa persona y sabemos de ella cosas que los demás ignoran. Pero, sólo hasta ahí. El resto de su personalidad nos seguirá siendo extraño.

Convivimos con un marido o una esposa durante 30/50 años y nos parece que ese contacto es suficiente para un conocimiento íntimo; pero es un error muy frecuente porque, generalmente, ese “yo sé de ti” es superficial, no se ha profundizado más allá de la piel.

          Así que, cuando alguien diga que nos lo va a “contar todo”, hay que prepararse para una sesión de bostezos, escuchando banalidades o frivolidades con el eterno decir “porque yo sé que . . .”

 

 

 

286º.-  Puede faltarnos tierra donde vivir, pero no donde morir. Tácito.

          La tierra para morar y cultivar, ha sido y sigue siendo cara o negada. La tierra que cubrirá nuestros restos mortales está siempre disponible. ¿Por qué tal paradoja?

          El hombre, bajo el punto de vista de su utilidad, trabaja noche y día e hipoteca su futuro por tener un techo donde cobijarse y un hogar donde descansar y, si posible, una tierra donde ganar el sustento. Negarle estas cosas es incitarle a redoblar esfuerzos para conseguirlo y, como resultado, trabajar más tiempo. Muerto ya no tiene utilidad social.

          Ya se han calculado los intereses que devengan los vivos para permitirnos dar ese derecho a los muertos.

 

 

 

287º.- Cuando la situación es adversa y la esperanza poca, las determinaciones fuertes son las más seguras. Tito Livio.

          Dice el refrán: “A grandes males grandes remedios”. Las opciones que la vida aporta a nuestra historia personal hablan de las apuestas que somos capaces de hacer ante los retos que nos desafían, como pruebas para demostrar nuestra capacidad de lucha.

          Ahora depende de nuestra consciencia aceptar el modo más inteligente para equilibrar la balanza, entre el peligro y la supervivencia. Y aquí es cuando decidimos si escapar, luchar o resignarnos.

          Huye el cobarde y el que aún, sintiendo temor ante el riesgo, lucha desafiándolo. Quien no tiene miedo sigue su propio criterio sin que le importe las críticas, porque dentro de sí ambas actitudes no son relevantes.

 

 

 

288º.- El bien dijo al mal: hermano mío. A. Charles Swinburne.

          ¿Qué es el mal? Ausencia del bien. ¿Y el bien? Falta de maldad. ¿No eran hermanos Caín y Abel? Todas las representaciones de los dos términos morales, se dan siempre entre dos hermanos.

          Dentro de un cuerpo físico reside la vida y la muerte, la salud y la enfermedad, la alegría y el dolor. Hay una hermandad entre los dos extremos que los hacen complementarios.

          La belleza de la vida está en la aceptación de ambas polos, pues si escogemos uno cualquiera de ellos el otro se vengará, atraerá la falsedad, el rechazo y la falsa moralidad.

 

 

 

289º.- ¡Qué felices serían los campesinos si supieran que son felices! Virgilio.

          El estado perfecto de felicidad es aquél en que no somos conscientes de ella. Es como la salud. No sabemos si estamos saludables hasta que enfermamos. El que este poeta latino se refiera a los campesinos, viene de la imagen bucólica del hombre del campo en la paz de los prados verdes, el ganado manso que pasta bajo su cuidado y el silencio del hogar, donde crepitan las llamas en los leños que se queman en la chimenea, mientras fuma su pipa o juega con los hijos mientras comenta las incidencias del día con la hacendosa esposa que prepara el yantar humeante en la olla, que esparce el aroma delicioso del guiso bien condimentado.

          Decía Cervantes: “”Dichosos tiempos aquellos que los antiguos llamaron de Oro . . .”

 

 

 

290º.- Muchas personas están demasiado educadas para hablar con la boca llena, pero no les preocupa hacerlo con la cabeza hueca. Orson Welles.

          Los modales, generalmente, son de gestos. Expresarse bien o mal, es cuestión de cultura, educación intelectual.

          Pero la discreción y prudencia se dan cuando hay buen juicio y una razón capaz de anular el tentador impulso de decir cualquier incoherencia o inconveniencia que pueda molestar a otros.

Se dice que la cabeza está "hueca" cuando se parlotea con frivolidad, diciendo cosas sin sustancia o críticas alocadas o atrevidas sin que midamos su alcance.

          De nada sirve los buenos modales y la cortesía si no van acompañadas de un modélico lenguaje, ingenioso y moderado.

 

 

291º.- Del corazón a la inteligencia es más fácil el camino que de la inteligencia al corazón. Severo Catalina.

          El amor y el cálculo. Pensamiento y sentimiento. Entre los dos puntos una línea recta para unir los dos extremos.

          El camino del amor no es más fácil, pero sí más conocido. Cada uno sabe de qué hablo. Amar no es fácil, es una aventura hacia lo desconocido, nunca sabes a dónde te llevará ese sentimiento.

          Pero la sabiduría, que es la suma del conocimiento más la inteligencia, muestra sus leyes al corazón, que obedece con devoción.

          ¿Hemos pensado en la enseñanza evangélica, donde Jesucristo representa el corazón y Judas la cabeza. La traición era una consecuencia del enfrentamiento de los dos extremos.

 

 

 

292º.- Los dioses no necesitan nada; los que se parecen a los dioses, pocas cosas. Diógenes.

          Diógenes habla de sí mismo. Él quiso ser ejemplo vivo de cuántas necesidades inútiles crea el hombre para comodidad propia, sin que ninguna de ellas sea una carencia básica para la vida.

          Multiplicar la posesión de ropas, zapatos, llenar la despensa de comidas, automóviles, casas, joyas, son ejemplo de la apetencia por bienes perecederos y falta de interés por la evolución personal.

          El hombre, en su locura colectiva, castiga en sí mismo la necesidad de los famélicos e indigentes, en forma de dolencias físicas y psíquicas, propias del exagerado afán de bienes.

 

 

 

293º.- La vida cobra sentido cuando se hace de ella una aspiración a no renunciar a nada. Jose Ortega y Gasset.

          El hombre que no renuncia a nada ha de saber primero andar en la “cuerda floja” como un funámbulo que, con las manos “tanteando” el aire, avanza por el espacio, sostenido por un débil hilo y teniendo el abismo bajo sus pies.

          Porque ese “no renunciar a nada” ha de significar que no se pretende la posesión sobre cosa alguna, pues caso contrario caería preso de una ambición desmedida.

          Aspirar, en significado literal (inspirar) es una palabra-símbolo, que expresa la decidida voluntad del hombre para superar su condición animal y elevarse a dimensiones superiores.

 

 

 

294º.- De éstas, hay una para ti. Inscripción en un reloj de sol.

          Es el dicho popular “llegarle a uno la hora”. Las personas creen que cada cual tiene una hora para un propósito o fin determinado.

          La sabiduría está en saber el valor de cada hora del día para actuar correctamente en cada una de ellas.

          Las horas tienen valores propios. Sabemos que no es igual una acción cometida por la mañana que realizada por la tarde o noche. La diferencia es de esencia, cualidad y misterio.

          Trabajar, estudiar, comer, orar y muchas otras cosas, tienen diferentes valores y depende de la hora que lo hagamos.

 

 

 

295º.- Los hombres exigen al amor que se revista de formas y colores; han de ver lo que aman. Las mujeres sólo piden sensaciones al amor; saben amar como ciegas. Anatole France.

          El escritor francés revela con este aforismo el aspecto psicológico de la relación entre sexos. Efectivamente, el hombre ve a la mujer físicamente y la elige en razón de su físico y compatibilidad de caracteres; es un amor más visual que emocional. Las cualidades de la elegida se van apreciando como una continuidad de la primera elección.

          La mujer tiene capacidad para obviar el aspecto físico y se centra en otros detalles, tales como: cariño, delicadeza, dedicación y, como no, capacidad reproductora y solvencia financiera para sostener una familia.

          Aún así, señalo a la mujer como un ser capaz de sacrificio y abnegación a mucha distancia de lo que puede serlo un hombre, más interesado en el éxito económico y social.

 

 

 

296º.- Razonar y convencer, ¡qué difícil, largo y trabajoso! ¿Sugestionar? ¡Qué fácil, rápido y barato! Ramón y Cajal.

          La credulidad del ser humano es asombrosa. Ha sido pasto de fulleros, charlatanes, timadores y otros cuervos que, acompañados de diferentes aves de rapiña, depredan sin piedad sus pertenencias para despojarlo y arruinarlo.

          Cuando habla la razón para convencerlo y llevarlo a una situación equilibrada y estable, reacciona con desconfianza o indiferencia, alejándose de su bienhechor para entregarse a la seducción del primer vendedor de ilusiones que encuentra.

          ¿Cuándo despertará el hombre ignorante, esquilmado, cubierto de miserias y reaccione para recobrar su dignidad ocupando el puesto que le corresponde en la historia de la evolución humana?

 

 

 

297º.- La posesión de la salud es como la de la hacienda, que se goza gastándola, y si no se gasta, no se goza. Francisco de Quevedo.

          El genial escritor cita la palabra “gastar” diferenciada de otra “derrochar”. La hacienda, es decir, el dinero, cuando se gasta es lícito si es con moderación y prudencia, pero no derrochado sin tasa, lo que significaría inconsciencia e ignorancia.

          La salud tiene un paralelo con la idea del dinero, porque hay tendencia a “abusar” en la juventud cuando la sangre joven tiene la plenitud de su savia; en la madurez, se es más reflexivo y los excesos suelen ser frenados, pues el vigor no resiste el peso del vicio.

          Ambas cosas son nuestro “capital” que ha de preservarse a toda costa si queremos llevar una calidad de vida excelente hasta la vejez, eludiendo achaques, enfermedades y pobreza.

          Si es verdad que gozamos gastando salud y dinero, no debemos nunca confundir el gozo con el placer sin freno que inevitablemente lleva al hastío y a la miseria física y económica.

 

 

 

298º.- Tu amigo tiene un amigo, y el amigo de tu amigo tiene otro amigo; por consiguiente, sé discreto. Talmud.

          Un secreto entre tres ya no es secreto. El proverbio talmúdico es exacto.

          El ser humano es proclive a las confidencias. A veces, un secreto bien guardado parece como si quemara nuestro interior si no lo revelamos. Ignoramos que, cuando alguien llega a ser depositario de nuestros más íntimos pensamientos, podemos ser traicionados a la menor imprudencia o exceso de confianza en una tercera persona y así hasta el infinito.

          No hay secreto mejor preservado del dominio público que el que no se confía a nadie, permaneciendo inviolable sin perder su valor.

 

 

 

299º.- Hay que darle un sentido a la vida, por el hecho mismo de que carece de sentido. Henry Miller.

          La vida carece de sentido; tiene valor por sí misma.

          Si comenzamos a pensar en qué sentido va nuestra vida, se nos ocurre como motivación el dinero, sexo, comida, bebida, familia, viajes y otras cosas con las que la programación social nos condiciona. El final de este viaje es el vacío existencial.

          La vida es como una casa que nos regalan vacía. Por supuesto que habrá una cocina, un cuarto de baño, despensa, comedor y dormitorio, pero sería una vivienda sin relieve, común, no se distinguiría de cualquier otra.

          Imaginemos que colocamos cuadros de pintores famosos, estatuas, un jardín con árboles frutales y muchas flores, una fuente luminosa y musical y veremos cómo ese hogar comienza a tener sentido y valor.

 

 

 

300º.- El horizonte está en los ojos y no en la realidad. Ángel Ganivet.

          “Horizonte” no es más que una palabra utilitaria para designar una línea ilusoria entre el mar, la tierra y el cielo.

          Conforme caminamos hacia ese punto del espacio, vemos como no se acerca ni se aleja, sino que permanece siempre el mismo.

          La ilusión que esa línea nos crea, da un límite al espacio, pero falsifica la realidad.

          Es como una metáfora de la vida. Caminamos en pos de aquellos deseos que se alejan mientras nos acercamos a ellos y conservan la misma lejanía, siempre inalcanzables. Pero, si somos “afortunados” y conseguimos la propiedad de alguno, otro distinto ocupa su lugar y se reinicia el ciclo de la ilusión.

 

 

 

 

 

301º.- Me desconcierta tanto pensar que Dios existe, como pensar que no existe. Entonces prefiero no pensar en eso. Gabriel García Márquez.

          ¿Qué importa si Dios existe o no? Lo que es vital para el hombre es preparar su vida para propiciar la llegada de ese Dios dentro de sí.

          Si pensamos o dejamos de pensar en ello, tampoco es de interés inmediato. Lo que importa es que la meditación y el silencio mental puedan crear un vacío interno para que el Espíritu pueda instalarse en ese templo humano.

          Aunque las palabras del escritor desprendan un ligero escepticismo, si fueran llevadas a efecto en todas sus dimensiones, los resultados serían muy distintos a los que pueda parecer al lector.

 

 

 

302º.- Nuestra envidia dura siempre más que la felicidad de aquellos a quienes envidiamos. La Rochefoucauld.

La envidia, como cualquier otro sentimiento de inferioridad, es una constante en el hombre de baja condición moral, que no soporta el bienestar o la felicidad de su semejante.

          Esta lacra moral, como otras de la misma índole, toma posesión de la persona que los alberga y mantiene, actuando como un tumor canceroso que crece sin cesar hasta dañar completamente la vitalidad del infeliz que la soporta.

          Está demostrado que las bajas pasiones generan problemas físicos y psicológicos, mientras que la nobleza del corazón produce saludables reacciones que se refleja en la expresión feliz del afortunado que la disfruta.

 

 

 

303º. - El corazón en paz ve una fiesta en todas las aldeas. Proverbio hindú.

          El mundo que vemos es un reflejo de nuestro reino interno. El ánimo triste o afligido ve todo con pesimismo. Una persona alegre contempla el mundo como un campo de excelentes oportunidades.

          La realidad es que hay un mundo invariable y que somos nosotros los que hacemos el mundo de acuerdo con nuestro estado interno.

          Basta escuchar la opinión de alguien sobre el estado del planeta para hacer un retrato de su situación interna. Así, quien se expresa en términos de crítica negativa, revela su mal juicio y la peor opinión que tiene sobre los hechos.

El hombre feliz lo ve todo con bondad y comprensión, no juzga a nadie y piensa que un mal diálogo siempre es mejor que una lucha fratricida.

 

 

 

304º. - Quienes opinan que el dinero todo lo puede, sin duda están dispuestos a todo por el dinero. E. Pierde Beauchéne.

          El poder económico ha sido y es la palanca que mueve al mundo. Las luchas territoriales por pastos más ricos y productivos, guerras por derechos sobre la tierra o luchas por imposición de dinastías, salpican las páginas de la historia de todos los países.

          En el ámbito social contemplamos el mercado de hombres y mujeres ofreciéndose como mercancía al mejor postor en un espectáculo impúdico, tanto en los centros de la política como a nivel personal. Deseamos ser comprados y cuando es otro el elegido nos sentimos humillados, despreciados.

          El dinero actúa como un corrosivo contra el cual no oponemos defensa alguna. Por dinero matamos, robamos, mentimos y prevaricamos.

          Contra ese poder no hay más que un arma: la renuncia.

 

 

 

305º.- Todo necio / confunde valor y precio. Antonio Machado.

          Esta necedad está muy extendida. Si preguntamos: “¿Cuánto vale?” damos por supuesto que a mayor precio mejor calidad.

          Pero la relación entre ambos conceptos no siempre es así. Un buen comprador hace cálculos entre calidad y precio para escoger lo más económico con la calidad más aceptable. Las marcas de fábrica suelen ser casi siempre un espejismo que deslumbra y engaña con precios altísimos y mediana calidad.

          El valor real de las cosas está señalado por su utilidad, duración y precio en un mercado competitivo.

 

 

 

306º.-Quédate ante la puerta si quieres que te la abran. No dejes el camino si quieres que te guíen. Nada está nunca cerrado sino a tus propios ojos. Farid al-din Attar.

          La última afirmación explica las dos anteriores. Ante una puerta cerrada o en medio de un camino del que no quieres apartarte para ser guiado, nosotros somos los únicos que podemos elegir entre pensar en soluciones o ver dificultades.

La causa de todos los problemas se da como consecuencia de la ceguera interior; de no ver más que dificultades ante oportunidades que parecen insalvables o caminos que recorremos dificultosamente tanteando en la oscuridad.

 

 

 

307º.- La sabiduría suprema es tener sueños bastante grandes para no perderlos de vista mientras se persiguen. William Faulkner.

          Sueños, ideales, pensamientos, son parte integrante de la psiquis humana, siendo la parte más valiosa de la que disponemos para construir futuros.

          La grandeza de estos sueños está en relación directa con la cualidad de la mente que los produce incesantemente, por lo que un sueño va sustituyendo a otro anterior, formando una cadena ininterrumpida de belleza del corazón y el alma.

          La sabiduría se desprende los sueños de grandeza como la fruta madura cae del árbol, para complacencia y satisfacción de quien recoge las semillas y las utiliza para su siembra.

 

 

 

308º.-  El corazón es un tejido que se rasga con mucha facilidad, pero que se remienda muy rápidamente. Alejandro Dumas, hijo.

          Las heridas del corazón pertenecen al mundo de los sentimientos, es decir, una dimensión capaz de enfermar y sanar con relativa facilidad.

Dumas, como autor de novelas románticas, sabe de las vicisitudes del corazón humano y se atreve a decir que el corazón “se remienda muy rápidamente”, con tanta firmeza que tal parece da un tono cínico.

          Cada persona es un corazón que late con ritmo propio y lo que guarda en su interior es como un secreto inviolable que llevamos con placer o con dolor. Ningún remiendo es capaz de hacer nuevo un tejido rasgado: sólo lo disimula.

 

 

 

309º.- El tiempo es el mejor autor: siempre encuentra un final perfecto. Charles Chaplin.

          Si la vida se escribe como un libro, el final es inevitable y, por tanto, perfecto.

El tiempo se encarga de revelar la verdad, el misterio y la mayoría de los grandes secretos que guardamos. Si sabemos leer en sus páginas, sería el libro perfecto.

          La vida enseña que las cosas son perfectas tal como ellas son y nosotros estamos situados correctamente en el lugar y momento ideal.

          Aceptarlo o rechazarlo es nuestra opción, pero de cualquier manera que lo hagamos, nada puede hacerlo cambiar.

 

 

310º.- La magia del primer amor consiste en nuestra ignorancia de que pueda tener fin. Benjamin Disraeli.

          Magia e ilusión se tocan en el primer amor. La química del cuerpo enamorado crea sueños impregnados de imágenes ilusorias que se envuelven en un velo de encantamientos, distorsionando la realidad.

          Los cuentos, como los amores, se escriben con magia. Príncipes azules, cenicientas, hechizos y sortilegios, magos y hadas recitando fórmulas y ensalmos para provocar milagros y, en todos, siempre el amor triunfante que, discretamente, es el hilo conductor de la narración.

          Y terminan con la consabida frase: “ . . . y fueron felices . . .” que lo deja todo en manos de un futuro que no conoceremos.

 

 

311º.- Cuando he estado trabajando todo el día, un buen atardecer me sale al encuentro. Johann W. Goethe.

          El verdadero descanso viene después de un trabajo intenso. Cuando hemos acabado una tarea laboriosa vemos con alegría la belleza de lo realizado y nace en nuestro interior una necesidad de descanso.

          El atardecer tiene acento de sopor, siesta, modorra; la activa mañana ha pasado y la tarde pide reposo, quietud, preludio de la noche anunciada por el suave crepúsculo que llega silencioso en el arrebol de nubes naranjas y violetas.

          El descanso instituido como día sagrado en todas las grandes religiones, llegó con el mito bíblico del, “ . . . y el 7º día descansó.”

 

 

 

312º.- El que se fía de cualquiera demuestra poca discreción y sensatez; el que de nadie se fía demuestra tener todavía menos. Arturo Graf.

          La cita literaria nos coloca en una encrucijada. ¿Abrirnos y dar confianza y amor o cerrarnos y no permitir la entrada a ningún extraño? Parece un dilema, pero veamos los dos contrastes.

          Un corazón abierto a todos, es un camino al que es fácil acceder pero también podemos herirlo sin dificultad, aunque tiene todas las posibilidades de amor, amistad y nobles sentimientos.

          Un corazón cerrado no tiene ninguna posibilidad. Está condenado a la oscuridad y la soledad, es un paisaje deprimente. El odio, los rencores, la falsedad, frustraciones, celos y otras bajezas, tienen en él un lugar para instalarse y hacer un nido común.

 

 

313º.- El corazón del hombre es una rueda de molino que trabaja sin cesar; si nada echáis a moler, corréis el riesgo de que se triture a sí misma. Martín Lutero.

          Un corazón humano necesita sentirse amado, comprendido, acogido y aceptado. Estos sentimientos son recibidos y dados con gratitud y devoción.

          Cuando se carece de alguno o de todos, el corazón sigue latiendo pero esta vez en el vacío, y en su movimiento parece que muele como un molino, pero ahora la rueda gira locamente sin grano que molturar.

          Un corazón frío, sin calor humano que lo alimente, muere de inanición, de hambre de amor.

 

 

 

314º.- Nunca perdáis contacto con el suelo; porque sólo así tendréis una idea aproximada de vuestra estatura. Antonio Machado.

          Si decimos que alguien “despega” se supone que desde la situación que se encontraba ahora se ha colocado en un lugar superior.

          El hombre tiene tendencia a “alzarse del suelo”, “despegarse”, “alcanzar la Luna”, y otras frases que intentan expresar el anhelo de abandonar el suelo que pisa para escalar posiciones de más altura.

          La prudencia aconseja no olvidar nuestros orígenes, la verdadera dimensión de lo que fuimos; es como quien planifica la construcción de una casa y primero ha de pensar en la solidez de los cimientos y la red de desagües para la sanidad del edificio.

 

 

 

 

315º.- Ser natural es la más difícil de las poses. Oscar Wilde.

          Sencillez y naturalidad. La simplicidad de estas dos palabras nos deja apenas adivinar lo difícil de llegar a disfrutar la posesión de ambas cualidades.

          Nacemos naturales, sencillos, espontáneos y después los padres, la escuela y la sociedad se encargan de borrar los primeros rasgos de la niñez para falsearlos con la excusa de hacernos aptos para convivir con los demás, con sus ambientes de disimulos, competitividad y agresividad.

          El mito del Paraíso, el cielo angélico, el Vhalaya, el estado de Nirvana o Samadhi, no es más que el deseo de retornar a la infancia, cuando fuimos felices sin ser consciente de serlo.

 

 

 

316º.- Hay que tener cuidado al elegir a los enemigos porque uno termina pareciéndose a ellos. Jorge Luis Borges.

          Una frase ingeniosa. Basada en la idea de que “terminamos pareciéndonos a aquello que odiamos”.

          Si elegimos ideales de dicha, no hay duda que hemos tomado el camino más conveniente a nuestros intereses.

Si aceptamos ideas de odio o venganza, estaremos dentro de lo posible de que estas vibraciones negativas perturben nuestra vida haciéndonos un daño considerable.

          La palabra “enemigo”  cuya etimología es “echar fuera”, ha de olvidarse y eliminarse de nuestro lenguaje para sustituirla por otra más amable, como “amigo”. Es suficiente para demostrarnos que hemos hecho la mejor elección posible.

 

 

 

317º.- Un hombre educado es el que tiene los amores y los odios justos. Lin Yutang.

          Este escritor oriental demuestra su fidelidad al pensamiento de Confucio.

          La moral cívica, la educación social, es necesaria para la convivencia pacífica del pueblo.

          Confucio dio las reglas éticas necesarias para que los ciudadanos ordenaran sus vidas familiares y de relaciones sociales, basadas en el respeto a los ancianos y las instituciones.

          Amores y odios justos pueden significar que se ha de alcanzar un equilibrio suficiente para no romper la armonía emocional del individuo como ente social.

          Políticamente correcto.

 

 

 

318º.- El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad. Victor Hugo.

          El futuro es como el juego de la Bolsa. Los pobres no pueden invertir dinero y comprar acciones, porque sus riquezas no existen. El temor a las pérdidas impide que los timoratos y cobardes no jueguen. Los atrevidos, osados y valientes ven la posibilidad de beneficios y arriesgan su dinero, pensando es la mejor oportunidad de obtener ganancias con rapidez.

          Así es el juego de la vida. El ignorante, encuentra no estar preparado para recibir lo mejor que el mundo le ofrece. Para el cobarde, la vida es una propiedad para dejar en manos de otros que ofrecen mejores soluciones y seguridades. Un valiente contempla cada hora del día como una oportunidad para recibir experiencias y conocimientos que le haga apreciar la alegría de vivir.

 

 

 

319º.- Cada cual sufre su propio naufragio. Lucano.

          El hombre es náufrago de sí mismo. Ante una situación angustiosa hunde su navío y se ahoga con él.

          El hecho de esconder la cabeza cuando el enemigo se aproxima, pensando que si no lo ve no existe, no es sólo un atavismo del instinto animal que posee, sino que lo imita al evadirse de sus obligaciones.

          Ese sentido suicida que lo impulsa a hundirse con su barco (un acto inútil en sí) el poeta latino Lucano lo subraya en esta cita. Cada hombre es el capitán del navío de su vida y, cuando desesperado, se inmola instintivamente, escapa de sus obligaciones por la puerta falsa de la existencia.

 

 

320º.-Los recuerdos no pueblan nuestra soledad, como suele decirse; antes al contrario, la hacen más profunda. Gustave Flaubert.

          Dicen que recordar es volver a vivir. Flaubert, dice algo que parece exactamente lo opuesto, que los recuerdos hacen más profunda la soledad, que no la llena.

          Todo depende de la perspectiva desde donde se contempla. Si hemos llegado a una edad en la que se nos ha ido acumulando los problemas, cualquier tiempo pasado fue mejor y somos proclives a añorar la felicidad perdida.

          Pero, si los años transcurridos dan cierta serenidad, entonces los recuerdos se ven como experiencias, sin que sean capaces de perturbar nuestro presente, pues ya no tienen significado actual.

          Como veréis, es cuestión de situación y de vivencias.

 

 

 

321º.- Donde quiera que se esté bien, allí está la patria. Cicerón.

          He aquí un concepto pragmático de la vida.

          Decía un viejo alemán, que se bañaba en una playa de Las Palmas, respondiendo a la pregunta sobre su ausencia de la II Guerra Mundial: “Mi patria es la olla”.

          Se asimila el concepto de Patria a la situación económica satisfactoria. Si hay bienestar social y familiar, la Patria puede transformarse de un ideal a una razón egoísta que nos justifica la indiferencia o el olvido.

 

 

 

322º.- La verdadera humildad consiste en estar satisfecho. Henry F. Amiel.

La auténtica humildad consiste en bajar hasta el infierno de nuestras pasiones para conocernos profundamente y aceptarnos con todas nuestras imperfecciones.

          Estar satisfecho no da una medida propia para la humildad, pues la satisfacción viene de un estado donde el ego no exige nada al estar cumplida su renuncia a todo y no desear nada más.

          No soy de la opinión del autor de la cita y hasta me atrevo a decir que no sé en qué estaría pensando cuando la escribió. Como lo ignoro, no me inclino a seguir imaginando qué le motivó a escribirla.

 

 

 

323º.- La sociedad es en todos los sitios una conspiración contra la personalidad de cada uno de sus miembros. Ralph W. Emerson.

          Claro  retrato  de la clase política. Con la excusa del mejor interés del pueblo, en nombre de cualquier decisión de un organismo nacional o de cualquier postura personal, fruto de la soberbia, la incapacidad e ineficacia, se cometen errores continuamente,  degradando el ámbito social que, en definitiva es el pueblo.

          La estupidez humana es capaz de producir socialmente daños irreversibles, acogiéndose patéticamente a leyes obsoletas o razones descabelladas, para disfrazar y ocultar la pequeñez e inmadurez de los mandatarios elegidos por un pueblo hastiado o indiferente que mira hacia otro lado.

 

 

 

324º.- La vida es breve, el Arte largo, la ocasión fugaz, vacilante la experiencia, y el juicio difícil. Hipócrates.

          He aquí una descripción de la existencia del hombre sobre la tierra.

          Para lo que necesitamos aprender, la vida es corta; el Arte, infinito para cristalizar el ansia de belleza que el hombre ansía; la existencia es pródiga en ocasiones perdidas por su fugacidad o la incapacidad del hombre para detenerlas en sus manos; una experiencia que se debate entre la duda como principio y la incertidumbre como camino y, como colofón, el juicio. Última razón que se niega a sí misma ante la realidad que muda de aspecto y perece periódicamente.

          Todo ese conjunto de paradojas, entre la afirmación de sí mismo y la negación de ser, transforman al hombre moderno en un proyecto inconcluso, aunque grandioso en esencia y potencia.

 

 

 

325º.- No hay nada más silencioso que un cañón cargado. Heinrich Heine.

          Hay dos maneras de guardar silencio: de asombro ante un poder o frente a la inmensidad de nuestro interior.

          Un cañón cargado es un símbolo siniestro de poder. La pintura sombría, la figura sólida, fría y silenciosa y la carga de muerte que lleva en su interior, le da esa característica de máquina del horror que la misma fonética imprime a su nombre.

          Desde su invención hasta el arma sofisticada de nuestros días, su posesión ha sido decisiva en sangrientos combates de ejércitos enemigos.

          Y, hasta hoy, tenemos frases para describir su poder: “bajo una lluvia de fuego”, “un diluvio de metralla”, etc..

          Poéticamente mortal.

 

 

326º.- Demasiado al Este es el Oeste. Proverbio inglés.

          Hay un tópico verbal que dice: “los extremos se tocan”. El bien exagerado termina siendo un mal. El mal que se perpetúa hace una siembra de bien. Cuando un daño se encona suele conducir a manifestaciones de un bien acentuado.

          A título individual, cuando llevamos una pasión exagerada por alguien o algo, nos sucede igual que una hoguera que, cuando tiene un fuego excesivo corre el riesgo de consumirse con rapidez, es decir, que la pasión se desvanece con increíble fugacidad.

          Los excesos mueren por consunción. El Este muere en el Oeste y viceversa.

          Y esto es aplicable a cualquier ejemplo.

 

 

327º.- La edad nos protege del amor. Pero el amor protege de la edad. Jeanne Moreau.

          El amor nace, cualquiera sea la edad de quien ama. Sentirse enamorado hace que de nuevo se anuncie la primavera de la juventud en la persona tocada por el travieso Eros.

          Cuando el amor llega a una persona que, aparentemente no está en condiciones físicas para participar de nuevo en un cortejo o de unirse carnalmente a otra persona del sexo opuesto, nos parece como si renaciera, se volviera juvenil y comenzara a adoptar actitudes de mocedades ya olvidadas.

El sistema indicado para prevenir estos síntomas sería estar permanentemente enamorado, siempre joven. Paradojal.

          A menos que se prefiera inocularse una vacuna para prevenir esta “enfermedad”, declarada contagiosa.

 

 

328º.- De las cosas que tienes, escoge las mejores y después medita cuán afanosamente las hubieras buscado si no las tuvieras. Marco Aurelio.

          El hombre que tiene su vida inmersa en el seno de una sociedad moderna, generalmente posee más bienes de los que necesita para satisfacer sus necesidades básicas. Es un consumidor de productos que actúa compulsivamente, incitado muchas veces por una publicidad agresiva.

          Cuando no tenemos en propiedad algo que nos ofrecen para comprarlo, le damos un valor que está en consonancia con nuestra escala de necesidades. Si el objeto deseado pasa a nuestras manos, desde ese momento pierde parte del valor que antes poseía. Es un mecanismo psicológico que deprecia lo que se adquiere y aumenta el interés por lo que no se tiene. La posesión desvaloriza la estimación por lo poseído.

          Sólo luchamos por lo que se nos resiste a pasar ser objeto de propiedad.

 

 

 

329º.- Nuestra cabeza es redonda para permitir al pensamiento cambiar de dirección. Francis Picabia.

          La fuerza está en el círculo. Las cuadraturas son más frágiles y se rompen con facilidad. La naturaleza evita las líneas rectas y es pródiga en círculos y curvas.

          La cabeza de cualquier animal, sea ave o mamífero, tiene tendencia a lo circular para proteger el interior de golpes accidentales.

          Los depósitos metálicos que contienen grandes cantidades de líquido, son construidos en forma circular o esférica, por presentar mayor resistencia y capacidad.

El autor de la cita acude a la señalización de la forma circular de la cabeza y hace un símil entre las ventajas naturales de la figura geométrica y las ideas que giran y se renuevan incesantemente para su mayor potencialidad.

 

 

330º.-  Se triunfa con lo que no se aprende. Coco Chanel.

          El aprendizaje es la herramienta que el hombre utiliza para desarrollar sus capacidades psicotécnicas. Al principio de su historia le sirvió para sobrevivir en un medio hostil; más tarde, fue perfeccionándola y descubrió que no sólo servía para cubrir necesidades básicas, sino que podía comunicarse con otras personas, tanto cercanas como lejanas, así que para expresar ideas nació el arte y con él la civilización.

          El hombre moderno dedica un tercio de su vida al aprendizaje y otro tanto para reciclar lo aprendido, De ahí la importancia que la enseñanza tiene en una sociedad moderna.

          Ahora bien. ¿A qué se refiere Coco con su cita? Pues que mucha gente ha llegado a la fama súbitamente, sin haber aprendido nada. Pero ella no añade que son ídolos de papel que al menor contratiempo se rompe. El triunfo sin una base sólida, es como el humo sin fuego, que al menor soplo de viento se desvanece. La historia repite hasta la saciedad ejemplos de hombres que llegaron al poder por haber sido señalados a dedo por los favores o la fortuna, pero su reinado ha sido efímero y han dejado una estela de ruinas y fracasos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

331º.- El arte de conducir a los hombres no es más que el arte de asociar sus ideas. Cardenal de Retz.

           Un líder se supone un conductor de masas. Aglutina en sí mismo las aspiraciones de la mayoría de sus seguidores.

          Si el líder es religioso, su mensaje formula la idea de salvación futura a cambio de una ética y un ritual concebido para tal fin.

          Si el líder es político, tratará de elaborar un programa que recoja el máximo de peticiones de su electorado, que promete cumplir en el supuesto de ser votado por la mayoría.

Como se verá, es un arte de pastores de hombres, utilizado con frecuencia excesiva por lobos con variados disfraces que ocultan la negra piel para ilusionar primero y devorar después a las inocentes ovejas, que siguen pastando en la ignorancia de que cualquier cosa que ocurra en el hato no deja de ser normal y, a veces, hasta comprensible, disculpando a los lobos de su ferocidad.

 

 

 

332º.- Las disputas de los señores se leen sobre la espalda de los campesinos. Proverbio ruso.

          Antiguos y nuevos señores de la guerra han conservado las líneas de conducta que han gobernado con sus ambiciones: tropas y ciudadanos luchando para saciar su sed de riquezas y conquistas. Reyes, Papas, Caudillos, Zares y toda una caterva de conquistadores, han ahogado en sangre la libertad de los pueblos con el mensaje hipócrita de civilizarlos o liberarlos.

          En nombre de la libertad y otros mensajes parecidos, se han atropellado los derechos del hombre para vivir en paz, por el sólo hecho de poseer algo que los demás codician.

 

 

333º.- Sólo el solitario es solidario. José Bergamin.

          La auténtica solidaridad no está en la manifestación masiva ni en el grito exaltado de la multitud. Hay indicios de manipulación en toda esa parafernalia gestual.

          El solitario, es decir, el no comprometido, es capaz de sentirse partícipe del problema de su vecino y colaborar plenamente, sin estar atrapado por ninguna sigla, bandera o autoridad. Le basta tener la mano tendida en señal de ayuda incondicional.

 

 

 

334º.- Un hombre tiene que haber caído muy bajo para considerarse feliz. Charles Baudelaire.

          El poeta hace de la felicidad un estado de ignorancia absoluta. Opina que un hombre feliz ha de ser idiota o vivir ajeno a todo tipo de problemas.

          El hombre que vive estados de felicidad es consciente de sí mismo y del entorno social que lo rodea. En cada crisis ve la posibilidad de un cambio y en cada problema, diferentes soluciones que aplicar.

          Y, tanto los cambios como las soluciones, son retos que la vida pone a su paso, contribuyendo a facilitarle pequeñas dosis de felicidad.

 

335º. - El aire hace al águila. Johann W. Goethe.

          Decía un poeta muy querido por mí: “. . . ningún pájaro vuela donde el aire no existe”.

          Primero fue el aire, luego llegaron las aves. El primero crea la función de la segunda. Es un proceso lógico. Cómo decir que el libro hace al lector.

          El espíritu hace al hombre. Si esa cualidad espiritual es inexistente, el hombre se ha de considerar como no realizado, incompleto

 

336º.- La infancia muestra al hombre, como la mañana al día. John Milton.

          Los primeros años de vida marcan el futuro del niño. Una infancia feliz deja una huella indeleble que, en la madurez, influye gratamente en todos los ámbitos de actuación humana.

La sociedad está poblada de gente afectada por depresiones, problemas conyugales, desapego laboral e insolidaridad comunitaria, que han tenido una infancia sin amor, sin modelos familiares, sin escuela de formación, ni ejemplos sociales a seguir.

          Todos estos mimbres no consiguen componer la urdimbre necesaria para formar a los individuos sociales necesarios para dar sentido a una comunidad digna de tal nombre. Por eso es cada vez más necesario formar hombres desde la infancia y no esperar a que ellos mismos o el tiempo sean los artífices de este trabajo.

 

 

337º.- Si hablas a un funcionario, haz que los rublos hablen por ti. Proverbio ruso.

          Ninguna máquina funciona sin aceite o grasa para lubricar su engranaje. El funcionario estatal o municipal que conozco, está fosilizado, es maquinal, frío y perezoso en sus labores.

Aún recuerdo la célebre frase que se acuñó en un tiempo pasado, referente a este tipo de empleado del Estado: “Vuelva usted mañana”, un mañana que estaba en un futuro indeterminado. Las célebres: “está en tramitación” o “pendiente de firma”, inspiraba sensación de desesperanza por las demoras  interminables.

          Habían soluciones. Una de ellas es la que apunta el proverbio citado. Pagar. La popular “mordida” mejicana o la “propina” española. Entonces, la máquina burocrática comenzaba a moverse.

 

 

338º.-  Los jóvenes de hoy aman el lujo, tienen manías y desprecian la autoridad. Responden a sus padres, cruzan las piernas y tiranizan a sus maestros. Sócrates.

          Ningún tiempo pasado fue mejor. Lo que existe es el recuerdo y la nostalgia de momentos felices; la memoria ha borrado las asperezas de lo desagradable y endulzado las amarguras vividas.

          La juventud de ayer, es como la juventud de hoy y como la que ha de venir en el futuro. ¿Qué puede hacerla distinta? El tiempo en que se vive.

          A Sócrates le parecía mal que se cruzaran las piernas. Hoy es un gesto inadvertido. El resto de sus lamentos fue y sigue siendo actual.

          ¡Qué lento es el camino del hombre hacia su perfección!

 

 

339º.- En el silencio madura el fruto que la palabra puede hacer caer, Proverbio.

La oscuridad, la soledad y el silencio son úteros que guardan las semillas de la sabiduría que, cuando son regadas con la atención, crecen y dan frutos. Estos, al madurar, pueden manifestarse como pensamientos que se expresan con palabras.

          Cuando se habla utilizando estas fuentes y canales, el mundo calla para escuchar.

          La voz del silencio es el sonido de la sabiduría.

 

 

 

340º.- Más puede negar un asno que probar un filósofo. Adagio escolástico.

          El hombre está programado para la negatividad y la contradicción. Continuamente negamos la paz, el amor, la lealtad, la amistad y todo lo positivo y agradable que la vida nos depara, mientras que afirmamos que sin ellos la vida no tiene valor.

          Por negar, somos capaces de ser tan testarudos que rechazamos el beso de un amigo, la mano tendida del rival o la cálida sonrisa inocente de un niño.

          Y la vida, sin embargo, es un sí continuo, claro y potente. El Sol, cuando amanece, da una afirmación al día; al caer, la lluvia afirma la fertilidad de la tierra; el canto del ave, desde lo alto de una rama, anuncia la primavera.

          Un día, cuando el hombre abandone su carga pesada de negaciones y se identifique con la Vida, con la Tierra que le da cobijo y alimenta, dará un sí integral al plan cósmico de salud, alegría, amor y bienestar.

 

341º.- Quien ha osado volar como los pájaros, una sola cosa más debe aprender: a caer. Rainer María Rilker.

          He aquí sintetizada la vida de los Mesías: “Aprender a caer”.

          Dice el Evangelio: “¿No era preciso que el Mesías padeciese esto y entrase en su gloria?” (Lucas 24:26).

Cualquier Avatar en la tierra, que sabe de otros espacios y dimensiones, debe aprender del dolor, sufrimiento, crucifixión y muerte del ego. Sólo entonces, el descenso a los infiernos supondrá la liberación de todos los encadenamientos del pasado.

          El relato de la muerte y resurrección de Jesús el Cristo da todas las claves del misterio.

 

 

342º.- La luz es la sombra de Dios. Inscripción medieval.

          La vida interior de las personas está tejida con luces y sombras. Si la luz es la sombra y, a su vez, la sombra es la luz, estamos ante algo que necesita explicación.

          Toda luz nace de una sombra original, caso contrario no sería considerada luz. Pero la luz, cuando es intensa, es cegadora y se convierte a nuestros ojos en sombras, pues no somos capaces de absorber tanto esplendor. Tenemos solamente la capacidad de captar una pequeña parte.

          Cuándo aceptamos la dualidad luz-sombra, unificamos el mundo y ¡paradoja!: la oscuridad da nacimiento a la vida y la luz inicia el proceso de desaparición o muerte física.

          Y la Vida navega sin cesar por el mar infinito del Cosmos.

 

 

343º.- La razón es en sí misma asunto de fe. Es un acto de fe afirmar que nuestros pensamientos tienen cualquier relación con la realidad. G.K.Chesterton.

          Profundo es el pensamiento de Chesterton. Esta razón a la que se refiere es nuestra consciencia de percepción a través de los sentidos físicos, que se ve continuamente burlada por la realidad.

          ¿Por qué? Porque ella es cambiante. Se oculta una y otra vez bajo mil disfraces. Hoy, cuando examinamos el mundo con sofisticados aparatos de análisis, nos sorprende ver cómo el principio activo de un veneno, sirve para desencadenar el efecto contrario.

La "realidad" física hace que veamos la vida acabando en la muerte; el día muriendo en el claro-oscuro de la noche, aunque el fin de las cosas anuncie el nacimiento de nuevas oportunidades.

          Todo es un continuo devenir. Pero nuestra “realidad” lo ve a través del contraste. Placer y dolor es la misma sensación en diferentes tonos vibratorios; risa y llanto, grito y canción, hambre y saciedad, cielo y tierra.

 

 

344º.- Ser de la izquierda es, como ser de la derecha, una de las infinitas formas que el hombre puede elegir para ser un imbécil. José Ortega y Gasset.

          Estas palabras del admirado y admirable Ortega y G. deberían grabarse en oro y ser colocadas en el frontispicio de todos los Parlamentos y Casas de Gobierno del mundo.

          No hay derechas ni izquierdas. Tanto a un lado como en el otro, existe la misma podredumbre: culto al poder y deyecciones con hedor a prevaricación, dinero sustraído al pueblo.

          Sólo hay hombres. El resto son doctrinas, programas, partidos y todo el sofisma político que somos capaces de digerir sin temor a vomitar para guardar las apariencias de nuestra piel de lobo devorador.

          Si el hombre es honrado, procede con ética y ama a su pueblo, no necesita más que gobernar con prudencia, sabiendo que ha de rendir cuentas a su país y a la historia.

 

345º.- Las modas son legítimas en las cosas menores, como el vestido. En el pensamiento y en el arte son abominables. Ernesto Sábato.

          Las modas, en cualquier ámbito de actividad humana, es fruto del tiempo. El hombre, de manera inexplicable para él, obedece a corrientes telúricas que lo empujan hacia delante o hacia atrás en sus actos más cotidianos.

          ¿Adónde va la música actual? ¿De dónde vienen los tatuajes y adornos metálicos incrustados en la piel humana? ¿Y las comidas con insectos y otras variedades de gusanos del mar o de la tierra? ¿Y esa masa de piltrafas de carne con la que se confecciona las "comidas rápidas"? ¿No son propias de épocas pasadas?

          La ropa uniforme en corte y color, ¿No es algo así como un afán de perder la identidad en la uniformidad?

          No explico los cambios en el arte porque no soy experto, pero sí estoy de acuerdo con Sábato.

          Vivir para ver.

 

346º.- No sabe nada y cree saberlo todo. Esto le faculta claramente para la carrera política. G. Bernard Shaw.

          Un político es como un charlatán de feria que intenta vender un producto que sabe es inofensivo y nunca produce el efecto que promete. Es como el que da de comer con la cuchara vacía.

          Pero el político es un embaucador sofisticado, desarrollado. Tiene explicaciones para todo, especialmente para demostrar que sabe hasta lo que no sabe.

          He recordado un personaje de televisión española, “Locomotoro”, que actuaba en un programa infantil, allá por los años 60, y que repetía constantemente que “sabía hasta lo que no sabía”.

          Hubiera dado la talla del político perfecto.

 

 

347º.- Los bellos caminos no llevan lejos. Proverbio chino.

          Los caminos adornados de bellos elementos distraen mucho y hacen perder el tiempo. Son anchos y cambian poco su aspecto: parecen satisfechos de ser como son.

          Hay otros caminos, pedregosos, sin asfaltar, cubiertos de hierbas solitarias. Estos son los que toma el hombre prudente y sabio, porque puede limpiarlos, arrancar las malas hierbas, extraer piedras que impiden el paso y dejarlos aptos para transitar por ellos. Será su propio camino y el que marcará el destino a los que vienen detrás.

          Cuando alguien sigue el camino de otro, aunque sea la senda de un ser extraordinario, queda en una simple imitación, una copia patética del iniciador, sin personalidad propia. Será un títere previsible de manos manipuladoras desde otra dimensión que no ve ni comprende.

          Ser uno mismo es una razón de ser.

 

348º.- No contemos el dinero ganado; ya hemos perdido bastante tiempo ganándolo. G. Bernard Shaw.

          Esta cita remeda el dicho popular de “no mirar hacia atrás”. Efectivamente, el tiempo invertido en adquirir un bien, material o espiritual, es suficiente en sí mismo. Recapitular el camino andado, supone estancarse, detenerse, y eso indica una pérdida de tiempo, que demuestra no hemos madurado hasta el punto de asimilar por completo la ganancia que nos parece recompensa por nuestro esfuerzo.

          Cuando se llega a una meta o final de un trabajo que nos ha supuesto una gran labor, hay que disfrutar de la posición adquirida y es de necios volver la memoria al pasado superado. Sería como el anciano que retrocede a los juegos de su infancia o como la cuerda elástica que, una vez llega al máximo de tensión vuelve al punto de partida golpeando con dureza.

 

 

349º.- ¿Cuándo será el fin del mundo? – El día que yo muera. Proverbio árabe.

          El fin del mundo no es más que la llegada de la muerte física.

          No deja de ser un tópico acudir al famoso “fin del mundo” cuando se habla de una hipotética catástrofe de grandes dimensiones. Pero el mundo está ahí, soportando pasivamente nuestras locuras: bombas atómicas, de hidrógeno, de neutrones, etc., eliminación de florestas, contaminación de mares, ríos, fuentes y otras demencias humanas.

          Aunque la Tierra se transforme en desierto y el mar en un inmenso basurero, el mundo sigue y seguirá creando vida, sea tal como la conocemos o mutando en otros elementos vivos desconocidos.

          La muerte física es el único fin transitorio que conocemos.

 

 

350º.- De todas las reacciones posibles ante la injuria, la más hábil y económica es el silencio. Santiago Ramón y Cajal.

          La reacción ante una ofensa supone, en último análisis, un sentimiento de culpabilidad.

          El silencio es una actitud para demostrar la atención que merece una respuesta airada o insultante; nunca aceptar el ataque verbal que no altera la ecuanimidad del ofendido, ni potenciarlo con otra ofensa que no hace más que poner más leña al fuego.

          Devolver la injuria con el silencio, consigue aquietar la animosidad y dar razón al más prudente.

 

351º.- La tragedia de la vejez no consiste en ser viejo sino en que aún se es joven. José Luis Coll.

          La tristeza de la vida es sentirse joven dentro de un cuerpo viejo y gastado por los años.

          El espíritu es siempre juvenil y, en ocasiones, la vitalidad lo acompaña. Y aunque la enfermedad no haga acto de presencia, el tiempo transcurrido ha hecho una labor de mina en huesos, sangre, vísceras y piel, por lo que el vehículo físico carece de potencia necesaria para complementar el elemento pasional, menos alterable por el tiempo.

 

352º.- Hay quien consagra gran parte de su vida a evitar las corrientes de aire. W. Somesert Maugham.

          Es un concepto de vida inútil. “Consagrar la vida a evitar las corrientes de aire”. También hay quien dedica gran parte de su tiempo en coleccionar tapas de botellas, pipas para fumar, cajas de cerillas, latas vacías de cerveza, y así sucesivamente.

          Somos expertos en sistemas de ocio y otros pasatiempos y distracciones que hacen derrochar el tiempo precioso de vida que tenemos. Es un triste fracaso esa pérdida de tiempo que impide evolucionar hacia dimensiones superiores y, a cambio, empantanamos los días en un marasmo sin luces ni propósitos.

 

353º.- La paciencia es, en el hombre, el testimonio de su sabiduría. Rey Salomón.

No en vano se habla con admiración del sabio Salomón, un rey mítico que llevó al pueblo de Israel a su máximo esplendor. La paciencia es un don que tiene el hombre para esperar el bien.

          Si las cosas van mal o como no se han previsto, hemos de tener paciencia para confiar en un cambio que las hagan favorables para nuestros propósitos.

          Combatamos el mal con calma pues la enfermedad nos convierte en “pacientes” esperando el regreso de la salud. Pacientemente aprendemos a través de experiencias que nos hacen más expertos y sabios en el vivir cotidiano.

          La paciencia es la ciencia de la paz.

 

 

354º.- Yo tengo tan buena memoria como buen olvido. Miguel de Unamuno.

          Sabio es el ejemplo de Don Miguel. La memoria es la base de la inteligencia y del saber, por eso ha de ser buena.

          El buen olvido es señal de prudencia y discreción ya que en los subterráneos de la memoria debe ser cuidadosamente archivado el bagazo de los problemas, disgustos, envidias y otros gusanos de la vida que, con el mejor criterio deben estar en el plano de la indiferencia.

          Cuando se establece el estado del desapego mezclado con el del olvido, podemos decir que no hay nada que pueda impedir nuestra marcha serena apoyados en la memoria de nuestro origen superior.

 

 

355º.- Amar es cambiar de casa el alma. Constancia C. Vigil.

          Si amas, la persona amada será depositaria de este amor y el alma se ubica en un tiempo sin tiempo, en otra alma, ampliando su espacio natural, multiplicando su potencial.

          El amor, como su opuesto el odio, es capaz de incendiar un mar de corazones, si dentro de sí mismo no hay ninguna otra pasión; es una luz que puede hacer amanecer al mundo, si encuentra almas capaces de albergar y dar vida a este amor.

          Recuerdo una canción que dice: “Amor es el pan de la vida . . .” y eso es el amor: alimento para el alma.

          ¿Habrá alguien capaz de multiplicar este pan y obrar un nuevo milagro?

 

356º.- Antes de desear algo ardientemente conviene comprobar la felicidad que le alcanza a quien ya lo posee. La Rochefoucauld.

          Sabio consejo. La experiencia ajena nos puede ayudar. Lo que deseamos puede ser positivo o negativo para quien lo tiene. Es un problema de observación. Ahora bien. Depende de la persona que lo disfruta. La buena o mala utilización del otro, informa de nuestras posibilidades para la tenencia y disfrute del bien deseado.

          Si hacerlo fuera posible, muchas imprudencias podrían subsanarse y aumentaría el nivel de conformidad con nuestras posesiones y deseos.

 

357º.- El estilo, como las uñas, es más fácil tenerlo brillante que limpio. Eugenio d´Ors.

          Ocurre igual con la fama. La brillantez depende de la inversión que hagamos en publicidad. La limpieza es otra cosa, más íntima y personal.

          Los grandes hombres que han brillado a su paso por la historia, más tarde nos han defraudado cuando ha sido conocida la poca limpieza de los motivos que le hicieron entrar en esa página de galerías de famosos.

          La lógica más elemental indica que es necesario que algo esté limpio antes de darle brillo; lo contrario, lo vuelve todo falso, como algunas monedas que no tienen curso legal.

 

 

358º.- ¿Los negocios? Muy sencillo: el dinero de los demás. Alejandro Dumas, hijo.

          Podemos preguntar a los Bancos, Empresas de Seguros Generales y otros similares. Su negocio es el dinero de los impositores. Cuando esa riqueza se acumula, es facilitada en calidad de préstamo, añadiendo un interés. Con la suma total de intereses se pagan directivos y empleados, de tal manera que muchos de ellos llevan una vida regalada.

          Esa es otra paradoja de la vida. Nos prestan dinero que es nuestro, añaden intereses y lo pagamos con años de sacrificio, ahorrando de nuestros esquilmados ingresos, que sufren otros impuestos, municipales, sociales y estatales.

          Ellos, los que manejan el dinero del pueblo, se prestan dinero con intereses mínimos y cobran nóminas de escándalo que ellos mismos se señalan sin que intervenga ningún organismo fiscalizador.

          El negocio es “el dinero de los demás”. En tan breve frase está condensada la teoría del capitalismo más cruel e hipócrita que el hombre ha creado.

 

 

 

 

359º.- No quiso la lengua que de casado a cansado hubiese más que una letra de diferencia. Lope de Vega.

Ingenioso y mordaz, este Príncipe de las Letras. Un casamiento, generalmente, deviene en monotonía que lleva al cansancio.

          Pero no se trata de un cansancio físico sino anímico, que lleva al aburrimiento y el hastío, por falta de ánimo, entusiasmo, chispas de brillantez o de intereses no compartidos.

          Contra esta enfermedad de la sensibilidad no hay más remedio que recomendar dosis de amor, creatividad en la relación de pareja, respeto mutuo, iniciativas para nuevas oportunidades y paciencia para edificar cada día nuevos elementos al edificio matrimonial.

          Es una manera de desmentir al gran comediógrafo y poeta español.

 

 

360º.- Pueden amar los pobres, los locos y hasta los falsos, pero no los hombres ocupados. John Donne.

          El amor requiere de tiempo y espacio. Los que no tienen estas dos cosas, nunca saborearán la miel del amor.

          Hace muchos años que la vida moderna creó la imagen del hombre ocupado, frente a otro personaje que tenía tiempo para todo. Se ha creado al hombre moderno con un perfil tenso, nervioso, irritable, agresivo, de hablar incisivo, comidas rápidas y sueño inquieto. Su amor es sexualidad por horas, su familia asunto de fin de semana.

          El hombre tranquilo ha pasado ser un individuo desfasado, anormal, fuera de su tiempo, propio de una imagen bucólica novelada, que no tiene cabida en este mundo moderno donde se premia la rapacidad, donde se roba las horas al descanso y el triunfo material es el único posible.

          Es el principio del hombre – máquina y el fin del hombre – orgánico.

          ¿Será posible? Si así fuera, habría llegado la locura como síntoma de normalidad colectiva.

                                                           F I N

 

 

OBRAS PUBLICADAS

Entre el silencio y los sueños (poemas)
Cuando aún es la noche (poemas)
Isla sonora (poemas)
Sexo. La energía básica  (ensayo)
El sermón de la montaña (espiritualismo)
Integración y evolución (didáctico)
33 meditaciones en Cristo  (mística)
Rumbo a la Eternidad  (esotérico)
La búsqueda del Ser (esotérico)
El cuerpo de Luz  (esotérico)
Los arcanos menores del Tarot  (cartomancia)
Eva. Desnudo de un mito (ensayo)
Tres estudios de mujer (psicológico)
Misterios revelados de la Kábala  (mística)
Los 32 Caminos del Árbol de la Vida (mística)
Reflexiones. La vida y los sueños   (ensayo)
Enseñanzas de un Maestro ignorado (ensayo)
Proceso a la espiritualidad (ensayo)
Manual del discípulo  (didáctico)
Seducción y otros ensayos (ensayos)
Experiencias de amor (místico)
Las estaciones del amor (filosófico)
Sobre la vida y la muerte (filosófico)
Prosas últimas   (pensamientos en prosa)
Aforismos místicos y literarios (aforismos)
Lecciones de una Escuela de Misterios (didáctico)
Monólogo de un hombre-dios (ensayo)
Cuentos de almas y amor (Cuentos) Isabel Navarro /Quintín
Desechos Humanos (Narración) Ruben Ávila/Isabel Navarro
Nueva Narrativa (Narraciones y poesía)Isabel Navarro/Q
Ensayo para una sola voz (Ensayo)
En el principio fue la Magia (ensayo)
La puerta de los dioses (ensayo)
La Memoria del tiempo Cuentos,Poesía Toni Coll/Isabel Nav.
El camino del Mago Ensayo Salvador&Quintín
Crónicas Ensayo Salvador&Quintín