ALCORAC

SALVADOR NAVARRO 

 

 

                                                                          

Dirigida a las Escuelas de:

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                        Las Palmas                                        CIRCULAR nº  11. Año III                                                                             

                                                                                    Llubí, 1º de Noviembre de 1.997.

Viene de la Circular de Octubre.

Si fueras realmente un interesado por los colores, si te convirtieras con la imaginación en un arco iris, y todo tu espacio mental estuviera tomado por los colores, eso te daría un sentimiento profundo de belleza. Pero no pienses sobre eso; no digas que es bonito. No te muevas hacia el pensamiento. Concéntrate en el punto donde todos los colores se encuentran y continúa centrándote en él. Desaparecerá, se disolverá, porque es sólo imaginación. Y, si fuerzas la concentración, la imaginación no podrá estar presente. Ella se disolverá.

El mundo ya se ha disuelto; había sólo colores. Esos colores eran apenas imaginación tuya. Esos colores imaginados se estaban encontrando en un punto. Ese punto, naturalmente, era imaginario y ahora, en profunda concentración, ese punto se disolverá. ¿Entonces, dónde estarás tú? Serás proyectado hacia tu centro.

Los objetos se disolverán a través de la imaginación. Ahora la imaginación se disolverá a través de la concentración. En ese punto tú estarás como algo subjetivo. El mundo objetivo se habrá disuelto; el mundo mental habrá desaparecido. Estarás presente como consciencia pura.

Es por eso que digo: "En cualquier punto del espacio o de una pared....." Eso ayudará. Si consigues imaginar colores, entonces cualquier punto en la pared ayudará. Toma cualquier cosa como un objeto de concentración. Si ella fuere interior será mejor, pero nuevamente existen dos tipos de personalidad. Para aquellos que son introvertidos, será fácil concebir todos los colores encontrándose en sí mismo. Pero existen los extrovertidos que no consiguen concebir nada interior. Sólo pueden imaginar fuera: sus mentes se mueven sólo hacia fuera y no hacia dentro. Para ellos la interiorización es difícil.

Decía un filósofo inglés D.Hume: "Siempre que voy hacia dentro, nunca encuentro a ningún Yo. Todo lo que encuentro son reflejos del mundo exterior - un pensamiento, una emoción, algún sentimiento. Nunca encuentro el interior, sólo el mundo exterior reflejado dentro". Esta es la mente extrovertida por excelencia, y David Hume era una mente extrovertida.

Así, si tú no puedes sentir cualquier cosa dentro, y si la mente pregunta qué es esa interiorización, como ir hacia dentro, entonces, en lugar de eso, intenta cualquier otro punto de proyección. Hay personas que me preguntan como ir hacia dentro. Es un problema, porque si sólo conocemos el ir hacia fuera, si sólamente conocemos el movimiento que nos lleva hacia fuera, es difícil imaginar como ir hacia dentro.

Si eres extrovertido, entonces no intentes ningún punto interior: inténtalo fuera. El resultado será el mismo. Haz un punto en una pared; concéntrate en él. Entonces tendrás que concentrarte con los ojos abiertos. Si estuvieras creando un centro interior, un punto dentro, entonces tendrías que concentrarte con los ojos cerrados.

Focaliza un punto en la pared y concéntrate en él. La cosa real sucede a causa de la concentración, no a causa del punto. Si estás fuera o dentro, eso es irrelevante. Depende de tí. Si estás mirando hacia la pared exterior, concentrándote en ella, entonces continúa hasta que el punto se disuelva. Eso tiene que ser estrictamente observado. "Hasta que el punto se disuelva". No parpadees, porque el parpadear dá un espacio para que la mente se mueva otra vez. No parpadees, porque entonces la mente comienza a pensar. Es como una pausa y la concentración es perdida. Por tanto, no parpadees.

Ya habrás oído hablar de Bodhidharma, un Maestro de la meditación en toda la historia de la raza humana. Se cuenta una hermosa historia con respecto a sus meditaciones. Estaba concentrado en alguna cosa - una cosa exterior. Sus ojos iban a parpadear y perder la concentración y, entonces, se cortó los párpados. Después de algunas semanas, vió algunas plantas creciendo en el lugar que había arrojado sus párpados. Esta historia sucedió en una montaña de China y el nombre de la montaña es "Ta" o "Tah". De ahí viene el nombre de "Té". Esas plantas que estaban creciendo se volvieron té, y por eso es que el té ayuda a quedar despierto.

Cuando los ojos estén parpadeando y tú te estuvieras durmiendo, toma una taza de té. Son los párpados de Bodhidharma.Es por eso que los monjes Zen tienen al té como bebida sagrada. En el Japón tienen la ceremonia del té, y en las casas existe una sala de té, donde es servido en una ceremonia tenida como sagrada. El té tiene que ser tomado con espíritu muy meditativo.

El Japón creó bellas ceremonias en torno al acto del tomar el té. Entran en la sala de té como si estuviesen entrando en un templo. Se hace el té y todos se sientan en silencio escuchando el agua hirviendo en el samovar. Existe el hervir, el ruido, y todos escuchan. No es una cosa cualquiera, son los párpados del Maestro. Es porque Bodhidharma estaba intentando quedar despierto, con los ojos abiertos, y el té ayuda. Verdadero o falso, la historia es interesante.

Si estuvieras concentrándote fuera, entonces será necesario no parpadear, como si no tuvieses párpados. Ese es el significado de arrojar fuera los párpados. Tienes sólo que mirar sin párpados para cerrar los ojos. Concéntrate hasta que el punto se disuelva. Si persistes, si insistes y no permites que la mente se mueva, el punto se disuelve. Cuando el punto se disuelve, la consciencia no puede ir a ningún lugar; no existe objeto hacia dónde dirigirse. Todas las dimensiones están cerradas. La mente fue proyectada hacia sí misma, la consciencia fue lanzada hacia sí misma, y tú has entrado en tu centro.

Así, dentro o fuera, interna o externamente, concéntrate hasta que el punto se disuelva. Ese punto se disolverá por dos razones: si es interno, es imaginario y se disolverá. Si es externo, no es imaginario, es real. Has focalizado un punto en la pared y te has concentrado. Entonces, ¿por qué ese punto se disuelve también? Se puede entender el por qué se disuelve dentro: no estaba allí en absoluto, sólo era imaginación. Pero, en la pared, él está presente, entonces ¿por qué se disuelve?

Se disuelve por una cierta razón. Cuando te concentras en un punto, en verdad el punto no se disuelve realmente; la mente es la que se disuelve. Si estás concentrado en un punto externo, la mente no se puede mover. Sin movimiento, ella no puede vivir. Ella se para y muere. Y, cuando la mente se detiene, tú no puedes estar relacionado con cualquier cosa externa. Súbitamente todos los puentes se quiebran, porque el puente es la mente. Cuando te estás concentrando en un punto en la pared, tu mente está constantemente saltando desde el punto hacia ti, desde ti hacia el punto. Hay un proceso, hay saltos.

Cuando la mente se disuelve, tú no puedes ver el punto porque, en verdad, nunca ves el punto a través de los ojos: tú ves el punto a través de la mente y a través de los ojos. Cuando la mente no está presente los ojos no pueden funcionar. Puedes estar mirando hacia la pared, pero el punto no será visto. La mente no estará presente, el puente está roto. El punto es real y cuando la mente vuelva, nuevamente lo verás. Pero en concentración no puedes verlo. Y cuando no puedes verlo, no puedes salir de ti. Repentinamente estás en tu centro.

Esa centralización te volverá consciente de tus raíces existenciales. Sabrás por donde estás ligado a la Existencia. Hay en ti un punto que está relacionado con la Existencia total, que es uno con ella. Una vez conoces este centro, sabrás que estás en casa. Este mundo no te es extraño. Tú no eres un extranjero. Tú perteneces al mundo. No hay necesidad de lucha. No existe una relación enemistosa entre tú y la Vida. La Vida se vuelve tu madre.

Fue la Existencia la que vino hacia dentro de ti y te volvió consciente.Fue la Existencia la que floreció en ti. Esa sensación, esa realización, ese acontecimiento pasará y no habrá más angustias en ti.

Entonces la felicidad no será un fenómeno; no será algo que viene y después se va. Entonces la felicidad será tu propia naturaleza. Cuando alguien está enraízado en su propio centro, la felicidad es algo natural. Acontece que una persona es feliz y, al poco tiempo, él se torna hasta inconsciente de serlo, porque la consciencia necesita tener un contraste. Si eres infeliz, entonces puedes sentir cuando eres feliz. Cuando la miseria no existe más, al poco tiempo te olvidas completamente de ella. Y te olvidas también de la felicidad. Sólo cuando la persona se olvida de su felicidad es que es realmente feliz. Entonces la felicidad es natural. Las estrellas brillan, los ríos corren y tú eres feliz.Tu propio ser es feliz. No es algo que te ha ocurrido a tí: ERES TU.

Con el segundo ejercicio, el mecanismo es el mismo, la base científica es la misma, la estructura del trabajo es la misma. "Coloca toda tu atención en el nervio, delicado como un hilo, en el centro de tu columna dorsal. En ella serás transformado".

"Coloca toda tu atención en el nervio, delicado como un hilo, en el centro de tu columa dorsal", para este ejercicio, para esta técnica de meditación, la persona tiene que cerrar los ojos y visualizar su columna dorsal. Es bueno mirar algún libro de fisiología, en la página donde aparece la estructura ósea del cuerpo. Entonces cierra los ojos y visualiza la espina dorsal. Deja que ella quede firme, recta. Visualízala, mírala, y en medio de ella, visualiza un nervio delicado como un hilo, pasando por el centro de la columna. "En ella serás transformado".

Si puedes, concéntrate en la columna y después en el hilo que queda en el interior de ella, en ese nervio tan delicado como un hilo, que pasa por dentro de ella. Concéntrate y, entonces la propia concentración te arrojará hacia tu centro. ¿Por qué?.

La columna vertebral es la base de toda la estructura del cuerpo. Todo está ligado a ella. En verdad, tu cerebro no es más que un polo de tu columna. Los fisiólogos dicen que no es más que una extensión de la columna.

Tu espina dorsal está conectada con todo el cuerpo. Todo está ligado a ella. Es por eso que es llamada espina, base. En esa espina existe realmente algo como un hilo, pero la fisiología no dice nada, porque ese hilo no es material. En medio de esa espina, hay un cordón de plata, un nervio muy delicado. No es, en verdad, un nervio en sentido fisiológico. Es imposible hacer una operación quirúrgica y verlo.

Pero en meditación profunda, él es visto. Pero no es material. Es energía, no materia. En verdad, ese cordón de energía en tu columna es tu vida. A través de él estás relacionado con la Vida invisible y, a través de él, estás relacionado con la Vida visible. A través de ese cordón estás relacionado con el cuerpo y, a través de ese hilo, estás relacionado con tu alma.

Primero, visualiza la espina, y sentirás algo muy extraño.Si lo intentas, serás capaz de visualizarla. Y si lo sigues intentando, entonces no será sólo imaginación. Serás capaz de ver tu columna.

Yo estaba trabajando con un aspirante en esta técnica. Le di una figura de la estructura del cuerpo para concentrarse en ella, para que pudiese comenzar a sentir como la columna puede ser visualizada por dentro. Entonces él comenzó. Después de una semana, vino y me dijo: "Es muy extraño. Intenté ver la figura que me distes, pero muchas veces la figura desapareció y ví una espina diferente. No era exactamente como la figura que me distes".

Yo le contesté: "Ahora estás en el verdadero camino. Olvida completamente la figura y sigue mirando la espina que se hizo real para ti".

El hombre puede ver su propia estructura corporal interior. Nosotros no lo intentamos porque nos asusta, es hasta asqueroso; porque, cuando ves tus huesos, tu sangre, tus venas, quedas aprensivo. Así, en verdad, bloqueamos nuestras mentes completamente para no vernos por dentro. Vemos el cuerpo de fuera, como si otra persona estuviera mirando para él. Es así como si salieses de una sala y mirases para ella. Verías sólo las paredes externas.Entra en la sala: entonces podrás ver las paredes internas. Ves tu cuerpo desde el lado de fuera como si fueses otra persona mirando para él. No ves tu cuerpo por el lado de dentro. No somos capaces de esto, pero es a causa del miedo que él se ha vuelto una cosa extraña.

Los libros de yoga hablan muchas cosas del cuerpo que las investigaciones científicas han encontrado correctas, y la ciencia no es capaz de explicarlo. ¿Cómo han podido saberlo?, se preguntan. La cirugía es el conocimiento de la parte interna del cuerpo humano, y esto es algo relativamente reciente. ¿Cómo podían saber los Maestros Yoguis de todos los nervios, los centros y la estructura interna? Ellos sabían hasta de la últimas cosas descubiertas. El yoga siempre fue consciente de todas las cosas básicas y significativas del cuerpo. Pero ellos no estaban trabajando, no estaban disecando cuerpos, entonces, ¿cómo podían saberlo?

 En verdad, hay otra manera de mirar para el propio cuerpo - desde dentro. Si puedes concentrarte dentro, súbitamente comenzarás a ver tu cuerpo, el interior del cuerpo. Eso es bueno para aquellos que están profundamente orientados por el cuerpo. Si te sientes materialista, si sientes que no hay nada más que el cuerpo, esta técnica te será muy útil. Si sientes que eres un cuerpo, esta técnica te ayudará mucho.

En las viejas escuelas de Tantra y de Yoga, las personas usaben mucho los huesos. Hasta en estos tiempos, un tántrico siempre es encontrado con algunos huesos, como el cráneo de un hombre. En verdad, eso es para ayudar a la concentración interior. Primero, él se concentra en el cráneo, después cierra los ojos e intenta visualizar su propio cráneo. Continúa intentando ver la parte de fuera del cráneo por dentro y al poco tiempo, comienza a sentir su propio cráneo. Su consciencia comienza a focalizarse. Ese cráneo externo, la concentración en él y la visualización, son apenas ayudas. Una vez que estés focalizado dentro, puedes dirigirte desde el dedo del pie hasta la cabeza. Puedes moverte por dentro y verás un gran universo. Tu pequeño cuerpo es un microcosmo.

Este ejercicio usa la columna vertebral porque dentro de ella existe el hilo de la vida. De ahí tanta insistencia en la columna recta; porque, si la columna no estuviese recta, no serás capaz de ver el hilo interior. Es muy delicado, muy sutil. Es diminuto. Es un fluir de energía. Así, sólo si la columna vertebral estuviese recta, absolutamente erecta, tendrás un vislumbre de ese hilo.

Pero nuestras columnas no son rectas. Los orientales intentan tornar la columna de todo el mundo recta, desde la infancia. Sus modos de sentarse, sus maneras de dormir, de andar, son todas basadas principalmente en la columna recta. Si no estuviese derecha sería muy difícil ver el núcleo interno. Es inmaterial, es una fuerza.Con la columna absolutamente recta, la energía en forma de hilo es fácilmente vista.

" .... En ella serás transformado" Y, una vez que puedas sentir, concentrarte y percibir ese hilo, serás tomado por una nueva luz. La luz estará viniendo de tu columna. Ella se esparcirá por todo el cuerpo; ella puede ir más allá del cuerpo. Cuando es así, son vistas las auras.

Cuando ese hilo de la columna es percibido, el aura se torna "iluminada". Así, un Buda, un Krishna, un Cristo, no son pintados con auras como decoración. Esas auras existen. Tu columna comienza a despedir luz. Te tornas iluminado por dentro; tu cuerpo se torna un cuerpo de luz. Entonces, él penetra la parte externa. En verdad, para un Buda, para cualquier persona iluminada, no hay necesidad de preguntar quién es él. El aura lo muestra todo. Y, cuando una persona se ilumina, el Maestro lo sabe, porque el aura es reveladora del hecho.

Voy a contarte una historia. Había un hombre que fue a trabajar con un Maestro. Pero cuando llegó a este Maestro, éste le dijo: "¿Para qué has venido hasta mi? El hombre no podía entender la pregunta. Pensó que no estaba preparado para ser aceptado en el monasterio, pero el Maestro estaba viendo otra cosa. Veía el aura del hombre que se estaba expandiendo. En realidad le estaba contestando: "Aunque vengas a mi, la cosa está destinada a suceder más tarde o más temprano, y te iluminarás en cualquier lugar. No tienes necesidad de mi".

Pero el hombre le dijo: "No me rechaces". Entonces el Maestro lo aceptó y lo mandó a la cocina del monasterio. Era un enorme monasterio de más de 500 monjes. El Maestro le dijo al hombre antes de marchar: "Vete detrás del monasterio y ayuda en la cocina y no vengas más a mi. Siempre que sea necesario yo iré a buscarte".

No le dio meditación alguna, ni escrituras para leer, estudiar o meditar. Nada le fue enseñado. Fue sólo aceptado para la cocina.Todo el monasterio trabajaba y habían estudiosos, meditadores, yoguis.Sólamente este hombre estaba limpiando arroz y haciendo servicios de cocina.

Pasaron doce años. El hombre no buscó más al Maestro, porque no tenía permiso para ello. Esperó y esperó. Era tomado por un simple empleado. Los estudiosos venían, llegaban los meditadores, y nadie le prestaba atención a este hombre.

Entonces el Maestro un día declaró que su muerte estaba próxima y quería designar a alguien para quedar en su lugar, así que les dijo a sus alumnos: "Aquellos que piensan que están iluminados deben componer un poema de cuatro líneas. En esas cuatro líneas deberán poner todo lo que han aprendido. Y si yo aprobara algún poema e indicara que las líneas muestran que la iluminación ha ocurrido, escogeré a ese alguien como mi sucesor".

Había un gran erudito en el monasterio, así que nadie lo intentó, porque todos suponían que él iba a vencer. Era un gran conocedor de las escrituras, así que él compuso cuatro líneas. Esas líneas eran exactamente este: "La mente es como un espejo en el cual el polvo se junta. Limpia el polvo y estará iluminado".

Aún ese gran estudioso estaba con miedo, porque el Maestro tenía la decisión en sus manos. El ya sabía quién era Iluminado y quén no lo era, aunque todo lo que él hubiese escrito fuese muy hermoso. En el poema estaba la verdadera esencia de todas las escrituras. "La mente es como un espejo en el cual el polvo se junta. Limpia el polvo y estará iluminado". Esta es toda la esencia de los Vedas, pero él sabía que esto era todo lo que era. El no había conocido nada, por eso estaba con miedo. El no fue directamente al Maestro, pero por la noche fue a la cabaña del Maestro y escribió las cuatro líneas en el muro, sin poner su firma. De ese modo, si el Maestro lo aprobara y dijera:"Todo esto está bien, es cierto", entonces él diría: "Fui yo quién escribí". Si él dijese: ¡No! ¿Quién escribió estas líneas?", entonces él quedaría callado. Eso fue lo que él pensó.

Pero el Maestro lo aprobó. Por la mañana dijo: "¡Todo bien! El hombre que escribió esto es un Iluminado".Así todo el monasterio comenzó a hablar del asunto. Todos sabían quién había escrito aquello. Entonces algunos monjes fueron a la cocina. Tomaban té y comentaban mientras el hombre de la cocina les servía. El oyó lo que había ocurrido. En el momento que escuchó esas cuatro líneas, comenzó a reir. Entonces alguien preguntó: "¿ Por qué se ríe, este tonto ? Tú eres un ignorante. Has servido durante doce años en la cocina. ¿Por qué te estás riendo?"

Nadie lo había visto reir antes. Siempre había sido considerado como un idiota que ni sabía hablar. Entonces el hombre contestó: "No puedo escribir y tampoco soy un Iluminado, pero esos versos están equivocados. Así, si alguien viene conmigo, voy a componer cuatro versos.Si alguien viene podrá escribirlos en la pared. Yo no se escribir."

Entonces alguien fue con él sólo por seguir el juego. El hombre le dijo, escribe: "No existe mente ni existe espejo, entonces, ¿dónde el polvo se puede juntar? Aquél que sabe de eso es Iluminado".

Pero el Maestro salió y dijo al hombre:: "Tú estás equivocado". Y el hombre tocó los pies del Maestro y regresó a la cocina.

A la noche, cuando todos estaban durmiendo, el Maestro llegó hasta donde el hombre dormía y le despertó, diciéndole: "Tú estás en lo cierto, pero yo no puedo decir eso ante estos idiotas, y son idiotas ilustrados. Si yo hubiese dicho que te nombraría mi sucesor, ellos te matarían. Por eso, ¡huye de aquí! Tú eres mi sucesor, pero no digas nada a nadie. Yo ya lo sabía desde el momento en que llegastes. Tu aura se estaba expandiendo: por eso no te di ninguna meditación. No había necesidad.Tú ya estabas en meditación. Y esos doce años de silencio, sin hacer nada, ni aún meditaciones, vaciaron completamente tu mente y el aura se ha vuelto repleta. Tú ahora eres como una luna llena. Pero ¡huye de aquí! De lo contrario serás muerto".

"Tú has estado aquí durante doce años y la luz estaba constantemente expandiéndose en ti. Pero nadie lo observó y ellos iban siempre a la cocina. Todo el mundo venía a la cocina todos los días, hasta tres y cuatro veces. Todo el mundo pasa por aquí y es por eso que te coloqué en la cocina. Pero nadie ha reconocido tu aura, y entonces es bueno que huyas de aquí".

Cuando el hilo de la columna dorsal es tocado, visto, percibido, un aura  comienza a crecer a tu alrededor. "En él serás transformado". Queda lleno de esa luz y serás transformado. Eso es también una centralización en la espina dorsal. Si eres orientado por el cuerpo, esta técnica te ayudará. Si el cuerpo no te sirve de referencia, es muy difícil. Será complicado visualizarse dentro.

Este ejercicio será más útil para las mujeres que para los hombres. Ellas están más orientadas por el cuerpo. Viven más en el cuerpo, lo sienten más. Las mujeres son más físicas que los hombres. Pero, para cualquier persona que pueda sentir el cuerpo por el lado de dentro, esta técnica será muy útil.

Entonces visualiza tu columna y, en el centro, verás un cordón de plata que pasa a través de ella. Primero parecerá imaginación, pero al poco tiempo, sentirás que la imaginación desaparecerá y que tu mente está ahora focalizada en esa columna vertebral. Verás tu propia columna. Y en el momento en que vieras el núcleo central, súbitamente sentirás una explosión de luz dentro de ti.

Algunas veces esto puede suceder también sin esfuerzo alguno. En un acto sexual profundo también acontece. El tantra sabe que en un acto sexual profundo, toda tu energía se torna concentrada cerca de la columna. En verdad, en ese momento la espina dorsal lanza electricidad. Y si la relación fuera muy profunda, muy amorosa y prolongada, silenciosa, sin movimiento, fundidos el uno en el otro, en un profundo abrazo, acontecerá. Algunas veces en un dormitorio oscuro, repentinamente se hace una explosión de luz y ambos cuerpos quedan envueltos en un aura azul.

A veces sucede que en ese acto de amor algunas cosas caen de la mesa o de cualquier lugar donde estén colocadas. Los psicólogos dicen que en ese acto sexual profundo, se descarga electricidad. Pero esa luz está siempre concentrada en torno a la columna dorsal.

En un acto sexual profundo puedes volverte consciente, si puedes mirar hacia dentro, hacia el hilo que pasa en medio de la columna dorsal. Y el tantra ha usado el acto sexual para esa realización, pero entonces el acto sexual tiene que ser totalmente diferente, la cualidad distinta. No es algo que se haga para un alivio; no es algo para que tenga que ser terminada deprisa, no es un acto físico. Es una profunda comunión espiritual. A través de dos cuerpos, hay un profundo encuentro de dos interioridades, de dos subjetividades que se interpenetran.

Así, yo te sugiero que intentes esta técnica cuando estés en un acto sexual profundo. Será más fácil. Olvídate del sexo. Cuando estés en un abrazo profundo, permanece dentro. Olvida a la otra persona que está contigo. Interiorízate y visualiza tu columna dorsal. Será más fácil, porque habrá más energía fluyendo cerca de la columna. Y el hilo es más visible, pues tú estás silencioso porque tu cuerpo está descansando. El amor es el más profundo relajamiento, pero nosotros hacemos del amor una gran tensión. Hacemos del amor una ansiedad, una carga.

En el calor del amor, relajado, cierra los ojos. Pero los hombres realmente no cierran los ojos. Normalmente son las mujeres las que los cierran. Es por eso que yo digo que las mujeres están más orientadas por lo físico, mientras que los hombres no lo son. En un abrazo profundo durante el acto sexual, las mujeres cierran los ojos. Es porque ellas no pueden amar con los ojos abiertos.Con los ojos cerrados sienten el cuerpo más internamente.

Cierra los ojos y siente tu cuerpo. Relájate. Concéntrate en la columna. Y el ejercicio dice simplemente: "En él serás transformado". Y tú serás transformado a través de ella.

Ya es bastante por ahora.

 

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