ALCORAC  
  Salvador Navarro  

 

 

Dirigida a las Escuelas de :                         CIRCULAR nº11

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            Las Palmas                          Llubí, 1º de Noviembre de l.955

"Mucha gente considera varias cosas como servicio, que en realidad no lo es, y sí mera esclavitud a su propia creación humana o de los otros. El desempeño de actos físicos para el placer y satisfacción de las limitaciones humanas no es servicio, nunca lo fue y nunca lo será. Eso es esclavitud de la creación humana, trabajo arduo y monótono debido a las limitaciones de la humanidad. Aclaremos nuestras mentes de esas ideas como un concepto de servicio, porque francamente y verdaderamente no lo es".  (Conde de Saint German).

TRABAJO Y SERVICIO

Todo el mundo en manifestación está basado en la ley del trabajo. Para nosotros, en particular, que estamos viviendo en el mundo occidental, orientado por los caminos del materialismo, la Biblia tuvo un papel destacado en las relaciones del trabajo a través de la alegoría de la expulsión de Adán del Paraíso. En aquella oportunidad, Dios le había dicho a Adán: "Ganarás el pan con el sudor de tu frente", prácticamente condenado el hombre a un régimen político/social/económico, dirigido por las relaciones del trabajo.

Para mejor entender el asunto es necesario recordar que la era cristiana prácticamente completa su ciclo de aproximadamente 2.000 años. Mientras tanto, en el fin de la era de Piscis, o sea, desde hace cerca de 150 años, con el advenimiento de la revolución industrial y sus regímenes políticos de Capitalismo y Socialismo, el trabajo comenzó a tener un papel destacado en la sociedad humana, alcanzando un punto máximo en los actuales momentos.

En el presente, toda la sociedad moderna vive una especie de síndrome del trabajo, especialmente en el mundo occidental, y tan fuerte ha sido esta evolución que esa influencia se ha extendido a varios e importantes países del mundo oriental, alterando profundamente la tradición milenaria de contemplación y espiritualidad de algunos pueblos.

En una sociedad volcada hacia el materialismo, la alegoría bíblica encajó como un guante en los conceptos políticos y se convirtió en bandera de lucha entre las clases económicas, tan distante unas de otras, como la luz de la sombra.

QUE ES TRABAJO Y QUE ES SERVICIO

Según el diccionario, trabajo es la aplicación de actividades: servicio, esfuerzo; acción o resultado de la acción de un esfuerzo; obra hecha o en vía de ejecución; emprendimiento; dificultad. Cuanto pueda ser utilizado como sinónimo de trabajo en algunas circunstancias, como el servicio que es el acto o efecto de servir; el ejercicio de funciones obligatorias; desempeño de cualquier trabajo; estado de quien sirve por salario.

Visto bajo la óptica de la Ciencia Espiritual, el asunto es más amplio y tanto el trabajo como el servicio quedan incluidos como expresión de la ley de la dualidad de la manifestación, donde el hombre evoluciona. Por lo expuesto, el asunto tiene más validez si es estudiado a partir de la escala septenaria de la manifestación, de la siguiente forma: de los siete planos, uno pertenece al mundo divino, que es el plano del Poder y de la Voluntad; tres pertenecen al mundo del Infinito, los planos de la Sabiduría y el Amor, Inteligencia y Armonía; y tres, finalmente, pertenecen al mundo efímero, a saber: el Mental, el Emocional y el Físico.

A partir de esa clasificación, y según el grado de entendimiento o consciencia del individuo, tres conceptos pueden ser obtenidos:

       a) no trabajar y recibir remuneración

       b) trabajar y recibir

       c) trabajar y no recibir

Mientras tanto, de una manera simplista, todas las actividades puede ser clasificadas en materiales o espirituales, donde el trabajo, de la misma forma, puede ser conceptuado. Bajo este ángulo, es correcto el concepto de trabajo de la alegoría bíblica, cuyo entendimiento meramente superficial o efímero llevó a la sociedad a valorar el trabajo y obligar al ser humano a trabajar de la forma como hoy lo hace. Pero, es preciso recordar que muchas personas e instituciones, tienen tendencia de llevar todo al pie de la letra y radicalizar sus posiciones, principalmente cuando atiende a elevados intereses ..... de orden particular.

Si ese concepto es válido, no menos verdadera será la posibilidad de asociar el trabajo a otras virtudes, capaz de extrapolar los límites del mundo efímero y alcanzar planos más elevados, tal como nobleza, realidad, alegría, fidelidad y otras cualidades o virtudes.

LOS DISTINTOS TRABAJOS

En realidad, existe varios tipos y grados de trabajo, pero de todos es justamente el trabajo en la materia y el trabajo en la espiritualidad con los que más el hombre se puede identificar, ya que ambos dan relación de su caminar por la vida o su grado de consciencia. Por todo esto, es tan importante el trabajo para el hombre, y de todos ellos el más elevado es el dirigido hacia la espiritualidad, que es justamente el trabajo de la superación.

Todo trabajo es remunerado de alguna forma pues, según la ley, es dado a cada uno la justa recompensa por su merecimiento. El concepto "a", por tanto, es el único equivocado, pues no es lícito recibir remuneración sin trabajo; ya el concepto "b" es válido, pues si hay trabajo es justo recompensarlo. Finalmente, el concepto "c" supera los límites del mundo efímero y se encamina hacia la superación de propósitos, donde el hombre prevé su ligazón con su Padre que está en el Cielo y comprende finalmente que la verdadera recompensa no está en la remuneración que debe recibir por el fruto de su trabajo, sino por la acción del propio trabajo, como un fin en sí mismo.

Por tanto, para todo aquel cuyo grado de consciencia superó la prisión impuesta por los sentidos físicos y las seis direcciones, el trabajo de la espiritualidad encamina al individuo hacia las playas de la eternidad.

En la Astrología, la sexta Casa regula las relaciones del trabajo. Junto con la segunda y décima Casa, forman la trinidad de las casas materiales, mostrando las posesiones mundanas del hombre. La sexta casa es la Casa del servicio voluntario, el cual ejecutamos como nuestra parte en el trabajo del mundo por una cuota equivalente de bienes del mundo. Ella es la sombra del sexto signo, el de Virgo, que tiene que ver con la vivencia de la humanidad en la Tierra y posee íntima relación con la naturaleza y, por consiguiente, con las alegorías de la Madre Tierra y la Madre Naturaleza, siendo ambas, por eso mismo, consideradas como la Virgen.

DE LA NATURALEZA DEL HOMBRE

Cuando el hombre fue traído a la Tierra, fue revestido con la piel del animal (el cuerpo físico), cuya alegoría queda más clara cuando es analizada a partir de la entrada del hombre en el Zodiaco, a través del signo de Sagitario. Medio hombre y medio animal, el centauro representa con mucha propiedad la naturaleza del ser humano, que posee dos aspectos perfectamente identificados: uno, de naturaleza material o denso, que es su parte animal, y el otro de naturaleza divina o sutil, que es su parte más elevada o verdaderamente humana.

El primer aspecto es representado por la Personalidad, mientras que el segundo aspecto puede ser considerado como el de su Individualidad. Acompañando todo el trabajo desarrollado por la Individualidad, la Personalidad recibe las vibraciones emanadas de aquella y en dicho punto del camino deja de resistir, porque comienza  a entender que el progreso que ella realmente desea sólo puede ser obtenido por la comunión de propósitos o unión de fuerzas, o sea, sin armonía y equilibrio no hay posibilidad de salir de la línea normal de evolución y empezar a caminar por el camino del progreso.

EL TRABAJO COMO ESCLAVITUD

Sabiendo que el trabajo o servicio ha sido uno de los asuntos más mal interpretados por los estudiantes de Ciencia Espiritual, nos parece del todo apropiado tener una noción más real de la naturaleza del trabajo y servicio, pues sólo así tendrán condiciones de entender mejor el asunto y analizar con cuidado conceptos y actividades. Pero como este es un asunto que sólo el Maestro interior de cada uno puede juzgar, nos limitamos a reproducir las palabras de Saint German, en la "Presencia Mágica":

"Mucha gente considera varias cosas como servicio, que en realidad no es más que mera esclavitud a su propia creación humana o la de otros. El desempeño de actos físicos para placer y satisfacción de las limitaciones humanas, no es servicio, nunca lo fue y nunca lo será. Eso es esclavitud a la creación humana, trabajo arduo y monótono de las limitaciones de la humanidad. Aclarad vuestras mentes de esa idea como un concepto de servicio, porque francamente y verdaderamente no lo es".

EL TRABAJO AL SERVICIO DIVINO

Una de las más bellas páginas sobre servicio o trabajo espiritual fue ofrecida por la Maestra Nada, y dice lo siguiente: "El primer servicio de cualquier ser humano es la glorificación y adoración de Dios en sí mismo, del gran Maestro dentro de cada individuo. Si en cualquier servicio del hombre para el hombre, el individuo no mantiene la atención firmemente localizada en la fuente suprema del Amor, Sabiduría y Poder, entonces fracasó en aquél servicio".

Finalmente, el mensaje se completa de la forma siguiente: "El yo personal no tiene absolutamente nada de suyo, pues él viene a encarnar desnudo, a no ser que el cuerpo físico sea iluminado y elevado, pasando por aquello que se llama muerte, dejando atrás el propio cuerpo. De ese modo, el yo personal nada posee, y no podrá negar el hecho de que todo lo que tiene le es prestado por la gran presencia maestra, sin importar el mal uso que el hombre hace de las maravillosas dádivas de la Vida".

LA ANTROPOMORFOSIS DE DIOS

Nadie podrá pretender abordar el problema de Dios si no realiza simultáneamente dos caminos: el de la infinita pequeñez, atómico, y el de la infinita grandiosidad, el camino de las estrellas. Uno de ellos es interno y el otro es externo.

El Dios concreto, no el Dios abstracto, es el invocado en todo momento por la multitud, y es algo que debe ser realizado, conscienzado y concretizado. Todo  individuo, con su propia gracia, deberá un día hablarle, oír su voz y seguir sus determinaciones.

¿Pero, quién sería ese Dios de quien hablamos?  El Señor de Sirio, la inteligencia de la estrella que está en el hemisferio Norte y que posee un diámetro 50 veces mayor que nuestro Sol, 1.300 veces mayor que la Tierra y decenas de millones de veces mayor que el ser humano. Esta es la grandeza que debe ser comprendida por todo aquél que procura entrar en el camino de la espiritualidad, como forma de entender la jerarquía divina.

El Señor de Sirio es el señor de nuestro Sol, que a su vez es el señor de la Tierra, la divina Madre Tierra, diosa dentro del cual el hombre se mueve, vive y tiene su ser. Esta es la concretización de la divinidad que existe ante la humanidad. Pero, ¿estaría la mente del hombre antropoformizando el concepto de Dios?, esto es, ¿atribuyendo a la divinidad una forma humana?

Esto sólo puede ser explicado por el hecho de que el hombre posee una mente dual, con dos lados, además de ser doble también en esencia, con Personalidad e Individualidad, provocando el surgimiento de dos lenguajes diferentes, de los cuales uno está enfocado hacia lo pequeño y el otro hacia lo grande.

Para lo grande, para satisfacer el egoísmo y la vanidad, razón por la cual toda Personalidad tiene que engrandecerse, queriendo siempre ser mayor que lo otros. Para lo pequeño, en el sentido de obligar al individuo a curvarse o empequeñecerse, sin humillarse, ya que de este modo será un blanco menor.

CORRIGIENDO CONCEPTOS

Un error cometido por una persona que tiene la consciencia total alcanza a la totalidad de su consciencia, pero un error cometido por un individuo pequeño que tiene la consciencia parcial será proporcional s su tamaño. Si él disminuye, el error será disminuido en la misma proporción, ya que el registro cármico está en proporción del tamaño. Quien tiene esto en la consciencia tendrá más responsabilidad en el futuro.

No sería sensato que el hombre anunciara sus errores a todo el mundo, porque la lógica dice que en vez de hacer eso, lo normal es que tal individuo se empequeñezca tanto que su error disminuya igualmente en la misma proporción.

El registro cármico no se interesa por el error propiamente dicho cometido por un individuo, registrando sólo el daño provocado por el error. La cuestión, por tanto, no es errar, porque todo el mundo yerra, a causa de no tener la sabiduría en sí. Esta es la razón por la cual todos los pecados son perdonados, pero ¿cuáles son los errores que se perdonan? Aquellos que no causaron daño.

Esta visión puede modificar bastante ciertos conceptos revestidos de tonterías o ingenuidades adoptados por espiritualistas, porque en verdad, es como recoger basura cuando lo correcto sería pasar por encima. Es como ir con la ropa blanca a una carbonería o acostarse sobre barro. ¡Espiritualismo es superación!

Por consiguiente, el registro cármico está en razón directa del daño causado y no en el error, pues es permitido, dado el amor y misericordia del Padre, repetir la lección tantas veces como sean necesarias, hasta acertar. El daño, mientras tanto, puede causar muchas frustraciones: una palabra mal evaluada puede causar mucho más daño que el causado por un accidente de tráfico, siempre que no hayan muertos o heridos graves. Una sola palabra, puede invertir los hechos con daños irreversibles.

¿QUE ES LA ESPIRITUALIDAD?

En verdad, hay gran dificultad para entender exactamente lo que es espiritualidad, razón por la cual nuestros Mayores en Sirio, concordaron en imprimir este asunto dentro de la humanidad.

De los tres planos inferiores, los más densos o materiales, el más elevado es el plano mental, que se subdivide en mental superior o abstracto y el mental inferior o concreto. Es en ese plano mental concreto que el hombre queda sujeto al torbellino de pensamientos desordenados en su vida cotidiana, justamente porque no consigue controlar su mente de forma serena y armoniosa. En realidad, ¿cual es el hombre que consigue conscientemente controlar su mente de tal forma que no emita ningún pensamiento de atracción o repulsión ante los acontecimientos diarios?

Es muy difícil por esto mismo ser espiritualista en la verdadera acepción de la palabra, pues el mundo espiritual tiene sus límites por encima del plano mental concreto, comenzando en el plano de la imaginación, que está localizado en el mental superior o abstracto, que es muchísimo más veloz que la mente. Por tanto, para iniciar la jornada de la espiritualidad, es necesario estar impregnado de una fuerza que se llama buena voluntad, sin la cual todo el esfuerzo sería insuficiente.

EL INFINITO TAMBIÉN ES UNA ILUSIÓN

Si el hombre quisiera algo del mundo espiritual tiene primeramente que comprender las cosas del mundo material, aún estando agraciado con la posibilidad de entrar en las orillas del plano espiritual, aunque este no sea todavía el mundo divino. A pesar de eso, ese es un mundo tan veloz, sutil e iluminado en relación al mundo de la materia, que creó un tercer estado, conocido como Infinito.

El Infinito en realidad es una ilusión, por cuanto existen solo dos mundos: el de la eternidad y el finito, de la materialidad. El mundo espiritual también pertenece al mundo material, pero los seres que se colocan allí descubrirán en sí una parte de la perfección que recibieron en el momento que Dios los creó, que también fue destinada al hombre.

Así es que todo el esfuerzo que las Escuelas Espiritualistas hacen, pertenece al mundo material, de la mente concreta, que es dirigida no por Dios, sino por su sombra, razón por la cual el hombre invierte todas las cosas. En cada individuo está presente ese aspecto sombrío, que fue definido por Jung como un conjunto de tendencias en el inconsciente, opuesto al que se considera bueno, que es preciso ser liberado y vencido o transmutado.

El hombre fue bendecido con la posibilidad de colocar los pies en el camino de la espiritualidad, lo que es el mayor premio que un ser de la creación pueda recibir, necesitando por tanto adquirir todo el conocimiento posible de la materialidad para poder evaluar su opuesto, que es exactamente la espiritualidad.

No existe maestro mayor que aquel que cada individuo tiene en su corazón, que es el ego individual de cada ser, porque es él quien sabe armonizar y equilibrar las acciones en el plano material. Es con ese ego que cada uno debe trabajar a fin de alcanzar el camino de la espiritualidad, comenzando por su imaginación. Trabajando con la imaginación, las palabras del ego son suaves y perfumadas, aplaudiendo y mostrando el verdadero camino a seguir.

NOTA IMPORTANTE

A partir del 1º de Enero de 1.996, los ejemplares mensuales de la Circular ALCORAC, los trimestrales del Boletín AVE FÉNIX, y los semestrales de Lecciones Esotéricas, serán suministrados mediante suscripción anual de 3.000.- Pesetas.

Con esta cantidad cubrimos los costos de papel, tinta, sobres, correos, transporte, amortización de máquinas, consumo de electricidad, etc., ya que nunca ha habido interés lucrativo en estas publicaciones que han sido cubiertas hasta ahora por el editor.  En la Circular de Diciembre publicaremos el número de la cuenta bancaria donde se ha de efectuar los ingresos.

Pedimos disculpas por este cambio, pero el no hacerlo suponía la desaparición de dos publicaciones En esta nueva etapa confiamos en mejorar las anteriores y hacer una nueva publicación cuatrimestral. Gracias por vuestra colaboración.

 

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