CALAMBRES MUSCULARES

        CALAMBRES MUSCULARES

 

          Es sabido que las perturbaciones digestivas crónicas, inclusive del estómago, pueden estar relacionadas con la deficiencia de nutrientes, figurando la falta de calcio y magnesio como una condición posible y común. Muchos medicamentos usados rutinariamente para problemas gastrointestinales pueden acentuar esta carencia. Por otro lado, la literatura médica registra que los déficits nutricionales son palpablemente agravados después de problemas gástricos. Es probable que los calambres se relacionen con desarreglos digestivos.

          Es bueno acentuar que no siempre los calambres se presentan por falta exclusiva de calcio y magnesio, pues ha habido pacientes que han mejorado recurriendo al empleo de otros nutrientes, como potasio, por ejemplo. Antes de cualquier procedimiento es necesario un exámen clínico y de laboratorio para estudiar la posibilidad de enfermedades vasculares periférica u otras que pueden relacionarse con las contracciones musculares.

          Se han dado casos de calambres y agitación nocturna en las piernas que desaparecieron con el empleo de dosis moderadas de vitamina E. Los cólicos menstruales, calambres en diabéticos  y provenientes de afecciones vasculares ceden y mejoran rápidamente con el uso de esa vitamina.

          La vitamina B-1, el ácido fólico y otros componentes del complejo B, son también administrados con éxito en el tratamiento de espasmos musculares. Y es conveniente mencionar los excelentes resultados con el uso de Vitamina E en caso de padecimientos musculares como calambres, piernas con espasmos, claudicación intermitente, contracciones del recto, etc.

          No termina aquí la lista de problemas que las contracciones musculares acusan. Uno de los síntomas de la hipoglucemia, es la presencia de calambres y movimientos involuntarios que ceden cuando se corrige este trastorno metabólico. La deficiencia de vitamina D, esencial en el metabolismo del calcio y otros minerales, acostumbra venir acompañada de fenómenos musculares con espasmos. Igualmente, la falta de potasio tiene en los calambres una señal clínica importante.

          Pero un problema que tal vez pueda remediarse con nutrientes es el cólico uterino. Resultado de las contracciones de la musculatura del útero, se trata de un fenómeno de fisiología semejante al de los calambres, lo que explica la acción benéfica de los nutrientes mencionados. Hay que acentuar el efecto favorable de los ácidos grasos esenciales en la tensión pre-menstrual, cólicos uterinos y calambres musculares, especialmente el Omega 3, presente en peces como el salmón.

          Como puede verse, diferentes principios alimentarios son útiles en el alivio de padecimientos musculares involuntarios. Al final, la fisiología muscular es compleja. En ella intervienen minerales, vitaminas, glucosa, aminoácidos, ácidos grasos, enzimas. Dependiendo de las peculariedades de cada persona, dieta, vicios, lugar de trabajo y otros factores ambientales, varía el nutriente que falta o desencadenador del problema clínico.

          En mi práctica, tengo anotado que el anciano es un candidato seguro a calambres: muchos sufren este mal. La causa está en la dieta, deficiente en muchos nutrientes y en la dificultad de absorción de esos principios activos. Por eso es recomendable ingerirlos en mayor cantidad, sea a través de alimentos o bajo supervisión médica, por medio de suplementos.

          Los resultados son buenos. 

          Salvador Navarro Zamorano