ALCORAC SALVADOR NAVARRO

 

 

                 

 

 

Dirigida a las Escuelas de:

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                                         Circular nº  Extra 2  , año V

 

 

                                         Llubí, 1º  Diciembre de 1.999

 

 

 

 

      ¿ Quién dice que el sexo es un tema sucio ? Toda la vida existe a través del sexo, la vida nace de él.

     

      Una flor es bella,  ¿lo sabes?  Eso también es sexual.

 

      Un pájaro cantando en la mañana, cercano a la cabaña de un pastor o de una pequeña ermita, es un cuadro más de belleza.  ¿Has notado que el canto del pájaro es una invitación sexual?

 

      Está seduciendo a su pareja, o buscando un amante o una amada.

 

      Donde quiera que hay belleza, hay sexo.

 

      Nada existe de equívoco en el sexo simple y puro. Es natural.

 

      No hay ninguna necesidad de esconderlo detrás de unas hermosas palabras de amor. No tienes que crear una nube romántica a su alrededor.

 

      El sexo debería ser contemplado como un puro fenómeno: dos personas sintiendo que les gustaría comunicarse en un nivel más íntimo; sólo eso.

 

      Ninguna obligación, ningún deber, ningún compromiso. El sexo debería ser alegría y oración   Mi comprensión del tema sexual no es de este mundo, ni tampoco de otra dimensión superior. No quiero rechazar nada, sino usarlo todo.

 

      Entiendo que todo nos es dado y es maravilloso. Si así no fuese, no nos habría sido entregado, como un regalo, por la Naturaleza.

 

      Lo que es importante ahora es cómo ir hasta el fondo en el amor. También en el sexo, porque es la única manera de superarlo, transmutarlo y transformarlo en luz.

 

      Las personas se han habituado, y piensan que si eres religioso debes ir contra natura, a favor de la castidad. Si no estás en contra del sexo, ¿puedo considerarte religioso?

 

      Tales personas se constituyeron en categorías firmes y enraizadas. Ahora es cuestión de romper esas estructuras, y no creo que haya que esperar a que el mundo lo haga inmediatamente, cambiando sus patrones mentales.

 

      Por eso, tampoco espero que todos me comprendan. Cuando hay malentendidos por parte de las personas, yo lo entiendo. Me explico sus disentimientos.

 

      Hasta en este final del siglo XX, la mayoría de la gente vive en una inmensa ignorancia con respecto al sexo, incluso personas que imaginábamos que deberían tener un conocimiento superior.

 

      Ni aun los médicos saben lo que es realmente el sexo ; no conocen su complejidad. Deberían saberlo, pero muchos de ellos viven con creencias supersticiosas. Lo que saben, son las cosas comunes que todo el mundo dice que sabe.

 

      En ninguna Facultad de Medicina, se estudia el sexo como materia aparte. Un asunto tan vasto, tan poderoso y, con todo, no es enseñado. La fisiología es conocida por los doctores, pero eso no es todo.  Hay capas más profundas : existe la psicología, la espiritualidad. La fisiología es la superficie.

 

      La palabra " Sexo " es muy especial. Su raíz original significa división. Si estás interiormente dividido, el sexo estará emergiendo.

 

      Cuando ansías una mujer o un hombre, ¿ que está ocurriendo ?  Una parte de tí desea ardiente encontrar la otra, pero estás intentando hallarla fuera. Puedes tener ese encuentro aunque sólo sea por un breve espacio de tiempo, pero después volverás a encontrarte solo, porque exteriormente no hay un eterno encuentro. El sexo es momentáneo, porque el otro es otra persona.

 

      Si descubres a tu mujer interna o tu hombre interno dentro de tí, el encuentro puede ser eterno.Y, cuando todas las divisiones son deshechas, este encuentro es posible. Es una transformación alquímica, y se produce por el contacto de tu hombre o tu mujer interior, para producir la unidad. Y cuando por la fusión de dos, ambos se forman en uno, el amor se hace presente.

 

      El esfuerzo se plantea en términos de cansarse del sexo, porque caso contrario nunca te podrás interesar por lo divino que hay en ti. Nunca antes. Una persona reprimida siempre está interesada por la sexualidad. Por eso explico que si no hay represión sexual más tarde o temprano estarás libre de esa adicción. Y cuando el sexo pierde interés, ese será un gran día, un gran momento en tu existencia.

 

      Tú puedes no identificarte con el cuerpo, pero estás viviendo en él, y éste tiene sus necesidades que han de ser satisfechas. Y, como tenemos que crecer en una unidad total, todo necesita ser aceptado, y nada puede ser negado o rechazado.

 

      Es evidente que tiene que ser usado para poder llegar a una armonía superior. Aceptado, usado y superado, ¡ jamás renunciado !, pero sí trascendido.

 

      Recuerda que la distinción es grande : no es renuncia ni abandono, sino superación.  ¿ Qué hacer entonces ?  Conocer el sexo. Penetrar en él conscientemente : este es el secreto para que una nueva puerta se abra.

 

      El noventa y nueve por ciento de las personas conocen el sexo como un alivio fisiológico : pero ignoran sus cualidades orgásmicas. Pero, aunque piensen que tienen un orgasmo, no lo es exactamente, sino un alivio genital momentáneo.

 

      El orgasmo no tiene nada que ver con los orgasmos genitales, aunque los órganos sexuales participan de él ; pero este orgasmo es total, desde la cabeza a los pies, te hace participar totalmente. Por eso insisto en que la eyaculación no es un orgasmo, sino una descarga de tensión local. Y esa descarga es un fenómeno negativo, una simple pérdida de energía.

 

      ¿ Qué es un orgasmo ?

 

      El orgasmo es un estado en que tu cuerpo no es sentido como materia física, sino que vibra como energía, como electricidad. Vibra tan intensamente desde las profundidades de tu propio ser, que olvidas por completo tu sensualidad. Es un fenómeno eléctrico. Ahora los físicos afirman que la materia no existe, que todo es apariencia ; en lo profundo lo que hay es energía eléctrico-magnética.

 

      En el orgasmo entras en esa capa, la más profunda de tu cuerpo, donde la materia no existe, donde se mueven las ondas de energía danzando y vibrando. No quedan más fronteras ni limitacioes, todo palpita pero no de un modo substancial. Y tu amada o tu amado también está viviendo el mismo estremecimiento.

 

      Este es el sentido del orgasmo sexual, donde tu energía congelada se diluye, se hace UNA con este Universo, con los árboles, las estrellas, con los hombres y mujeres, y hasta con las piedras, por un único momento. Tienes un estado de consciencia religiosa, espiritual y sagrada, porque esta energía emana del Todo.

 

      Entendido de esa manera, el orgasmo requiere tiempo, cuanto más prolongado mejor, porque entonces penetrará más a fondo dentro de tu ser, de tu mente y de tu alma. Te arrastrará y se diseminará desde los dedos de los pies hasta la cabeza  . . . . cada fibra de tu cuerpo se estremecerá. Tú serás como una orquesta que está alcanzando el punto más alto de sus notas musicales.

 

      Pero si estás con prisas, si te precipitas y te ahogas, el orgasmo será una triste eyaculación, de efecto local, pobre, casi sin significado. De hecho, hasta te sentirás cansado, frustrado, deprimido después del acto, porque has perdido una cantidad apreciable de energía y no te has bañado en ella ; por eso no ha tenido apenas significado.

 

      Estarás como antes, un poco más cansado, naturalmente, y obviamente con menos energía, pero nada ha cambiado en ti, eres el mismo. No fue un proceso de purificación, no provocó ningún éxtasis, ni te estremecistes desde la planta de los pies hasta el cuero cabelludo . . . .

 

      Millones de hombres y mujeres han vivido y muerto sin conocer que tenían esa capacidad para tener este orgasmo. Y, sin saber que puedes tener esas grandes explosiones internas, no serás capaz de entender nada de espiritualidad ; es casi imposible para ti.

 

      Cuando la mujer no consigue tener un orgasmo, el hombre tampoco lo alcanza, porque es un encuentro de dos. Y cuando ambos se funden, el uno en el otro, pueden experimentarlo, vivenciarlo. No es el caso de uno poder tenerlo y el otro no, porque no es posible. La eyaculación y el alivio siempre se produce, pero no será un orgasmo. El orgasmo es un encuentro : tu encuentro a través de otra persona, con el Todo.

 

      El orgasmo es siempre divino, y la otra persona que está contigo es la puerta a través de la cual tú entras en los cielos. Por eso insisto que el orgasmo es siempre espiritual, nunca sexual. Aquellos que piensan que se trata de sexo, no han entendido nada, no conocen, no tienen experiencia. Porque el orgasmo es siempre un éxtasis.

 

      Pero las personas no saben de eso, porque practican el acto sexual por necesidad, y no en función de un transbordamiento de energía. Cuando piensas en el orgasmo, o te concentras en él, se transforma en motivación, en propósito, tiene más el aspecto de una transación comercial y entonces el orgasmo será difícil.

 

      Este es el dilema : quieres tener un orgasmo, lo deseas, pero estás preocupado por hacerlo llegar, ansioso de tenerlo, y por eso no puedes nunca ser "total" en el acto. Tu mente está subyugada y presa, imaginando como lo vas a conseguir, y ese temor paraliza tu centro sexual.

 

      El centro del sexo puede abrirse realmente cuando no existe ningún miedo, tensión, dudas sobre resultados, si va a suceder o no, cuando no se está preocupado pensando en el futuro, cuando la actividad no está siendo orientada por una motivación previa, un objetivo que ha de ser alcanzado, cuando simplemente estás disfrutando con placer del amor que te da tu pareja. Dos cuerpos abrazados, acariciándose con amor, sin necesidad de posesión, de pensar en orgasmos. ¡Entonces puede llegar !

 

      Y esa es toda su belleza. Si viene o no llega, eso no tiene relevancia alguna. Olvídate de él, simplemente

 

      Hay sistemas o técnicas diferentes para hombres y mujeres. ¿ Por qué ?

 

      Somos diferentes. Polos opuestos. Toda la fisiología, la psicología, cada capa de consciencia, difiere del hombre a la mujer, son opuestas.

 

      Las técnicas deberían ser totalmente diferentes, pero por el hecho de los dos vivir tan juntos, tan cercanos, acaban olvidando esa diferencia. Nada es igual, y es bueno que nada sea similar, porque es por eso que el hombre y la mujer pueden formar una rueda de energía, un círculo. Son complementarios, encajan y se ajustan el uno en el otro.

 

      Y la complementariedad es posible solamente cuando sus polos opuestos se encuentran. Vamos a verlo del siguiente modo : la vagina es el polo negativo en el cuerpo femenino y los senos el polo positivo. Este es el bastón del magnetismo : el polo positivo cerca de los senos y el polo negativo cerca de la vagina.

 

      Para el hombre, el polo negativo está en las tetillas, en el pecho, y el polo positivo en el pene. Así, cuando los pechos se unen, hombre y mujer, los polos negativos y positivos se encuentran ; y cuando los centros sexuales se encuentran, el negativo y el positivo contactan entre sí.

 

      Estos bastones magnéticos se encuentran en sus polos opuestos, y con eso está formado el círculo, la energía fluye y se mueve. Pero esa rueda de energía es posible si entre el hombre y la mujer hay amor. Si no se aman, entonces no hay más que un encuentro : un polo negativo tocando un polo positivo. Habrá un cambio de energía, pero será lineal. No puede haber un círculo. Es por eso que, cuando no hay amor, nunca estás satisfecho.

 

      Sexo sin amor es algo sin significado. No toca ninguna profundidad. La energía se mueve superficialmente, no hay círculo. Cuando ambos están unidos con profundo amor, los pechos se encuentran, nunca antes. El acto sexual es fácil, pero el acto de amor es más complejo. El acto sexual es físico, dos energías que se encuentran y luego se disipan. Consecuentemente, cuando no hay más que sexo, más tarde o temprano te sentirás frustrado, sin energías, sin ganar nada con eso. Si hay provecho, el resultado existe porque el círculo ha acontecido.

 

      Si el círculo fuera total, completo, ambos saldrán del acto sexual energetizados, vitalizados, con una mayor carga de energía, fluyendo. Si el acto es sexual, los participantes salen desvitalizados, abatidos. Con la pérdida de energía, llega el cansancio, el sueño, porque todo es una debilidad.

 

      En ese encuentro de " un solo polo " los hombres pierden más que las mujeres. La energía fluye del hombre a la mujer, pero no a la inversa. Prostitución es la imposibilidad de no haber producido el círculo energético. En el amor la entrega es recíproca.

 

      El hombre se inclina a la penetración de la mujer inmediatamente. No le interesa mucho las caricias preparatorias, porque su polo positivo no admite mucha espera. Y las mujeres rechazan entrar inmediatamente en el acto sexual, porque su polo negativo necesita tiempo. Y el hombre piensa que el acto sexual es una cosa simple. ¿ Para qué perder el tiempo ? Lo que quiere es penetrar y terminar lo antes posible. Pero la mujer no está participando.

 

      Es por eso que las mujeres sienten intensos deseos de caricias por el hombre que ama, que toque su polo positivo, para que su deseo nazca de las profundidades. Y cuando los senos están plenos de energía, el segundo polo responde. Queda vitalizado, estimulado y puede participar, la comunicación es posible y entonces se diluye, se funde en el acto.

 

      Los matrimonios llegan a ser fríos, insípidos, porque en el principio se tocan los cuerpos, se acarician, antes de la posesión. Por eso, cuando no se tiene la seguridad de ser aceptado, comienzan con las caricias. En cierto modo, es una manera de explorar el terreno para sentir si la otra persona está preparada. Pero, cuando ella es la esposa . . . .  ya hay una seguridad, no hay necesidad de prestar atención. ¿ Para qué ? Las esposas están insatisfechas de los maridos, no porque ellos no sean amorosos, sino porque son unos amantes ignorantes.

 

      Ellos no se dan cuenta de que la mujer está en un nivel diferente y de un modo distinto, que su cuerpo responde de otra manera, exactamente opuesta a la de su pareja. Al "hacer el amor", no se mueven paso a paso. Imagina. Dos personas sentadas y, súbitamente, comienza a hacer el acto sexual. ¡ Es todo tan repentino, tan precipitado ! Eso es muy brusco para una mujer. No para el hombre, porque él tiene un tipo diferente de energía y su sexualidad es más local.

 

      La sexualidad de la mujer es total ; su cuerpo tiene que estar absolutamente entregado. A no ser que su sexualidad sea despertada por las caricias preparatorias, la mujer no participa de ninguna de las maneras.

 

      El sexo es bello, pero la sexualidad es fea.

 

      Cuando el sexo es cerebral, si entra en tu cabeza, se transforma en sexualidad. Pero la cabeza no es el centro sexual, no tiene esa función. Tú entonces comienzas a pensar y crear fantasías sexuales. Y cuanto más piensas, más fantasías son creadas, y tendrás más dificultades y problemas. Es lo que está ocurriendo entre los occidentales. Hay demasiada fantasía : cine, TV., revistas, libros. Vamos perdiendo la capacidad natural de gozar, de disfrutar del sexo. La fantasía se ha tornado una patología, como si fuera la suprema meta de la vida.

 

      El sexo no es la última barrera, ni la suprema meta. Es un fenómeno simple, como el hambre o la sed. Ahora tenemos un problema añadido : la preocupación del hombre en dejar a la mujer sexualmente satisfecha. Estas son perturbaciones. Si ella no ha quedado satisfecha, es porque algo falla en él, no es suficientemente hombre.

 

      Y cuando te sientes así, ya has cometido un gran error. Comienzas a sentirte inseguro, vacilante, pierdes la confianza en ti mismo. Y la mujer, a su vez, comienza a querer saber si ella ha satisfecho a su pareja. Si percibe que el hombre no ha alcanzado un éxtasis, piensa que es su culpa. Ambos han convertido un bello acto de amor, es una cosa corrompida, estúpida.

 

      Estas no son las cosas que deben ser motivo de preocupación. Hay otro problema : las personas se exceden en su intimidad, hacen de ella una rutina. La idea de que el sexo es saludable, higiénico, se afirma por autoridades sanitarias. Si no haces el acto sexual tantas veces al mes, tu salud lo puede acusar. Dicen que es posible hasta un ataque al corazón.

 

      El sexo debe ser una fiesta. No se debe hacer de él una rutina, ni alimento diario. Debe ser preservado para ocasiones especiales, cuando estás fluyendo, cuando hay un espacio diferente. Reservarlo como un regalo para momentos adecuados, pues a no ser así, la vida llegará a ser monótona. La rutina provoca tedio, siempre la misma cosa. El sexo debe suceder cuando hay un ardiente deseo, una pasión fuerte. No es bueno fingir.

 

      Y si dejas de fingir, vas a constatar que dentro de tí, en lo más profundo, el acto de hacer el amor, de contactar sexualmente con tu pareja, ha aumentado enormemente. Si practicar el acto sexual fuera un acto total, quedarías tan profundamente satisfecho que el ardor por el sexo podría demorarse por algún tiempo. Entonces gozarás en ese deleite, porque tendrás la sensación de que el tiempo se ha detenido, que no existe. Es una simple dádiva divina. Sentirás que estás flotando, que no pisas tierra  . . . . que vuelas sin peso. Sentirás que estás abierto, tan abierto que te gustaría dar todo lo que puedas dar a tu pareja: ese será para tí el momento de la Verdad.

 

     

 

 

I N T E R E S A N T E

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