ALCORAC

SALVADOR NAVARRO

 

 

 

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                                                                     Circular nº 1. Año IV

                                                                     Llubí, 1º de Enero de 1.998.

 

 

 

Leí en una revista que siempre hablamos de ricos y de pobres y muy pocas veces de emprendedores y de perezosos. Viene este comentario porque en espiritualismo también existen dos tipos bien diferenciados: los pocos que carecen de deseos y la gran mayoría que tienen voluntad, ilusiones, deseos e ideas concretas. Estos últimos son los que más angustias crean en su lucha contra el tiempo, porque luchar no lleva a ninguna parte, pues el tiempo se encarga siempre de situar las cosas en su debido lugar a nuestro pesar, y a lo máximo que se puede aspirar en tal situación, es que digan que hemos sido grandes luchadores. Sólo eso.

Este año que comienza, es para mí un año muy especial, pues tengo dentro de mí una luz que me dice que he de escribir sobre cosas muy sutiles y diferentes, y mi compromiso para conmigo mismo es la de satisfacer este propósito. Esto es algo que se está moviendo en mi interior, y el pensamiento surgió el pasado mes de Diciembre, cuando visitaba con mi familia el Valle de Ucanca, dentro del Parque Nacional del Teide en la Isla de Tenerife. La grandeza del paisaje y el lenguaje de las piedras y las montañas fue una revelación que ahora quisiera plasmar en las páginas de las Circulares que vendrán en los meses sucesivos. Ya que no puedo transmitir como quisiera las impresiones causadas en mi ánimo ante la majestad de la Naturaleza, si quiero plasmar mis ideas en el papel y que sea leído por mis amigos a quienes dedico este año de reflexiones. Gracias por leerme.

Había un Maestro que acostumbraba decir a sus discípulos: "Hace un tiempo que coloqué un animal dentro de una botella. Era muy pequeño y ahora ha crecido tanto que el espacio se ha reducido al extremo que no puede salir. La botella es de una belleza tan rara que no la puedo romper y ahora estoy en una confusión. Si el animal no puede salir es seguro que morirá. Puedo romper la botella, pero no quiero ni tampoco quiero matar a este animal. ¿Qúe debo hacer?"

Ese es el problema.

El animal está en la botella y el cuello es muy estrecho. Puedes romper la botella, pero te es preciosa. Puedes dejar morir al animal, pero eso no será posible, porque él eres tú.

Este Maestro continuaba preguntando, pero sólamente uno aceptó el desafío: "El animal está fuera de la botella", dijo.

Entonces el Maestro se inclinó ante el hombre que había acertado la respuesta y le respondió: "Estás en lo cierto, el animal está fuera. El nunca estuvo dentro".

¡Tú estás fuera! Nunca has estado dentro. La sensación de que estás dentro de ti es un concepto falso. En realidad, el problema no está en sacarlo fuera de tu cabeza. Observa esto. Mientras observas, ¿qué pasa?. El fenómeno de la observación. Simplemente cerrar los ojos y observar los pensamientos. ¿Qué ocurre? Los pensamientos están dentro de la cabeza, pero tú no lo estás. El observador nunca está dentro, está siempre más allá. El observador está siempre en lo alto de la montaña y todas las cosas se mueven a su alrededor.

Observar significa estar fuera. Puedes llamar a este fenómeno de testimonio, de percepción de conciencia, lo que tú quieras, pero el secreto es: ¡observar!

Así, siempre que sientas que tu cabeza está llena de pensamientos, siéntate en un lugar silencioso y observa sin intentar salir de ella. ¿Quién saldrá?, no hay nadie dentro. ¿Cómo vas a salir?

Una vez que sabes que en un momento de vigilante observación estás más allá, trascendiendo, ya estás fuera. A partir de ese momento estás sin cabeza. Porque la cabeza pertenece al cuerpo y no a ti.

La cabeza tiene una función en el cuerpo. Es preciosa, como la botella, y si conoces su modo, su secreto, podrás usarla. Cuando te hablo, ¿qué estoy haciendo?: usando la botella. Cuando un Maestro predica, ¿qué está haciendo?: usando la botella. La botella es realmente preciosa. Pero esta no es la manera de conservarla: meterte en ella y conseguir quedar preso y luego hacer esfuerzos para salir. Eso transforma la vida en un caos.

Una vez que sabes que observando estás fuera, quedas sin cabeza. Andas por la tierra sin ninguna cabeza. ¡Es un bello fenómeno! Un hombre andando sin cabeza. No puedes ni imaginar cuanto silencio puede descender a tu encuentro. Tu cabeza física estará presente, pero la obsesión no estará.

La cabeza no es el problema. Ella es una creación maravillosa, el mayor computador que se haya inventado, compleja, un mecanismo eficiente. Debe ser usada y puedes alegrarte de usarla lo mejor posible. Pero, ¿de dónde hemos sacado la idea de que estamos dentro de ella? Ese es un falso principio de enseñanza.

En Oriente, antiguamente, cuando se preguntaba a los monjes de donde venía el pensamiento, ellos señalaban la barriga, porque pensaban que era su lugar de origen. Pero ahora se ha transferido desde la barriga para la cabeza. Lao-Tsé decía que el pensamiento venía de la planta de los pies. ¿Cuál es la realidad? La realidad es que nosotros estamos más allá. Podemos estar apegados a cualquier parte del cuerpo; la cabeza es una obsesión occidental; la barriga era una obsesión oriental. D.H.Lawrence, escritor inglés, autor de libros como El amante de Lady Chatterley, acostumbraba decir que las personas piensan a partir del centro sexual y que este era el verdadero centro del pensamiento.

Todos son iguales, igualmente equivocados o igualmente acertados. Pero no hay nada que escoger porque el testigo está más allá del cuerpo. Podemos estar apegados a cualquier parte del cuerpo y pensar que esta es la parte. Pero no hay necesidad de salir porque nunca hemos estado dentro.

Observa ..... y cuando observas, recuerda que mientras observas no debes juzgar. Si haces juicio sobre lo que ves, pierdes la observación. No evalúes, porque si lo haces la observación es perdida. No condenes, porque si lo haces perderás el momento.

Mientras observes, has de ser como un río fluyendo, dejando que la corriente de la consciencia fluya, permitiendo que los pensamientos floten como burbujas y tú sentado en la orilla observando. El curso del río continuará y continuará. No digas que esto es bueno, ni digas que es malo; no digas que esto debería haber sucedido. No digas nada, simplemente observa. No critiques. Tú no eres un juez, eres solamente un observador. Y verás lo que va a ocurrir.

Observando a la vida como quien observa el fluir de las aguas de un río, de repente, tú estarás fuera ...... el animal estará fuera de la botella.

Y una vez sepas que estás fuera, puedes permanecer ahí. Y podrás moverte en la tierra sin ninguna cabeza.

Esta es la manera de cortar tu cabeza. Todo el mundo está interesado en cortar la cabeza de los otros, y esto lo hemos hecho demasiadas veces. Vamos ahora a hacer que tú cortes tu propia cabeza. Corta tu cabeza y estarás en profunda meditación.

¿Cuál es la causa que nos impide vivir la realidad de la vida? La esperanza. Todas las esperanzas son falsas. Esperar es vivir en la falsedad. La esperanza brota de lo falso de nuestro interior. Si somos reales no tenemos necesidad de tener esperanzas. No habrá por qué pensar en el futuro, en lo que pasará. Si eres real y auténtico, el futuro desaparece.

Cuando no se es real, el futuro se vuelve importante y se pasa a vivir en él. La realidad deja de ser un aquí y ahora para estar en algún lugar de nuestro sueños, y hacemos que las fantasías parezcan reales porque nos parece que a través de ellos ganamos nuestra realidad.

Así como tú vives, eres irreal. Y por eso es que hay tanta esperanza.

Recuerda ..... todas las esperanzas son falsas ..... tú eres real.

El ego son todas las esperanzas combinadas entre sí. El no es una realidad sino el colectivo de todos tus sueños, de todo lo que es irreal, de todo lo que es falso.

El ego no puede existir en el presente. Observa: el ego está siempre pensando en el pasado o en el futuro, jamás en el aquí y ahora. Es imposible. Si no hay pensamiento pasado o futuro, ¿dónde está el ego?

No puedes sentirlo porque él no existe en el presente.

El pasado ya no está. El futuro aún no ha llegado. Sólo el presente existe. Y en ese estado no se puede encontrar nada que se parezca al ego. Entonces, ¿qué significa cuando te digo que abandones tu ego? No te estoy dando ninguna esperanza, ni haciendo que las pierdas. La dificultad es esta: si vives de esperanzas y sientes que ellas desaparecen, tú morirás.

Vendrá entonces una pregunta: ¿Por qué vivir .... para qué? ¿Para qué continuar si no hay nada que alcanzar? Tú no puedes vivir sin esperanzas y por eso es tan difícil abandonar el ego. La esperanza es para ti un sinónimo de la vida.

Cuando un hombre tiene esperanzas parece estar más vital, más vivo, más fuerte. Cuando está sin esperanzas parece débil, deprimido, sin saber que hacer, a dónde ir.

Y cuando no hay esperanzas, parece que todo ha perdido su significado. Inmediatamente hacemos crear más esperanzas, creamos substitutos. Cuando una esperanza se ha frustrado inmediatamente es sustituida por otra, porque no conseguimos vivir en un espacio vacío. No conseguimos vivir sin esperar alguna cosa.

Y yo te digo que este es el único modo de vivir. Sin ninguna esperanza, que la vida es real, que por primera vez, la vida es auténtica.

Por tanto, la segunda cosa que debes entender es: cuando digo que es fácil abandonar el ego, no te estoy diciendo que sea fácil para ti. Quiero decir que es fácil, porque el propio fenómeno es irreal.

Si el ego es falso, si lo sueños son sólo sueños. ¿Cómo puede ser difícil salir de ellos? Si fuesen reales habría dificultades. El sueño no te puede atar, ni impedir nada, no puede ser una barrera, no tiene fuerzas y por eso lo llamas sueño. Es fácil salir de un sueño; y este es el significado cuando te digo que es fácil abandonar el ego.

No es que sea fácil para ti, porque aún tus sueños parecen una realidad. Para tí el ego no es falso, es tu única realidad.

Nosotros vivimos alrededor de nuestros egos. Buscamos momentos de vida cada vez más egocéntricos. Algunos los buscan a través de la salud, otros a través de estados de comodidad, de poder, de prestigio, otros a través de la política, otros a través de la religión. Son millares los caminos. Pero el fín, el resultado, es el mismo: cada vez buscamos más el ego.

Para tí es una realidad. Y yo acentúo que para ti es la única realidad. La sombra ahora tiene substancia, lo falso se ha hecho real. Por eso es difícil. No es porque el ego sea poderoso, sino porque crees en su poder. Y por una parte quieres abandonarlo y por otra, sigues apegado a él. Es difícil.

Cuando te digo que el ego es un sueño, tú quieres creerlo, porque has sufrido mucho con él, pero no sientes la verdad de lo que te estoy diciendo. Si la sintieses, lo abandonarías inmediatamente. Ni aún me preguntarías como hacerlo. No existe un cómo.

Tú no ves la verdad de lo que te estoy diciendo. Si te digo que aún no te has dado cuenta de que el ego es falso y puede ser abandonado, tú haces de eso una esperanza. Ya te ha hecho sufrir tanto que tienes esperanzas de poder abandonarlo para que todo el sufrimiento desaparezca. Y te sientes feliz por tener esa esperanza.

Yo no te estoy dando esperanzas, eres tú quién las está creando. Yo estoy simplemente afirmando un hecho: de cómo el ego es construído, de cómo el ego está estructurado, es así que él es creado y es así que puede ser abandonado. Y por ser falso no se necesita ningún esfuerzo. Si lo comprendieras desaparecerá.

Un hombre está corriendo asustado, teme morir, corre de su propia sombra. Tú lo detienes y le dices: ¡No seas tonto! No hay nadie que te persiga, es tu propia sombra. No hay nadie más aquí fuera de nosotros dos. Te has asustado de tu propia sombra.

Pero cuando tú corres, tu sombra corre también. Cuanto más corres, más la sombra te persigue. La mente lógica dirá que estás en peligro, dirá que si quieres escapar tendrás que correr aún más. Pero todo lo que hagas, tu sombra lo hará también. Y si no consigues librarte de ella, quedarás cada vez más asustado. Todo eso que tú estás creando parte de tí mismo.

Pero si te digo: " es sólo una sombra, nadie te persigue" y tú comprendes este punto, mirarás para la sombra y te darás cuenta de lo que te está ocurriendo. ¿Preguntarás como abandonarla? ¿Me pedirás técnicas, métodos? Simplemente te reirás y ya habrá sido abandonada. En el momento que ves que es sólo una sombra, que no estás siendo seguido, ella ya es abandonada. No necesitas preguntar cómo. Darás una carcajada, porque todo era un absurdo.

Pues lo mismo acontece con el ego. Si puedes ver la verdad de lo que te digo, la cosa ya estará ocurriendo. Todo sucede en el mismo acto de la comprensión. No existe más un "cómo hacer".

Si me preguntas: ¿cómo?, eso aún no ha sucedido, aún no has comprendido, pero harás de eso una esperanza. Por haberte hecho sufrir tanto, siempre has querido abandonar tu ego, pero ese querer siempre fue a medias. Porque todos tus sufrimientos han nacido del ego, pero todos tus placeres también surgieron a través de él.

Tú te sientes bien cuando la gente te aplaude. Esa es una bendición que conoces. Tu ego se eleva, se transforma en una montaña muy alta. ¡Te gusta eso! Pero si la gente te condena, te sientes herido. Caes en una depresión.

A través del ego has conseguido placeres y sufrimientos. Quieres abandonarlo por los sufrimientos, pero no puedes hacerlo por causa de los placeres.

Entonces, cuando digo que el ego puede ser abandonado fácilmente, nace en ti una esperanza. No soy yo el que la crea sino tu avaricia. Ella no es una comprensión para ti, sino una nueva avaricia, una nueva búsqueda de gratificaciones. Y sientes que hay una manera, que hay un hombre que puede ayudarte a abandonar el ego y toda la miseria creada por él. Pero, ¿estás preparado para abandonar también todos los placeres que el ego te proporciona?

Si estás dispuesto a hacerlo, será fácil, será como abandonar una sombra. Pero eso no se puede hacer a medias. O desaparece todo, o todo queda sujeto en ti. Este es el problema y la dificultad. Estás pidiendo lo imposible. Entonces será difícil. No va a suceder. Todo lo que hagas será inútil, no conseguirás ningún resultado.

Pero haces de eso una esperanza. Me oyes decirlo y creas una esperanza. Pero no soy yo, sino tú quién la creas. Proyectas tu esperanza en conseguir eso. Y este es el problema, la complejidad: todas las esperanzas son alimentos para el ego. Hasta la esperanza de alcanzar el paraíso, el cielo, de ser un iniciado, es una esperanza.

¿Quién está queriendo espiritualizarse? El que lo está deseando, tiene ya un problema. Jamás nadie se ha iluminado. La iluminación llega, pero nunca porque alguien lo esperó. Cuando no hay nadie con el deseo de iluminación, la gracia de la luz llega.

A causa de nuestro lenguaje, de la ambigüedad de la lengua, todo lo que se dice sobre cosas tan profundas se vuelve falso. Decimos: Jesús, Buda, Mahoma, se iluminaron. Eso es falso.  Ellos nunca se iluminaron. Sólo cuando estaban ausentes, vacíos, la iluminación llegó. Cuando, súbitamente, un día ellos comprendieron que estaban siguiendo un método absurdo, cuando comprendieron que ellos eran el problema y que todo lo que hicieran crearía muchos más.

Cuando un Maestro comprende esto, y esta comprensión necesita de muchos años de esfuerzo, cuando entiende que todo lo que hace estará fortaleciendo aún más su ego, simplemente deja de hacer. En ese momento de comprensión transforma todo su ser.

Recuerda: este es el problema. Puedes crear actividad para hacer un no-hacer. Pero entonces errarás. Puedes quedar en silencio o sentado, pero si hicieras cualquier esfuerzo será falso. Si estás queriendo quedar en silencio, ese silencio será falso.

Cuando un Maestro comprende que él es el problema y que cualquier actividad por su parte daría más substancia al ego, simplemente para. No hace ningún esfuerzo más. No hace absolutamente nada. Todo lo que pasará a continuación será por la gracia, no por su esfuerzo.

Eso te puede suceder a ti también. Pero no hagas de eso una esperanza. Por el contrario: comprendiendo, abandona toda esperanza, piérdelas totalmente. Yo se que es difícil perderlas, porque entonces nos sentimos desesperados y para cubrir la desesperación creamos nuevas esperanzas.

Las personas van de un Maestro a otro, de una Escuela a otra, se mueven de una esperanza a otra. Esperan, lo intentan con la mente tensa, porque la mente con esperanzas nunca está relajada, la mente es impaciente y se inquieta cuando nada ocurre. Piensan que el Maestro está equivocado y buscan a otra persona. Se mueven de una esperanza para otra. Las personas se convierten de una religión a otra, pero es por causa de la esperanza. Y eso se puede hacer toda la vida y es lo que hacemos.

Ahora vamos a ver la cuestión. No es una cuestión de Maestros ni de métodos adecuados. Se trata de una percepción directa, de una penetración en el fenómeno, en el por qué de la esperanza, por qué no podemos vivir sin ella. Primer interrogante: ¿qué has ganado con tus esperanzas?

No necesitas ninguna condición especial. Si pierdes las esperanzas, si sientes que no hay nada para ganar o tener, si puedes ver que todo es un juego absurdo, entonces puede suceder.

Y puede no suceder en un santo, porque ellos están siempre queriendo conseguir algo. No han perdido las esperanzas. El mundo material ha dejado de serle importante, pero el otro mundo es su máxima aspiración. Entienden que tienen que dejar la Tierra, pero esperan encontrar paraísos más allá de la vida.

Aún las personas que están cerca de un Jesús, piden cosas como esas. En la noche anterior a su muerte, cuando Jesús estaba a punto de ser apresado, sus discípulos le preguntaron: "Maestro, cuando estés sentado a la diestra de Dios Padre, ¿cuál será nuestro lugar? ¿Dónde nos sentaremos?"

¡Personas que viven con Jesús haciendo preguntas tan tontas! Pero la mente humana es así. Ellos no piden nada de este mundo, pero se vuelven mendigos pidiendo cosas de la otra dimensión. En realidad no son mendigos, están esperanzados. ¿Quién se sentará al lado de Jesús?

Aún en presencia de Jesús las personas tienen esperanzas. La esperanza tiene raíces profundas en ti. Todo lo que dices, lo conviertes en esperanza. Eres un mecanismo creador de esperas y ese mecanismo es el ego.

¿Qué hacer? No hay nada que hacer. Solamente aclarar los ojos y hacerlos más perceptivos y penetrantes. Mirar con nuevos ojos, mirar lo que hemos hecho y esperado.

Y yo te digo: con esa nueva mirada, con esa mirada inocente, el ego desaparecerá por sí mismo. Este es el fenómeno más fácil y, al mismo tiempo, el más difícil. Pero recuerda bien: yo no estoy dando ninguna esperanza.

                                                 PENSAMIENTOS

Estamos en un punto crucial de nuestra evolución. Hasta el nacimiento del hombre, la evolución fue inconsciente y automática, impelida por el ímpetu de la Mente Divina sobre la Naturaleza pasiva y receptiva. Con el nacimiento de la auto-consciencia, nosotros ganamos el poder de convertirnos en agentes de la evolución. Porque podemos escoger nuestros sentimientos y pensamientos internos, tenemos la posibilidad de autocontrol y autodirección. Esto nos dá algún grado de control sobre nuestro ambiente y nuestro mundo. Nuestra evolución está ahora auto-inducida a través de nuestras propias decisiones y esfuerzos. Somos capaces, en alguna medida, de escoger aquello que deseamos ser. Podemos comenzar a dirigir conscientemente nuestra propia evolución, tanto como especie, como también individualmente.

Como raramente pensamos en la evolución que sucedió antes de nuestro actual estado de ser, enclausurados en el momento presente, no vemos el potencial que hay ante nosotros. Toda la capacidad y habilidad destinadas a evolucionar la humanidad futura ya se encuentran latentes dentro de cada uno de nosotros. Todo el potencial de la Mente Divina está presente desde el inicio, aguardando el tiempo y el espacio apropiado para surgir en manifestación.

No necesitamos aguardar que el horario de la Naturaleza se adelante. Podemos desde ahora mismo, comenzar a poner en marcha nuestro crecimiento y desarrollo interior. Podemos ampliar nuestras mentes para comprender los grandes principios, desarrollando niveles más elevados de pensamientos. Podemos penetrar en las esferas intuitivas a través de una profunda contemplación y meditación silenciosa para encontrar la fuente interior de sabiduría original. Podemos universalizar nuestras actitudes en relación a otros, experimentando a cada ser como una expresión de Vida, en un nivel de desarrollo, expresándole nuestro amor. En la medida que trabajamos conscientemente para desarrollar nuestas capacidades mentales y espirituales, nos estamos moviendo en dirección al proceso evolutivo cósmico.

Este proceso de aceleración interna, conocido como la Senda, es abordado en todas las doctrinas espirituales.

                    Construye para ti mansiones majestuosas, ¡oh mi alma!

                    A medida que pasan veloces las estaciones,

                    deja tu pasado de bajos escalones.

                    Que cada nuevo templo,  más noble que el último,

                    te excluya del cielo hacia un espacio más vasto,

                    hasta que finalmente estés libre,

                    dejando tu concha que de nada te sirve

                    en el mar agitado de la vida.

 

 

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