ALCORAC

SALVADOR NAVARRO 

 

 

                                              

Dirigida a la Escuela de:

                    Mallorca

                    Las Palmas

                                                                                  

                                                                                   Circular nº 10 , año XII

                                                                                   Bunyola, 1º de Octubre de 2.006.

VIDA DE SAN PABLO.-

Años más tarde, cuando en su villa en Pompeya, Drusila escuchó los ronquidos fatídicos del Vesubio, y sintió cómo se abatía sobre ella y su hijo Agripa  el cataclismo de la lava mortífera, tal vez recordara los sagrados truenos y relámpagos en el “Herodeión” de Cesárea que hubieran reconfortado su alma de hebrea deseosa de verdad y pureza.

De los dos años siguientes que Pablo pasó en la fortaleza de Cesárea, no sabemos nada. El historiador los liquida con la observación lacónica: “después de dos años tuvo Félix un sucesor en la persona de Porcius Festus. Félix, para ser agradable a los judíos, había dejado a Pablo en prisión”.

Pero la naturaleza dinámica de Pablo no admitía inactividad. Siendo que podía recibir visitas, está fuera de duda que vio a numerosos amigos y auxiliares en la histórica fortaleza en el litoral del Mediterráneo. Y si más tarde, en los primeros tiempos del cristianismo, encontramos por todos lados magníficas figuras de militares cristianos, ¿no tendrá esa larga convivencia de Pablo con los legionarios del César, que haber ejercido una saludable influencia sobre la guarnición romana, reclutada en todas las provincias del Imperio?

Era sólo entrar en contacto con ese hombre para de ahí salir mejor, más cristiano, más amigo de Dios y del prójimo. El hombre enteramente bueno no necesita hablar mucho para convertir a los demás; no necesita hablar, basta que exista, basta que sea lo que es y luego el ser actúa inconscientemente sobre el ambiente. El hombre no vale por lo que dice o hace, sino por lo que es. Este es el misterioso carisma del hombre verdaderamente bueno: irradia sin cesar su bondad personal.

No tenemos de tal prisión de Pablo epístola alguna. Mientras tanto, fue ese bienio de silencio y soledad de inmenso valor para el mundo cristiano de todos los siglos, porque dio oportunidad para que nacieran libros de los más bellos que la humanidad posee: el “Evangelio según San Lucas” y los “Hechos de los Apóstoles”. Tienen por autor al médico antioqueño Lucas, como es sabido, pero el alma de Pablo anda por entre las líneas de casi todos sus capítulos. Esos escritos maravillosos conocidos en su mayor parte en Cesárea, en los años 57-59, bajo los auspicios del gran apóstol, de cuyo espíritu se hallan repletos.

Pablo y Lucas se completan recíprocamente bajo el punto de vista intelectual, teológico y literario. Pablo, aunque no desprecia la parte histórica de la vida del Cristo, es partidario de la ideología místico-profética; se complace en penetrar en las profundidades de las minas de oro del Evangelio; elabora las últimas consecuencias de la Cristología, mientras que Lucas es el tipo de historiador objetivo, sereno y calmo y, sin desmentir esos predicados, saber dar colorido, gracia y plasticidad a los episodios que describe. Espíritu observador, toma con rara felicidad el punto saliente de los hechos. ¡Cuántas veces no lanza en medio de la narración plácida una frase aparentemente seria, pero con tan sutil ironía que coloca nueva perspectiva y un singular encanto a la narrativa!

Mateo ya tenía publicado en lengua aramea la vida del Cristo, demostrando a los cristianos palestinos, a la luz de las profecías, que Jesús era el verdadero Mesías predicho por los profetas de Israel.

También Marcos, secretario y portavoz de Pedro, debía haber hecho conocer su Evangelio, demostrando a la vista de los prodigios, que Jesús el Cristo era el Señor de la Naturaleza, el Rey inmortal de los siglos.

Lucas, ciertamente conocía esos documentos sagrados. Ni le faltaban otras relaciones, escritas o narradas por testigos presenciales de los acontecimientos. ¡Cuántas veces no habría recorrido, en esos dos años, el camino romano de Cesárea a Jerusalén, para hablar con aquellos que, como dice, “habían sido desde el principio testigos oculares de la vida de Jesús y ministros de la palabra!” ¿Cuántas horas había pasado a solas con el viejo Santiago, “hermano del Señor”, que gobernaba la Iglesia de Jerusalén! ¿Cuántas veces habría estado en Belén, Nazaret, Galilea, Samaria, en las márgenes del Jordán y en las alturas del Calvario y del Tabor!

Y, ¿no vivía en Jerusalén la madre de Jesús? tan venerada en sus 60 o 70 años, ella que como nadie, podía contar al historiador las escenas encantadas que abren el tercer Evangelio: el coloquio del ángel con la Virgen, el nacimiento del divino Niño en la gruta de Belén, la visita de los pastores y los magos, la fuga a Egipto, el regreso del exilio y la dilatada soledad en las montañas de Nazaret, el reencuentro del Niño Jesús en el templo, y tantos otros pormenores que solamente ella, la madre, podía saber y contar debidamente.

¿Cómo podría la humanidad celebrar convenientemente la poética noche de Navidad, si Lucas no hubiese tenido la feliz idea de consultar a la madre del Salvador y redactar el “Evangelio de la infancia de Jesús”, entre las tétricas murallas de la fortaleza de Cesárea, donde hacía compañía al amigo preso?

¿Cómo habrían Pablo, Lucas y los demás anunciadores del Evangelio, celebrado la noche de Navidad de los años 57 y 58, en el litoral del Mediterráneo?

Lucas, ¿por qué no dijiste una palabra al menos sobre la vida oculta del divino adolescente en Nazaret? . . . ¡si supieses con qué ansia leeríamos esas noticias! ¿No quiso la madre de él? ¿Tenía orden de cubrir con un velo de silencio esos largos años de la vida del Redentor?

Por ese mismo tiempo debe haber Lucas comenzado su segunda obra conocida con el título de “Hechos de los Apóstoles”. En él hace pasar el historiador ante nuestros ojos los primeros tiempos del cristianismo y los trabajos y sufrimientos de algunos de sus mayores representantes.

Para la elaboración de este libro, tenía Lucas numerosas fuentes escritas y orales, que la dificultad no estaba en la materia, sino en la selección de los actos. Felipe, apellidado el “Evangelista”, padre de aquellas cuatro profetizas de Cesárea era uno de los más antiguos testigos de los acontecimientos.

En ese mismo tiempo se hallaba en dicha ciudad, haciendo compañía a algunos sacerdotes judíos presos, el conocido historiador judío Flavio Josefa, al cual debemos la más completa relación de lo ocurrido esos años. ¿Se habrían conocido los dos historiadores?

Corría el segundo año de las “prisión preventiva” de Pablo, y se hubiera prolongado indefinidamente, si no le hubiera puesto término un sangriento acontecimiento político.

En Cesárea vivían griegos y judíos con igualdad de derechos civiles. En ocasión de una lucha partidista, que degeneró en horrorosa carnicería, fueron derrotados los griegos. El Gobernador, de origen heleno, no toleró esa afrenta a su raza y dio orden a los judíos para que evacuaran inmediatamente la ciudad. El rechazo de ellos, mandó a las cortes romanas a sacrificar innumerables israelitas, incendiándoles las casas. El grito de rebeldía de los judíos repercutió más allá del mar, en el Capitolio de Roma, donde gozaban de gran prestigio.

Félix, que no contaba con sus antiguos protectores, fue depuesto. Uno de sus últimos actos como Gobernador consistió en esposar nuevamente a Pablo y entregarlo a su sucesor.

Sabemos por la historia profana que este cambio de gobernante ocurrió en los años 60, uno de los datos más precisos en la vida del apóstol Pablo.

Sigue en la Circular de Noviembre.

 

 

 

EL MAGNETISMO.-

Si lo comparamos con el poder de la mente y el magnetismo físico, el magnetismo del alma es el mayor de todos. La palabra “alma” es tan poco comprendida que para muchos es difícil percibir y distinguir sus cualidades. Entretanto, las cualidades del alma existen, aunque distintas y diferentes de las cualidades de la mente y del cuerpo. Son mayores de las que llamamos virtudes y atraen mucho más que otra cualidad cualquiera. Podemos llamar esas cualidades del alma de angelicales, pero ya que estamos conviviendo con seres humanos y poco tenemos que ver con los ángeles, lo mejor es llamarlas cualidades del alma.

La principal cualidad del alma es la inocencia. Ignorante es el que no sabe, el inocente no sabe que sabe. Lo que nos atrae en un niño es la inocencia. El magnetismo que sentimos en la expresión de una criatura tiene un sello celestial. El niño aún no sabe y por eso es inocente. Cuando el alma alcanza aquel punto en que pasa a saber y aún así es inocente, se vuelve divina. En general, las personas se engañan con un alma inocente y la toman como un alma simple, sin malicia. De hecho, esa alma es simple, pero no de la manera que se la juzga. Cuando vemos generosidad en una persona pobre y humildad en una persona ilustre, cuando notamos simplicidad en un alma elevada y delicadeza en una personalidad fuerte, cuando percibimos una cualidad modesta en un hombre valeroso y un deseo de aprender en un hombre que conoce y comprende, podemos ver que son cualidades que pertenecen al alma y son ellas las que conquistan el corazón humano, mucho más que cualquier otra cosa. Las personas se sienten inconscientemente atraídas por esas cualidades. Sin comprender eso las almas se entregan al alma que muestra sus cualidades originales.

Al venir a la Tierra todo niño trae con él las cualidades del alma, pero a medida que el niño crece las va olvidando y pasa a aprender las cualidades terrenales. Cuando esas cualidades materiales maduran y desarrollan después que el hombre aprendió el lado práctico de la vida, de haber aprendido a distinguir entre el bien y el mal, entre lo cierto y lo equivocado, su alma se desdobla y muestra sus cualidades. No es posible conservar la inocencia del niño indefinidamente. Y si alguien quisiera preservarlo, no podría hacerlo, porque la vida en la Tierra hace que la inocencia se vaya distanciando. Al crecer, el niño va quedando cada vez con más experiencia y eso le satisface. Las personas dan a eso el nombre de “buen sentido”, de “práctico” o cualquier otro que quieran escoger y hasta dirán se trata de sabiduría. Pero llega un tiempo de madurez del alma y cuando ha llegado surgen una nueva perspectiva en la vida del hombre. Todos los conocimientos adquiridos a través de las experiencias, de la inteligencia, del sentido común o de la sabiduría, salen de la capa que los envuelve, cáscara bastante dura y se muestran en su esencia. Y la inocencia se muestra como un estado natural. No quiero decir que las personas inocentes no sean sabias, aunque no lo parezcan. De acuerdo con este punto de vista, es que los que son realmente inocentes conocen la esencia de la sabiduría, a pesar de que, tal vez, puedan parecer simples.

Sin duda alguna, una persona con las cualidades de alma no siempre son comprendidas. El lenguaje que usa es diferente pero quien posee las cualidades del alma tienen un poder de penetración y de influenciar. Cuando leemos sobre la vida de los santos y constatamos la simplicidad con que hablaban con los pájaros, árboles y flores, entonces podemos comprender, si quisiéramos comprender, que ellos no mostraban una mente en estado simple, sino plena de sabiduría y que trabajaba de manera diferente. Una persona con cualidades de alma no lleva mucho tiempo para hacer amigos, puede hacer amistad con el sabio, con el tonto, con el virtuoso y con el pecador, porque entre dos almas las barreras no prevalecen. El alma de uno toca el alma del otro y cuanto más hondo llega, más profundamente alcanza la otra alma.

Otra cualidad del alma es la armonía. Es una tendencia natural del alma iluminada crear armonía, pues esta alma encuentra la paz en ella. Aquél que no posee iluminación encontrará satisfacción en la lucha. La ausencia del miedo es también una cualidad del alma. La luz del alma cayendo sobre los problemas que nos atormentan hace con que veamos la vida con más claridad y tengamos el poder de suplantar nuestras dificultades. La cualidad del alma nos da valor y coraje, como podemos ver en alguna estatua oriental, donde la figura tiene una serpiente dando vuelta al cuello, significando que no tiene miedo de convivir con el enemigo conquistado y enrollado alrededor de la garganta. Eso es valor.

Todas las maneras que aprendemos para hacernos más refinados son el resultado natural de la cualidad del alma. Después que ella despierta, la persona no necesita aprender más: ellas surgen por sí mismas, porque todas las bellas maneras pertenecen al alma. Son cualidades del alma iluminada. El hombre intenta construir una personalidad, pero cuando el alma despierta la personalidad es construida como un palacio mágico. Se construye sin necesitar ser construida.

Efectivamente, todas las virtudes son cualidades del alma. Pero las virtudes también son predicadas desde un púlpito. Quien aprendió a ser presuntuoso, agradable, amable y bueno sólo porque un sacerdote dice debería tener esas virtudes, ellas no le pertenecen, no son suyas, sino como una cosa tomada de prestado de algún lugar, que tendrá que ser devuelta algún día. Pero la que brota del corazón como una fuente natural es la verdadera virtud, porque durará siempre y da al hombre la mayor de las alegrías. Es muy triste para alguien ser bueno solamente porque la bondad le fue impuesta como obligación y no puede huir de ella, teniendo una bondad forzosa. Este tipo de bondad es en realidad mucho peor que la propia maldad.

La cualidad del alma también se expresa por medio del arte, la música, la poesía. Cualquier forma que una persona use para dar expresión a su alma, esta cualidad se manifiesta en la forma del amor, la armonía y la belleza.

Sigue en la Circular de Noviembre.

 

 

 

 

 

LA REALIDAD OCULTA.-

Con toda nuestra racionalidad y desdén ante la idea de que hay un espíritu en el interior de cada máquina, no dejamos de responder con emoción ante expresiones como “el arte de París” o “el espíritu del lejano Oeste”. Todavía se escriben numerosos muchos libros sobre el genio florentino y no hace mucho tiempo que un escritor inglés Lawrence Durrell tituló una colección de ensayos sobre sus viajes Espíritu de lugar. La amplia aceptación que tienen las palabras “genio” y “espíritu”, para designar las características distintivas de una ciudad o una región supone el reconocimiento tácito de que cada lugar posee un conjunto de atributos que determinan la singularidad de su paisaje y de su gente.

Cuando se aplica a un lugar o a una persona, la palabra “naturaleza” es tan vaga y a la vez tan rica en connotaciones como genio o espíritu. Según los diccionarios, uno de los significados de la naturaleza es “el carácter esencial o constitución de algo” o “las cualidades y características intrínsecas de una persona o cosa”. La palabra naturaleza así definida nos ofrece una explicación objetiva de lo que los antiguos llamaban genio o espíritu. Denota no sólo el aspecto humano, geográfico y social, sino también, y sobre todo, el conjunto de fuerzas ocultas bajo la superficie de la realidad. Para la gente de la época clásica greco-romana no había narración que se preciara, ya fuera sobre un lugar o sobre el papel que un hombre había jugado en él, que no evocara misterios cuyos principales actores era héroes y dioses.

Lugares y personas adquieren su carácter distintivo gracias a la interacción entre sus propiedades intrínsecas y las fuerzas externas que actúan sobre ellos. Dado que los lugares y las personas evolucionan continuamente con el paso del tiempo y el cambio de condiciones, podríamos suponer que acabarán por transformarse hasta resultar imposibles de reconocer, sin embargo no es así. Su carácter distintivo persiste a pesar del cambio. Italia, Suiza, París y Londres, han conservado sus identidades respectivas a través de muchas revoluciones sociales, culturales y tecnológicas. Los rasgos faciales de un adulto o incluso de un anciano se pueden reconocer en una fotografía tomada en la infancia. Una de las manifestaciones más notables del dios interior en esa persistencia de los rasgos distintivos.

Las instituciones humanas también poseen una vida interior que les permite adquirir su identidad y conservarla a través de los cambios. Desde su independencia, han contendido en los Estados Unidos de América dos visiones de la utopía: los federalistas hamiltonianos abogaba por el elitismo y por una política mercantil, mientras que los republicanos jeffersonianos estaban a favor del populismo y de una forma de vida pastoril. Con el transcurso del tiempo, los partidos políticos han cambiado sus etiquetas, filosofías y lealtades, pero la lucha entre estas dos tendencias opuestas ha seguido adelante, arrastrando a ella a nuevas fuerzas económicas y a nuevos grupos demográficos. Esta lucha ha determinado en gran medida el perfil de la historia política y social de este país y ha proporcionado a su literatura algunos de sus temas más peculiares.

Cuando la continuidad social no es más que la expresión de un conservadurismo intransigente, acaba por convertirse en una fuente de debilidad cultural. Pero en muchos casos, la continuidad juega un papel creativo al permitir que las fuerzas sociales alcancen su identidad gracias a los efectos a largo plazo.

La continuidad social es responsable de que los rasgos nacionales rara vez desaparezcan por completo tras una revolución política. Derrocar a los malos siempre es mucho más fácil que cambiar de verdad el marco social. La antigua Rusia soviética adoptó políticas interiores y exteriores que guardaron un singular parecido con las del régimen zarista y muchos aspectos de la vida inglesa han permanecido inalterados bajo administraciones conservadores, liberales o laboristas.

La permanencia de un sistema en evolución es reflejo de su estabilidad dinámica en las diversas fases de su desarrollo. Una vez que un sistema complejo ha empezado a moverse en una dirección determinada, sus propias transformaciones establecen de forma casi automática los límites a los posibles movimientos que el sistema puede hacer en respuesta a las condiciones cambiantes. La canalización de la respuesta en cada etapa del desarrollo está bien establecida en el caso del embrión humano y animal, algunos de cuyos procesos evolutivos entran en funcionamiento en momentos críticos; cada una de estas intervenciones comporta a su vez una serie de cambios concretos e irrevocables que generan patrones consecutivos, los cuales imponen a cada paso una determinada dirección al desarrollo posterior. En todo sistema vivo, ya sea un embrión, un paisaje o una cultura, la organización limita las posibilidades de reorganización.

El desarrollo normal es así un proceso autodirigido en el cual forma y función aparecen y evolucionan juntamente de una forma que viene determinada en gran medida por patrones procedentes del pasado. Dado que el sistema en conjunto tiende a crear su propia forma, su disposición rara vez puede imponerse desde el exterior. El orden se establece de forma ininterrumpida a partir de las interrelaciones inherentes a la propia estructura del sistema, creando constantemente un patrón fundamental que sobrevivirá mientras el conjunto sobreviva.

En el futuro me serviré de ejemplos para demostrar que la estructura de un sistema dado  - hombre, sociedad o lugar – ejerce una influencia preceptiva sobre su desarrollo posterior. En la naturaleza, los objetos inanimados también poseen una estructura interna que limita los cambios que pueden sufrir, aun cuando sean transformados por la mano del hombre. Tallistas y escultores reconocen que la estructura de la madera influye inevitablemente en la creación del artista.

Desde tiempo inmemorial, los tallistas africanos acostumbran seleccionar fragmentos concretos de ramas o troncos para usarlos con un propósito determinado. El escultor no sólo toma en consideración la solidez de la madera, sino también su estructura y diseños innatos, porque para él la pieza a tallar contiene un espíritu y, por lo tanto, está dotada de un poder propio, incluso antes de ser modelada. Interpretar el espíritu de la madera constituye una parte esencia de las habilidades del tallista.

La creación poética se parece a la visión de la realidad que sostenían los pueblos primitivos y también a las prácticas de los escultores y tallistas. La idea misma de una forma orgánica implica que existe una peculiaridad en cada aspecto de la creación. El papel del poeta consiste en descubrir y revelar esta estructura fundamental. La forma es la expresión del contenido. Una persona, un lugar, un fragmento de materia, son manifestaciones de fuerzas y pautas interiores que pueden permanecer ocultas hasta ser desenmascaradas o desarrolladas mediante actos creativos de la voluntad.

Sigue en la Circular de Noviembre.

 

 

 

 

EL PENSAMIENTO INTELECTUAL EN LA EDAD MEDIA.-

Mientras los mutacilitas defienden la libertad a costa de la omnipotencia de Dios, otras sectas, que desarrollaron consecuentemente el impulso más fuerte del Islam, han defendido la predestinación a costa de la libertad. Sencillamente negaban que las acciones del hombre pertenecieran a éste, y las reconducían a Dios. Sólo se distinguían en que unas sectas negaban al hombre por completo su capacidad de obrar, mientras que otras negaban todo influjo a esta capacidad concedida. Por un lado, en la experiencia interna se nos da con seguridad una diferencia entre movimientos involuntarios y acciones voluntarias y, por otro, la misma acción, vista desde Dios, es una actuación por Dios, mientras que vista desde el hombre , es un apropiarse aquello que Dios hace.

Por eso los muslimes se han dividido en dos partidos; un partido cree que el mérito del hombre es causa del vicio y de la virtud, y que éstos traen como consecuencia su premio y su castigo. Estos son los mutacilita. El otro partido cree lo contrario, es decir, que el hombre se ve obligado y constreñido a sus acciones.

Entre los teólogos cristianos de la primera época del pensamiento medieval Anselmo ha expuesto esta antinomia con las siguientes dos contradicciones. Primera contradicción: “La presciencia de Dios y la voluntad libre parecen contradecirse. Pues aquello que Dios prevé tiene que presentarse con necesidad en el futuro, siendo así que lo que ocurre por la libre voluntad ocurre sin ninguna necesidad.” Segunda contradicción: “Lo que Dios predetermina tiene que presentarse en el futuro. Por lo tanto, si Dios predetermina lo bueno y malo que ocurre, no ocurre entonces por la libre voluntad; así, pues, la predeterminación y la libre voluntad se anulan recíprocamente.”

Cada sujeto libre se presenta como un poder no condicionado junto al poder de Dios. Por lo tanto, cuando emerge en la conciencia la idea de una voluntad todopoderosa se extingue ante ella, como las estrellas ante el Sol naciente, todas las voluntades individuales. En todo momento, la omnipotencia divina condiciona la existencia y la índole de la voluntad individual, y allí donde se retirara se hundiría por completo la voluntad. Esto se hace patente en la fórmula de la escolástica cristiana según la cual la conservación no es más que la mera continuación de la Creación.

Apenas cabe imaginar los escombros que habría que recorrer si yo tratara de exponer todas las explicaciones del entendimiento teológico en torno a estas antinomias. El método es siempre el mismo. Se coloca la acción de Dios tan próxima y tan diversa como es posible, en los puntos del mundo en que aparece la libre voluntad; la abarca y rodea por completo. Luego se aproximan por su contenido, en la medida de lo posible, la acción afectiva de Dios en las acciones de los hombres y la libre elección. Pero por muy estrechamente que abarque la acción de Dios a la libertad en la conexión cósmica, en cada punto en que pensamos en su cooperación permanece viva una contradicción. Y por mucho que esta alquimia se empeñe en aproximar las propiedades de la libertad a las de la necesidad y a transformar finalmente éstas en aquellas, continúan estando distanciadas.

El resultado de estas luchas con este género de contradicciones fue distinto entre los teólogos del Islam y los del cristianismo. Mientras que el Islam propende a que toda libertad individual se sujete ante el poder divino, el Dios del despotismo y del árido desierto, en el cristianismo va surgiendo con mayor fuerza cada vez la conciencia de la libertad personal del individuo.

F I N

                                    Atención: si desea suscribirse a las Circulares mensuales, así como recibir información sobre otras publicaciones,  libros, C. D.  y cintas para radio-cassette, dirigirse a:

                                                     Salvador Navarro Zamorano

                                                     Madre de Dios de la Nieve nº 8. Teléf. 971 – 61 33 92

                                                     07110 - Bunyola (Mallorca).

                                                     Antonio del P. Viera Almeida

                                                     Edificio La Lajilla. Apartamento 106. Tfno. 609 - 58 91 48

                                                     35120 - Arguineguín (Mogán) Gran Canaria.

                                                     Jesús Navarro Sánchez

                                                     Padre Cueto nº 22. Centro de Talasoterapia. Tfno. 928-27 11 70

                                                     35008. Las Palmas de Gran Canaria.

 I N T E R E S A N T E

      Si estás interesado en leer alguno de los libros, Circulares atrasadas o cualquiera de mis escritos, puedes hacerlo contactando con cualquiera de las páginas web de Internet, siguientes:

Googles.

                    http://es.geocities.com/tsfc2006/

                    salvador navarro zamorano

                                                   OTRAS NOTICIAS

ISLAS CANARIAS.- Estoy visitando Las Palmas de G.C.,  donde en la calle Padre Cueto nº 22, Teléfono 928 – 27 11 70, (Centro de Talasoterapia Las Canteras), doy Cursos de Relajación y Meditaciones, en horas de las 16 a las 17, de las 18 a las 19 y de las 20 a las 21 horas, respectivamente. En Septiembre los días serán desde el 18 al 22. El sábado, día 23, impartiré un Cursillo titulado “TERAPIA MENTAL Y RELAJACIÓN”, desde las 9,30 a la 13,30 y desde las 17 a las 21,30 horas. En cualquier caso llamar siempre al teléfono del Centro.

Se aconseja llevar chándal o cualquier otra ropa deportiva por comodidad.

Los cursillos son mensuales. Consultar las fechas en que se realiza cada mes, en la página web: Talasoterapialascanteras.com.

ISLAS BALEARES.- El pasado mes de Septiembre se reanudaron las charlas semanales de cada miércoles, en horarios de 20,30 a 22,30, en la calle Jafuda Cresques nº 17,1º - 2ª, teléfono 971 – 75 37 19.

Rogamos confirmen asistencia debida a la escasa capacidad de la sala.

OBRAS PUBLICADAS

         Entre el silencio y los sueños                 (poemas)

Cuando aún es la noche                         (poemas)

         Isla sonora                                             (poemas)

         Sexo. La energía básica                         (ensayo)

         El sermón de la montaña                       (espiritualismo)

         Integración y evolución                           (didáctico)

         33 meditaciones en Cristo                      (mística)

         Rumbo a la Eternidad                            (esotérico)

         La búsqueda del Ser                              (esotérico)

         El cuerpo de Luz                                    (esotérico)

         Los arcanos menores del Tarot              (cartomancia)

         Eva. Desnudo de un mito                       (ensayo)

         Tres estudios de mujer                           (psicológico)

         Misterios revelados de la Kábala            (mística)

         Los 32 Caminos del Árbol de la Vida      (mística)

         Reflexiones. La vida y los sueños           (ensayo)

         Enseñanzas de un Maestro ignorado     (ensayo)

         Proceso a la espiritualidad                      (ensayo)

         Manual del discípulo                              (didáctico)

         Seducción y otros ensayos                     (ensayos)

         Experiencias de amor                             (místico)

         Las estaciones del amor                         (filosófico)

         Sobre la vida y la muerte                        (filosófico)

Próxima publicación:

         Una mirada al siglo XXI

         1000 aforismos

Para consultas o pedidos, dirigirse a:

         Salvador Navarro Zamorano

         Madre de Dios de la Nieve nº 8

BUNYOLA  (Mallorca).

         Teléfono y Fax: 971: 61 33 92

         E-mail: snz2111@yahoo.es

              Página web: Salvador Navarro Zamorano

                                         A V I S O     U R G E N T E

El Curso “El discípulo y el Camino” programado en principio para los días 8 y 9 de Septiembre, ha sido suspendido por causas no imputables a nuestra voluntad.

La nueva fecha será los días 4 y 5 de Noviembre, partiendo del Centro de Talasoterapia, de la calle Padre Cuento nº 22, en Las Palmas de Gran Canaria, a las 16 horas, para descansar la misma noche en el Hotel Rural, siendo el regreso a las 18 horas del domingo, día 5.

Para cualquier información, llamar a los teléfonos:

928 – 27 11 70 y preguntar por Niuska o Yenni.

971 – 61 33 92 y preguntar por Salvador Navarro.

 

 

 

LIBROS ON LINE

Salvador Navarro Zamorano

Integración y Evolución

Enseñanza de Jesús de Nazareth y Grandes Religiones

Aforismos

Reflexiones

Segundo Nacimiento

Kábala

 

Enlaces de Interés

Revista Alcorac

Fuego Cósmico

Entrevista con las hadas

Diccionario Esotérico

El Unicornio

CAMINAMOS

Místicos

 

 

  PAGINA PRINCIPAL