HOMBRES Y DIOSES
EGIPTO
AUTOR
SALVADOR NAVARRO ZAMORANO
DISEÑO
PORTADA
ISABEL NAVARRO REYNÉS
Reg.
Prop. Int. : Z-48-10
PREFACIO
FRACTALES son formas geométricas que se
caracterizan por repetir un determinado patrón con ligeras y constantes variaciones.
Las diferentes partes de un fractal se muestran similares en forma como
un todo.
El hombre en su evolución
histórica, ha presentado tres maneras de concebir los hechos, lo cual ha motivado
la división que de
Estos períodos, más que
tales, son fases que la inteligencia humana ha presentado en la manera de
concebir los hechos, pues no se han presentado sucesivamente de una forma
regular en la serie de los tiempos. Cada civilización antigua empezó por un
período teológico y acabó por uno metafísico.
En Grecia y en Egipto
esta última fase adquirió tanta importancia que empezó a iniciarse el preludio
de un período positivo. Éste, sólo es obra y orgullo de la civilización occidental
presente, única que lo ha alcanzado.
En cada período teológico
tomaba cuerpo en la mente humana las fuerzas de
Todas las teologías han
considerado al Bien y al Mal como producto de uno o más seres sobrenaturales
y a la muerte como el resultado de una voluntad divina. En cada período metafísico,
período meramente de transición,
que se compenetra al teológico respectivo,
se duda, se razona, se discute, y las personificaciones pierden su cuerpo,
pasando a la categoría de entidades inmateriales, especie de fantasmas impalpables;
pero los razonamientos se basan aún en los de la teología.
Por fin, en el tercer
período, en el período positivo, o
como lo llaman los filósofos modernos alemanes, en
Y decimos que la verdadera
filosofía ha nacido del estudio comparativo de las Ciencias, porque no se
puede filosofar con provecho sino sobre lo que se sabe, sobre lo que se conoce.
Filosofar sobre lo desconocido o lo incognoscible, es una masturbación intelectual,
que sólo puede dar por resultado vaciedades ontológicas. La especie humana
fue progresando, sólo en razón directa de la determinación de las leyes de
En los períodos teológicos en que las acciones y reacciones
que en el Universo se suceden, eran adoradas como manifestaciones de un ser
o de varios seres divinos, el hombre no podía dominarlas. A veces, ni tan
sólo su investigación le era permitida. Las teocracias se lo prohibían. Estudiar
las acciones fatales era atacar la voluntad divina y, por tanto, un sacrilegio.
Después del período de duda, de la lucha y de raciocinios hecho bajo el pie
forzado de lo absoluto, vista la falta de éxito de las tentativas de especulación
pura, se entra a estudiar todo lo que del Universo cae bajo nuestros sentidos,
prescindiendo de cualquier prejuicio, y el éxito corona de tal modo las tentativas
de la investigación y el cálculo, que parece que el hombre va a dominar
A partir de aquí, en vez
de buscar la mente humana una serie de seres hipotéticos, superiores y externos,
escondido detrás de los fenómenos de los que les supuso un día causa, observa
y experimenta la serie de organizaciones que van desde el mineral hasta el
hombre, y las relaciones con la escala de acciones que, paralelamente a la
disposición en ellos se manifiestan, desde la simple acción molecular a la
voluntad consciente del sabio. Ya no confunde el movimiento bruto del mineral
con la simple contracción de los organismos sencillos, la acción del sistema
nervioso inconsciente de otros más complicados y la voluntad de los seres
más perfectos. Lo que un día creyó efecto de voluntades sobrenaturales, hoy
lo ve como simples movimientos, acciones físicas que está en su mano modificar.
La ciencia le ha demostrado que la
voluntad es inherente, sólo a un cierto grado de perfección del sistema nervioso,
y rechazada la superstición del ánimo, se ha atrevido con lo que creyó invencible.
Eliminando lo absoluto de todas las especulaciones humanas, persiguiendo al
hombre integral, han sido abandonadas las cuestiones de origen y de fin. El
Infinito,
OBRAS
PUBLICADAS
Entre el silencio y los sueños |
(poemas) |
Cuando aún es la noche |
(poemas) |
Isla sonora |
(poemas) |
Sexo. La energía básica |
(ensayo) |
El sermón de la montaña |
(espiritualismo) |
Integración y evolución |
(didáctico) |
33 meditaciones en Cristo |
(mística) |
Rumbo a |
(esotérico) |
La búsqueda del Ser |
(esotérico) |
El cuerpo de Luz |
(esotérico) |
Los arcanos menores del Tarot |
(cartomancia) |
Eva. Desnudo de un mito |
(ensayo) |
Tres estudios de mujer |
(psicológico) |
Misterios revelados de |
(mística) |
Los 32 Caminos del Árbol de la Vida |
(mística) |
Reflexiones. La vida y los sueños |
(ensayo) |
Enseñanzas de un Maestro ignorado |
(ensayo) |
Proceso a la espiritualidad |
(ensayo) |
Manual del discípulo |
(didáctico) |
Seducción y otros ensayos |
(ensayos) |
Experiencias de amor |
(místico) |
Las estaciones del amor |
(filosófico) |
Sobre la vida y la muerte |
(filosófico) |
Prosas últimas |
(pensamientos en prosa) |
Aforismos místicos y literarios |
(aforismos) |
Lecciones de una Escuela de Misterios |
(didáctico) |
Monólogo de un hombre-dios |
(ensayo) |
Cuentos de almas y amor |
(Cuentos) Isabel Navarro /Quintín |
Desechos Humanos |
(Narración) Rubén Ávila/Isabel Navarro |
Nueva Narrativa |
(Narraciones y poesía)Isabel Navarro/Quintín |
Ensayo para una sola voz |
(Ensayo) |
En el principio fue la Magia |
(ensayo) |
La puerta de los dioses |
(ensayo) |
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Cuentos, Poesía Toni Coll/Isabel Navarro Reynés |
El camino del Mago |
Ensayo Salvador & Quintín |
Crónicas |
Ensayo Salvador & Quintín |
El
Manual del maestro |
Ensayo |
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