ALCORAC  
  Salvador Navarro  

 

     

Dirigida a las Escuelas de:

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                                         Circular nº  2, año VI

                                         Llubí, 1º  de Febrero  del 2.000

      Hay dos maneras de vivir: la una es la correcta y la otra errada. La verdadera, es la del dar, repartir, amar. La equivocada, es rechazar, explotar, acumular. El amor y el dinero, son los símbolos de esos dos caminos.

      El amor es el camino verdadero; el dinero es la senda ancha, perversa. Todos están viviendo o quieren vivir en la vía errada. ¿ Por qué ? ¿ Cuál es la dinámica de esto ? ¿ Por qué todos se equivocan ? ¿ Dónde están las reglas ? Tenemos que penetrar profundamente en este comentario, y así poder comprender la historia que lo adorna. Si no puedes comprenderla, será para tí imposible andar en los caminos del amor y vagarás por el de los intereses financieros, y esos dos caminos nunca se encuentran. ¡ No pueden !

      Algunas veces intentarás comprender a Jesús, pero siempre en términos de intereses de alguna clase. Nos asombra las personas que renuncian al dinero y a una posición privilegiada, pero si ellas fuesen hijos de mendigos, seguramente no lo veríamos con admiración. Cuando alguien renuncia al poder, se hace importante a nuestros ojos. La importancia está en el dinero renunciado, no en la persona que lo hace.

      Incluso cuando nos aproximamos a Jesús, lo hacemos a través del dinero. ¡Que absurdo! Un hombre que camina por dinero, no puede comprender a un hombre en la senda del amor. El encuentro es imposible. Puedes venerarlo por razones particulares, pero nunca podrás comprenderlo. Todo tu culto está basado en un equívoco. ¿ Cuál es el mecanismo ?

      Primero, procura entender por qué el amor se ha hecho imposible: por qué tú no puedes amar; esa es la raíz. Si pudieras amar, entonces el dinero nunca sería el apego, ni puede serlo. ¿ Por qué no puedes amar ? Desde el propio inicio, algo entra en la mente del niño que le impide amar. Uno de los motivos, es que el amor es un fenómeno espontáneo. No puedes manipularlo y, si lo haces, lo perderás. Este es el problema con las cosas espontáneas. Son bellas, las más hermosas, pero no puedes manipularlas. De lo contrario, se volverán artificiales.

      Cuando nace un niño, comienzas a manipular su amor: “ Soy tu padre, debes amarme “. Como si el amor fuese un silogismo lógico. “ Soy tu padre o tu madre, por tanto me debes amar “. “ Soy tu hermano y tienes que quererme “.

      Pero el amor no conoce la palabra “debes”. Nunca esperamos que el amor se manifieste en el niño. Comenzamos a manipularlo, como si temiésemos que, dejando se entregue a su propia espontaneidad, no nos pudiera amar; el niño podrá amar a sus padres, y ellos no pueden depender de esto: tal vez sí, tal vez no.

      Entonces, antes de que la espontaneidad ocurra, comenzamos a forzar al niño. Y él tiene que aceptarlo, porque está indefenso. De este modo comienza a vender su amor. Nace la política: sonríe, cuando en el fondo está enfadado; demuestra un amor cuando en verdad, está interiormente rechazando a sus padres. Es por eso que toda la sociedad fuerza a los niños a respetar a sus progenitores. Toda cultura sabe que un hijo acaba siempre sintiendo un movimiento de rechazo y agresividad contra sus padres, y lo llama “lucha generacional”. Entonces crea lo opuesto: “Honra a tus padres”. Tenemos tanto miedo, que creamos lo opuesto como una protección.

      ¿ Por qué ese rechazo generacional ? Hay un círculo vicioso: en primer lugar, el conflicto siempre es necesario, forma parte natural del crecimiento. El niño tiene que luchar con sus padres para poder madurar. La lucha comienza psicológicamente desde el parto. El niño desea nacer, y la madre quiere conservarlo. Esa es la causa del primer dolor.

      Actualmente, los fisiólogos dicen que el dolor del parto viene a causa de este conflicto. La criatura quiere salir y la madre quiere mantenerlo dentro. De otro modo. habría menos dolor, como entre los animales y las sociedades primitivas. Cuanto mayor es la civilización, más fuerte es el ego.

      Hay un miedo inconsciente a que la criatura nos deje. Y esto será durante la vida de ambos: la sensación de estar dejando a la madre y el vacío que el hijo deja al marchar. Cuando la madre comprende el problema, el dolor tiende a disminuir y la madre ayuda al hijo a partir, a marchar.

      Si ayudas a un niño a salir, jamás podrá odiarte. Este es el problema. Es por tener miedo del odio que acabas creando el polo opuesto. Forzamos al niño para que nos ame, y como está indefenso, se rinde contrariado, cede de mala voluntad. En el fondo, el rechazo permanece; el amor es apenas una máscara, una fachada. El niño nace y entonces, cada día, se aparta más de la familia. Tiene que ser así, caso contrario nunca será independiente, nunca será él mismo. Pero los padres no se lo permiten: “ No salgas de estos límites “. “ No salgas de casa “. “ No juegues con esos niños “. “ No te apartes de nosotros cuando vayamos de paseo “.

      Los padres crean cada vez más límites. Y cuanto más se limita, más muere la libertad, más sufre el niño, y nace el enfrentamiento. ¿ Qué hacer con ese problema ? Los padres crean lo opuesto. Y cuando esto se hace, el camino comienza a torcerse.

      El rechazo tiene que ser comprendido. No hay que crear nada opuesto. Hemos de saber que esto forma parte de un proceso de madurez. El niño tiene que distanciarse y hemos de permitir cada vez más libertad. Claro que, los padres han de estar muy alerta, para que la criatura no se haga daño.

      La libertad no ha de ser un caos, y esto es muy delicado. Pero si cortamos cualquier libertad, teniendo el temor de que el niño pueda herirse, estaremos creando una mente con odio. Incluso, el niño puede asociar a cualquier mujer con su madre, y sentir la repulsa a una relación. La mujer podría crearle un clima de tensión. Será atraído y, al tiempo, rechazado. Podrá amar, pero ese amor sería superficial, porque si no puedes amar profundamente a tu madre, ¿ cómo podrías amar a cualquier otra mujer ?  ¡Imposible !

      Detrás de todo amor hay una sutil corriente de odio. El amor se divide, lo opuesto se esconde detrás, y entonces hay algo  venenoso. El niño, ya hombre, se aparta cada vez más, y un día se enamora de otra mujer. Esta es la ruptura final. En realidad, ese día el niño nace. El parto termina en ese momento. El paso final llega, cuando el niño se enamora de otra mujer; este es el punto de ruptura.

      En ese instante deja a su madre completamente. Otra mujer ha entrado en su vida. Es por eso que muchas madres tienen malas relaciones con sus nueras. Esta es la razón de tantas historias sobre suegras. La otra mujer es considerada como enemiga, la que se llevó al niño, a su hijo, para siempre.

      Hay un dicho de Jesús, un tanto misterioso; es imposible reconciliarlo con la mente del Maestro, porque son palabras peligrosas: “ A menos que odies a tu padre y a tu madre, no podrás seguirme “. Un hombre como Jesús, que dice que el amor es el camino que nos lleva hasta Dios, que eleva el amor al punto más alto y lo hace equivalente a la meditación, está diciendo: “ A menos que odies a tu padre y a tu madre, no podrás venir a mí “. Pero él está en lo cierto, porque a menos que Jesús se transforme en tu padre y tu madre, no podrás verlo como un Maestro. A menos que dejes tu pasado, tus asociaciones y relaciones con el pasado . . . . completamente, totalmente, ¿ cómo venir a un Maestro como Jesús ?

      Si estás comprometido con tu pasado, el presente será una carga y el futuro una oscuridad. Tienes que estar desligado de tu vida anterior, completamente desconectado. Solamente así tu presente podrá brillar, y tu futuro no será una progresión mecánica desde el principio de tu vida.

      Jesús no se equivoca: a menos que odies a tus padres, no podrás venir a un Maestro. Es por eso que cada vez que una persona va a un Maestro o decide seguir una vida religiosa, apartado de todos, los padres quedan perturbados. No se preocupan si te vas a un bar a tomar alcohol, si fumas, o si llegas tarde por la noche, sin dar explicaciones de dónde has estado.

      Pero si vas a un Jesús, quedan preocupados. Algo en el inconsciente, dice: “Esta es la última ruptura. Nos olvidará completamente”. Cuando el hijo se va con otra mujer, los padres piensan que la relación seguirá de otra manera. Pero con un Maestro, la relación interna estaría rota. No existe otra posibilidad, porque Jesús te pide la total entrega. Ninguna mujer ni marido, requiere tal cosa, pero un Maestro exige una total rendición, sin ninguna excusa.

      El hijo tiene que apartarse para poder iluminarse y entonces, la ruptura es total, absoluta; se desconecta completamente del pasado.

      Hay otra expresión que también es misteriosa. Parece, incluso violenta, viniendo de Jesús. Estaba hablando a una multitud, y alguien le dijo: “ Tu madre y tus hermanos te esperan fuera. La gente es tanta que no han podido entrar. Quieren verte “.

      Jesús respondió: “ ¿Quién es mi madre y mis hermanos ? Aquellos que me escuchan “. Jesús parece muy severo. Él no puede ser rudo, pero la verdad lo es. Jesús no puede mentir, pero está en lo cierto. “Nadie es mi madre “.

      Una vez ocurrió lo siguiente: Jesús era un niño de doce años, y sus padres fueron al templo para el festival anual. El muchacho se perdió entre la multitud; entonces su padres lo buscaron y lo encontraron muchas horas después. Jesús discutía con unos intelectuales, conversando sobre el Padre. Entonces, el padre le dice: “ Jesús, ¿ qué estás haciendo aquí ? Hemos estado todo el día preocupados por tí “.

      Jesús le dijo: “ No te preocupes. Estoy en las cosas de mi Padre “.

      Exactamente como el niño debe dejar el cuerpo de la madre, porque caso contrario moriría en el útero, también mentalmente un día tendrá que salir del útero de su hogar. No sólo físicamente, sino mental y espiritualmente también. Y cuando el niño nace espiritualmente, se separa completamente del pasado, rompiendo totalmente. Entonces, por primera vez, se torna un YO, una realidad independiente, sustentada por sus propios pies. Ahora ES. Antes de eso, formaba parte de una familia, pero nunca era él mismo.

      Desde el comienzo, los padres intentan no darte mucha libertad. Y el amor nace en la libertad, porque es un fenómeno espontáneo. Si hicieras algo para provocarlo, destruirías toda posibilidad. Cuando dices: “ Tú eres el mejor padre del mundo “, estás haciendo política, parte de un juego de engaños.

      Ahora, las fuentes ya están envenenadas. Desde su origen, el niño no es consciente de que el amor es una espontaneidad. Tiene que estar libre, para que el amor llegue. No puede hacerlo. Es un acontecimiento.

      Observa que, toda vez que te apasionas por alguien, te divides en dos partes: Una queda manipulando, el hombre intentando seducir a la mujer y la mujer al hombre. Y, una vez que el amor se transforma en un vínculo, la falsedad va desapareciendo. La persona real, sale a la superficie, y comienza el conflicto. El amor desaparece, pues en realidad nunca existió. Si no, ¿ cómo podría desaparecer ?

      El amor es eterno. La tierra puede desaparecer, las estrellas pueden apagarse, pero no el amor. El amor es el más divino y eterno fenómeno que existe. ¿Cómo puede desaparecer tan pronto? La luna de miel no está acabada y el amor ha desaparecido. Lo que ocurre es que ambos se intentaban engañar entre sí y a sí mismo. Si mientes durante mucho tiempo, ello se convierte en una carga pesada imposible de soportar. No se puede ser un actor durante veinticuatro horas diarias. Por algunos minutos se puede ser romántico, artificial, como un juego, pero ¿todo el día?. Esto crearía mucha tensión y ansiedad. Y cuando te sientes preso, encuentras que las culpas son del otro. Entonces te vengas, reaccionas. El silencio se vuelve precioso, porque mientras más callado, mejor. Ocurre porque desde el principio la verdad no estaba presente.

      Si cargas un fardo, más tarde o temprano te preguntarás para qué sirve. Si tu amor es un medio para conseguir algo más y no un fin en sí mismo, puede ser un juego pero no se transformará nunca en una existencia significativa.

      El amor sólo puede ser espontáneo. No hay otra manera, no te puedes entrenar para el amor. Es necesario esperar que llegue. La libertad ha de ser permitida para que, algún día, el amor pueda nacer.

      Es por eso que he dicho muchas veces que ser padre o madre es una de las cosas más difíciles del mundo. Cualquier mujer fértil pueda dar a luz una criatura, pero pocas están calificadas para ser madres. Son raras, porque ser madre significa dar libertad y amor al niño, de tal modo que el amor espontáneo surja.

      El niño debe amar a la madre, pero no puede ser forzado. El amor no es un acto mecánico. Si llega, será maravilloso para la madre, de otro modo ella esperará que esto ocurra con alguna otra mujer, pero no se puede forzar, pues en tal caso el niño aprenderá el truco, y continuará usándolo siempre, con cualquier hombre o mujer.

      Cuando el amor es artificial, el dinero se vuelve importante. Esto tiene que ser comprendido. ¿ Por qué es importante el dinero si el amor es artificial ? Porque el amor te da una seguridad interna. Cuando una persona ama, se siente absolutamente segura, no necesita desconfiar más. El amor es suficiente en sí mismo. Cuando estás amando eres rico. Nada se compara a la riqueza del amor. Puedes no tener nada, pero te parece que lo tienes todo. Un simple momento de amor llena toda tu vida. Cuando amas no temes a la muerte, porque ya la conoces: la muerte por amor. Ella es tan maravillosa, tan melodiosa, tan bendita, que puedes hasta aceptar la muerte real, la muerte del cuerpo.

      La muerte es una fusión. Si conoces el amor, no existe miedo a la muerte. Pero, si no lo conoces, el miedo será el centro de tu vida. ¿Cómo protegerse? Construyes palacios, abres cuentas en los Bancos; estas son las protecciones contra la muerte. Y, cuando se teme a la muerte, se teme a la vida, porque la vida es siempre peligrosa.

      Para vivir, tienes que andar por caminos desconocidos. Hay peligro: en cada esquina, la muerte puede estar esperando. Un hombre que teme la muerte se encoge gradualmente y queda con miedo a la vida también. No vuela en avión, ni en tren, porque hay accidentes. No tiene muchos amigos, pues ¿quién sabe? . . . . No se puede enamorar de nadie, pues ¿quién garantiza que no lo engañarán? No cree en nada. Si el amor no llega, no hay confianza.

      Si el amor no llega a ti, no podrás alcanzar ningún tipo de enseñanza de un Maestro. Aunque venga Jesús a tu ciudad, no lo encontrarás. Una persona así es peligrosa, y podría desviarte de tu camino. Puede perturbar tu rutina, donde estás acumulando cosas y dinero: crece tu fábrica, tu cuenta bancaria. ¿Para qué molestarse por un elemento extraño? Vives en tu prisión, bien alojado, seguro.

      La vida necesita de expansión. El miedo no lo permite. Entonces, la seguridad lo es todo. No morir pronto pasa a ser todo el arte de la vida. Y yo te digo, que todo el arte de la vida está en saber morir alegremente, porque si estás preparado para morir, también lo estarás para vivir, para amar, para encontrar a Dios. No hay otro camino.

      ¿Qué quiero decir con esto? Tú no debes existir, tienes que disolverte, perderte. ¿Qué significa la seguridad? Lo que quiera que llegue, lo has de calcular y manipular. Es por eso que el dinero tiene tanto significado: te ayuda a no vivir.

      Un hombre rico no necesita vivir, tiene recursos para esto. El pobre tiene que vivir, andar por las calles, moverse en el peligro, no puede permitirse no vivir. El rico, poco a poco, queda encarcelado por su propia riqueza, aislado. Vive solo, no puede permitirse ni una mujer con la que compartir su dinero.

      Donde hay miedo nadie puede ser tu amigo. Tienes que protegerte de tus presuntos enemigos. Un rico se protege más; por eso hay tanto énfasis en el dinero. ¿Por qué tanta neurosis?

      ¿Por qué el dinero es tan importante? Es tu protección contra el amor, contra la vida, contra la muerte, contra Dios. Por eso todos los Maestros renunciaron a su posesión. La renuncia fue para demostrar que todo ese juego está contra la vida, el amor, Dios. Ellos simplemente renunciaron. No por causa del dinero, sino porque comprendieron que a través de esa protección se estaban matando, que eso era veneno.

      Una vida nueva comienza cuando se comprende que el dinero es neurosis. La seguridad, el ansia de seguridad y salvación, demuestra que ya estás muerto, que la vida te ha dejado. Esfuerzos continuos para la seguridad significa que aún no has sido capaz de amar; si no, el amor te hubiera dado seguridad suficiente. Un momento de amor es una eternidad. El miedo de la muerte no existe, porque un amante puede morir amorosamente. Conoció la vida. Si el amor llega por un momento, ha conocido la gloria, la bendición, la alegría. Puede dar gracias a Dios por ese único momento que le fue dado y que no merecía.

      ¿Quién puede merecerlo? Nadie. ¿Has pensado en el hecho de que estás vivo? ¿Y tú, mereces eso? ¿Cómo lo has conseguido? Has visto flores, árboles, pájaros volando, el Sol naciendo por las mañanas, las noches con sus estrellas. ¿Cómo has conseguido merecer el estar vivo? Es simplemente por la gracia. No has hecho nada para merecerlo. Es una gracia de Dios.

      Pero, cuando alguien conoce un momento de amor, toda esta vida no es nada. Entonces, todos los pájaros que has visto, las canciones que escuchastes, toda la música del mundo, no es nada. Todo ese verdor de los árboles no es nada. No hay música en las estrellas, el Sol no es radiante. Cuando conoces un momento de amor, todo el mundo se vuelve opaco, sombrío. Nada es real, todo son reflejos.

      Si por un único instante conoces el amor, estarás agradecido por toda la eternidad, dando cantos de gratitud al Divino. Entonces no habrá muerte, porque el amor no conoce la muerte; conoce sólo la vida. Tú conoces la muerte. El amor no lo has tenido en cuenta; de alguna manera no has penetrado en él, no has hecho caso de él, y entonces el dinero ha tomado significado. El dinero es el símbolo de un hombre muerto, es el amor de un muerto.

      Mira para un avaro. Cuando cuenta sus monedas, eso no es sólo dinero. Nunca un amante mira tan amorosamente a una amada, como él mira sus billetes. Se transforma completamente. Generalmente, nunca se casan. La mayoría de las personas que viven solitarias, son avaras. Tienen miedo de entregarse a otra persona, de hacer favores, de dar limosnas, de quedar pobres. Son personas sin fragancia. Son racionalmente mezquinos. Viven por la razón, nunca a través del corazón, porque eso es peligroso.

      La razón toma las cosas y el corazón siempre quiere darlas. El avaro, poco a poco mata su corazón, y vive en su cabeza. No tiene sentimientos porque eso no es bueno ni productivo. No permite ninguna sensibilidad en su ser. Si alguien le pide dinero piensa: “No creo en limosnas, es malo para la economía, no es bueno para la cultura. Esta persona me parece completamente saludable. ¡Que trabaje!” Pero sabe que son razones superficiales. En el fondo no quiere dar, esa es la base. Pero no acepta el hecho de que no le gusta.

      Vivimos en las razones, en las palabras, en los raciocinios y escondemos el acto básico: que estamos matando nuestros sentimientos. Si estás en el camino del dinero, y casi todos estamos más o menos en él, mira el fenómeno completo: te estás matando.

      Si aceptas el flujo y reflujo de la vida, el nacimiento y la muerte, no necesitarás crear ninguna ansiedad. Podrás amar. Cuando estés muriendo, ama. Permite que el amor llegue a tu vida. No intentes estar seguro, no temas la muerte: ella vendrá. Da a la vida una ocasión para florecer. Si ella brota y nacen flores, la muerte será la culminación, no el fin.

      En el momento de morir, un hombre que ha vivido a través del amor, sentirá en la muerte un maravilloso éxtasis. Morirá con una canción en su corazón, palpitando en todo su cuerpo. Irá a encontrarse con el Divino Padre. Aprendió cómo amar y cómo dar. Entonces, en el momento de la muerte, también podrá dar.

      Dará todo su ser de vuelta a la naturaleza: el cuerpo a la tierra, el aire para el viento, el fuego para el calor, el cielo para el cielo. Volverá a la fuente. No se atará a la materia. Si te prendes en el momento de morir, todo será horrible. No te podrás soltar. Si te estás agarrando, apegando a las cosas materiales, siempre con miedo, nunca permitiendo el amor, entonces en el momento de la muerte perderás el punto más elevado que es posible. Estos son los dos caminos: uno es real, verdad; el otro es un espejismo, un error.

      Ahora, te contaré una historia. Serás capaz de comprenderla si la lees con el corazón.

      Un Maestro necesitaba hacer unas ampliaciones, pues la escuela donde enseñaba había quedado pequeña.

      Un comerciante decidió donar quinientas monedas de oro para la construcción de una nueva planta.

      Llevó el dinero al Maestro y éste le dijo: “Está bien, lo acepto”.

      El comerciante entregó la bolsa de oro, pero quedó molesto con la actitud del instructor, pues había dado una alta cantidad de dinero y el Instructor no parecía siquiera agradecerlo.

      “En esta bolsa hay quinientas piezas de oro”, insinuó el comerciante.

      “Ya lo has dicho antes”, dijo el Maestro.

      “Hasta para mí, que soy un rico comerciante, quinientas monedas de oro es mucho dinero”, respondió el donador.

      “¿Quieres que te lo agradezca por eso?”, dijo el instructor.

      “Debería”, respondió el hombre.

      “¿Por qué debería?”, contestó el Maestro. “Quien da es el que debe quedar agradecido”.

      ¿Por qué da dinero al Maestro este negociante, un avaro evidentemente?. Parece contradictorio. Si es un hombre de dinero, no debería darlo. Pero la razón es que ese dar forma parte del miedo, para crear seguridad en el otro mundo.

      Debía ser un hombre viejo. Las personas de dinero son siempre viejas, nunca jóvenes, porque la muerte está siempre cerca y ellas tiemblan. Debía estar sintiendo que su fallecimiento estaba cercano; entonces, resolvió hacer unos arreglos para el otro mundo. Debía tener mucho dinero y dar quinientas monedas formaba parte de otro negocio, el de su salvación. Pensaba: “Daré al Maestro. Las personas dicen que es un Iluminado. Él cuidará del otro mundo; podrá darme un certificado. Las personas dicen que está en buenas relaciones con Dios. De algún modo me ayudará”.

      Esto es tantear en la oscuridad. Un hombre que perdió la vida y está pensando en la venidera. Recuerda: solamente las personas que han perdido la vida piensan así. Y si pierdes esta vida, la otra también será perdida, puesto que tú no cambias. Aunque sea forzando la puerta del paraiso, harás de él un infierno, porque llevarás contigo tus viejas costumbres, el mecanismo de tu mente, tu trabajo, tu pasado. Harás tu propio infierno.

      ¿Tú, puedes estar en el paraiso ? No veo cómo. Donde quiera que vayas arrastras contigo tu infierno. Él es parte de ti. Es por eso que aquellos que saben, dicen que el infierno y el paraiso no están fuera, sino que son cualidades de tu ser. En esta tierra han habido personas que han vivido en el paraíso, y otras en el infierno. Recuérdalo bien, donde quiera que vayas, improvisarás, establecerás tu propio infierno. No podrás hacer nada nuevo. La mente es vieja, se mueve en círculo, según un patrón.

      Este hombre, como otros muchos, piensan que con el dinero compra la vida, y también imagina que pueden comprar a Dios. Piensan que con el dinero compra el amor. Piensan que pueden comprar el paraiso. Son mentes focalizadas en la neurosis del dinero. Todo lo que hacen es siempre con dinero.

      Por eso, el Maestro se comportó de esa manera. Dijo: “ Yo acepto “, como si no fuese nada. Este es el significado: como si quinientas piezas de oro no tuviera importancia. Como si estuviese recibiendo un fardo. Recuerda siempre que si das dinero a un Maestro, este será el tratamiento. Es fácil entender esta historia. Pero es difícil si eres tú quien recibe este trato. Es fácil entender una historia cuando no se forma parte de ella.

      Mira para esa mente neurótica por el dinero. ¿Qué está diciendo? “Mira la bolsa de oro que te estoy dando: un hombre podría vivir un año con unas pocas monedas”. Piensa que la vida viene del dinero. Él puede ser necesario, pero nadie puede vivir a través de él. Es necesario, pero no suficiente. Si hubiera dinero y nada más, cuanto más pronto mueras mejor sería.

      Cuentan que Jesús dijo: “No sólo de pan vive el hombre”. Él sabe que el pan es necesario. Nadie puede vivir sin comer. Pero hay una dimensión más alta de vida donde nadie puede vivir sólo de pan. Si nada más hubiera pan, habría que suicidarse.

      Pero el hombre que vive por el dinero piensa: “Se puede vivir todo un año con pocas piezas de oro, y aquí he dado quinientas. Con ellas un hombre puede vivir para siempre. La vida eterna es posible a través de quinientas monedas de oro. ¿Qué tipo de Maestro es este?  Ni siquiera me lo agradece”.

      Cuando das algo con alguna condición, quedas siempre insatisfecho, si ella no es tomada en cuenta.

      Cuando se da sin condiciones, se siente un íntimo contentamiento, no hay razón para estar insatisfecho. Cuando das y te alegras por hacerlo, cuando tu dar es un fin en sí mismo  . . . . este hombre tendría que estar alegre porque el Maestro aceptó su dádiva, y esto habría sido suficiente. Pero no fue posible, pues no era un fin en sí mismo, sino un medio. Quería el agradecimiento del Maestro.

      Si este hombre se encontrase con Dios, le daría dinero y esperaría recibir las gracias. ¿Qué puedes dar a Dios que te lo ha dado todo? Y un Maestro no es más que un representante de Dios, tiene la misma cualidad. ¿Qué puedes darle? Todo lo tienes a través de él. A lo sumo, estás devolviendo. Debería estar agradecido por haber sido aceptada su donación.

      Pero un hombre enamorado del dinero no puede comprender eso. Quiere que el Maestro le esté agradecido por haberle dado el oro. ¡Era tanto! No conoce nada de Dios. Conoce sólo la relatividad. Su mente es así.

      Le mente es relativa. ¡Una bolsa con quinientas piezas de oro! Estaba dando su propia vida. El corazón estaba en la bolsa del dinero. Había vendido y estafado su vida por ese oro y, ahora, ni siquiera las gracias fueron dadas. Era demasiado. El Maestro no estaba actuando correctamente y él se encontraba insatisfecho.

      Si piensas con respecto a cualquier Maestro siempre llegarás a la conclusión de que él no actúa correctamente. Recuerda esto: si piensas, y lo repito, llegarás a la conclusión de que él no hace lo que debiera. Si ves, sin pensar, entonces sabrás que él actúa correctamente.

      Él pensó, calculó. Estaba claro: eran quinientas monedas de oro, toda su vida estaba en aquella bolsa. Y ese hombre decía: “Está bien, acepto”.

      Y pensó que, tal vez, no había comprendido. Quizá estaba en meditación o algo así. ¿Cómo puede ser posible recibir tanto dinero y decir que estaba bien? Y al repetir su afirmación del contenido de la bolsa, escuchó que era innecesario volverlo a recordar, porque ya lo había oído antes.

      Esto fue peor aun, ningún agradecimiento venía de este hombre, hasta parecía que se molestaba, al decirle que no era preciso repetirlo de nuevo.

      Este es problema de la mente. Era mucho dinero, hasta para él, un rico comerciante. Para ti, entonces, que eres pobre, debe ser equivalente al mundo entero. Hasta para mí es mucho dinero y el Maestro lo trata como si no fuera nada. Parece un insulto.

      Un hombre que tiene la vida centrada en el dinero, no comprende a un hombre de amor. El hombre amoroso siempre le parece un mendigo, un loco, alguien que vive en otro mundo, porque no lo comprende. Actúa de una manera desatinada. Por más que veneres a Jesús, si algún día lo encontrases en cualquier lugar, te parecería que está loco. Y, aunque no lo dijeses, pues sería un poco fuerte, pensarías que estaba desperdiciando su vida predicando desde una barca. Pensarás que podría ganar mucho dinero escribiendo libros o hablando en cualquier televisión de ámbito planetario.

      La mente vive y piensa a través de sus propias ideas. No puedes colocarla a un lado y mirar.

      ¿Quiere que yo le agradezca por esto ? pregunta el Maestro. Porque los Maestros no acostumbran responder a lo que le preguntan. Reponden a lo que tú quieres decir con tu pregunta. Nunca contestan literalmente, porque las preguntas son irrelevantes. Hablan sobre lo que está oculto detrás de la interrogación, lo que estás insinuando.

      Tú no estás interesado en probar que el oro es significativo, ni que quinientas piezas es una gran suma: estas son racionalizaciones. Estás insinuando algo más. El maestro lo percibió inmediatamente y dijo: “¿Quiere que yo le de las gracias por esto?”. Acertó de lleno.

      “Debería”, dijo el comerciante. No respondió: “yo esperaba” o “me gustaría”, pero sí: “debería”.

      Ese hombre no era un donador, nunca lo fue. Cuando daba, no estaba siendo generoso. Estaba negociando. Hizo una cosa para él muy grande, y ahora tenía que estarle agradecido. Era el deber del Maestro.

      “Quien da es el que debe quedar agradecido”, dijo el Maestro.

      Esto es algo imposible para una mente que no entiende, orientada por el dinero: quien da es quien debe estar agradecido. Esto es lo más grande en el camino del amor.

      Aquellos que aman saben que dar es maravilloso, que trae felicidad; saben que cuando más das más tienes, que cuanto más amor das, más amor tienes dentro de ti, que cuanto más repartes, más creces: es una fuente eterna. Cuando descubres que cuanto más das más tienes, has aprendido la aritmética básica de la espiritualidad. Entonces nunca más buscarás seguridad, estarás siempre procurando a alguien a quien dar, alguien para compartir contigo, porque esto te rejuvenece: lo viejo se va y lo nuevo nace. La consecuencia es siempre esta.

      Tú eres como un pozo que se desmorona porque no has dado nada a nadie. Nunca has compartido tus aguas y ellas se contaminan y huelen mal. ¡Da! Deja que las personas vengan a beber en tí: entonces las fuentes frescas estarán siempre a tu disposición. En el momento que el agua vieja es removida, el agua fresca vendrá. Tu pozo se unirá al océano infinito, profundamente. Tu pozo es nada más que una puerta al mar. El donador, aquél que comparte, lo percibe, y se siente agradecido. Cuando alguien toma algo de ti, algo nuevo viene a tu ser, y se renueva. Cuanto más das, más joven te haces. Quien da permanece siempre joven. Quien no quiere dar es siempre viejo, muerto, estropeado.

      Un Maestro es necesario en el mundo y él también tiene que vivir en la tierra. Puede ser el medio de cambio en este mundo tan loco. La sociedad puede vivir sin dinero; durante millares de años fue así. Y, un día, volverá a vivir sin dinero nuevamente, porque es inútil, innecesario. A causa de la pobreza el mundo ha vivido hasta ahora usando el dinero. Donde hay dinero suficiente no hay necesidad de llevarlo. ¿Para qué? La Tierra no lo necesita. Los Maestros siempre supieron que el dinero es una invención del mercado, pero el Maestro tiene que vivir con todos nosotros. Un Iluminado tiene que vivir en este mundo contigo. Usar sus técnicas y sus trucos.

      Si estás preparado para vivir esta neurosis del dinero y el éxtasis del amor, entonces serás capaz de comprender que quien da tiene que estar agradecido.

      Quien da debe quedar con gratitud. Da y agradece. Si puedes seguir esta regla, lo viejo podrá caer y el agua fluirá. Toda la ilusión desaparecerá. Entonces podrás mirar al cielo y ver la luz real. Ella ha estado siempre ahí, pero tú estas preso en el reflejo.

      El amor es el cielo real, y el dinero es el reflejo.

                              EL NÚMERO 2

(Viene de la Circular de Enero del 2.000)

      El segundo de los tipos de vida del Génesis tiene el mismo carácter.

      “¿Podrán andar dos juntos, sin antes no se han puesto de acuerdo?” (Amós 3.3) .

      La solución está en Génesis 4, donde se da el segundo tipo de vida, que es doble, en las personas de Caín y Abel. El camino de Dios y el camino de Caín, las dos religiones que el mundo ha conocido. El lenguaje de la primera, es:

      NADA en mi mano te traigo.

      El lenguaje unánime de la segunda, es:

      ALGO en mi mano traigo.

      Los hombres se pelean acerca de qué debe ser ese “algo”. Se persiguen, queman y destruyen unos a otros, en el ardor de sus controversias acerca de ello.

      El primer camino es “fe” y el segundo es “obras”. El primero es “gracia”, el segundo es el “mérito” humano.

      Abraham y Lot; Isaac e Ismael; Jacob y Esaú, representan el esoterismo del número 2.

      Las dos vasijas del alfarero en Jeremías 28:1-4, donde la primera se le echó a perder; la segunda era “otra” vasija, tal como le placía al alfarero hacerla.

      El primer hombre corrompido y de la tierra. El “segundo” hombre”, el celestial. El primer Adán condenado a muerte, y el segundo Adán viviendo para siempre.

      Dice Jesús: “El testimonio de dos hombres es verdadero”. (Juan 8.17,18). Y está escrito en la Ley que “Por dicho de dos o tres testigos” se decidiría toda cuestión (Núm. 35:30. Deuteronomio 17:6; 19:15). Toda la ley pendía de dos “mandamientos” (Mateo 22:40). 

NOTAS :

      En este mes de Febrero, el día 20, se reanudan las clases de espiritualismo y meditaciones en Llubí (Mallorca), suspendidas desde el mes de Septiembre pasado.

      En Barcelona, continuarán el 12 de Febrero, las clases de Cábala, en la calle Fontanella nº 13-2º, un sábado de cada mes. El horario es: de 10 a 14 y 16 a 20 horas. Las clases de espiritualismo y meditación continúan de lunes a viernes, desde el día 7 de Febrero, en horas de 19 a 20,30.

      En Menorca, las clases suspendidas en Diciembre pasado, seguirán en el primer fin de semana del mes de Febrero próximo.

      IMPORTANTE

       Se está preparando para el mes de Abril, el material siguiente:

      Parábolas y episodios bíblicos. (Hay 10 cuadernos preparados).

      El espíritu evangélico.  ( Colección completa de 15 cuadernos).

      Prosas  (diario de pensamientos y reflexiones) (Hay 20 cuadernos hasta hoy).

      Hechos y Epístolas de los Apóstoles del Nuevo Testamento (disponible el Cuaderno nº 1).

      Este material se facilita en forma de cuadernillos numerados de 12 páginas cada uno, además de la portada y contraportada.

      Los interesados en la adquisición de estos Cuadernos, pueden hacerlo saber llamando a la dirección de Mallorca indicada al final de esta Circular. El precio por Cuaderno es de 100.- Pesetas, incluído los gastos de envío.

 

I N T E R E S A N T E

Si estás interesado en leer alguno de los libros, Circulares atrasadas o cualquiera de mis escritos, puedes hacerlo contactando con  las páginas web de Internet, siguientes:

Para consultas o pedidos, dirigirse a:

         Salvador Navarro Zamorano

         Madre de Dios de la Nieve nº 8

BUNYOLA  (Mallorca).

         Teléfono y Fax: 971: 61 33 92

         E-mail: snz2111@yahoo.es

           Página web: Salvador Navarro Zamorano

 

www.revistaalcorac.es

 

 

 

 

 

 

 

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Enseñanza de Jesús de Nazareth y Grandes Religiones

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El Templo de la Luz

Rumbo a la Eternidad

La Busqueda del Ser

Una Escuela de Misterios

 

 

 

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Entre el silencio y los sueños

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La búsqueda del Ser

(esotérico)

El cuerpo de Luz 

(esotérico)

Los arcanos menores del Tarot 

(cartomancia)

Eva. Desnudo de un mito

(ensayo)

Tres estudios de mujer

(psicológico)

Misterios revelados de la Kábala 

(mística)

Los 32 Caminos del Árbol de la Vida

(mística)

Reflexiones. La vida y los sueños  

(ensayo)

Enseñanzas de un Maestro ignorado

(ensayo)

Proceso a la espiritualidad

(ensayo)

Manual del discípulo 

(didáctico)

Seducción y otros ensayos

(ensayos)

Experiencias de amor

(místico)

Las estaciones del amor

(filosófico)

Sobre la vida y la muerte

(filosófico)

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Cuentos de almas y amor

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Nueva Narrativa (Narraciones y poemas)
Desechos Urbanos (Narraciones )
Ensayo para una sola voz VOL 1 (Ensayo )
En el principio fue la magia VOL 2 (Ensayo )
La puerta de los dioses VOL3 (Ensayo )
La memoria del tiempo (Narraciones )
El camino del Mago (Ensayo )
Crónicas (Ensayo )
Hombres y Dioses Egipto (Ensayo)
Hombres y Dioses Mediterráneo (Ensayo)
El libro del Maestro (Ensayo)
Los Buscadores de la Verdad (Ensayo)
Nueva Narrativa Vol. 2 (Narraciones)
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