ALCORAC

SALVADOR NAVARRO

Dirigida a las Escuelas de : CIRCULAR nº 1 Barcelona (2)

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Las Palmas

1º de Enero de 1.996

En este segundo año de ALCORAC, comenzamos una nueva etapa a través de las enseñanzas de Maestros inmortales, tal como Pitágoras, de cuyos Versos Áureos hago unos comentarios a los ocho primeros, en una de las traducciones que obran en mi poder.

El lector disculpará la extensión de esta Circular, pero ello sirve para dar mayor sustancia a las ideas del Maestro y espero que esta segunda etapa de ALCORAC, Circular mensual de la Escuela AVE FÉNIX, sea del agrado de alumnos y simpatizantes a los que dedico un año filosófico, y con esta confianza doy las primicias de este primer ensayo. Gracias por vuestro interés.

I. Honra ante todo a los Dioses Inmortales tal cual lo establece la Ley.

II. Venera el Juramento. Venera asimismo a los nobles Héroes.

III. E igualmente a los Iniciados de la Tierra, venéralos, ejecutando lo

que dicen las reglas de la Ley.

IV. Honra a tus padres, así como a tus parientes.

V. En cuanto a los demás, haz tu amigo al que se distingue por su

virtud.

VI. Presta atención a sus consejos y a sus virtuosos actos.

VII Evita sentir odio hacia tu amigo por una falta pequeña.

VIII Hazlo así mientras puedas; recuerda que el poder habita cerca de

la necesidad.

Pitágoras representa al eterno peregrino por la peremne filosofía de su vida. Es un seguidor de la verdad. Arriesgó todo lo que tenía por la búsqueda de la Verdad. Viajó por todas partes, por casi todo el mundo conocido de aquellos días, en busca de Maestros, de Escuelas místicas, de cualquier secreto oculto. Desde Grecia, fue a Egipto buscando la Atlántida perdida y sus secretos.

En Egipto, la gran biblioteca de Alejandría aún estaba intacta. Poseía todos los secretos del pasado aún preservados. Fue la mayor biblioteca que haya existido en la Tierra. Más tarde fue destruída por obra de un fanático. Esta biblioteca era tan inmensa, que cuando fue quemada, el fuego continuó durante seis meses.

Veinticinco siglos antes de Pitágoras, un gran continente, la Atlántida, desapareció en el Océano. Este gran mar llamado Atlántico, tiene el nombre a causa de este continente desaparecido.

La Atlántida fue el continente más antiguo de la tierra, y en él la civilización alcanzó un altísimo nivel. Pero, cuando una civilización alcanza una altura, un peligro aparece: el peligro de desintegrarse, de suicidarse.

La humanidad está nuevamente frente a este peligro. Cuando el hombre se vuelve poderoso, no sabe qué hacer con el poder. Cuando el poder es mucho y la comprensión pequeña, el poder siempre se muestra peligroso. La Atlántida no fue tragada por el océano por una calamidad natural. Actualmente, la misma cosa está sucediendo; el poder del hombre sobre la naturaleza. Fue a causa de la energía atómica que la Atlántida se sumergió - fue el suicidio del propio hombre. Entretanto, todas las escrituras y todos los secretos de la Atlántida habían sido preservados en Alejandría.

Por todo el mundo existen leyendas, historias, sobre un gran diluvio. Estas historias proviene de la desaparición de la Atlántida. Todas esas historias -cristianas, judáicas, hindúes-, hablan sobre un gran diluvio que en el pasado destruyó casi toda la civilización. Apenas unos pocos iniciados, algunos adeptos, sobrevivieron. Noé era un iniciado, un gran Maestro. Y el arca de Noé es sólo un símbolo.

Algunas personas escaparon de la calamidad, salvaguardando todos los secretos que la civilización obtuvo. Estos secretos fueron preservados en Alejandría.

Pitágoras vivió en Alejandría durante años. Estudió y fue iniciado en las Escuelas místicas de Egipto, particularmente en los misterios de Hermes. Después, siguió hacia la India, siendo iniciado en todo lo que los brahmanes de esta antigua tierra descubrieron, en todo lo que la India conocía del mundo interior del hombre. Por años está en la India, yendo seguidamente al Tibet, después a China y Caldea. Este era todo el mundo conocido de la época.

Durante toda su vida, Pitágoras fue un buscador, un peregrino, buscando una filosofía - filosofía en el verdadero sentido de la palabra: amor por la sabiduría. Fue un amante, un filósofo, pero no en el sentido moderno de la palabra, sino en el sentido antiguo. Porque un amante no puede sólo especular, un amante no puede sólo pensar sobre la verdad: él tiene que buscar, que arriesgarse, que aventurarse.

La verdad es la amada. ¿Cómo es posible continuar solo pensando en ella? Es necesario estar en contacto con ella por el corazón. La busca no puede ser sólo intelectual; tiene que ser profundamente intuitiva. Al principio, tal vez necesite ser intelectual , pero sólo al inicio. Sólo el punto inicial puede ser intelectual, el final tiene que ser alcanzado por el propio centro del ser.

Pitágoras fue uno de los hombres más generosos y más liberales: democrático, imparcial, abierto. Fue respetado por todo el mundo; desde Grecia a China fue reverenciado. Fue aceptado en todas las Escuelas místicas; era recibido con alegría en todos los lugares. Su nombre era conocido en todas las tierras. Hasta mucho después de iluminado continuaba pidiendo ser iniciado en nuevas Escuelas. Estaba intentando crear una síntesis; intentando conocer completamente la verdad cuanto humanamente fuera posible.

Estaba siempre preparado para inclinarse ante un Maestro. Y era un hombre iluminado y esto es muy raro. Cuando las personas se iluminan la búsqueda cesa, procurar desaparece. No se tiene más razón de ser.

Buda se iluminó y nunca más fue a otro Maestro. Jesús se iluminó y no buscó otro Maestro. Lao-Tse, Zaratustra y Moisés. Por tanto, Pitágoras fue algo único. Nadie paralelo a él jamás ha existido. Aún después de iluminarse, estaba preparado para ser discípulo de cualquier persona que tuviese algún aspecto de la verdad para revelar. Su búsqueda era tal que estaba dispuesto para aprender con cualquier persona. Era un discípulo absoluto. Estaba dispuesto a aprender con toda la existencia. Permaneció abierto y siendo alumno hasta el final.

Colocó todo su esfuerzo, y fue un esfuerzo inmenso en aquellos días, en viajar desde Grecia hasta Oriente. Esto era muy peligroso. No es tan fácil como hoy. Era un riesgo y andar de un país a otro llevaba muchos meses.

Cuando Pitágoras volvió, ya era un hombre viejo. Pero muchos seguidores se juntaron a su alrededor; nació una gran Escuela. Y, como siempre acontece, la sociedad comenzó a perseguirlo, así como a su Escuela y sus discípulos. Durante toda su vida procuró la filosofía y la encontró. Unió todos los fragmentos en una inmensa armonía, en una gran unidad.

Fue perseguido de un lugar a otro. Muchos atentados fueron hechos a su vida. Era casi imposible enseñar todo lo que había acumulado. Y su tesoro era inmenso: en verdad, nadie jamás tuvo un tesoro como el de él. Pero es así que la tonta humanidad se comporta y siempre se comportará. Ese hombre hizo algo imposible: un puente entre Oriente y Occidente. Él fue el primer puente. Llegó a conocer la mente oriental tan profundamente como la occidental.

Pitágoras era griego. Fue educado con la lógica, con la praxis científica griega; después fue a Oriente. Aprendió entonces los caminos de la intuición. Aprendió como ser un místico. Fue matemático por derecho propio. Y un matemático tornarse un místico es una revolución, porque son polos opuestos.

El Occidente representa la mente masculina, la agresividad intelectual. Oriente representa la mente femenina, la intuición receptiva. Oriente y Occidente no son nombres arbitrarios, la división es significativa y profunda.

No podemos olvidar lo que dijo Rudyard Kipling, pues tiene sentido. Dijo que Oriente y Occidente nunca se encontrarán. Hay un fragmento de verdad en esto, porque el encuentro parece imposible, el modo de trabajar es diametralmente opuesto.

Occidente es agresivo, científico, conquistador de la naturaleza. Oriente no es agresivo, sino receptivo, preparado para ser conquistado por la naturaleza. Occidente está ávido de conocimientos. Oriente es paciente. Occidente toma las iniciativas para alcanzar los misterios de la vida y de la existencia, intentando abrir las puertas. Oriente simplemente espera, con profunda consciencia: "Si tengo valor, la verdad me será revelada".

Occidente se concentra en la mente: Oriente medita sobre la mente. Occidente es pensante, Oriente es no-pensante. Occidente es mente; Oriente es no-mente.

Kipling está lógicamente cierto: parece imposible que Oriente y Occidente se puedan encontrar.

Oriente y Occidente no representan sólamente una división de la Tierra: representan su mente, su cerebro. Su cerebro dividido en dos hemisferios, exactamente como la Tierra. El lado izquierdo es Occidente y está conectado con la mano derecha.

El proceso de los dos es completamente diferente. El hemisferio izquierdo de la mente calcula, piensa, es lógico. Toda la ciencia es producida por él. El hemisferio derecho es un poeta, un místico. Él intuye, siente. Es una especie de caos. Pero ese caos tiene su belleza, su poesía, su música.Hay mucha savia en él.

La mente calculadora es un fenómeno semejante al desierto. La no-calculadora es un jardín. Allí se abren las flores y cantan los pájaros....... es un mundo totalmente diferente.

Pitágoras fue el primer hombre que intentó lo imposible y triunfó. En él, Oriente y Occidente fueron uno. El yin y el yang se volvieron uno. El fue la unidad total de dos polos opuestos. Intelecto e intuición del más puro calibre. Pitágoras fue una altura, un pico iluminado por el Sol, y también fue un profundo valle. Una rara combinación.

Pero el esfuerzo de toda su vida fue destruído por la estupidez de los hombres, por la masa mediocre. Estos pocos versos fueron la única contribución dejada. Esto fue todo lo que quedó del esfuerzo de este gran hombre. Y parece que tampoco fue escrito por su propia mano. Se supone que todo lo que él escribió fue destruído.

El día que Pitágoras murió, miles de discípulos fueron masacrados, quemados. Se sabe que un discípulo de la Escuela pudo escapar. Su nombre era Lysis. El escapó, pero no para salvar su vida, sino para poder rescatar alguna cosa del Maestro. Estos Versos de Oro de Pitágoras, fueron escritos por Lysis, el único discípulo sobreviviente.

La Escuela entera fue quemada y millares de discípulos asesinados. Todo lo que Pitágoras acumuló en sus viajes: escrituras de China, India, Tibet, Caldea, Egipto, años y años de trabajos, fueron quemados.

Lysis escribió estos pocos versos. Y por causa de una antigua tradición de que un verdadero discípulo no conoce otro nombre a no ser el de su Maestro, estos versos no fueron llamados Versos de Lysis, sino que son llamados Los Versos de Oro de Pitágoras.

Esto ha pasado otras veces. En la misma India, ocurrió con Vyas, un gran Maestro. Existen tantos libros con su nombre que sería imposible que un solo hombre hubiera escrito tanto. ¿Qué pasó?

Todos los libros son firmados por Vyas, pero no todos fueron escritos por él, sino por sus discípulos. El verdadero discípulo no conoce otro nombre a no ser el de su Maestro. Él desaparece en el Maestro; por tanto, cualquier cosa que escriba, lo escribe en nombre del Maestro.

Lo mismo sucedió en Egipto con Hermes: hubieron muchas escrituras, todas escritas por los discípulos. Lo mismo con Orfeo en Grecia y con Lao Tsé y Confucio en la China.

El discípulo pierde su identidad, para unirse al Maestro.

Cosas de inmenso valor han sido destruídas por la estupidez. Pitágoras fue el primer hombre que experimentó la creación de una síntesis. Veinticinco siglos pasaron desde entonces y nadie ha intentando el mismo experimento. Nadie antes y nadie después. Para esto es necesaria una mente científica y mística al mismo tiempo.

Han habido grandes místicos: Buda, Lao-Tse, Zaratustra. Y grandes científicos: Newton, Edison, Einstein. Pero encontrar un hombre que se sienta a voluntad en ambos mundos, completamente en casa con los dos mundos, es muy difícil. Pitágoras era ese tipo de hombre.

La síntesis que él intentó era necesaria, principalmente en sus días, así como también es necesaria hoy, porque el mundo está nuevamente en el mismo punto. El mundo se mueve como una rueda. La rueda es grande: un círculo se completa cada veinticinco siglos. Veinticinco siglos antes de Pitágoras, la Atlántida se suicidó a partir de su propio crecimiento científico. Pero el crecimiento científico sin sabiduría es peligroso. Es como darle una espada a una criatura.

Ahora, veinticinco siglos han pasado desde Pitágoras. El mundo está nuevamente en un caos. La rueda ha llegado al mismo punto. Son necesarios 2.500 años para que este momento se presente. El hombre se vuelve sin raíces y comienza a sentirse inútil. Todos los valores de la vida comienzan a desaparecer. La ignorancia y la oscuridad nos rodea y perdemos el sentido de la dirección. Las personas llegan a sentirse como un accidente, sin un propósito, sin ningún significado. La vida parece ser una consecuencia de la casualidad. Como si no hubiera ninguna vida después de la muerte. Cualquier cosa que el hombre haga se vuelve mecánica, rutinaria, sin sentido. El hombre se siente sin razón de ser.

Este tiempo de caos, de desorden, puede ser una gran maldición o puede ser una transición cualitativa en el crecimiento humano. Depende de como lo usemos. Es en tiempos caóticos cuando nacen las grandes estrellas.

Pitágoras no estaba solo. En Grecia, Pitágoras y Heráclito. En la India, Buda y muchos otros. En la China, Lao-Tse, Chuang-Tzu, Confucio y muchos más. En Irán, Zaratustra. En la tradición brahmánica, grandes videntes. En Judea, Moisés. Todas estas personas, todos estos grandes Maestros, nacieron en cierto punto de la historia humana. Hace 2.500 años.

Ahora estamos nuevamente en un caos. Y el destino del futuro del hombre depende de lo que hagamos ahora. O nos destruímos, como hicieron los atlantes y el mundo se transformará en un nuevo Hiroshima, destruídos por nuestro propio conocimiento, por nuestra ciencia en un suicidio colectivo y, tal vez, algunos como Noé y sus seguidores puedan salvarse, o habrá una transición cualitativa.

O el hombre se suicida o renace. Ambas puertas están abiertas.

Si este tiempo puede crear personas como Heráclito, Lao Tse, Zaratustra, Pitágoras, Buda y Confucio, ¿por qué ellos no pueden crear una gran humanidad?. Pueden hacerlo. Pero nosotros seguimos perdiendo la gran oportunidad.

La masa común vive en tal inconsciencia que no puede ver más allá de lo que su vista alcanza. Ella es ciega y es la mayoría. La llegada de los próximos 25 años será de inmenso valor. Si pudiéramos crear un gran momento en el mundo para la meditación, para el viaje interior, para la paz, para la tranquilidad, para el amor, para Dios ...... si pudiéramos crear un espacio para Dios en muchas personas en estos 25 años, la humanidad tendría un nuevo nacimiento. Nacería un hombre nuevo.

Si perdemos este tiempo, entonces seguiremos sin cambiar. Algunas personas despertarán, pero esto será muy personal. Aquí y allá, de cuando en cuando, una persona se volverá consciente, divina. Pero, la mayor parte de la humanidad continuará atrasada, en la oscuridad, en la miseria. La mayor parte de la humanidad, continuará viviendo en el infierno.

Mientras tanto, estos momentos, cuando el caos se esparce, el hombre pierde sus raíces y nos vamos desconectando con nuestro orígen, son muy valiosos. Si pudiéramos aprender algo del pasado, de nuestra historia, de Pitágoras..... Las personas no consiguen utilizar a Pitágoras y su comprensión. No consiguen utilizar su gran síntesis, las puertas que él dejó abiertas. Un sólo hombre hizo algo inmenso, algo imposible, y esto no ha sido utilizado por nosotros.

Estoy intentando hacer exactamento lo mismo. Yo siento una afinidad espiritual con Pitágoras. Estoy construyendo una síntesis de Occidente con Oriente, razón y religión, intelecto con intuición, mente masculina con femenina, cabeza y corazón, lado derecho con el izquierdo. Sólamente la armonía nos puede salvar.

Este es un período valioso. Vamos a arriesgarnos con alegría, porque ¿qué hay de más alegre que dar origen a un nuevo hombre, ser el vehículo de un nuevo ser, para una nueva humanidad?

Será doloroso como todo nacimiento lo es. Pero el dolor puede ser bienvenido, si comprendemos lo que va a pasar a través de eso. Si podemos ver a la criatura llegando a la luz, el dolor no será más dolor. Podemos aceptar el dolor del parto como una madre que está siendo creativa cuando una nueva criatura nace a través de ella. Dios la utilizó como vehículo. Ella se regocija aunque halla un dolor externo. Cuando esta alegría existe, el dolor funciona como telón de fondo.

Los versos de Pitágoras están divididos en tres partes; son conocidos como los tres famosos "Ps" de Pitágoras: preparación, purificación y perfección.

Prepararse significa conseguir un estado receptivo, abierto. Prepararse significa crear un espacio, un deseo por la verdad. Prepararse significa no ser solo curioso, intelectualmente interesado en la verdad, sino estar empeñado en la búsqueda. No como un especulador, sino como un participante.

Preparación es la parte introductoria que crea en nosotros el Templo interno. Cuando se llega cerca de un Maestro, la primera cosa que sucede es quedar con una gran sed, con ansia. El Maestro esparce la semilla de un gran deseo. Te vuelve muy descontento. Es posible que hayas venido a él buscando una satisfacción, un consuelo, pero él te hace ardiente, llameante, con nuevos deseos con respecto a lo que ni soñastes. Él trae todo esto hacia fuera, a la luz. Coloca su energía en ti y te vuelve tan sediento, tan descontento, que comienzas a buscar por todas partes, en todos lugares.

Preparación significa que el discípulo está siendo conscienciado para la verdad de que estamos viviendo en la oscuridad, y la luz tiene que ser buscada y seguida, consciente de que estamos desperdiciando nuestras vidas, de que no estamos viviendo con la verdad, de que a menos que nos encaminemos en dirección a Dios, la vida será vacía. El discípulo tiene que ser sacudido de sus sueños, sueños de dinero, de poder, de prestigio, y tiene que recibir un nuevo sueño, el sueño supremo en el cual todos los otros sueños son consumidos. El sueño supremo es conocer la verdad, conocer lo que es, conocer de donde venimos, conocer cual es la fuente y la meta para donde estamos marchando.

Entonces viene la segunda parte: la purificación. Después que el deseo aparece, tenemos que ser purificados, porque para llegar a la verdad suprema hemos de abandonar muchos pesos innecesarios, muchos fardos que siempre estuvimos cargando. Los hemos llevado siempre sobre nuestros hombros porque pensábamos que eran valiosos. Nuestro sistema ha de ser purificado de todos los tóxicos que hemos absorbidos por el camino. Hemos bebido muchos venenos. Son hindúes, mahometanos, cristianos, pero todos son venenos, todos son prejuicios, condicionamientos sociales.

Purificación significa abandonar todos los condicionamientos, las ideologías, los conceptos, las filosofías enseñadas por otros. La persona tiene que ser completamente limpia, una tabla rasa. Sólo cuando está completamente limpia, cuando no tiene nada escrito en sí, es cuando Dios puede escribir algo. Sólo cuando está totalmente silenciosa y las palabras dadas por la sociedad desaparecen, Dios le puede hablar. La verdad sólo puede susurrar sus misterios en nuestros oídos cuando estamos absolutamente vacíos y vacío es pureza.

La purificación es como un purgatorio. El hombre tiene que abandonar muchas cosas. En realidad, la verdad no está lejos; no la vemos porque hemos acumulado muchas cosas a su alrededor. Hicimos crecer muchas capas, muchas personalidades, muchas máscaras a su alrededor. Todas esas máscaras tienen que ser abandonadas. Es necesario que seamos auténticos, verdaderos, completamente desnudos.

Purificación significa: parar de escondernos, parar de mentir, parar de ser falso.

La tercera parte es la perfección. Cuando hayamos dejado de ser falsos, cuando hayamos abandonado todos los venenos acumulados en el camino, cuando el polvo haya sido limpiado del espejo, la perfección llega por sí sola.

La perfección es la parte que une, la unión mística.

Primeramente el deseo, un deseo intenso y total ..... porque sólo cuando la persona está totalmente deseosa de la verdad es cuando está preparada para sufrir los dolores de la purificación. Si el deseo fuese tibio, no estará preparada para pasar por el dolor. Es doloroso ser purificado. Es como sacar la pus del cuerpo. Aunque a final de cuentas sea bueno cuando sale la pus, el veneno, pues quedamos menos enfermos. Pero, si la dejamos dentro y se esparce, la estamos ayudando a crecer.

La persona sólo puede estar preparada para purificarse si su deseo fuese hasta el punto de estar preparada para morir. Y la purificación es una especie de muerte, porque la personalidad que siempre pensamos que éramos, tendrá que morir. Es necesario abandonar todo con lo que estamos identificados. Este ha sido nuestro ego. Todo lo que es glorioso y precioso para nosotros ha de ser abandonado como basura. Esto es doloroso. Es como perder un reino para ser un mendigo.

A menos que el deseo sea total, no estaremos preparados para hacer esto. Y cuando la purificación sea completa, cuando hayamos abandonado todo lo que no es esencial, la perfección llega por sí misma. No es necesario ser perfecto. Tenemos que crear el espacio para que la perfección se desarrolle. La perfección es un acontecimiento.

* * * * * * *

El primer verso:

Honra ante todo a los Dioses Inmortales tal cual lo establece la Ley.

Lord Bacon, una gran mente científica, escribió en su famoso libro Novum Organum, que Pitágoras fue un fanático. Esto es absurdo. El libro de Bacon es muy bueno. Con excepción de esta afirmación, el libro es de gran valor.

Se afirma que existen tres grandes libros en el mundo. El primero es el Organum de Aristóteles (organum significa principios). El segundo es el Novum Organum, nuevos principios, de Bacon. Y el tercero es el Tertium Organum, el tercer principio, de Ouspensky. Ellos son realmente libros incomparables.

Pero es sorprendente que Bacon haya llegado a la conclusión de que Pitágoras era un fanático, porque él era justamente lo opuesto, el opuesto absoluto de un fanático. Si fuese un fanático, no habría aprendido todo los tipos de esoterismos, ni hubiera estado abierto para aprender en todas las fuentes posibles. En verdad, el fanatismo nunca formó parte de la mente griega.

La mente filosófica no puede ser fanática ni dogmática. Es un pre-requisito de la filosofía estar abierta, indagar, dudar, cuestionar, permanecer abierta a la verdad, venga ella de la forma que venga. Es un pre-requisito no decidir nada anticipadamente, no caer en ese tipo de actitudes en la cual una persona concluye sin conocer. No podemos aceptar nada desde el principio sin investigar, sin conocer, sin experimentar.

¿Por qué Bacon llama a Pitágoras de fanático? El fanatismo nace en la mente judaica, nunca fue griego. Nació en los judíos. Se propagó en el cristianismo y en el islamismo, porque ambas son ramas del judaísmo. La idea de que "Nosotros somos el pueblo escogido de Dios", es peligrosa. Crea fanatismo. La idea de que "Nosotros tenemos la verdad y nadie más la tiene", o "Existe solo un Dios y no muchos dioses" es peligrosa, porque ese único Dios acaba siendo mi Dios. Entonces, ¿qué pasará con tu Dios? Estarás equivocado, serás un pecador. Tendrás que ser convertido.

Pitágoras vivió en tantos países, con tan diferentes visiones de la vida, con tantos puntos de vista filosóficos, con tantas religiones, que no podía ser un fanático.

El primer verso dice:

Honra ante todo a los Dioses Inmortales .....

Él no usa la palabra "Dios" sino "Dioses", y esto es significativo. Es el estado de una mente no fanática. Dioses. ¿Por qué el plural? ¿Por qué, no Dios? Porque en el momento en que dices "Dios", estás cayendo en una peligrosa red..... entonces, ¿qué pasará con los Dioses de otros pueblos?

Pitágoras no es monoteísta; no cree en un Dios. Dice: Todas las personas del mundo tienen sus creencias como verdaderas. Y él sabe de eso, porque siguió muchos caminos. Y siempre llegó a la misma conclusión.

Existen muchos caminos para llegar al pico de una montaña. La montaña tiene muchos senderos, pero todos llegan al pico. Vienes del sur, del oeste......puedes seguir un sendero rocoso u otro diferente. Son muchas las alternativas.

Pitágoras sabe que la verdad es una, pero no lo dice. La verdad es única, pero no se puede expresar. Si alguna vez puedes expresarla, entonces, por favor, no uses el singular; el plural es mejor. Dicen los Vedas: "la verdad es una sola, pero las personas sabias la han descrito de muchas maneras".

Honra ante todo a los Dioses Inmortales tal cual lo establece la Ley.

Pitágoras vivió con muchas personas, con adoradores de diferentes Dioses. Está diciendo a sus discípulos: "Cuando vayan a un templo adoren al Dios del templo, de la misma manera que allí las personas lo adoran. Respeten a las personas que están orando y adorando".

Este es también mi pensamiento. Todas las oraciones son buenas. Todas alcanzan a Dios. Y todos los caminos finalmente llegan a Él. No hay necesidad de antagonismos. Todos los templos, mezquitas, sinagogas y pagodas son Suyos. Cualquier lugar dedicado a Dios es tuyo.

Pitágoras está diciendo a sus discípulos: Donde quiera que estén, observen a las personas, respeten sus oraciones, respeten su Dios, respeten su visión. Puede ser sólo un aspecto, pero es un aspecto del propio Dios. Puede ser sólo una cara, pero Dios tiene muchas caras. Él desciende de un modo en Krishna, de otro en Jesús, de otro en Moisés, de otro en Mahoma. Todos los profetas son de Él, todos los mensajeros son de Él.

concluirá en la Circular de Febrero.

I N T E R E S A N T E

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