Dirigida a las Escuelas de :                   Llubí, 1º  de Enero de 1.995

            Barcelona (2)

            Mallorca                      CIRCULAR nº 1

            Menorca

            Las Palmas

 

 

 

POR UN BALANCE DE NUESTRAS VIDAS.

Verdaderamente atropellados por las circunstancias y conquistas del mundo moderno, muchas de las cuales podrían ser mejor definidas como verdaderos monstruos creados por la imaginación fértil del consumismo que se apodera de los días actuales, parece haber muy poco tiempo para una retrospectiva de nuestras actividades durante el año que ha tenido fin y, sobre todo, para definir prioridades que no estén relacionadas con el orden material.

No es que las conquistas materiales sean perjudiciales a la evolución de la humanidad, porque ellas provienen, como la propia raíz de la palabra indica, de la Máter, Madre, y la Madre sólo quiere el bien para sus hijos. Pero es preciso recordar que el hombre pertenece a un ciclo evolutivo diferente del verificado en el Zodiaco, cuyo significado quiere decir "ciclo animal", un área de la galaxia destinada a la evolución de seres elementales o angelicales.

Nuestra humanidad está temporalmente prestada al Zodiaco, viviendo en la superficie del planeta, y hasta hoy la ciencia no conoce nada acerca del centro de la tierra. Sin tener aquí su origen, el hombre tiene una misión bien definida: ayudar en la evolución de esos seres angelicales, y en este punto es preciso resaltar que todo elemental es un ángel latente, en formación. Por esta razón es más fácil entrar en contacto con los seres elementales, principalmente los que viven en las tinieblas, que entrar en contacto con los ángeles más iluminados.

El ángel sólo comienza a ser ángel realmente cuando reinicia el camino de vuelta o de retorno, después de haber descendido al punto máximo de densidad en su jornada involutiva, esto es, cuando queda en posesión de todo el conocimiento acumulado. Descender para después subir, este es el camino de evolución de los seres elementales.

De las 12 casa Zodiacales, tres no poseen regentes: la 2ª, la 3ª y la 4ª casas, representando las tres huestes angelicales que no aceptaron trabajar con la humanidad y se retiraron. Esas tres huestes que no soportaron las acciones egoísticas de la humanidad y que daban la vida paradisíaca mencionada en las alegorías bíblicas; con su retirada, acabó el Paraíso y el hombre fue expulsado del Jardín del Edén.

La hueste angelical de la 2ª casa, trataba al hombre como la naturaleza trata a los animales; la hueste de la 3ª casa no soportó el egoísmo humano, el hecho de que los hombres no se ayudaran mutuamente, como los ángeles y los elementales; y la 4ª hueste no aceptó el aspecto emocional desarrollado por el hombre. Hueste ligada a la vitalidad,  la 4ª casa representa a la Madre, la vida. La hueste de la 4ª casa no abandonó a la humanidad de forma definitiva, ya que dejó un representante, la Cabeza del Dragón, que busca llevar nuevamente al hombre desde abajo hacia lo alto.

Todo esto puede explicar de cierta forma la infelicidad que toma al hombre en su corazón humano aquí en la Tierra, que se siente medio abandonado e insatisfecho con todo lo que hace, procurando reencontrar de todas las formas el estado de pureza perdido.

La gran mayoría de las acciones humanas están marcadas por la insatisfacción,  tan pronto es conquistado el objeto de su deseo y por esto el hombre no tiene paz en su corazón. Por más que el hombre posea propiedades, dinero o poder, no puede satisfacer la angustia que se apodera cuando la consciencia se manifiesta en la profundidad, llevando a la ciencia a desarrollar cada vez más cosas para mantener la mente ocupada.

Las conquistas sociales, tan necesarias al equilibrio de la actividad humana, tomó del trabajo buena parte del tiempo, liberando a la sociedad para dirigir su atención para otros segmentos. En razón de esto, surgió el ocio con toda intensidad y fuerza, cuyo principal objetivo, además de compensar el desgaste producido por el trabajo, es mantener la mente ocupada. Muchas personas prefieren hoy en día pasar necesidades básicas antes de cambiar parte de la conquista del ocio.

En verdad, dos son las fuerzas que actúan en el mundo de la manifestación o de la concretización, siendo una de naturaleza centrípeta, que actúa de fuera hacia dentro, y una centrífuga, que actúa de dentro hacia afuera. Cuando una persona se concentra y medita, ella está vinculada a la fuerza centrípeta, ya que lleva su atención para el centro: mientras, cuando una persona se deja llevar por los intereses exteriores, la fuerza que actúa es centrífuga, ya que su atención deja el centro y se dirige hacia afuera.

Es ley el hecho de que todas las cosas necesitan vivir en armonía, por el equilibrio de que debe haber entre las cosas del espiritu su equivalencia en materia, lo que nos lleva al entendimiento de que es necesario reflexionar profundamente sobre la necesidad de mantener la atención centrada en sí misma, para saber el punto ideal de compensación de la energía gastada por la actividad humana. Pero no más que esto, so  pena de comprometer el estado de trabajo a que todo el estudiante de la Ciencia Espiritual aspira. Todo ser viene al mundo de la materia para cumplir un designio individual que proviene de los planos superiores y el tiempo es de veras precioso para quedarnos en continuo estado de vacaciones, como pretenden las inteligencias responsables por el mundo del placer.

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Cuanto más el hombre busca evolucionar en sus conceptos con relación a la vida y comprender el misterio de su paso por el Zodiaco tanto más tendrá condiciones de buscar la substancia indispensable para su madurez, para no dispersarse de sus verdaderos objetivos.

En un momento mágico como este, precioso, único, cuando todo el mundo en esta Navidad se vuelve hacia su interior, buscando re-ligar los ejes olvidados, se vuelve muy importante hacer un balance de conceptos y actividades, para buscar nitidez y definir prioridades en nuestras vidas, principalmente las de orden espiritual.

¿Es exactamente esto lo que estamos buscando? ¿Estamos en el verdadero camino? ¿Cuánto podemos ceder de nuestro tiempo? ¿Cuando podemos trabajar en favor de nosotros mismos y de los demás? ¿A dónde queremos llegar? ¿Que hacemos para alcanzar nuestros objetivos? ¿Cuales son las prioridades?

Estas y otras preguntas son importantes en la medida en que nos pueden ayudar a tener una visión más clara del grado de dificultades de las cosas y de los reales intereses que tenemos en la consecución del designio que nos fue atribuído por nuestros Mayores. De cualquier forma, siempre es bueno recordar que todo esto debe sere hecho centrado en las profundidades del corazón y en permanente contacto con la individualidad.

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La substancia que constituye la base de toda la manifestación proviene del Océano de Materia Virginal Original, que no conoce la luz. Pero, cuando parte de esa materia es tocada por la luz akásica, que es la luz negra del Sol, esa materia es segregada por el océano tenebroso de materia que presente en la sutil transformación sufrida por la substancia tocada por esa luz, entra en el principio de la individualización.

Esa materia segregada por haber sido tocada por la luz es lo que la Ciencia Espiritual llama Madre. Es la Madre la que proporciona la materia necesaria para la concretización de la creación y, especificamente en el caso humano, genera simultáneamente dos hijos: uno que transita por el mundo bañado por la luz, y otro que transita por el mundo de las sombras. Uno de ellos es conocido como la "consciencia de lo físico", y el otro es el "antiego".

Como todas las madres, ella también aspira a que ambos hijos se eleven y un dia alcancen la iluminación, y esa es la única manera de que un dia ella misma sea rescatada y se eleve, uniéndose al amor del Padre, transmutándose de Madre Material para la cualidad de Madre Espiritual.

Esta es la principal razón de la segregación por parte de las tinieblas que desconfía de toda la substancia que en algún momento, de alguna manera, fue tocada por la luz akásica.

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El antiego no posee un Padre que está en los Cielos, porque él es hijo de la "materia". Es la madre que cede la substancia que posibilita la manifestación del indivíduo, retornando esa substancia a ella cuando hubiere el desencarnamiento. Mientras, una parcela de esa substancia debe ser elevada e iluminada, proporcionando igual iluminación y elevación a la Madre. A esa parcela le llamamos antiego.

Es deber de cada uno trabajar en el rescate de su antiego, pues él también es parte integrante de cada indivíduo.

El antiego tiene mucho más de humano que la Personalidad, pues él es la sombra del hombre, mientras que la Personalidad es un debito que pagamos al mundo angelical por el hecho de el hombre usar substancias pertenecientes a ese reino. El hombre sólo podrá pasar por el umbral si, al llegar a ese punto, ambos estuvieren iluminados y elevados. En ese caso, el antiego seguirá el camino de la evolución humana y la Personalidad seguirá el camino de la evolución angelical.

La personalidad no iluminada se tornará en el Guardián del Umbral, no permitiendo el paso al hombre.

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Las dos columnas del Templo de Salomón son relacionadas simbólicamente con el Sol y la Luna, representando la síntesis de las sumas de los número materiales y espirituales de los regentes de los 12 signos. Son ellos:

Signos            Regentes          Nº espiritual           Nº material

Aries             Marte                   9                 5

Tauro          -                          6                 7

Géminis              -                    5                 8

Cáncer            Luna                    2                 9

Leo               Sol                     1                 6

Virgo             Mercurio                5                 8

Libra             Venus                   6                 7

Escorpión         Marte                   9                 5

Sagitario         Júpiter                 3                 4

Capricornio Saturno                       8                 3

Acuario           Saturno                 8                 3

Piscis            Júpiter                 3                 4

Suma total                               65                69

Síntesis                                   11= 2                     15 = 6

Totalizando los números espirituales, 65, poseyendo una síntesis de 11 y finalmente 2, que es el número espiritual de la Luna, vemos que la suma de los números materiales de los regentes resulta 69, que sumados dan 15 y una síntesis de 6, que es el número material del Sol. De ahí la relación entre las dos columnas del Templo de Salomón y el Zodíaco.

Para ser mensajero de la luz es necesario tenerla en el corazón, entonces ella misma se manifestará trayendo su mensaje.

La verdad está escrita en el corazón de cada individuo.

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Hay dos clasificaciones principales en la Astrología, siendo la primera llamada "judiciaria" y la segunda "horaria". La Astrología judiciaria tiene como base la Tierra, siendo calculada dia a dia. Es en esta clasificación que se puede incluir la máxima de que la Astrologia inclina pero no obliga. Sólo que ese inclinar es tan fuerte que realmente es muy difícil no ceder a su presión.

La Astrología horaria tiene base solar y es medida hora a hora, siendo por eso más veloz. Es en esta clasificación que se puede incluir la máxima: "todo está escrito y puede ser calculado". Conviene recordar otra característica importante de la Astrología solar, la de que ella sólo computa los aspectos positivos.

Teniendo en vista que la Astrología estudia el relacionamiento entre los planetas, por extensión todo aquél que estudia o calcula también estará de alguna forma uniéndose a las inteligencias planetarias.

Por esto es muy importante la postura adoptada por el alumno, dando lo mejor de sí, tanto al estudiar como al calcular, o sea, teniendo consciencia de aquello que hace.

Diseñar un símbolo, escribir un nombre, citar una inteligencia, diseñar calculando movimientos, todo esto representa un eje de unión con las respectivas inteligencias, energías o virtudes. No basta, por tanto, dejar la mente mecánicamente hacer su parte; lo importante es tener consciencia del aspecto más elevado de la cuestión, ya que en cualquier circunstancia esas poderosísimas inteligancias perciben, sienten y observan todo lo que se hace en esos momentos.

Por esto es extremadamente importante hacer todo de la mejor manera, con el corazón puro y la mente limpia, lo que sólo es posible, en último análisis, cuando se está unido a la Individualidad, allá en la profundidad del templo imterior.

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La mejor manera de estar limpio y puro es iniciar  un breve período de concentración y armonización, apartándose de todo cuanto nos une al mundo efímero, que está cargado de emociones y problemas. Si algo nos preocupa, pensemos que todo tiene su tiempo y que todos los problemas serán analizados y solucionados en la hora correcta, sin que esto represente, obviamente, cualquier tipo de fuga. La mejor solución para todas las cosas será encontrada al natural, en las profundidades de nuestro templo interiór, donde la presencia del Maestro o Cristo interior conduce a un estado de serenidad necesaria para solucionar cualquier crisis.

En ciertos aspectos el camino de la espiritualidad es una jornada ardua y dificil. Una de las principales dificultades es justamente el hecho de ser andado individualmente. El motivo es simple: el verdadero conocimiento resulta siempre de la suma de dos factores que son: información y experiencia, pues es la experimentación la que realmente nos proporciona el total entendimiento.

Lo más dificil de ser comprendido es el hecho de que la Ciencia Espiritual no es una ciencia teórica, pues para realmente aprenderla es indispensable vivenciar sus conocimientos.

La verdadera comprensión de lo espiritual resulta de la vivencia y experimentación personal o interna, donde a través de meditaciones en la profundidad interna, sin duda siempre se alcanzará respuestas para toda clase de preguntas.

Os deseo a todos, queridos hermanos, la mayor de las bendiciones que puedan ser deseadas en el camino de la espiritualidad: FELICIDADES JUNTO A TU INDIVIDUALIDAD.

Todo el trabajo de la humanidad se resume en dos palabras sin las cuales no es posible percibir la unidad en la pluralidad, el orden en el caos: adquirir consciencia.

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